Asunto: F. Beckenbauer, ex jugador del Bayern y presidente del Campeonato del mundo de Alemania 2006 se une a mi Fórmula
¡¡¡¡ Publicado en Internet!!!. Revista Digital de Castilla y León
F. Beckenbauer , ex jugador del Bayern y presidente del Campeonato del mundo de Alemania 2006 se une a mi Fórmula.
El ex-jugador alemán de fútbol, Balón de Oro en el año 1972, y luego otra vez en 1976, e Internacional de la Selección de Alemania, F. Beckenbauer, ex jugador del Bayern y presidente del Comité Organizador del Campeonato del mundo de Alemania 2006 se une a mi Fórmula 6+5.
Es decir: SEIS jugadores seleccionables nacionales en campo, en cada partido de fútbol en todo momento, por CINCO no seleccionables, o fórmula 6+5.
Beckenbauer ha pedido a la Federación Alemana que adopte este sistema en la Bundesliga.
Hace años, cuando inicié en solitario y ex-novo la difusión de esta propuesta, con mis modestos escritos enviados aquí y allá, era muy difícil abrirse camino. Los intereses económicos y de todo tipo en contrario eran muy poderosos. Y lo siguen siendo.
Pero la iniciativa se ha ido abriendo paso aunque muy lentamente hasta la UEFA y la FIFA.
Lo importante era cuando inicié la tarea cambiar el lenguaje.
No hablar más de “ máximo de X extranjeros por club ” (para luego no considerar extranjeros a los procedentes de medio mundo, como así hacían), y sí de “mínimo de X seleccionables nacionales en campo, por equipo”.
Era plenamente consciente de que si lograba imponer que se cambiase la formulación de la frase, y en consecuencia la idea previa y los conceptos, el resto sería ya sólo cuestión de esperar para ver la victoria cercana.
Posiblemente, pensaba yo, no en España, mi propio país (eso pasa siempre aquí) pero sí fuera; como así ha sido.
Hubo diversas motivaciones, como ya he tenido ocasión de explicar muchas veces: de carácter lingüístico una, ética otra, lógico-filosóficas, de interés nacional, patrióticas y obviamente deportivas.
Se había enquistado, por lo menos en España, la ilógica, la mentira, la perversión del lenguaje, y la previa perversión de los conceptos. Se insistía cada día en que estaba permitido un “máximo de tres jugadores extranjeros por equipo”, cuando cada fin de semana veníamos que muchos equipos salían al campo con máximo de uno, con dos, o con tres, españoles; o con ninguno, en algún caso.
¿Qué estaba pasando?
Se había producido una perversión de los conceptos y del lenguaje. Que no llamaban extranjeros, contra el Diccionario de la RAE, a los de la UE ni a los oriundos procedentes de medio mundo.
Una Mentira. Nos estaban engañando todos los días en la radio, la prensa y la televisión. ¡Mentían!
Podemos ser mejores, peores, todos tenemos defectos, imperfecciones pero…. no podemos ni debemos transigir con la mentira, las perversiones, la doblez y el cinismo.
Por momentos hubiera firmado la formula 4+7 porque tener cuatro nacionales en campo era mejor que ninguno, pero mi propuesta fue la de 5+6 o mejor todavía la coherente y factible de 6+5: Seis nacionales seleccionables en campo como mínimo, por cinco no nacionales.
Llegué a escribir entonces, que la formula 7+4 podría ser perfectamente asumible pero que comprendía que clubes como el Real Madrid, el Inter, el Milán, el Bayern, el Manchester U., el Ajax, el FC Barcelona, el Oporto, y otros grandes de Europa, considerasen que un mínimo de SIETE nacionales dejaba en cuatro sus posibilidades de buscar lo mejor del mundo fuera y que eran pocos CUATRO.
Por eso me quedé con la fórmula 6+5 , que es la que ahora apoya Frank Beckenbauer, como la ideal. La mejor.
Siempre precisando que la cifra de SEIS es de mínimos, y que a nadie se le impide que tenga siete, ocho, nueve, diez o los once jugadores nacionales, seleccionables, en campo.
Que ahora el ex-jugador alemán de fútbol, Balón de Oro en los años 1972 y 1976, e Internacional de la Selección de Alemania, F. Beckenbauer, ex jugador del Bayern y presidente que fue del Comité Organizador del Campeonato del mundo de Alemania 2006, se una a mi Fórmula 6+5, me llena de satisfacción.
Me llegan rumores de que la UEFA y la FIFA están decididas a llevarlo adelante.
Creo que ganaremos esta partida, digamos así.
Como dije antes, lo importante, lo decisivo era -cuando inicié la tarea- cambiar el lenguaje, cambiar los conceptos. Cambiar la fórmula. No hablar ya más de “ máximo de X extranjeros por club ” (para luego no considerar extranjeros a los procedentes de medio mundo, como así hacían), y sí en cambio de “mínimo de X seleccionables nacionales en campo, por equipo”.
Y esa batalla creo que ya se ha ganado.
Barcelona, España, ocho de noviembre de 2006.
EDUARDO DE PRADO ÁLVAREZ.
Asunto: F. Beckenbauer, ex jugador del Bayern y presidente del Campeonato del mundo de Alemania 2006 se une a mi Fórmula
F. Beckenbauer, ex jugador del Bayern y presidente del Campeonato del mundo de Alemania 2006 se une a mi Fórmula.
El ex-jugador alemán de fútbol, Balón de Oro en el año 1972, y luego otra vez en 1976, e Internacional de la Selección de Alemania, F. Beckenbauer, ex jugador del Bayern y presidente del Comité Organizador del Campeonato del mundo de Alemania 2006 se une a mi Fórmula 6+5.
Es decir: SEIS jugadores seleccionables nacionales en campo, en cada partido de fútbol en todo momento, por CINCO no seleccionables, o fórmula 6+5.
Beckenbauer ha pedido a la Federación Alemana que adopte este sistema en la Bundesliga.
Hace años, cuando inicie en solitario y ex-novo la difusión de esta propuesta, con mis modestos escritos enviados aquí y allá, era muy difícil abrirse camino. Los intereses económicos y de todo tipo en contrario eran muy poderosos. Y lo siguen siendo. Pero la iniciativa se ha ido abriendo camino aunque muy lentamente hasta la UEFA y la FIFA. Lo importante era cuando inicié la tarea cambiar el lenguaje.
No hablar más de “ máximo de X extranjeros por club ” (para luego no considerar extranjeros a los procedentes de medio mundo, como así hacían), y sí de “mínimo de X seleccionables nacionales en campo, por equipo”.
Era plenamente consciente de que si lograba imponer que se cambiase la formulación de la frase, y en consecuencia la idea previa y los conceptos, el resto sería ya sólo cuestión de esperar para ver la victoria cercana.
Posiblemente, pensaba yo, no en España, mi propio país (eso pasa siempre aquí) pero sí fuera; como así ha sido.
Hubo diversas motivaciones, como ya he tenido ocasión de explicar muchas veces: de carácter lingüístico una, ética otra, lógico-filosóficas, de interés nacional, patrióticas y obviamente deportivas.
Se había enquistado, por lo menos en España, la ilógica, la mentira, la perversión del lenguaje, y la previa perversión de los conceptos. Se insistía cada día en que estaba permitido un “máximo de tres jugadores extranjeros por equipo”, cuando cada fin de semana veníamos que muchos equipos salía al campo con máximo de uno, con dos, o con tres, españoles; o con ninguno, en algún caso.
¿Qué estaba pasando?
Se había producido una perversión de los conceptos y del lenguaje. Que no llamaban extranjeros, contra el Diccionario de la RAE, a los de la UE ni a los oriundos procedentes de medio mundo.
Una Mentira. Nos estaban engañando todos los días en la radio, la prensa y la televisión. ¡Mentían!
Podemos ser mejores, peores, todos tenemos defectos, imperfecciones pero…. no podemos ni debemos transigir con la mentiras, las perversiones, la doblez y el cinismo.
Por momento hubiera firmado la formula 4+7 porque tener cuatro nacionales en campo era mejor que ninguno, pero mi propueta fue la de 5+6 o mejor todavía la coherente y factible de 6+5: Seis nacionales en campo como mínimo por cinco no nacionales.
Llegué a escribir entonces, que la formula 7+4 podría ser perfectamente asumible pero que comprendía que clubes como el Real Madrid, el Inter, el Milán, el Bayern, el Manchester U., el Ajax, el FC Barcelona, el Oporto, y otros grandes de Europa, considerasen que un mínimo de SIETE nacionales dejaba en cuato sus posibilidades de buscar lo mejor del mundo fuera y que eran pocos CUATRO.
Por eso me quedé con la fórmula 6+5 , que es la que ahora apoya Frank Beckenbauer, como la ideal. La mejor.
Siempre precisando que la cifra de SEIS es de mínimos, y que a nadie se le impide que tenga siete, ocho, nueve, diez o los once jugadores nacionales, selección ables, en campo.
Que ahora el ex-jugador alemán de fútbol, Balón de Oro en los años 1972 y 1976, e Internacional de la Selección de Alemania, F. Beckenbauer, ex jugador del Bayern y presidente que fue del Comité Organizador del Campeonato del mundo de Alemania 2006, se una a mi Fórmula 6+5, me llena de satisfacción.
Me llegan rumores de que la UEFA y la FIFA están decididas a llevarlo adelante.
Creo que ganaremos esta partida, digamos así.
Como dije antes, lo importante, lo decisivo era -cuando inicié la tarea- cambiar el lenguaje, cambiar los conceptos. Cambiar la fórmula. No hablar ya más de “ máximo de X extranjeros por club ” (para luego no considerar extranjeros a los procedentes de medio mundo, como así hacían), y sí en cambio de “mínimo de X seleccionables nacionales en campo, por equipo”.
Y esa batalla creo que ya se ha ganado.
Barcelona, España, ocho de noviembre de 2006.
EDUARDO DE PRADO ÁLVAREZ.
En el archivo "La España plurilingüe" se recogen las primera reflexiones suscitadas por este "linchar". Ahora digo, de forma más pausada, más reposada y pensada, lo que en mi criterio sería necesario hacer.
Los problemas que quiero abordar son fundamentalmente dos.
-El primero hace referencia a que cada vez se habla peor el español en España, dado que casi una cuarta parte de los españoles ya dicen no tener el español o castellano como su lengua propia, primera, materna, o no estudian en esa legua o salen de la Enseñanza obligatoria sin un demonio aceptable del castellano. Y además muchos lideres de opinión, del deporte, de los media, son extranjeros con un dominio escaso, muy escaso o a veces prácticamente nulo del español mientras que aparecen en los medios hablando y dando opiniones; en definitiva ‘creando opinión' en un español pobrísimo, muy contaminado y a veces hasta profundamente degradado.
-El segundo se refiere a que ahora sí, ahora ya España es una Nación absolutamente plurilingüe, y, si hace unos años Ruiz Gallardón alcalde de Madrid presumía de que en la capital de España, en Madrid había originarios de 190 naciones del planeta, podemos afirmar sin necesidad de hacer mayores indagaciones ni encuestas, sin miedo a errar, que en España se hablarán hoy 200 o más lenguas de todo el mundo, merced a la Inmigración.
Esto es una auténtica España plurilingüe.
Y es aquí donde hay que actuar.
Precisamente porque ocurren o se dan estas dos situaciones, porque hay estos dos problemas o realidades, es por lo que se precisa y es más necesario y urgente fortalecer la lengua común de todos los españoles (y propia de más del 75 por ciento de ellos, nunca se insistirá demasiado en esto) oficial del Estado y oficial y propia de y en toda España; a la que en adelante denominaré indistintamente ‘español o castellano' o solamente ‘español' o solamente ‘castellano'.
La falta de verdaderos controles del Estado para garantizar un correcto dominio y uso del español o castellano, lengua oficial y común de España, al salir del bachillerato, del Graduado Escolar, del Grado medio universitario y del Grado de Licenciatura en la Universidad (o acceder a medios públicos de comunicación como comunicadores de todo tipo) es inaceptable.
Es ahí donde se necesita y por eso abogaba yo como ciudadano español y votante de la Constitución Española de 1978, y solicitaba de los poderes públicos, los partidos políticos, el Gobierno, las comunidades autónomas, el Defensor del Pueblo y las Cortes Generales, que apoyemos una Campaña Nacional para que aprueben una Ley Española en la que se establezcan Controles del Estado sobre el Conocimiento de la lengua oficial y Común de España –el español o castellano– para todos los españoles al acabar el bachillerato, el Graduado Escolar, al obtener todos los Títulos Oficiales, al obtener el Grado Medio y la Licenciatura universitaria, antes de proceder homologar dicho títulos.
¿Una tercera hora de castellano?
Por favor, seamos serios.
Eso es el "chocolate del loro". Lo que se requiere es una verdadera formación en español o castellano y de castellano para todos. Un conocimiento en profundidad de esta lengua que es la nuestra y la de todos, y nacional de España.
En las regiones bilingües de España, los alumnos de lengua primera que no sea el castellano deberían recibir en español al menos la Asignatura de Lengua Española y también un 50% de todas las materias que cursen cada año.
Los alumnos de Lengua Española como su primera, familiar, materna española en regiones bilingües, por lo menos Lengua Española más Matemáticas y el 50% de la meterías deberían cursarlas en castellano o español.
La España de 200 lenguas, donde sólo el español es común a todos y son también españolas y oficiales en sus regiones las que dicen los respectivos Estatutos de Autonomía, pide medidas urgentes y serias.
Es ahí donde se piden, se requieren pruebas y actuaciones claras del Estado.
Hablo de al meno tres pruebas, en tres años sucesivos, -de español o castellano y de Cultura e Historia de España- para todos los Inmigrantes extranjeros en España: Una al año, otra a los dos años y la tercera a los tres años de residir legalmente en España (o similar).
El Estado dará gratuitamente esta formación a todos los extranjeros en España (Lengua Española, Historia y Cultura de España).
En el Reino Unido de la Gran Breña e Irlanda del Norte se están moviendo en este sentido, pero España debe abordar el asunto de la Inmigración extranjera no hispanohablante. Lo que se pide es que el Estado forme a estos inmigrantes y a los nuevos españoles (y a los hispanos en 'Historia de España' y 'Cultura Española') y luego haga las Tres Pruebas que se dicen, previas y requisito necesario para conceder la Residencia o el Permiso Definitivo para trabajar en España.
Control del Dominio del español para españoles.
Igualmente solicitaba que se hagan pruebas controladas por el Estado de ‘Dominio del Español' al acceder a todos los puestos de trabajo mediante Oposiciones del Estado y de todas la Comunidades Autónomas y Administraciones Locales de toda España. Especialmente las que tienen relación con los medios de comunicación.
Hoy ser español ya no es garantía de saber hablar, leer y escribir en español o castellano. Y no se puede ni se debe conceder según qué responsabilidades públicas a quienes desconocen lo fundamental y no saben en profundidad el Idioma Oficial del Estado y Común de España.
No sólo porque España es un Estado y Nación plurilingüe, y porque ya se hablen más de 200 lenguas en España, debido a la Inmigración, y la lengua Oficial del Estado, y común de todos los españoles, sea cada vez peor conocida si no porque el idioma oficial del estado debe ser conocido y ampliamente dominado por todos, y en profundidad.
Precisamente cuantas más lenguas hay en España, y cuanto más se desarrollan las lenguas regionales de España, más y más es preciso fortalecer el conocimiento general del español o castellano por parte de todos. Por la influencia de lenguas, el castellano está muchas veces siendo vaciado de su esencia y de su contenido y gravemente desestructurado.
Mencionaba el hecho constatable –que considero un síntoma de algo grave– de que hay en España personas incapaces ya de repetir literalmente un Refrán en Castellano sin tergiversarlo, o de repetir una "Frase Hecha" en español, sin decirla de forma incorrecta. Y eso, junto con otras cosas, desestructura gravemente el Idioma.
Por eso la situación actual, como puede verse, es grave ya.
Cada vez se habla y se escribe peor el español o castellano, incluso en los medios públicos.
La conclusión la hacía en forma de petición: Les pido, me permito rogarles, que apoyemos una Campaña Nacional para que aprueben una Ley Española en la que se establezcan Controles del Estado sobre el Conocimiento de la lengua oficial y Común de España –el español o castellano– para todos los españoles (e inmigrantes) como se dice más arriba.
Eduardo de Prado Álvarez.
Firmado. © Copyright by Eduardo de Prado Álvarez, Barcelona, España, ocho de enero de dos mil siete.