Se
tienen noticias de su existencia
desde1.441, cuando las tropas del
rey de Navarra pasaron por dicha
ermita a Medina para sentar su Real
cerca del convento
de las Reales.
Actualmente se conservan unos
restos de la fachada principal,
siendo sus muros de ladrillo, cal
y canto, en una cuesta con el mismo
nombre, a tres kilómetros
de Medina y a la izquierda de la
carretera de la Seca, desde donde
se aprecia su silueta.
Se cree que la imagen titular
es similar a la que sacan en procesión
los conductores de camiones y turismos
el martes anterior a la Ascensión.