Medina
del Campo. Villa histórica, monumental,
escultórica y paisajística Villa
de las Ferias
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Gómez
Pereira: (1500-1558?):Su
biografía ha estado reducida a leves y escasas noticias que los autores
repiten de unos a otros sin apenas discrepancias[].
Parece que Gómez Pereira nació en la calle de Serranos, de Medina
del Campo, en el año 1500 y fue hijo de Antonio Pereira y Margarita de
Medina, que tenían por oficio el de tenderos.
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Antonio y Margarita |
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Hoy, pese a las discrepancias
de algunos autores extranjeros, todos coinciden en que su verdadero nombre fue
el de Gómez y no Jorge o Antonio. Estudió en Salamanca filosofía
y medicina siendo discípulo de D. Juan Martínez Guijarro (Siliceo),
que fue Arzobispo de Toledo. Como médico tuvo gran prestigio en su tiempo
como lo prueba el que fue llamado por Felipe II para que asistiera a su hijo el
príncipe Carlos. Ejerció su profesión en Medina del Campo
así como en otras ciudades de Castilla. En Medina del Campo alternaba su
profesión médica con la participación en algunos negocios.
Casó con Isabel Rodríguez; pero no tuvo descendencia. No se conoce
la fecha de su muerte, según algunos testimonios murió de edad avanzada.
Los datos que poseemos, o bien
los encontramos reflejados en sus obras, o bien los recogemos en los distintos
procesos judiciales en que se vioenvuelto.
Gómez es el segundo
de los cinco hermanos que la familia Pereira, dedicada a la venta de paños
y sedas, había engendrado.
Los nombres de sus padres,
Antonio y Margarita, viene confirmados en el prólogo de la obra Antoniana
Margarita donde nos dice que para perpetuar el nombre de sus padres quiso
incluirlos en el título de su obra.
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Antoniana |
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También del título
podemos deducir que cuando ésta se escribe (año 1554) Gómez
Pereira ejerce la medicina en Medina del Campo. Antoniana Margarita, opus nempe
phisicis, medicis ac theologis, non minus utile quam necesarium per Gometium Repeyram,
medicum Methymnae Duelli, quoe hispanorum lingua Medina del Campo apellatur.
Otro de los documentos que
podemos utilizar para componer su biografía son las declaraciones que los
diferentes testigos aportan al declarar que los varios pleitos que sostuvo, tanto
en Medina del Campo como en la Chancillería de Valladolid. Así Diego
de Medina manifiesta que le conocía "desde que nació e se
crió en la mesma calle do este testigo vive e mora, que se dice calle de
Serranos" [].
Con
fecha 30 de noviembre de 1546 es designado por Francisca del Corral tutor de sus
hijas: Isabel y María, esta tutoría era disputada por Diego de Fonseca,
quien no duda en llamar a Gómez de Pereira a los Tribunales [].
Del
testimonio de Cristóbal de Galgo, corregidor de Medina del Campo, que declara
en el pleito entre Diego Fonseca y Pereira, podemos conocer que su ascendencia
era judía: "el dicho licenciado pereira (Antonio) es obre baxo
e de baxo estado e calidad, porque su padre es muy público y notorio que
quando los rreyes católicos, de gloriosa memoria, echaron los jvdios de
Castilla, el padre del dicho licenciado pereyra se fue huyendo destos rreynos
a Portugal e despues boluido o se vino cristiano, e avn estubo en la ynquisicion".
Gracias
también a declaraciones de testigos en sus pleitos sabemos que su madre,
Margarita de Medina, murió hacia 1515 quedando sus hijos al cuidado de
una sobrina de ésta llamada Ana de Ávila. Cuando Gómez Pereira,
contrae matrimonio con Isabel Rodríguez ya no vive en la calle Serranos
sino en otras casas más señoriales que poseía en la Rúa.
De
estos pleitos podemos deducir que su actividad médica en la que adquirió
gran prestigio, la simultaneaba con los negocios y que, siguiendo a Narciso Alonso
Cortés que ha estudiado a fondo sus procesos, podría sintetizarse
en la compra de rentas y tráfico de vinos.
"A
la medicina se dedicaba principalmente Gómez, -siendo muy buen médico
y afamado ansí en la villa de medina del campo como en otras partes- pero
como era poseedor de un buen capital, parece que no dejaba de meterse en negocios
diversos, como eran los de tomar las rentas reales, y en especial las de varias
iglesias, traficr con sus vinos y bodegas y arrendar a los mercaderes que iban
a Medina, durante las ferias de Mayo y Octubre, tres habitaciones independientes
que tenía en su casa de la Rúa" [].
De
recia personalidad, así como acalorado en su discusión, debió
de ser Gómez Pereira por el testimonio de otro colega suyo en la profesión
y que tan furibundamente atacó sus doctrinas, el doctor Francisco de Sosa.
En
su estancia en las aulas de Salamanca pudo conocer las disputas entre nominalistas
y realistas, inclinándose por los primeros. Esta corriente que está
en su mayor momento en Salamanca influirá en la doctrina de Gómez
Pereira, subordinando la autoridad de los maestros al servicio de la razón
y la experiencia.
De
la unión de la medicina que en este momento camina del lado de la experiencia,
y de la filosofía que aplica la razón a realidades concretas, surgirá
de esta manera de filosofar tan peculiar de Gómez Pereira.
Afirma
Pereira en el Prólogo de la Antoniana Margarita que empezó a dudar
de muchas doctrinas que médicos y filósofos consideraban certísimas
e indiscutibles; y que, comprobadas por la experiencia, las halló falsas.
En
medicina combate la doctrina de Galeno acerca de las fiebres. Discrepa frente
a éste en la causa y clases de la fiebre. Señala, frente a otras
creencias, que la fiebre es un esfuerzo de la naturaleza para restablecer el equilibrio
normal del organismo. Son de gran interés sus observaciones clínicas
acerca de la lepra, de la elefantitis, las lesiones locales, el tifus y las viruelas.
Su
método es el experimental, no admitiendo en las cosas observables otra
autoridad
que la experiencia.
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Antoniana |
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"En no tratándose de cosas de religión,
dice, no me rendiré al parecer y sentencia de algún
filósofo, si no está fundado en razón". Su
libertad de pensamiento la aplica sobre todo a rechazar numerosas teorías
aristotélicas y escolásticas.
Dada
la originalidad del pensamiento filosófico de nuestro autor analizamos
algunos aspectos de la filosofía ya que le convierte en un precursor de
Descartes. Huet, que combatió a Descartes, fue el primero en señalar
la coincidencia entre ambos mecanicismos, no dudando en acusar a Descartes de
plagiario. Bayle en las Nouvelles de la Repúblique des lettres,
señala a su ves la semejanza de ambas doctrinas.
Gómez
Pereira es original en la exposición de sus teorías que en el caso
de Antoniana Margarita no lleva división alguna por lo que se hace dificil
una síntesis. Su teoría, tan fundamental como original, es que los
brutos no tienen sensación.
Pereira
reaciona contra la opinión corriente de la época: la comunidad de
sensibilidad en el hombre y en el bruto. El intento de nuestro médico-filósofo
es probar la insensibilidad animal y determinar el criterio que distingue al hombre
del bruto. Dichas teorías que él defiende basándose únicamente
en la razón, no las expone directamente sino utilizando lo que se ha llamado
las paradojas de Gómez Rereira. La fórmula empleada por nuestro
autor es el condicional. "Si el animal siente tiene inteligencia";
"si el bruto siente conoce el universal"...
En
primer lugar pone el error contrario a la tresis que desea defender, en segundo
lugar se coloca el absurdo que se seguirá de tal opinión, en último
término su argumento es la reducción al absurdo de las teorías
que él conbate, siendo escasa su argumentación positiva.
En
estas cuestiones mnifiesta Gómez que no aceptará el criterio de
nungún autor sino que se guiará por la sola razón.
Utilizando
la exposición paradógica explicará Pereira la siferencia
entre el hombre y los brutos. Probará que si los brutos sienten como siente
el hombre, se sigue de modo necesrio que no hay nada propio del hombre que no
pertenezca a los brutos. Investigará finalmente cuál es la causa
del movimiento de los brutos.
La
misma paradoja la presenta de esta forma: Si los brutos son iguales al hombre
en el sentir, deben serlo asimismo en el razonar y en el conocimiento de lo universal,
luego no hay diferencia entre el hombre y el bruto. Como esto sería "absurdo
e impío" se ha de admitir que los brutos no sienten como el hombre.
Tema
importante de su exposición es el movimiento de los animales que se ha
de buscar fuera de toda sensación. El movimiento se produce según
Pereira por la contración y dolatación de ciertos músculos.
De esta forma se explicarían todos los movimientos en los animales activados
por resortes mecánicos cuyo centro sería el cerebro, dando lugar
al automatismo de los animales.
Con
Menendez Pelayo podemos decir que su originalidad reside "en la cadena
de razonamientos que le condujeron hasta suñoner insensibles a los brutos,
y en el sistema completamente original que inventó para explicar sus operaciones,
y que, en sustancia es el mismo que Descartes" []
.
Esta
teoría de automatismo de las vestias definida por Gómez Pereira,
mientras era combatida en España por Miguel de Palacios y por otro colega
médico de Medina, el Doctor Francisco de Sosa [],
adquirió muchos defensores fuera de España, sobre todo cuando se
puso en evidencia su coincidencia con la obra de Descartes.
Podemos
establecer un métido parecido entre ambos filósofos y es el de poder
someter a revisión aquellas verdades que se aceptaban siguiendo en criterio
de autoridad. Por ello ambos están dispuestos a no admitir como válido
aquello de lo que no tengan evidencia, pero quizá su mayor aproximación
la encontramos en el fundamento de la certeza: el "ego sum",
el médico de Medina lo había expresado en los siguientes términos:
"Nos me aliquid noscere, et quidquid est, ergo ego sum". Las
palabras de Descartes expresan la misma certeza "je pense, donc je suis"[].
La
Antoniana Margarita
se edita en 1554 y el razonamiento de Descartes aparece en el Discurso de Método
publicado en 1637.
Descartes
es considerado el padre de la filosofía moderna por la importancia que
éste da a la conciencia, pero esta importancia había sido resaltada
ya por Gómez Pereira cuando ha prescindido de toda verdad que él
no haya reflexionado o evidenciado, la evidencia surge en las observaciones de
la conciencia psicológica.
La
teoría mecanicista del automatismo animal ya ha quedado expuesta al hablar
de la sensibilidad de los brutos y es plenamente asumida por Descartes.
Estas
y algunas otras semejanzas que pueden encontrarse en ambos autores nos permiten
denominar a Pereira como lo hace Menéndez y Pelayo: "Cartesiano
antes que Descartes" [].
De
esta analogía habla Solana a quien seguimos en esta exposición en
los siguientes términos: "La analogía de esta explicación
que da Descartes del movimiento de los brutos, con la que vimos en Gómez
Pereira al estudiar las dos primeras de las causas del movimiento de las bestias
que él distingue, es bien grande. Hasta en las palabras hay en Descarte
mucho que recuerda al médico de Medina del Campo. Puede demostrarse ésto
cotejando los párrafos de Gómez Pereira con los de Descartes al
hablar de esta materia. No hago esta comparación porque es labor que ya
han realizado Menéndez y Pelayo, Don Eloy Bullón y otros"
[].
Otro
de los puntos estudiados por nuestro médico-filósofo es el papel
que juega el entendimiento en el conocimiento intelectual o acto de conocer, después
de hacer una exposición contraria a las teorías mantenidas por Aristóteles.
El problema no es otro que la existencia de los universales y el valor que éstos
pueden tener; en otras palabras se trata de defender una postura realista o nominalista.
Pero el filósofo castellano, el universal no es algo conocido directamente
sino que es algo que se trasluce o transparenta a través de los accidentes
coligiendo que lo que está tras ellos es el universal.
La
diferencia entre lo sensible y lo inteligible está en que lo sensible se
conoce directamente y lo inteligible es lo que se encuentra detrás de los
accidentes y cualidades.
Frente
a los pasajes un tanto confusos de Aristóteles respecto a la inmortalidad
de alma individual el filósofo de Medina defiende que Aristóteles
tuvo por cierto que el alma humana es inmortal.
Al
final de la Antoniana Margarita se dedica un breve tratado a demostrar la inmortalidad
del alma, en él demostrará su inmortalidad con razones que hasta
ahora "no han sido descubiertas" (inventas non fuisse). La primera
razón es que si el alma puede realizar sus principales operaciones sin
el cuerpo, es porque puede permanecer y vivir sin él. Entre las operaciones
que el alma puede realizar sin el cuerpo están la de sentir y entender.
El sentir en este caso está subordinado, nos dice, al entender del alma
que es un acto inmanente y simple de ésta.
La
segunda prueba que aduce Gómez Pereira para demostrar la inmortalidad del
alma es que el alma humana no se ve afectada por el sujeto al que da forma, de
tal manera que sigue siendo la misma a pesar de los cambios accidentales del sujeto.
El viejo recuerda su infancia, juventud, y madurez como propios y esto sólo
es posible si el alma no fuese la misma. Luego al alma no le afecta nada extrínseco
y puede vivir sin el cuerpo al no tener un principio intrínseco de corrupción.
Como
tercer género de pruebas presenta un conjunto de razones llamadas retóricas
para distinguirlas de las científicas entre ellas están: la aspiración
a la felicidad, la preocupación y el deseo por conocer el futuro, y una
razón, que luego utilizaría Kant, porque si no las acciones buenas
o malas no tendrían su debida sanción.
Al
unirse en la persona de Gómez Pereira las profesiones de médico
y filósofo se encuentra en condiciones propicias para abordar temas que
participan en ambas facultades como es lo referente a la psicología que,
en este momento al lado de lo experimental prepara a ésta para una nueva
andadura: la psicología experimental, Gómez Pereira está
a no dudarlo, más adelantado que la filosofía de su tiempo, más
que la del siglo XVII, más que Bacon, más que Descartes. Ninguno
observa como él los fenómenos de la inteligencia []. Modesto
Santos López
En
agosto de 1554 el médico Gómez Pereira publicaba en Medina del Campo,
en latín, un libro que se haría famoso, Antoniana Margarita.
Ha sido necesario esperar hasta abril del
año 2000 para, por fin, poder leer y tocar el volumen que contiene la primera
traducción al español de esa obra (enfrentada página a página
con la reproducción facsimilar de la edición de 1749): el año
en el que se cumple medio milenio del nacimiento del autor; dos siglos y medio
después de su anterior edición. ¿Cuándo conocerá
el español su otra obra, Novae veraeque Medicinae (1558), impresa también
en Medina? La Antoniana Margarita ha sido vertida al español por José
Luis Barreiro Barreiro y publicada por la Universidad de Santiago de Compostela
y la Fundación Gustavo Bueno. Desde hace unos meses un médico colombiano
radicado en Estados Unidos, Jaime Gómez González, viene impulsando
con tesón la conmemoración del centenario del famoso médico
y filósofo: entre sus proyectos se incluye que las obras de Pereira sean
traducidas a la lengua inglesa. Aparte cualquier otra conmemoración, la
fecha del 2000, en la historia de la filosofía española, estará
ya para siempre asociada al año en el que, por fin, tras varios intentos
frustrados, se difundió en español la Antoniana Margarita.
En el año 2000 se cumplen los 500 años
del nacimiento de Gómez Pereira, un médico y filósofo español
que vivió en Medina del Campo y escribió un libro famoso titulado
Antoniana Margarita. El desarrollo, durante los siglos XIX y XX, del Evolucionismo
darwiniano y de la Etología, confiere una inesperada actualidad a los planteamientos
filosóficos del médico renacentista español, aun cuando esta
actualidad podrá a algunos no parecer inmediata dado que, en efecto, necesita
un análisis más sutil que el que tradicionalmente suele ser aplicado.
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Antoniana |
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El nombre de Gómez Pereira va asociado
a su «teoría del automatismo de las bestias». La teoría
sostiene que los animales «no tienen alma», es decir, no sólo
no tienen «alma racional», sino tampoco «alma sensitiva»;
por consiguiente, los animales se comportan como autómatas. Según
esto, sería simple metáfora antropomórfica decir, por ejemplo,
que el galgo, cuando ve o huele la liebre, se lanza en carrera hacia ella: el
galgo «no ve» ni «huele», es decir, «no siente».
El galgo es una máquina maravillosamente diseñada que cuando recibe
un estímulo determinado se dispara siguiendo un patrón de comportamiento
característico. Al tratar de describir el «mecanismo»
de recepción por el galgo del estímulo («objeto motivo»)
y la respuesta de aproximación hacia la liebre («objeto terminativo»),
Gómez Pereira ofrece un verdadero «modelo» de lo que
luego será el reflejo condicionado.
La teoría del automatismo de las bestias
está, sin duda, en la base misma de la Fisiología moderna, en tanto
ésta prescinde del alma en sus explicaciones, paralelamente a como la Mecánica
del Sistema Solar también prescindió de Dios. Se dice que Napoleón,
después de leer el Tratado de Mecánica de Laplace manifestó:
«Observo que no habláis de Dios en vuestra obra»; a
lo que Laplace habría respondido: «No necesito a Dios para mis
cálculos.» Gómez Pereira podría haber dicho análogamente,
refiriéndose a su Antoniana Margarita: «No necesito el Alma para
mis cálculos de la economía de los animales.»
Ahora bien, es interpretación común
que la teoría de Gómez Pereira, como después la de Laplace,
abren la puerta al materialismo moderno. En el caso de la teoría del automatismo
de las bestias, el fundamento parece claro: la teoría sería un ejemplo
del ejercicio del método mecanicista, que destierra cualquier residuo metafísico,
al modo de los aristotélicos, en la explicación de los procesos
naturales.
Y sin embargo, y esta es la dialéctica
del materialismo, Gómez Pereira no llegó a su teoría partiendo
de premisas materialistas, sino todo lo contrario. Sus principios fueron los del
espiritualismo más radical, un espiritualismo humanista, que concibe al
hombre, ni siquiera como un animal racional (al modo escolástico), sino
como un espíritu puro, «semejante a un hombre que estuviese encerrado
en una cárcel», y que a lo sumo utilizase el cuerpo animal como
un instrumento, a la manera como el piloto utiliza su nave, según la metáfora
platónica (en la misma línea del Fedón, Gómez Pereira
fundamentará la tesis de la inmortalidad del alma en su espiritualismo).
En realidad, cabría afirmar que el
verdadero punto de partida de Gómez Pereira fue una doble constatación
«empírica», que él habría extraído
sin duda de su trato con animales y con hombres de carne y hueso:
(1) La continuidad entre las percepciones
sensibles (ópticas, auditivas, olfativas...) y los actos del «entendimiento»
y de la «voluntad»; Gómez Pereira negará la distinción
real entre la facultad sensitiva y la intelectiva.
(2) La constatación de la semejanza
entre los sentidos de los animales y los de los hombres.
De esta conjunción de constataciones,
concluye Gómez Pereira la imposibilidad de admitir el dualismo entre el
alma sensible y el alma racional, si no se quería borrar la distinción
esencial entre el hombre y los animales. Gómez Pereira advirtió
que quienes concedían a los brutos las facultades de ver, oír...
sentir... desear... deberían concederles también el entendimiento
y la voluntad, es decir, el «alma racional». Para evitar esta
consecuencia, sin negar la continuidad, Gómez Pereira procedió por
contraposición, declarando las «semejanzas» entre hombres
y animales como apariencias: los brutos no ven, no oyen, ni sienten; es decir,
son máquinas. Sólo el hombre, que es espíritu, puede ver,
oír, sentir. Los animales tienen ojos y oídos: no por ello ven y
oyen. Galeno (a quien, en otros puntos, Gómez Pereira había criticado)
ya había dicho: «No es el ojo el que ve, sino el alma a través
del ojo.» Sin embargo, el espíritu no consiste únicamente
en ver, en oír, en sentir... El espíritu se mantiene también
en la consideración de su propia sustancia, con independencia del cuerpo;
puede mantenerse teniendo conciencia de sí mismo, mediante el ejercicio
de su propio pensamiento. Quidquid noscit est; ergo sum, dice Gómez Pereira;
Cogito; ergo sum, dirá Descartes. Pero aquella proposición no es,
para Gómez Pereira, tanto un «primer principio» como
una corroboración de su espiritualismo, de que el alma no consiste sólo
en ver, en oír o en sentir, sino, sobre todo, en pensar sobre sí
misma, sin necesidad de cuerpo.
De este modo el dualismo escolástico
de las almas (la sensible y la racional) comenzaba a ser sustituido por otro dualismo,
el del alma (espiritual) y el cuerpo. La teoría de Gómez Pereira
será reexpuesta por los cartesianos y su dualismo tomará la forma
del dualismo de la res cogitans y de la res extensa; la «conciencia de
sí mismo» se transformará en el cogito.
Es, por tanto, un anacronismo, en el que incurren
tantos historiadores, y un anacronismo que acredita una visión distorsionada
(por la leyenda negra) de la Historia de España, comenzar viendo a Gómez
Pereira como «pre-cartesiano», como un «precursor
de Descartes», como si la importancia y aún la justificación
de sus «extravagantes teorías» sólo pudiera encontrarse
en su condición de precursor de Descartes, en quien, al parecer, la doctrina
del automatismo de las bestias ya no sería tan extravagante. Tal perspectiva
tiene unos efectos devastadores en relación con el método histórico,
porque nos desvía del análisis de los orígenes, como cuestión
secundaria, en beneficio de la atención atribuida a la condición
de precursor; pero la génesis, los fundamentos históricos, sociológicos,
&c. de la teoría del automatismo de los brutos de Gómez Pereira
han de ser investigados por sí mismos.
Y es en esta investigación histórica
de las «raíces sociales y económicas» (para utilizar
la fórmula que Boris Hessen utilizó en su estudio sobre Newton)
en donde advertimos cómo la propia teoría se nos presenta desde
una perspectiva más amplia y, para decirlo todo, más actual. Porque
la perspectiva histórica (las raíces sociales y económicas)
nos descubre que las cuestiones planteadas por Gómez Pereira no se mantienen
en el recinto escolástico en el que tenían lugar los debates del
De Anima (ulteriormente, después de Goclenius, se llamarían «debates
psicológicos») relativos a las relaciones entre las dos supuestas
partes constitutivas de la sustancia humana, a saber, la materia y la forma de
la doctrina hilemórfica aristotélica. Las cuestiones planteadas
por Gómez Pereira renuevan, sobre todo, la cuestión de las relaciones
no tanto entre las partes constitutivas de cada hombre, como las relaciones de
unos hombres con otros, y de los hombres con los demás animales.
Ante todo, Gómez Pereira ofrece un
curiosísimo argumento ad hominem que se basa en el comportamiento ordinario
que los hombres tienen en su época respecto de los animales: les pegan
sin el menor reparo, atraviesan con espadas a los toros... Al hacer esto, ¿no
están demostrando que no creen que estos animales sientan? Si lo creyeran,
su comportamiento sería atroz, cruel, inhumano. Ahora bien: ¿cómo
es posible dejar de ver en este argumento, orientado a justificar el trato ordinario,
pero cruel, de los hombres respecto de los animales, un argumento paralelo de
justificación del trato de los hombres respecto de otros hombres tenidos
por inferiores y muy próximos a los brutos, a quienes tenían que
hacer trabajar mediante el látigo o el tormento, como podrían serlo
los negros africanos que se vendían como esclavos en la feria de Carmona,
o los propios indios caribes de los que había hablado Ginés de Sepúlveda?
Es sabido que antes del descubrimiento de América ya se vendían
negros traídos de Africa en ferias andaluzas, lo que explicaría,
por razones de tradición, que el gran defensor de los indios, el padre
Las Casas, no encontrase mayores escrúpulos en sugerir la conveniencia
de importar esclavos negros para atender al cultivo de las encomiendas: el trasfondo
social y económico de los problemas que Gómez Pereira suscitó,
precisamente en Medina del Campo, uno de los mercados más importantes de
Europa, demuestran que estas cuestiones no eran meras especulaciones metafísicas
o estratosféricas, sino que estaban directamente relacionadas con la dureza
obligada del trato a los esclavos, y la necesidad de justificar ese trato por
su semejanza con los animales.
La verdadera cuestión filosófica
que Gómez Pereira ha planteado, según esto, habría sido la
de la justificación de la impiedad respecto de los animales, de los antiguos
animales numinosos: ha anunciado la visión mecanicista moderna, vinculada,
paradójicamente, al espiritualismo más radical, visión que
estuvo vigente durante los siglos XVI, XVII y XVIII. Pero, ¿acaso puede
seguir afirmándose que los hombres se diferencian de los animales por tener
un alma espiritual procedente de un acto especial de creación divina? La
ciencia natural, sobre todo a partir de Darwin, demostraría, en el siglo
XIX, que los hombres proceden de la transformación de los animales; la
Etología demostraría más tarde que las semejanzas entre el
hombre y los animales no son apariencias. Y con esto, los argumentos que dibujó
Gómez Pereira adquieren una inesperada actualidad, aun cuando estén
siendo recorridos en un sentido inverso: los animales son autómatas si
admitimos que sus semejanzas con los hombres son aparentes; porque si no lo fueran,
habría que admitir, en virtud de la continuidad entre la facultad sensible
y la inteligible, que los animales tienen espíritu, o dicho de otro modo,
que son de algún modo «humanos».
Ahora bien, en el momento en que reconocemos
que las semejanzas entre los hombres y los animales no son aparentes, será
preciso sacar las consecuencias que Gómez Pereira había ya establecido,
pero que quiso frenar mediante su teoría del automatismo de los brutos.
Si esta teoría es considerada extravagante, habrá que aceptar la
«extravagancia», aún mayor para los «modernos»,
de quienes recomiendan un trato humano para con los animales. El Papa Juan Pablo
II, en 1998, reconoció que los animales no sólo tienen un alma,
sino que es preciso darles un trato «más humano». Y una pléyade
de etólogos de primera magnitud (Goodal, Morris, Kortland...) han presentado,
también en 1993, un manifiesto llamado «Proyecto Gran Simio»
en el que reivindican la urgencia de aplicar los derechos humanos a los chimpancés,
a los gorilas y a los orangutanes, como un primer paso para la reconciliación
del hombre con sus «hermanos animales».
Puede decirse por tanto que Gómez Pereira,
en el umbral de la edad moderna, trazó desde Medina del Campo los términos
mismos de uno de los problemas más apremiantes de nuestra edad contemporánea.
Se
publica en español (abril 2000) Antoniana Margarita de Gómez Pereira
El mismo año 2000 en el que se cumplen
quinientos del nacimiento del médico y filósofo Gómez Pereira
se ha publicado la primera edición española de su obra más
famosa, Antoniana Margarita. Este libro de extraño título se publicó
en Medina del Campo en agosto de 1554: «Para evitar las ambigüedades,
decidí como título el nombre de mis padres. Y, puesto que, en vida,
mi padre se llamaba Antonio y mi madre Margarita, opté por lo pensado:
denominar a mis comentarios Antoniana Margarita.» Al año siguiente
se publicaron unas Objectiones firmadas por Miguel de Palacios, catedrático
de Teología Sagrada de la Universidad de Salamanca, respondidas por Gómez
Pereira mediante una Apologia. Casi dos siglos después, en 1749, la Antoniana,
las Objectiones y la Apologia conocieron una nueva edición, impresa en
Madrid. Y doscientos cincuenta años después acaba de publicarse
la primera traducción al español de estos textos, que se han impreso
junto con la reproducción facsimilar de la edición de 1749. Se trata
de un libro magníficamente editado (852 páginas, formato 250 x 175
mm, pesa 1850 gramos, encuadernado en tapa dura) que ha sido publicado por la
Universidad de Santiago de Compostela y la Fundación Gustavo Bueno. Como
sólo se han impreso 600 ejemplares es previsible que esta edición
tan esperada de Gómez Pereira quede agotada en muy poco tiempo. El estudio
preliminar y la versión al español han corrido a cargo de José
Luis Barreiro Barreiro, Catedrático de Filosofía en la universidad
compostelana. En la traducción ha participado también Concepción
Souto García, y de la actualización lingüística es responsable
Juan Luis Camacho Lliteras. Al estudio preliminar, la bibliografía y las
observaciones se dedican las 50 primeras páginas. El texto latino, que
reproduce la edición de 1749, ocupa la página de la izquierda, y
la traducción correspondiente la derecha. El índice de asuntos tratados,
dispuesto por el mismo Pereira, se ve completado en esta edición con un
exhaustivo índice onomástico.
Antología
de referencias y estudios sobre Gómez Pereira 1500-1558?
1587 Francisco Vallés,
De la sagrada Filosofía, cap. 55 1729
Feijoo, Racionalidad de los brutos> 1745
Feijoo, Sobre los Sistemas Filosóficos> 1753
Diccionario de Moreri, Pereira> 1866
Luis Vidart, La filosofía española...> 1894
Diccionario Enciclopédico Hispano Americano, Pereira>
1895 Cristóbal Pérez
Pastor, Gómez Pereira en La imprenta en Medina del Campo
1897 Eloy Bullón Fernández,
Gómez Pereira...> 1905
Eloy Bullón Fernández, Los precursores españoles...> 1925 Enciclopedia Espasa, Gómez
Pereira> 1928
Mario Méndez Bejarano, Historia de la filosofía...> 1954 Miguel Sánchez Vega,
Estudio comparativo de la concepción mecánica del animal y sus fundamentos
en Gómez Pereyra y Renato Descartes> 1966
José Luis Suárez, Gómez Pereira> 1974
Teófilo González Vila, La Antropología de Gómez Pereira> 1976 Teófilo González
Vila, Noticia bio-bibliográfica sobre Gómez Pereira> 1978 Juan Saiz Barberá,
Gómez Pereira
1979
José Ferrater Mora, Gómez Pereira
1983
José Mª López Piñero, Gómez Pereira> 993 Rafael Llavona & Javier
Bandrés, La recepción del pensamiento de Gómez Pereira en
Europa
1995
Rafael Llavona & Javier Bandrés, Gómez Pereira y la «Antoniana
Margarita»
2000 Se
publica en español la Antoniana Margarita
Quinto
Centenario de Gómez Pereira 1500-2000
Jaime Gómez González,
médico colombiano afincado en Florida, estudioso desde hace años
de la figura de Gómez Pereira, comenzó a organizar a finales de
1998 la conmemoración de Quinto Centenario del nacimiento de Gómez
Pereira (1500-2000). Se ha constituido un Comité pro Quinto Centenario
de Pereira, cuya dirección es:
Jaime
G Gómez, M.D. Presidente
del Comité pro Quinto
Centenario Gómez Pereira (1500-2000) 4101
NW 60th Circle Boca
Raton, Fl 33496, EE.UU. {Jaime Gómez González,
Médico (1955), Fundador y Director del Instituto Neurológico de
Colombia (1966-1987) del que es Director emérito desde 1987, Profesor Asociado
a la Universidad Javeriana, Florida (1989-1997), Profesor invitado y asociado
de las Universidades de Miami (1989-) y de Gainesville (1991-), Miembro de número
de la Academia Nacional de Medicina de Colombia y Miembro correspondiente de la
Academia Norteamericana de Neurocirugía, Autor de varios libros y 149 artículos
sobre neurología y neurocirugía.}
El Comite Internacional Pereira
2000 tenía en marcha a mediados de 1999 varias iniciativas:
1. Recoge firmas para una petición
al Congreso de los EEUU solicitando una ley de honores que incluya:
a. Emision
de sello postal y medallones conmemorativos b. Traduccion de Antoniana Margarita
y Nova veraque medicina al inglés c. Estatua para Pereira.
2. Gestiona una Exposición
sobre Pereira en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos en Octubre de
2000.
3. Proyecta impulsar una película
sobre Gómez Pereira.
4. Ha organizado cinco comites
para distribuir el trabajo:
a. Comité Honorario:
En los EE.UU. ha escrito a George Bush, Al Gore, Hillary Clinton, John Glen.
b. Comité Económico c. Comité de Relaciones públicas
d. Comité de Programas e. Comité de Publicidad
5. Ha escrito al Parlamento
Latino Americano, proponiendo una ley de Honores para Pereira
Está organizando también
una reunión académica, cuyo borrador de programa preliminar a 18
de junio de 1999 era el siguiente [planes que no pudieron llegar a cumplirse en
abril de 2000]:
Reunión
académica Quinto
Centenario de Gómez Pereira Lugar:
Medina del Campo o Salamanca Lunes,
3 de Abril de 2000
08.00-09.00 am Misa por el Alma de Gómez Pereira 09.30-10.00 Presentación
por los Presidentes de las Sociedades participantes 10.00-10.20 Introducción,
Pedro Laín Entralgo 10.20-10.40 Aspectos Biográficos, J.M.
López Piñero 10.40-11.00 Medina del Campo siglo XVI, Antonio
Sánchez del Barrio* 11.00-11.20 Ciencia en Salamanca siglo XVI, Jose
Mª Izquierdo Rojo* 11.20-11.40 Café 11.40-12.00 Gómez
Pereira padre del método científico, Jaime Gómez G 12.00-12.20
Gómez Pereira médico, Teofilo González Vila 12.20-12.40
Gómez Pereira filósofo, Gustavo Bueno Sánchez* 12.40-01.00
Medicina del Renacimiento, J.L. Barona 01.00-02.00 pm Refrigerio 02.00-02.20
Antoniana Margarita, Jose Luis Barreiro Barreiro* 02.20-02.40 Objeciones
y Apologías, Miguel Sanchez Vega 02.40-03.00 Endecálogo, Pedro
Manuel Cátedra García 03.00-03.20 Etología de la Antoniana
Margarita, Carlos Luis de Cuenca* 03.20-03.40 Cafe 03.40-04.00 Nova
veraque medicina, Jose Jiménez Gerona 04.20-04.40 Gómez Pereira
y Francisco Lobato: la invención de un molino de sifón, Nicolas
García Tapia* 04.40-05.00 Gómez Pereira psicólogo, Javier
Bandrés, Rafael Llavona 05.00-05.30 Resumen, Comite Internacional
Quinto Centenario de Gómez Pereira 05.30-06.00 Preguntas y respuestas
06.00 Clausura
Conferenciantes
previstos:
Javier Bandrés, Departamento
Psicología UCM Jose Luis Barona, Facultad. Medicina, Universidad de
Valencia Jose Luis Barreiro Barreiro, Universidad de La Coruña
Gustavo Bueno Sánchez, Universidad de Oviedo Pedro Manuel Cátedra
García, Universidad de Salamanca Carlos Luis de Cuenca, Real Academia
Medicina y Veterinaria Nicolas García Tapia, Universidad de Valladolid
Jaime Gómez González, Director emérito Instituto Neurológico
de Colombia Teofilo González Vila, Universidad de Valladolid
Jose Manuel Izquierdo Rojo, Universidad de Cantabria Jose Jiménez
Girona, Universidad de Valencia ? Pedro Laín Entralgo, Real Academia
de Medicina Rafael Llavona. Departamento Psicología UCM Jose
M. López Piñero, Universidad de Valencia Teresa Santander Rodríguez,
Universidad de Salamanca Antonio Sánchez del Barrio, Fundación
Díaz
En junio de 1999 se habían
asociado ya al Quinto Centenario de Gómez Pereira:
Real Sociedad Española
de Historia Natural Asociación Ibero Americana de Psicólogos
Fundación Gustavo Bueno (Oviedo) IES Gómez Pereira (Medina
del Campo) Society of Hispanic Historical and Ancestral Research
En noviembre de 1999 Jaime
Gómez informa de algunas de las iniciativas del Comité
El Sr. Rector de la Universidad
de La Coruña aceptó nuestra petición para ser miembro del
Comité Honorario.
Escribimos y nos permitimos
sugerir al Rector de la Universidad de Salamanca, conceder el grado de Doctor
postumo al Licenciado Gómez Pereira, ex alumno de dicho centro muchas veces
secular.
Escribimos a la Corte Suprema
de Justicia de los Estados Unidos la solicitud para que se reconozca a Gómez
Pereira como el precursor del método científico adoptado por esa
institución en 1993.
Se entregó al Representante
Wexler de la Florida, la petición para la Ley de Honores del Congreso de
los Estados Unidos, firmada por cien floridianos.
Hemos tratado de organizar
un Simposio en Washington pero hemos tropezado con la falta de interés
del Gobierno de España.
Tenemos el gusto de informarles
de la aparición del artículo Gómez Pereira, V Centenario
del Precursor del Método Científico, en la Revista Médico
Interamericano, Nueva York, noviembre de 1999, 18:556-560.
Se han recibido cinco resúmenes
de las conferencias del Simposio. Hemos extendido hasta el 30 de Diciembre el
plazo para aceptar nuevas ponencias que nos han anunciado para completar el programa.
Por esas fechas estaba ya organizado
un viaje desde Florida para poder asistir al Simposio, ahora previsto para los
días 7 a 9 de abril de 2000, en la Real Academia de Medicina, en Madrid,
que incluía una visita a las «Escuelas médicas del noroeste
de España». A finales de diciembre de 1999 el Comité invita
a la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales a sumarse al
centenario de Pereira:
Excmos Señores Académicos:
De la manera más respetuosa
nos dirigimos a vosotros para pedir vuestra ayuda con motivo del V Centenario
de Gómez Pereira, «el médico que más gloria y honor
ha dado a España, el Máximo filósofo Español»,
en palabras de Chinchilla y de Guardia escritas hace más de un siglo.
Nosotros hemos podido descubrir
en la Antoniana Margarita (1554) y en Novae veraeque Medicinae (1558) que Pereira
sentó las bases del Método Científico un siglo antes que
Descartes. Hay más de 3.000 publicaciones sobre este último en la
lengua inglesa, solamente hay seis sobre Pereira!
En 1993 la Corte Suprema de
Justicia de los Estados Unidos adoptó el Método Científico
para uso en las Cortes Federales sin dar el menor reconocimiento a Pereira.
El Comité Internacional
pro V Centenario de Pereira, con miembros en los Estados Unidos, España,
el Reino Unido, Chile, Colombia e Israel, ha estado trabajando en varios campos
para celebrar honrosamente este evento y nos permitimos solicitar muy comedidamente
la ayuda de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales para
llevar a cabo los siguientes programas:
1. Participación en
el Simposio Internacional y en la Sesión Solemne que estamos organizando
en la Real Academia de Medicina del 7 al 9 de Abril del 2000. Necesitamos vuestro
apoyo para confirmar la invitación al Príncipe de Asturias y al
Cardenal Primado de España.
2. Comunicación a las
Academias de Ciencia de los Estados Unidos, de Ibero America, al Instituto Wellcome,
a la Sociedad Japonesa de Historia Hispánica, y a otras entidades de la
celebración del V Centenario. A la Corte Suprema de los Estados Unidos,
apoyando la solicitud que hemos hecho para que se reconozca a Pereira como el
autor del Método Científico.
3. Nombrar una comisión
para estudiar la biografía de Pereira y establecer cuando murió.
Pensamos que debió ocurrir entre 1563, cuando recibió una patente
por cédula real firmada por Felipe II y 1573 cuando los herederos de Pereira
figuran en el testamento del Dr. Francisco Sosa. No hemos logrado desde aquí
conseguir esa información en los Archivos Diocesanos de Valladolid o en
los de Medina del Campo.
4. Hemos presentado al Congreso
de los Estados Unidos un proyecto de Ley de Honores para Pereira firmado por cien
Floridianos, en él se incluyen la emisión de un sello postal, medallones
conmemorativos y una estatua para el egregio desconocido! Tal vez el Concejo de
Medina del Campo, las Cortes de Castilla y León y el Congreso de España
pudieran hacer algo similar.
5. Deseamos hacer exhibiciones
en Madrid y en Washington DC sobre la vida y la obra de Pereira. Solamente hay
treinta copias de sus libros en la sección de raros de algunas bibliotecas.
La traducción al Español de la Antoniana Margarita está en
prensa en la Universidad de Santiago de Compostela. El Comité Internacional
busca la traducción de las dos obras del latín al inglés!
6. Creemos que la mejor manera
de hacer conocer a Pereira en el mundo entero sería a través de
una película en la misma forma que todos conocen al Cid gracias a Charlton
Heston y Sofia Loren. La vida y obra de Pereira sería un magnífico
tema, el Endecálogo contra la Antoniana Margarita del Dr. Sosa (1556) es
el tema correcto para una cinta animada.
A principios de enero de 2000
el Comité había recibido los siguientes resumenes de intervenciones
previstas en el Simposio:
J.L.
Barreiro Barreiro (Universidad de Santiago de Compostela, España), La «Antoniana
Margarita» y su complejidad interpretativa N. García Tapia (Univ
de Valladolid), Gómez Pereira y su invención de un molino de sifón
junto con Francisco Lobato J. Gómez Gonzáalez (fundador y director
Emérito del Instituto Neurológico de Colombia), Gómez Pereira
precursor del método científico A. Gross (Universidad de Ben
Gurion, Israel), Judaísmo, Cristianismo y Nuevo Cristianismo Mesiánico
G. Sanhueza (Universidad de Chile), Sobre la discusión de Descartes
lector de Gómez Pereira Pero, al parecer, aunque la
Real Academia de Medicina había confirmado el 20 de julio de 1999 su patrocinio
del Simposio sobre Gómez Pereira en Madrid, en marzo de 2000 se deshizo
de su compromiso. El Comité intenta promover alguna celebración
en Medina del Campo y no descarta que el Simposio pueda celebrarse después
del verano.
09-02-14 - El racionalismo habla español
Gómez Pereira se adelantó al francés Descartes
Javier Neira
El racionalismo, la gran corriente filosófica que inundó la Europa moderna, no es factura del francés Descartes, como siempre se dice y es ya lugar común, sino del español Gómez Pereira, filósofo y médico que llegó a tratar a don Carlos, el desdichado hijo de Felipe II. También se adentró en los territorios de la ingeniería y los negocios.
Gómez Pereira nació en 1500 en Medina del Campo. Su única obra de carácter filosófico se titula "Antoniana Margarita", extraño encabezamiento resultado de los nombres de sus progenitores, Antonio y Margarita. La publicó en agosto de 1554 en Medina del Campo y en latín. No sobra recordar que Descartes nació en 1596. Y produce sorpresa y estupefacción considerar que hasta el año 2000 no apareció en español, según una edición de la Fundación Gustavo Bueno y de la Universidad de Santiago de Compostela. No extraña que ante semejante dejación española, los franceses se hayan apropiado de sus ideas hasta entronizar a Descartes en lo más alto del olimpo intelectual.
Un dato que es prueba incontrovertible. Gómez Pereira propuso el silogismo: "Conozco que yo conozco algo. Todo el que conoce es. Luego, yo soy". Obviamente, la famosísima sentencia de Descartes "pienso luego existo" está calcada de la del castellano. La primacía del racionalismo es evidentemente del español sobre el francés.
Nuestro filósofo estudió en Salamanca durante el período nominalista, doctrina que, tras asimilarla, transformó en un sentido sensualista. Era enemigo del criterio de autoridad respecto a las cosas observables, a la experiencia y todo lo que entra por los sentidos. No admite más autoridad que lo que se conoce directamente. Sólo contempla lo que puede ser razonado sin apriorismos. Como tiene escrito, "en no tratándose de cosas de religión no me rendiré al parecer y sentencia de ningún filósofo si no está fundado en razón".
El filósofo castellano rechazaba el escolasticismo. Siempre se mostró contrario a la doctrina aristotélica de la materia prima y de la forma sustancial. Negó la distinción entre las especies sensibles y las inteligibles en el acto perceptivo, en la acción de conocer. Por eso mismo rechazó que existan dos formas de captar la realidad.
La teoría más famosa y fuerte de Gómez Pereira -rabiosamente racionalista- se refiere al automatismo de las bestias, de la que se deducen múltiples consecuencias y está, sin duda, en la base misma de la fisiología moderna. Y es que el filósofo castellano prescinde del alma en sus explicaciones sobre los animales paralelamente a como, años después, la mecánica celeste también prescindió de Dios. Una anécdota ilustra la convergencia. Napoleón, después de leer el "Tratado de mecánica" de Laplace, le dijo: "Noto que no habláis de Dios en vuestra obra". Laplace, resuelto, le respondió: "No necesito a Dios para mis cálculos". Gómez Pereira podría haber dicho análogamente, refiriéndose a su "Antoniana Margarita": "No necesito el alma para mis cálculos de la economía de los animales".
¿Qué son, entonces, los animales? No tienen alma, es decir, no sólo no tienen alma racional, sino tampoco alma sensitiva. Se comportan como autómatas. Es sólo una metáfora decir que un galgo, cuando ve o huele a la liebre, se lanza en carrera hacia ella. No es así. El galgo ni ve ni huele. No siente, ya que no tiene alma, ni siquiera sensitiva. Es sólo una máquina fantásticamente diseñada que cuando recibe un estímulo determinado se dispara siguiendo cierto patrón de comportamiento.
Cuando intenta indicar cuál es el mecanismo de recepción del galgo -cómo percibe el estímulo, la liebre, y de qué manera responde y se aproxima a su presa-, Gómez Pereira ofrece un clarísimo modelo de lo que luego será el tan famoso reflejo condicionado, central en la psicología actual.
Casi un siglo después de la "Antoniana Margarita", los racionalistas franceses, contemplando una vivisección de un perro, se pasmaban de la escena. "Son maravillosas estas máquinas", decían, "parece que sufren".
La interpretación más extendida sobre la teoría de Gómez Pereira, como después se hizo con las propuestas de Laplace, indica que abre la puerta al materialismo moderno. En el caso de la teoría del automatismo de las bestias, el fundamento parece claro, ya que sería un ejemplo de ejercicio del método mecanicista, que destierra cualquier residuo metafísico en la explicación de los procesos naturales. No hace falta Dios. No hace falta ninguna instancia del más allá. Sin embargo, y como indica la dialéctica del materialismo filosófico, Gómez Pereira no llegó a su teoría partiendo de premisas materialistas, sino todo lo contrario. Era un decidido espiritualista.
Marcelino Menéndez y Pelayo llama a Gómez Pereira "reformador científico del siglo XVI". Un buen epitafio.
18-02-14 - El Campus de Soria acoge desde mañana una exposición sobre la científica Marie Curie
Coordinada por la profesora Ana María Verde Romera, permanecerá hasta el 5 de marzo
El Campus Universitario Duques de Soria albergará, desde el día 18 de febrero hasta el 5 de marzo, la exposición “Marie Curie”, cedida por el I.E.S. Gómez Pereira, en Medina del Campo. Dicha exposición está coordinada por la profesora Ana María Verde Romera, del Departamento de Didáctica de las Ciencias Experimentales, Sociales y de la Matemática de la Universidad de Valladolid.
Esta exposición da a conocer a Marie Curie como una de las grandes científicas de todos los tiempos. El objetivo de esta muestra es eminentemente didáctico, por ello, además de recoger sus importantes logros científicos, cabe destacar también, otros aspectos que forman parte de la construcción del conocimiento científico y de la propia Naturaleza de la Ciencia como es la influencia de aspectos culturales y científicos de la época o las vivencias y acontecimientos personales más importantes de una mujer científica.
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