Una
de las partes más complicadas del AVE a Galicia, los
túneles de Guadarrama, podrían estar listos casi
con un año de adelanto. Después de sólo
dos años desde el inicio de las obras, los macrotúneles
están a un 81,73% de su ejecución total y faltan
sólo diez kilómetros de los más de 56 totales
(28,3 kilómetros cada túnel).
Las
previsiones, si la falla de Umbría que encontrarán
dentro de dos meses las tuneladoras lo permiten, son que estén
finalizados en el plazo de cinco meses, ya que las máquinas
avanzan una media de 16 metros diarios.
Con
estos datos, presentados ayer por los responsables del Gestor
de Infraestructuras Ferroviarias (GIF), el AVE a Valladolid
cumplirá los plazos previstos y podrá entrar en
funcionamiento en el 2007, al menos tres años antes que
el trayecto gallego.
Este
tramo del AVE será el que enlace desde Medina del Campo
con Galicia, pero el ritmo de ejecución hacia la vertiente
gallega no permite ser tan optimistas y todos los datos apuntan
a que habrá retrasos sobre la fecha prevista de llegada
de la alta velocidad a la comunidad autónoma, el 2010.
Mientras
todos los tramos de conexión con la Meseta (Madrid-Colmenar
Viejo, Colmenar Viejo-Miraflores y Segovia-Olmedo) están
ya en obras, en el lado gallego la mayoría están
en estudio.
Por
tramos
La
línea Olmedo-Medina del Campo-Zamora-Puebla de Sanabria
(Lubián), que son 228 kilómetros con un coste
de 51,49 millones de euros, está pendiente de la declaración
de impacto ambiental, mientras que el Lubián-Ourense
(103,9 kilómetros), que será uno de los más
costosos con un presupuesto de 1.608 millones de euros, tiene
el estudio informativo pendiente de información pública.
En
los Presupuestos del 2005, para la línea Medina-Zamora-Lubián-Ourense
hay sólo 339.350 euros para redacción de proyectos.
En el 2006 habrá 1,3 millones; en el 2007 serán
2,7, y hasta el 2008 no será la inversión grande,
con 8,3 millones.
El
tramo Ourense-Vigo está también en fase de evaluación
del estudio de impacto ambiental y el Ourense-Lugo la tiene
solicitada.
Sólo
en algunos tramos de la alta velocidad del eje atlántico
(211,8 kilómetros) se está ya en fase de obras.
Son los trayectos entre Oroso y Ordes, Berdía y Oroso
y la variante de Queixas, en el tramo Ferrol-A Coruña-Santiago-Vigo,
y los de Osebe-Santiago, Portela-Portas, Padrón-Osebe
y Portas Vilagarcía del tramo Santiago-Vigo.
De
hecho, entre la documentación que facilitó ayer
el GIF, el organismo al que Fomento encarga las infraestructuras
ferroviarias, sólo constan dos encargos para el AVE gallego,
la redacción del proyecto entre Ourense-Santiago y el
estudio del corredor del Cantábrico.
La
vía entre Segovia y Valladolid quedará colocada
también en ese plazo
El
conjunto de las cuatro tuneladoras que trabajan para horadar
los dos túneles
de Guadarrama de una longitud de 28,377 kilómetros
cada uno, avanzan una media de 16,3 metros diarios. Este dato
hace prever a los expertos del ente público Gestor de
Infraestructuras Ferroviarias (GIF) que, si todo marcha con
normalidad, las máquinas se podrán encontrar en
el plazo de unos cinco meses, hacia la primavera de 2005.
Por
esa fecha, se habrá instalado la vía en el tramo
principal entre Segovia y los accesos a Valladolid, mientras
que las obras de la nueva estación de la capital podrán
comenzar en ese momento. Todo dispuesto para que en el entorno
de 2007 se pueda viajar por tren desde Madrid a Segovia en 22
minutos y, si es a Valladolid, en 55 minutos, ya que el nuevo
corredor ferroviario permitirá velocidades de 350 kilómetros
por hora en toda la línea.
El
responsable de construcción del GIF, Luis Pérez
Fabregat, y el técnico de la obra del trazado Madrid-Segovia-Valladolid,
José Antonio Cobreros, entre otros técnicos, acompañaron
ayer a un grupo de periodistas al interior de uno de los túneles
por el lado sur, en la Comunidad de Madrid, en Miraflores de
la Sierra.
En
la actualidad ya se ha horadado el 81,73% del total. A los dos
túneles les quedan unos 10 kilómetros, ya que
la longitud excavada es de 46,3 kilómetros, por lo que
a una media de avance de un kilómetro por mes y tubo,
la perforación puede concluir en unos cinco meses, según
Cobreros.
Simultáneamente
al proceso de perforación, las tuneladoras van colocando
los anillos de dovelas de hormigón armado que conforman
el revestimiento interno del túnel, que se construyen
en las plantas existentes en cada una de las bocas.
Los
áridos para el hormigón con el que se fabrican
las dovelas proceden del material que se extrae en la excavación
de los túneles. El diámetro de excavación
de estas tuneladoras es de nueve metros y medio aproximadamente
que, una vez recubierto por el anillo de dovelas de 32 centímetros
de espesor, se queda reducido a 8,5 metros.
Los
túneles se conectarán entre sí por galerías
de emergencia situadas cada 250 metros, una vez en servicio,
si bien durante el proceso de construcción se perforan
cada 1.000 metros con el fin de garantizar la seguridad de los
trabajadores, a raíz del accidente registrado en una
de las bocas norte, en Segovia, en agosto del año pasado,
donde quedaron atrapados 34 trabajadores, durante cinco horas.
Además, contarán con una sala de emergencia, con
una longitud de 500 metros, y un centro de control.
Cuando
haya concluido la perforación, se calcula que se habrán
extraído en torno a los cuatro millones de metros cúbicos
de roca, que en el caso de Segovia, son cargados a una cinta
de cinco kilómetros de longitud, capaz de transportar
1.270 toneladas por hora, para su tratamiento en las canteras
de Hontoria.
Los
túneles, que comenzaron a horadarse entre septiembre
de 2002 y enero de 2003, tienen un presupuesto de adjudicación
de 1.128,83 millones de euros, más del 80% del total
del coste del tramo, financiado en un 73,3% por fondos de la
UE. Entre los dos tajos, a ambos lados de la sierra, se encuentran
trabajando 1.400 personas, distribuidas en tres turnos.
El
trazado Madrid-Segovia tiene una longitud de 74.100 metros.
Comienza por el corredor de la actual línea Madrid-Burgos,
paralelo a la carretera M-607 hasta llegar al término
municipal de Tres Cantos, donde siguiendo dirección norte
se separa de la carretera, salva una gran vaguada con el viaducto
de El Salobral y emboquilla el túnel de San Pedro de
9 kilómetros que finaliza en el término
municipal de Soto del Real donde el trazado toma dirección
noroeste para llegar al macizo montañoso de la Sierra
de Guadarrama, que se salva mediante los túneles, que
finalizan en el término municipal de Segovia, concluyendo
al sur de la ciudad.
El
tramo Segovia-Valladolid tiene una longitud de 113 kilómetros.
Comienza en el punto kilométrico 9 de la línea
actual Segovia-Medina del Campo. Al principio sigue el corredor
de la carretera C-605 hasta Santa María la Real de Nieva
donde se superpone a la línea Segovia-Medina, actualmente
sin servicio hasta Olmedo con la excepción de la
variante de Ciruelos de Coca. Después de la variante
de Olmedo, al sureste de la ciudad, el trazado gira hacia el
norte conectando con la línea Madrid-Hendaya a la altura
de Valdestillas. Desde este punto el trazado continua con dirección
norte hasta la ciudad de Valladolid, aunque está pendiente
de definir por un proyecto básico, que estará
concluido en tres meses.
CUATRO
BOCAS
Partiendo
de que los dos túneles son abordados por cuatro máquinas,
desde la provincia de Segovia se perforan los llamados Guadarrama
3 y 4, que se corresponden con el 1 y el 2, respectivamente,
atacados desde Madrid.
Una
falla que preocupa
Los
técnicos del GIF no se quieren pillar los dedos con las
fechas ya que, pese a que se va por delante de las previsiones,
aún tienen que salvar uno de los obstáculos que
más les preocupa, como es la falla de La Umbría,
hacia el macizo de Peñalara, a la que se llegará
en unos dos o tres meses, donde hay que hacer tratamientos de
consolidación. Pérez Fabregat y Cobreros aseguran
que está muy controlada y estudiada. pero hasta
que no se pase no se puede dar por sentado el final de la obra.