Vista panorámica
Medina del Campo. Villa histórica, monumental, escultórica y paisajística
Villa de las Ferias

Correo electrónico
Música de la página

Vd. se encuentra en: - Personajes ilustres 
GÓMEZ PEREIRA

MENÚ DE CONTENIDO


Gómez Pereira
Gómez Pereira...

Gómez Pereira: (1500-1558?):Su biografía ha estado reducida a leves y escasas noticias que los autores repiten de unos a otros sin apenas discrepancias[Sobre Gómez Pereira, véase sobre todo el estudio de Menéndez y Pelayo -La Antoniana Margarita de Gómez Pereira-, en -La Ciencia de Española II-. Madrid 1887
							  En el aspecto biográfico es intersante -Gómez Pereira y Luis de Mercado. Datos para una biografía- de D. Narciso Alonso Cortés en -Revue Hispanique nº 13, año 1914, pags. 1-62.
							  Véase asimismo la -Historia de la Medicina española- por D. Anastasio Chinchilla, t. l. Valencia 1841, págs. 369-386.
							  En el aspecto filosófico puede verse -Historia de la Filosofía Española- de D. Marcial Solana t. I. págs. 209-288.
							  Y con motivo del cuarto de siglo de la publicación de Antoniana Margarita la Revista de filosofía incluye un amplio trabajo sobre el ilustre médico-filósofo y un estracto de la famosa obra: -Estudio comparativo de la concepción mecánica del animal y sus fundamentos de Gómez Pereyra y Renat Descartes- por Miguel Sánchez Vegas eb Revista de Filosofía año 1945, Julio-Septiembre, nº 50, pags. 359-508.]. Parece que Gómez Pereira nació en la calle de Serranos, de Medina del Campo, en el año 1500 y fue hijo de Antonio Pereira y Margarita de Medina, que tenían por oficio el de tenderos.

Antonio y Margarita
Antonio y Margarita

Hoy, pese a las discrepancias de algunos autores extranjeros, todos coinciden en que su verdadero nombre fue el de Gómez y no Jorge o Antonio. Estudió en Salamanca filosofía y medicina siendo discípulo de D. Juan Martínez Guijarro (Siliceo), que fue Arzobispo de Toledo. Como médico tuvo gran prestigio en su tiempo como lo prueba el que fue llamado por Felipe II para que asistiera a su hijo el príncipe Carlos. Ejerció su profesión en Medina del Campo así como en otras ciudades de Castilla. En Medina del Campo alternaba su profesión médica con la participación en algunos negocios. Casó con Isabel Rodríguez; pero no tuvo descendencia. No se conoce la fecha de su muerte, según algunos testimonios murió de edad avanzada.

Los datos que poseemos, o bien los encontramos reflejados en sus obras, o bien los recogemos en los distintos procesos judiciales en que se vioenvuelto.

Gómez es el segundo de los cinco hermanos que la familia Pereira, dedicada a la venta de paños y sedas, había engendrado.

Los nombres de sus padres, Antonio y Margarita, viene confirmados en el prólogo de la obra Antoniana Margarita donde nos dice que para perpetuar el nombre de sus padres quiso incluirlos en el título de su obra.
SAntoniana
Antoniana

También del título podemos deducir que cuando ésta se escribe (año 1554) Gómez Pereira ejerce la medicina en Medina del Campo. Antoniana Margarita, opus nempe phisicis, medicis ac theologis, non minus utile quam necesarium per Gometium Repeyram, medicum Methymnae Duelli, quoe hispanorum lingua Medina del Campo apellatur.

Otro de los documentos que podemos utilizar para componer su biografía son las declaraciones que los diferentes testigos aportan al declarar que los varios pleitos que sostuvo, tanto en Medina del Campo como en la Chancillería de Valladolid. Así Diego de Medina manifiesta que le conocía "desde que nació e se crió en la mesma calle do este testigo vive e mora, que se dice calle de Serranos" [Según precisiones de Narciso Alonso Cortés la calle Serrano es la que actualmente se llama Isabel la Católica, y se encuentra antes de pasar el puente del río Zapardiel para internarse en la villa. -Gómez Pereira y Luis Mercado- ob. cit., pág. 6 nota 2.].

Con fecha 30 de noviembre de 1546 es designado por Francisca del Corral tutor de sus hijas: Isabel y María, esta tutoría era disputada por Diego de Fonseca, quien no duda en llamar a Gómez de Pereira a los Tribunales [De Diego de Fonseca con el licenciado Pereira (Archivo de la Real Audiencia y Chancillería de Valladolid. Escribanía de Taboada. Olvidados, envoltorios, 148, 195 y 102].

Del testimonio de Cristóbal de Galgo, corregidor de Medina del Campo, que declara en el pleito entre Diego Fonseca y Pereira, podemos conocer que su ascendencia era judía: "el dicho licenciado pereira (Antonio) es obre baxo e de baxo estado e calidad, porque su padre es muy público y notorio que quando los rreyes católicos, de gloriosa memoria, echaron los jvdios de Castilla, el padre del dicho licenciado pereyra se fue huyendo destos rreynos a Portugal e despues boluido o se vino cristiano, e avn estubo en la ynquisicion".

Gracias también a declaraciones de testigos en sus pleitos sabemos que su madre, Margarita de Medina, murió hacia 1515 quedando sus hijos al cuidado de una sobrina de ésta llamada Ana de Ávila. Cuando Gómez Pereira, contrae matrimonio con Isabel Rodríguez ya no vive en la calle Serranos sino en otras casas más señoriales que poseía en la Rúa.

De estos pleitos podemos deducir que su actividad médica en la que adquirió gran prestigio, la simultaneaba con los negocios y que, siguiendo a Narciso Alonso Cortés que ha estudiado a fondo sus procesos, podría sintetizarse en la compra de rentas y tráfico de vinos.

"A la medicina se dedicaba principalmente Gómez, -siendo muy buen médico y afamado ansí en la villa de medina del campo como en otras partes- pero como era poseedor de un buen capital, parece que no dejaba de meterse en negocios diversos, como eran los de tomar las rentas reales, y en especial las de varias iglesias, traficr con sus vinos y bodegas y arrendar a los mercaderes que iban a Medina, durante las ferias de Mayo y Octubre, tres habitaciones independientes que tenía en su casa de la Rúa" [Alonso Cortés, N. Gómez Pereira y Luis de Mercado, ob. cit., pág. 11.].

De recia personalidad, así como acalorado en su discusión, debió de ser Gómez Pereira por el testimonio de otro colega suyo en la profesión y que tan furibundamente atacó sus doctrinas, el doctor Francisco de Sosa.

En su estancia en las aulas de Salamanca pudo conocer las disputas entre nominalistas y realistas, inclinándose por los primeros. Esta corriente que está en su mayor momento en Salamanca influirá en la doctrina de Gómez Pereira, subordinando la autoridad de los maestros al servicio de la razón y la experiencia.

De la unión de la medicina que en este momento camina del lado de la experiencia, y de la filosofía que aplica la razón a realidades concretas, surgirá de esta manera de filosofar tan peculiar de Gómez Pereira.

Afirma Pereira en el Prólogo de la Antoniana Margarita que empezó a dudar de muchas doctrinas que médicos y filósofos consideraban certísimas e indiscutibles; y que, comprobadas por la experiencia, las halló falsas.

En medicina combate la doctrina de Galeno acerca de las fiebres. Discrepa frente a éste en la causa y clases de la fiebre. Señala, frente a otras creencias, que la fiebre es un esfuerzo de la naturaleza para restablecer el equilibrio normal del organismo. Son de gran interés sus observaciones clínicas acerca de la lepra, de la elefantitis, las lesiones locales, el tifus y las viruelas.

Su método es el experimental, no admitiendo en las cosas observables otra autoridad que la experiencia.
Antoniana
Antoniana

"En no tratándose de cosas de religión, dice, no me rendiré al parecer y sentencia de algún filósofo, si no está fundado en razón". Su libertad de pensamiento la aplica sobre todo a rechazar numerosas teorías aristotélicas y escolásticas.

Dada la originalidad del pensamiento filosófico de nuestro autor analizamos algunos aspectos de la filosofía ya que le convierte en un precursor de Descartes. Huet, que combatió a Descartes, fue el primero en señalar la coincidencia entre ambos mecanicismos, no dudando en acusar a Descartes de plagiario. Bayle en las Nouvelles de la Repúblique des lettres, señala a su ves la semejanza de ambas doctrinas.

Gómez Pereira es original en la exposición de sus teorías que en el caso de Antoniana Margarita no lleva división alguna por lo que se hace dificil una síntesis. Su teoría, tan fundamental como original, es que los brutos no tienen sensación.

Pereira reaciona contra la opinión corriente de la época: la comunidad de sensibilidad en el hombre y en el bruto. El intento de nuestro médico-filósofo es probar la insensibilidad animal y determinar el criterio que distingue al hombre del bruto. Dichas teorías que él defiende basándose únicamente en la razón, no las expone directamente sino utilizando lo que se ha llamado las paradojas de Gómez Rereira. La fórmula empleada por nuestro autor es el condicional. "Si el animal siente tiene inteligencia"; "si el bruto siente conoce el universal"...

En primer lugar pone el error contrario a la tresis que desea defender, en segundo lugar se coloca el absurdo que se seguirá de tal opinión, en último término su argumento es la reducción al absurdo de las teorías que él conbate, siendo escasa su argumentación positiva.

En estas cuestiones mnifiesta Gómez que no aceptará el criterio de nungún autor sino que se guiará por la sola razón.

Utilizando la exposición paradógica explicará Pereira la siferencia entre el hombre y los brutos. Probará que si los brutos sienten como siente el hombre, se sigue de modo necesrio que no hay nada propio del hombre que no pertenezca a los brutos. Investigará finalmente cuál es la causa del movimiento de los brutos.

La misma paradoja la presenta de esta forma: Si los brutos son iguales al hombre en el sentir, deben serlo asimismo en el razonar y en el conocimiento de lo universal, luego no hay diferencia entre el hombre y el bruto. Como esto sería "absurdo e impío" se ha de admitir que los brutos no sienten como el hombre.

Tema importante de su exposición es el movimiento de los animales que se ha de buscar fuera de toda sensación. El movimiento se produce según Pereira por la contración y dolatación de ciertos músculos. De esta forma se explicarían todos los movimientos en los animales activados por resortes mecánicos cuyo centro sería el cerebro, dando lugar al automatismo de los animales.

Con Menendez Pelayo podemos decir que su originalidad reside "en la cadena de razonamientos que le condujeron hasta suñoner insensibles a los brutos, y en el sistema completamente original que inventó para explicar sus operaciones, y que, en sustancia es el mismo que Descartes" [Menendez y Pelayo -La Antoniana Margarita de Gómez Pereira- En La Ciencia Española. Tomo II, pág. 200 nota.] .

Esta teoría de automatismo de las vestias definida por Gómez Pereira, mientras era combatida en España por Miguel de Palacios y por otro colega médico de Medina, el Doctor Francisco de Sosa [La obra de Francisco de Sosa se titula Endecálogo contra Antonina Margarita, en el cual se trata muchas y muy delicadas razones, y autoridades con que se prueva, que los brutos sienten y por si se mueven. La obra se publica en Medina del Campo en 1556.], adquirió muchos defensores fuera de España, sobre todo cuando se puso en evidencia su coincidencia con la obra de Descartes.

Podemos establecer un métido parecido entre ambos filósofos y es el de poder someter a revisión aquellas verdades que se aceptaban siguiendo en criterio de autoridad. Por ello ambos están dispuestos a no admitir como válido aquello de lo que no tengan evidencia, pero quizá su mayor aproximación la encontramos en el fundamento de la certeza: el "ego sum", el médico de Medina lo había expresado en los siguientes términos: "Nos me aliquid noscere, et quidquid est, ergo ego sum". Las palabras de Descartes expresan la misma certeza "je pense, donc je suis"[Descartes, Discours de la méthode, quatrieme parte.].

La Antoniana Margarita se edita en 1554 y el razonamiento de Descartes aparece en el Discurso de Método publicado en 1637.

Descartes es considerado el padre de la filosofía moderna por la importancia que éste da a la conciencia, pero esta importancia había sido resaltada ya por Gómez Pereira cuando ha prescindido de toda verdad que él no haya reflexionado o evidenciado, la evidencia surge en las observaciones de la conciencia psicológica.

La teoría mecanicista del automatismo animal ya ha quedado expuesta al hablar de la sensibilidad de los brutos y es plenamente asumida por Descartes.

Estas y algunas otras semejanzas que pueden encontrarse en ambos autores nos permiten denominar a Pereira como lo hace Menéndez y Pelayo: "Cartesiano antes que Descartes" [Menéndez y Pelazo, La Ciencia Española. Tomo I, ob. cit. pág. 13.].

De esta analogía habla Solana a quien seguimos en esta exposición en los siguientes términos: "La analogía de esta explicación que da Descartes del movimiento de los brutos, con la que vimos en Gómez Pereira al estudiar las dos primeras de las causas del movimiento de las bestias que él distingue, es bien grande. Hasta en las palabras hay en Descarte mucho que recuerda al médico de Medina del Campo. Puede demostrarse ésto cotejando los párrafos de Gómez Pereira con los de Descartes al hablar de esta materia. No hago esta comparación porque es labor que ya han realizado Menéndez y Pelayo, Don Eloy Bullón y otros" [Solana. M. Historia de la Filosofía Española. Tomo I, ob. cit. pág. 225 y notas 22 y 23.].

Otro de los puntos estudiados por nuestro médico-filósofo es el papel que juega el entendimiento en el conocimiento intelectual o acto de conocer, después de hacer una exposición contraria a las teorías mantenidas por Aristóteles. El problema no es otro que la existencia de los universales y el valor que éstos pueden tener; en otras palabras se trata de defender una postura realista o nominalista. Pero el filósofo castellano, el universal no es algo conocido directamente sino que es algo que se trasluce o transparenta a través de los accidentes coligiendo que lo que está tras ellos es el universal.

La diferencia entre lo sensible y lo inteligible está en que lo sensible se conoce directamente y lo inteligible es lo que se encuentra detrás de los accidentes y cualidades.

Molino de Sifón

Frente a los pasajes un tanto confusos de Aristóteles respecto a la inmortalidad de alma individual el filósofo de Medina defiende que Aristóteles tuvo por cierto que el alma humana es inmortal.

Al final de la Antoniana Margarita se dedica un breve tratado a demostrar la inmortalidad del alma, en él demostrará su inmortalidad con razones que hasta ahora "no han sido descubiertas" (inventas non fuisse). La primera razón es que si el alma puede realizar sus principales operaciones sin el cuerpo, es porque puede permanecer y vivir sin él. Entre las operaciones que el alma puede realizar sin el cuerpo están la de sentir y entender. El sentir en este caso está subordinado, nos dice, al entender del alma que es un acto inmanente y simple de ésta.

La segunda prueba que aduce Gómez Pereira para demostrar la inmortalidad del alma es que el alma humana no se ve afectada por el sujeto al que da forma, de tal manera que sigue siendo la misma a pesar de los cambios accidentales del sujeto. El viejo recuerda su infancia, juventud, y madurez como propios y esto sólo es posible si el alma no fuese la misma. Luego al alma no le afecta nada extrínseco y puede vivir sin el cuerpo al no tener un principio intrínseco de corrupción.

Como tercer género de pruebas presenta un conjunto de razones llamadas retóricas para distinguirlas de las científicas entre ellas están: la aspiración a la felicidad, la preocupación y el deseo por conocer el futuro, y una razón, que luego utilizaría Kant, porque si no las acciones buenas o malas no tendrían su debida sanción.

Al unirse en la persona de Gómez Pereira las profesiones de médico y filósofo se encuentra en condiciones propicias para abordar temas que participan en ambas facultades como es lo referente a la psicología que, en este momento al lado de lo experimental prepara a ésta para una nueva andadura: la psicología experimental, Gómez Pereira está a no dudarlo, más adelantado que la filosofía de su tiempo, más que la del siglo XVII, más que Bacon, más que Descartes. Ninguno observa como él los fenómenos de la inteligencia [Menéndez Pelayo. La Ciencia Española. Tomo II. ob. cit. pág. 237.].

Modesto Santos López

En agosto de 1554 el médico Gómez Pereira publicaba en Medina del Campo, en latín, un libro que se haría famoso, Antoniana Margarita.

Ha sido necesario esperar hasta abril del año 2000 para, por fin, poder leer y tocar el volumen que contiene la primera traducción al español de esa obra (enfrentada página a página con la reproducción facsimilar de la edición de 1749): el año en el que se cumple medio milenio del nacimiento del autor; dos siglos y medio después de su anterior edición. ¿Cuándo conocerá el español su otra obra, Novae veraeque Medicinae (1558), impresa también en Medina? La Antoniana Margarita ha sido vertida al español por José Luis Barreiro Barreiro y publicada por la Universidad de Santiago de Compostela y la Fundación Gustavo Bueno. Desde hace unos meses un médico colombiano radicado en Estados Unidos, Jaime Gómez González, viene impulsando con tesón la conmemoración del centenario del famoso médico y filósofo: entre sus proyectos se incluye que las obras de Pereira sean traducidas a la lengua inglesa. Aparte cualquier otra conmemoración, la fecha del 2000, en la historia de la filosofía española, estará ya para siempre asociada al año en el que, por fin, tras varios intentos frustrados, se difundió en español la Antoniana Margarita.

En el año 2000 se cumplen los 500 años del nacimiento de Gómez Pereira, un médico y filósofo español que vivió en Medina del Campo y escribió un libro famoso titulado Antoniana Margarita. El desarrollo, durante los siglos XIX y XX, del Evolucionismo darwiniano y de la Etología, confiere una inesperada actualidad a los planteamientos filosóficos del médico renacentista español, aun cuando esta actualidad podrá a algunos no parecer inmediata dado que, en efecto, necesita un análisis más sutil que el que tradicionalmente suele ser aplicado.

Antoniana
Antoniana

El nombre de Gómez Pereira va asociado a su «teoría del automatismo de las bestias». La teoría sostiene que los animales «no tienen alma», es decir, no sólo no tienen «alma racional», sino tampoco «alma sensitiva»; por consiguiente, los animales se comportan como autómatas. Según esto, sería simple metáfora antropomórfica decir, por ejemplo, que el galgo, cuando ve o huele la liebre, se lanza en carrera hacia ella: el galgo «no ve» ni «huele», es decir, «no siente». El galgo es una máquina maravillosamente diseñada que cuando recibe un estímulo determinado se dispara siguiendo un patrón de comportamiento característico. Al tratar de describir el «mecanismo» de recepción por el galgo del estímulo («objeto motivo») y la respuesta de aproximación hacia la liebre («objeto terminativo»), Gómez Pereira ofrece un verdadero «modelo» de lo que luego será el reflejo condicionado.

La teoría del automatismo de las bestias está, sin duda, en la base misma de la Fisiología moderna, en tanto ésta prescinde del alma en sus explicaciones, paralelamente a como la Mecánica del Sistema Solar también prescindió de Dios. Se dice que Napoleón, después de leer el Tratado de Mecánica de Laplace manifestó: «Observo que no habláis de Dios en vuestra obra»; a lo que Laplace habría respondido: «No necesito a Dios para mis cálculos.» Gómez Pereira podría haber dicho análogamente, refiriéndose a su Antoniana Margarita: «No necesito el Alma para mis cálculos de la economía de los animales.»

Ahora bien, es interpretación común que la teoría de Gómez Pereira, como después la de Laplace, abren la puerta al materialismo moderno. En el caso de la teoría del automatismo de las bestias, el fundamento parece claro: la teoría sería un ejemplo del ejercicio del método mecanicista, que destierra cualquier residuo metafísico, al modo de los aristotélicos, en la explicación de los procesos naturales.

Y sin embargo, y esta es la dialéctica del materialismo, Gómez Pereira no llegó a su teoría partiendo de premisas materialistas, sino todo lo contrario. Sus principios fueron los del espiritualismo más radical, un espiritualismo humanista, que concibe al hombre, ni siquiera como un animal racional (al modo escolástico), sino como un espíritu puro, «semejante a un hombre que estuviese encerrado en una cárcel», y que a lo sumo utilizase el cuerpo animal como un instrumento, a la manera como el piloto utiliza su nave, según la metáfora platónica (en la misma línea del Fedón, Gómez Pereira fundamentará la tesis de la inmortalidad del alma en su espiritualismo).

En realidad, cabría afirmar que el verdadero punto de partida de Gómez Pereira fue una doble constatación «empírica», que él habría extraído sin duda de su trato con animales y con hombres de carne y hueso:

(1) La continuidad entre las percepciones sensibles (ópticas, auditivas, olfativas...) y los actos del «entendimiento» y de la «voluntad»; Gómez Pereira negará la distinción real entre la facultad sensitiva y la intelectiva.

(2) La constatación de la semejanza entre los sentidos de los animales y los de los hombres.

De esta conjunción de constataciones, concluye Gómez Pereira la imposibilidad de admitir el dualismo entre el alma sensible y el alma racional, si no se quería borrar la distinción esencial entre el hombre y los animales. Gómez Pereira advirtió que quienes concedían a los brutos las facultades de ver, oír... sentir... desear... deberían concederles también el entendimiento y la voluntad, es decir, el «alma racional». Para evitar esta consecuencia, sin negar la continuidad, Gómez Pereira procedió por contraposición, declarando las «semejanzas» entre hombres y animales como apariencias: los brutos no ven, no oyen, ni sienten; es decir, son máquinas. Sólo el hombre, que es espíritu, puede ver, oír, sentir. Los animales tienen ojos y oídos: no por ello ven y oyen. Galeno (a quien, en otros puntos, Gómez Pereira había criticado) ya había dicho: «No es el ojo el que ve, sino el alma a través del ojo.» Sin embargo, el espíritu no consiste únicamente en ver, en oír, en sentir... El espíritu se mantiene también en la consideración de su propia sustancia, con independencia del cuerpo; puede mantenerse teniendo conciencia de sí mismo, mediante el ejercicio de su propio pensamiento. Quidquid noscit est; ergo sum, dice Gómez Pereira; Cogito; ergo sum, dirá Descartes. Pero aquella proposición no es, para Gómez Pereira, tanto un «primer principio» como una corroboración de su espiritualismo, de que el alma no consiste sólo en ver, en oír o en sentir, sino, sobre todo, en pensar sobre sí misma, sin necesidad de cuerpo.

De este modo el dualismo escolástico de las almas (la sensible y la racional) comenzaba a ser sustituido por otro dualismo, el del alma (espiritual) y el cuerpo. La teoría de Gómez Pereira será reexpuesta por los cartesianos y su dualismo tomará la forma del dualismo de la res cogitans y de la res extensa; la «conciencia de sí mismo» se transformará en el cogito.

Es, por tanto, un anacronismo, en el que incurren tantos historiadores, y un anacronismo que acredita una visión distorsionada (por la leyenda negra) de la Historia de España, comenzar viendo a Gómez Pereira como «pre-cartesiano», como un «precursor de Descartes», como si la importancia y aún la justificación de sus «extravagantes teorías» sólo pudiera encontrarse en su condición de precursor de Descartes, en quien, al parecer, la doctrina del automatismo de las bestias ya no sería tan extravagante. Tal perspectiva tiene unos efectos devastadores en relación con el método histórico, porque nos desvía del análisis de los orígenes, como cuestión secundaria, en beneficio de la atención atribuida a la condición de precursor; pero la génesis, los fundamentos históricos, sociológicos, &c. de la teoría del automatismo de los brutos de Gómez Pereira han de ser investigados por sí mismos.

Y es en esta investigación histórica de las «raíces sociales y económicas» (para utilizar la fórmula que Boris Hessen utilizó en su estudio sobre Newton) en donde advertimos cómo la propia teoría se nos presenta desde una perspectiva más amplia y, para decirlo todo, más actual. Porque la perspectiva histórica (las raíces sociales y económicas) nos descubre que las cuestiones planteadas por Gómez Pereira no se mantienen en el recinto escolástico en el que tenían lugar los debates del De Anima (ulteriormente, después de Goclenius, se llamarían «debates psicológicos») relativos a las relaciones entre las dos supuestas partes constitutivas de la sustancia humana, a saber, la materia y la forma de la doctrina hilemórfica aristotélica. Las cuestiones planteadas por Gómez Pereira renuevan, sobre todo, la cuestión de las relaciones no tanto entre las partes constitutivas de cada hombre, como las relaciones de unos hombres con otros, y de los hombres con los demás animales.

Ante todo, Gómez Pereira ofrece un curiosísimo argumento ad hominem que se basa en el comportamiento ordinario que los hombres tienen en su época respecto de los animales: les pegan sin el menor reparo, atraviesan con espadas a los toros... Al hacer esto, ¿no están demostrando que no creen que estos animales sientan? Si lo creyeran, su comportamiento sería atroz, cruel, inhumano. Ahora bien: ¿cómo es posible dejar de ver en este argumento, orientado a justificar el trato ordinario, pero cruel, de los hombres respecto de los animales, un argumento paralelo de justificación del trato de los hombres respecto de otros hombres tenidos por inferiores y muy próximos a los brutos, a quienes tenían que hacer trabajar mediante el látigo o el tormento, como podrían serlo los negros africanos que se vendían como esclavos en la feria de Carmona, o los propios indios caribes de los que había hablado Ginés de Sepúlveda? Es sabido que antes del descubrimiento de América ya se vendían negros traídos de Africa en ferias andaluzas, lo que explicaría, por razones de tradición, que el gran defensor de los indios, el padre Las Casas, no encontrase mayores escrúpulos en sugerir la conveniencia de importar esclavos negros para atender al cultivo de las encomiendas: el trasfondo social y económico de los problemas que Gómez Pereira suscitó, precisamente en Medina del Campo, uno de los mercados más importantes de Europa, demuestran que estas cuestiones no eran meras especulaciones metafísicas o estratosféricas, sino que estaban directamente relacionadas con la dureza obligada del trato a los esclavos, y la necesidad de justificar ese trato por su semejanza con los animales.

La verdadera cuestión filosófica que Gómez Pereira ha planteado, según esto, habría sido la de la justificación de la impiedad respecto de los animales, de los antiguos animales numinosos: ha anunciado la visión mecanicista moderna, vinculada, paradójicamente, al espiritualismo más radical, visión que estuvo vigente durante los siglos XVI, XVII y XVIII. Pero, ¿acaso puede seguir afirmándose que los hombres se diferencian de los animales por tener un alma espiritual procedente de un acto especial de creación divina? La ciencia natural, sobre todo a partir de Darwin, demostraría, en el siglo XIX, que los hombres proceden de la transformación de los animales; la Etología demostraría más tarde que las semejanzas entre el hombre y los animales no son apariencias. Y con esto, los argumentos que dibujó Gómez Pereira adquieren una inesperada actualidad, aun cuando estén siendo recorridos en un sentido inverso: los animales son autómatas si admitimos que sus semejanzas con los hombres son aparentes; porque si no lo fueran, habría que admitir, en virtud de la continuidad entre la facultad sensible y la inteligible, que los animales tienen espíritu, o dicho de otro modo, que son de algún modo «humanos».

Ahora bien, en el momento en que reconocemos que las semejanzas entre los hombres y los animales no son aparentes, será preciso sacar las consecuencias que Gómez Pereira había ya establecido, pero que quiso frenar mediante su teoría del automatismo de los brutos. Si esta teoría es considerada extravagante, habrá que aceptar la «extravagancia», aún mayor para los «modernos», de quienes recomiendan un trato humano para con los animales. El Papa Juan Pablo II, en 1998, reconoció que los animales no sólo tienen un alma, sino que es preciso darles un trato «más humano». Y una pléyade de etólogos de primera magnitud (Goodal, Morris, Kortland...) han presentado, también en 1993, un manifiesto llamado «Proyecto Gran Simio» en el que reivindican la urgencia de aplicar los derechos humanos a los chimpancés, a los gorilas y a los orangutanes, como un primer paso para la reconciliación del hombre con sus «hermanos animales».

Puede decirse por tanto que Gómez Pereira, en el umbral de la edad moderna, trazó desde Medina del Campo los términos mismos de uno de los problemas más apremiantes de nuestra edad contemporánea.

Se publica en español (abril 2000) Antoniana Margarita de Gómez Pereira

El mismo año 2000 en el que se cumplen quinientos del nacimiento del médico y filósofo Gómez Pereira se ha publicado la primera edición española de su obra más famosa, Antoniana Margarita. Este libro de extraño título se publicó en Medina del Campo en agosto de 1554: «Para evitar las ambigüedades, decidí como título el nombre de mis padres. Y, puesto que, en vida, mi padre se llamaba Antonio y mi madre Margarita, opté por lo pensado: denominar a mis comentarios Antoniana Margarita.» Al año siguiente se publicaron unas Objectiones firmadas por Miguel de Palacios, catedrático de Teología Sagrada de la Universidad de Salamanca, respondidas por Gómez Pereira mediante una Apologia. Casi dos siglos después, en 1749, la Antoniana, las Objectiones y la Apologia conocieron una nueva edición, impresa en Madrid. Y doscientos cincuenta años después acaba de publicarse la primera traducción al español de estos textos, que se han impreso junto con la reproducción facsimilar de la edición de 1749. Se trata de un libro magníficamente editado (852 páginas, formato 250 x 175 mm, pesa 1850 gramos, encuadernado en tapa dura) que ha sido publicado por la Universidad de Santiago de Compostela y la Fundación Gustavo Bueno. Como sólo se han impreso 600 ejemplares es previsible que esta edición tan esperada de Gómez Pereira quede agotada en muy poco tiempo. El estudio preliminar y la versión al español han corrido a cargo de José Luis Barreiro Barreiro, Catedrático de Filosofía en la universidad compostelana. En la traducción ha participado también Concepción Souto García, y de la actualización lingüística es responsable Juan Luis Camacho Lliteras. Al estudio preliminar, la bibliografía y las observaciones se dedican las 50 primeras páginas. El texto latino, que reproduce la edición de 1749, ocupa la página de la izquierda, y la traducción correspondiente la derecha. El índice de asuntos tratados, dispuesto por el mismo Pereira, se ve completado en esta edición con un exhaustivo índice onomástico.

Antología de referencias y estudios sobre Gómez Pereira 1500-1558?

1587 Francisco Vallés, De la sagrada Filosofía, cap. 55
1729 Feijoo, Racionalidad de los brutos>
1745 Feijoo, Sobre los Sistemas Filosóficos>
1753 Diccionario de Moreri, Pereira>
1866 Luis Vidart, La filosofía española...>
1894 Diccionario Enciclopédico Hispano Americano, Pereira>
1895 Cristóbal Pérez Pastor, Gómez Pereira en La imprenta en Medina del Campo
1897 Eloy Bullón Fernández, Gómez Pereira...>
1905 Eloy Bullón Fernández, Los precursores españoles...>
1925 Enciclopedia Espasa, Gómez Pereira>
1928 Mario Méndez Bejarano, Historia de la filosofía...>
1954 Miguel Sánchez Vega, Estudio comparativo de la concepción mecánica del animal y sus fundamentos en Gómez Pereyra y Renato Descartes>
1966 José Luis Suárez, Gómez Pereira>
1974 Teófilo González Vila, La Antropología de Gómez Pereira>
1976 Teófilo González Vila, Noticia bio-bibliográfica sobre Gómez Pereira>
1978 Juan Saiz Barberá, Gómez Pereira
1979 José Ferrater Mora, Gómez Pereira
1983 José Mª López Piñero, Gómez Pereira>
993 Rafael Llavona & Javier Bandrés, La recepción del pensamiento de Gómez Pereira en Europa
1995 Rafael Llavona & Javier Bandrés, Gómez Pereira y la «Antoniana Margarita»
2000 Se publica en español la Antoniana Margarita

Quinto Centenario de Gómez Pereira 1500-2000

Jaime Gómez González, médico colombiano afincado en Florida, estudioso desde hace años de la figura de Gómez Pereira, comenzó a organizar a finales de 1998 la conmemoración de Quinto Centenario del nacimiento de Gómez Pereira (1500-2000). Se ha constituido un Comité pro Quinto Centenario de Pereira, cuya dirección es:

Jaime G Gómez, M.D.
Presidente del Comité pro
Quinto Centenario Gómez Pereira (1500-2000)
4101 NW 60th Circle
Boca Raton, Fl 33496, EE.UU.

{Jaime Gómez González, Médico (1955), Fundador y Director del Instituto Neurológico de Colombia (1966-1987) del que es Director emérito desde 1987, Profesor Asociado a la Universidad Javeriana, Florida (1989-1997), Profesor invitado y asociado de las Universidades de Miami (1989-) y de Gainesville (1991-), Miembro de número de la Academia Nacional de Medicina de Colombia y Miembro correspondiente de la Academia Norteamericana de Neurocirugía, Autor de varios libros y 149 artículos sobre neurología y neurocirugía.}

El Comite Internacional Pereira 2000 tenía en marcha a mediados de 1999 varias iniciativas:

1. Recoge firmas para una petición al Congreso de los EEUU solicitando una ley de honores que incluya:

a. Emision de sello postal y medallones conmemorativos
b. Traduccion de Antoniana Margarita y Nova veraque medicina al inglés
c. Estatua para Pereira.

2. Gestiona una Exposición sobre Pereira en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos en Octubre de 2000.

3. Proyecta impulsar una película sobre Gómez Pereira.

4. Ha organizado cinco comites para distribuir el trabajo:

a. Comité Honorario: En los EE.UU. ha escrito a George Bush, Al Gore, Hillary Clinton, John Glen.
b. Comité Económico
c. Comité de Relaciones públicas
d. Comité de Programas
e. Comité de Publicidad

5. Ha escrito al Parlamento Latino Americano, proponiendo una ley de Honores para Pereira

Está organizando también una reunión académica, cuyo borrador de programa preliminar a 18 de junio de 1999 era el siguiente [planes que no pudieron llegar a cumplirse en abril de 2000]:

    Reunión académica
    Quinto Centenario de Gómez Pereira
    Lugar: Medina del Campo o Salamanca
    Lunes, 3 de Abril de 2000

08.00-09.00 am Misa por el Alma de Gómez Pereira
09.30-10.00 Presentación por los Presidentes de las Sociedades participantes
10.00-10.20 Introducción, Pedro Laín Entralgo
10.20-10.40 Aspectos Biográficos, J.M. López Piñero
10.40-11.00 Medina del Campo siglo XVI, Antonio Sánchez del Barrio*
11.00-11.20 Ciencia en Salamanca siglo XVI, Jose Mª Izquierdo Rojo*
11.20-11.40 Café
11.40-12.00 Gómez Pereira padre del método científico, Jaime Gómez G
12.00-12.20 Gómez Pereira médico, Teofilo González Vila
12.20-12.40 Gómez Pereira filósofo, Gustavo Bueno Sánchez*
12.40-01.00 Medicina del Renacimiento, J.L. Barona
01.00-02.00 pm Refrigerio
02.00-02.20 Antoniana Margarita, Jose Luis Barreiro Barreiro*
02.20-02.40 Objeciones y Apologías, Miguel Sanchez Vega
02.40-03.00 Endecálogo, Pedro Manuel Cátedra García
03.00-03.20 Etología de la Antoniana Margarita, Carlos Luis de Cuenca*
03.20-03.40 Cafe
03.40-04.00 Nova veraque medicina, Jose Jiménez Gerona
04.20-04.40 Gómez Pereira y Francisco Lobato: la invención de un molino de sifón, Nicolas García Tapia*
04.40-05.00 Gómez Pereira psicólogo, Javier Bandrés, Rafael Llavona
05.00-05.30 Resumen, Comite Internacional Quinto Centenario de Gómez Pereira
05.30-06.00 Preguntas y respuestas
06.00 Clausura

Conferenciantes previstos:

Javier Bandrés, Departamento Psicología UCM
Jose Luis Barona, Facultad. Medicina, Universidad de Valencia
Jose Luis Barreiro Barreiro, Universidad de La Coruña
Gustavo Bueno Sánchez, Universidad de Oviedo
Pedro Manuel Cátedra García, Universidad de Salamanca
Carlos Luis de Cuenca, Real Academia Medicina y Veterinaria
Nicolas García Tapia, Universidad de Valladolid
Jaime Gómez González, Director emérito Instituto Neurológico de Colombia
Teofilo González Vila, Universidad de Valladolid
Jose Manuel Izquierdo Rojo, Universidad de Cantabria
Jose Jiménez Girona, Universidad de Valencia ?
Pedro Laín Entralgo, Real Academia de Medicina
Rafael Llavona. Departamento Psicología UCM
Jose M. López Piñero, Universidad de Valencia
Teresa Santander Rodríguez, Universidad de Salamanca
Antonio Sánchez del Barrio, Fundación Díaz

En junio de 1999 se habían asociado ya al Quinto Centenario de Gómez Pereira:

Real Sociedad Española de Historia Natural
Asociación Ibero Americana de Psicólogos
Fundación Gustavo Bueno (Oviedo)
IES Gómez Pereira (Medina del Campo)
Society of Hispanic Historical and Ancestral Research
En noviembre de 1999 Jaime Gómez informa de algunas de las iniciativas del Comité

El Sr. Rector de la Universidad de La Coruña aceptó nuestra petición para ser miembro del Comité Honorario.

Escribimos y nos permitimos sugerir al Rector de la Universidad de Salamanca, conceder el grado de Doctor postumo al Licenciado Gómez Pereira, ex alumno de dicho centro muchas veces secular.

Escribimos a la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos la solicitud para que se reconozca a Gómez Pereira como el precursor del método científico adoptado por esa institución en 1993.

Se entregó al Representante Wexler de la Florida, la petición para la Ley de Honores del Congreso de los Estados Unidos, firmada por cien floridianos.

Hemos tratado de organizar un Simposio en Washington pero hemos tropezado con la falta de interés del Gobierno de España.

Tenemos el gusto de informarles de la aparición del artículo Gómez Pereira, V Centenario del Precursor del Método Científico, en la Revista Médico Interamericano, Nueva York, noviembre de 1999, 18:556-560.

Se han recibido cinco resúmenes de las conferencias del Simposio. Hemos extendido hasta el 30 de Diciembre el plazo para aceptar nuevas ponencias que nos han anunciado para completar el programa.

Por esas fechas estaba ya organizado un viaje desde Florida para poder asistir al Simposio, ahora previsto para los días 7 a 9 de abril de 2000, en la Real Academia de Medicina, en Madrid, que incluía una visita a las «Escuelas médicas del noroeste de España». A finales de diciembre de 1999 el Comité invita a la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales a sumarse al centenario de Pereira:

Excmos Señores Académicos:

De la manera más respetuosa nos dirigimos a vosotros para pedir vuestra ayuda con motivo del V Centenario de Gómez Pereira, «el médico que más gloria y honor ha dado a España, el Máximo filósofo Español», en palabras de Chinchilla y de Guardia escritas hace más de un siglo.

Nosotros hemos podido descubrir en la Antoniana Margarita (1554) y en Novae veraeque Medicinae (1558) que Pereira sentó las bases del Método Científico un siglo antes que Descartes. Hay más de 3.000 publicaciones sobre este último en la lengua inglesa, solamente hay seis sobre Pereira!

En 1993 la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos adoptó el Método Científico para uso en las Cortes Federales sin dar el menor reconocimiento a Pereira.

El Comité Internacional pro V Centenario de Pereira, con miembros en los Estados Unidos, España, el Reino Unido, Chile, Colombia e Israel, ha estado trabajando en varios campos para celebrar honrosamente este evento y nos permitimos solicitar muy comedidamente la ayuda de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales para llevar a cabo los siguientes programas:

1. Participación en el Simposio Internacional y en la Sesión Solemne que estamos organizando en la Real Academia de Medicina del 7 al 9 de Abril del 2000. Necesitamos vuestro apoyo para confirmar la invitación al Príncipe de Asturias y al Cardenal Primado de España.

2. Comunicación a las Academias de Ciencia de los Estados Unidos, de Ibero America, al Instituto Wellcome, a la Sociedad Japonesa de Historia Hispánica, y a otras entidades de la celebración del V Centenario. A la Corte Suprema de los Estados Unidos, apoyando la solicitud que hemos hecho para que se reconozca a Pereira como el autor del Método Científico.

3. Nombrar una comisión para estudiar la biografía de Pereira y establecer cuando murió. Pensamos que debió ocurrir entre 1563, cuando recibió una patente por cédula real firmada por Felipe II y 1573 cuando los herederos de Pereira figuran en el testamento del Dr. Francisco Sosa. No hemos logrado desde aquí conseguir esa información en los Archivos Diocesanos de Valladolid o en los de Medina del Campo.

4. Hemos presentado al Congreso de los Estados Unidos un proyecto de Ley de Honores para Pereira firmado por cien Floridianos, en él se incluyen la emisión de un sello postal, medallones conmemorativos y una estatua para el egregio desconocido! Tal vez el Concejo de Medina del Campo, las Cortes de Castilla y León y el Congreso de España pudieran hacer algo similar.

5. Deseamos hacer exhibiciones en Madrid y en Washington DC sobre la vida y la obra de Pereira. Solamente hay treinta copias de sus libros en la sección de raros de algunas bibliotecas. La traducción al Español de la Antoniana Margarita está en prensa en la Universidad de Santiago de Compostela. El Comité Internacional busca la traducción de las dos obras del latín al inglés!

6. Creemos que la mejor manera de hacer conocer a Pereira en el mundo entero sería a través de una película en la misma forma que todos conocen al Cid gracias a Charlton Heston y Sofia Loren. La vida y obra de Pereira sería un magnífico tema, el Endecálogo contra la Antoniana Margarita del Dr. Sosa (1556) es el tema correcto para una cinta animada.

A principios de enero de 2000 el Comité había recibido los siguientes resumenes de intervenciones previstas en el Simposio:

J.L. Barreiro Barreiro (Universidad de Santiago de Compostela, España), La «Antoniana Margarita» y su complejidad interpretativa
N. García Tapia (Univ de Valladolid), Gómez Pereira y su invención de un molino de sifón junto con Francisco Lobato
J. Gómez Gonzáalez (fundador y director Emérito del Instituto Neurológico de Colombia), Gómez Pereira precursor del método científico
A. Gross (Universidad de Ben Gurion, Israel), Judaísmo, Cristianismo y Nuevo Cristianismo Mesiánico
G. Sanhueza (Universidad de Chile), Sobre la discusión de Descartes lector de Gómez Pereira

Pero, al parecer, aunque la Real Academia de Medicina había confirmado el 20 de julio de 1999 su patrocinio del Simposio sobre Gómez Pereira en Madrid, en marzo de 2000 se deshizo de su compromiso. El Comité intenta promover alguna celebración en Medina del Campo y no descarta que el Simposio pueda celebrarse después del verano.

09-02-14 - El racionalismo habla español

Gómez Pereira se adelantó al francés Descartes

Gómez Pereira
Gómez Pereira

El racionalismo, la gran corriente filosófica que inundó la Europa moderna, no es factura del francés Descartes, como siempre se dice y es ya lugar común, sino del español Gómez Pereira, filósofo y médico que llegó a tratar a don Carlos, el desdichado hijo de Felipe II. También se adentró en los territorios de la ingeniería y los negocios.

Gómez Pereira nació en 1500 en Medina del Campo. Su única obra de carácter filosófico se titula "Antoniana Margarita", extraño encabezamiento resultado de los nombres de sus progenitores, Antonio y Margarita. La publicó en agosto de 1554 en Medina del Campo y en latín. No sobra recordar que Descartes nació en 1596. Y produce sorpresa y estupefacción considerar que hasta el año 2000 no apareció en español, según una edición de la Fundación Gustavo Bueno y de la Universidad de Santiago de Compostela. No extraña que ante semejante dejación española, los franceses se hayan apropiado de sus ideas hasta entronizar a Descartes en lo más alto del olimpo intelectual.

Un dato que es prueba incontrovertible. Gómez Pereira propuso el silogismo: "Conozco que yo conozco algo. Todo el que conoce es. Luego, yo soy". Obviamente, la famosísima sentencia de Descartes "pienso luego existo" está calcada de la del castellano. La primacía del racionalismo es evidentemente del español sobre el francés.

Nuestro filósofo estudió en Salamanca durante el período nominalista, doctrina que, tras asimilarla, transformó en un sentido sensualista. Era enemigo del criterio de autoridad respecto a las cosas observables, a la experiencia y todo lo que entra por los sentidos. No admite más autoridad que lo que se conoce directamente. Sólo contempla lo que puede ser razonado sin apriorismos. Como tiene escrito, "en no tratándose de cosas de religión no me rendiré al parecer y sentencia de ningún filósofo si no está fundado en razón".

El filósofo castellano rechazaba el escolasticismo. Siempre se mostró contrario a la doctrina aristotélica de la materia prima y de la forma sustancial. Negó la distinción entre las especies sensibles y las inteligibles en el acto perceptivo, en la acción de conocer. Por eso mismo rechazó que existan dos formas de captar la realidad.

La teoría más famosa y fuerte de Gómez Pereira -rabiosamente racionalista- se refiere al automatismo de las bestias, de la que se deducen múltiples consecuencias y está, sin duda, en la base misma de la fisiología moderna. Y es que el filósofo castellano prescinde del alma en sus explicaciones sobre los animales paralelamente a como, años después, la mecánica celeste también prescindió de Dios. Una anécdota ilustra la convergencia. Napoleón, después de leer el "Tratado de mecánica" de Laplace, le dijo: "Noto que no habláis de Dios en vuestra obra". Laplace, resuelto, le respondió: "No necesito a Dios para mis cálculos". Gómez Pereira podría haber dicho análogamente, refiriéndose a su "Antoniana Margarita": "No necesito el alma para mis cálculos de la economía de los animales".

¿Qué son, entonces, los animales? No tienen alma, es decir, no sólo no tienen alma racional, sino tampoco alma sensitiva. Se comportan como autómatas. Es sólo una metáfora decir que un galgo, cuando ve o huele a la liebre, se lanza en carrera hacia ella. No es así. El galgo ni ve ni huele. No siente, ya que no tiene alma, ni siquiera sensitiva. Es sólo una máquina fantásticamente diseñada que cuando recibe un estímulo determinado se dispara siguiendo cierto patrón de comportamiento.

Cuando intenta indicar cuál es el mecanismo de recepción del galgo -cómo percibe el estímulo, la liebre, y de qué manera responde y se aproxima a su presa-, Gómez Pereira ofrece un clarísimo modelo de lo que luego será el tan famoso reflejo condicionado, central en la psicología actual.

Casi un siglo después de la "Antoniana Margarita", los racionalistas franceses, contemplando una vivisección de un perro, se pasmaban de la escena. "Son maravillosas estas máquinas", decían, "parece que sufren".

La interpretación más extendida sobre la teoría de Gómez Pereira, como después se hizo con las propuestas de Laplace, indica que abre la puerta al materialismo moderno. En el caso de la teoría del automatismo de las bestias, el fundamento parece claro, ya que sería un ejemplo de ejercicio del método mecanicista, que destierra cualquier residuo metafísico en la explicación de los procesos naturales. No hace falta Dios. No hace falta ninguna instancia del más allá. Sin embargo, y como indica la dialéctica del materialismo filosófico, Gómez Pereira no llegó a su teoría partiendo de premisas materialistas, sino todo lo contrario. Era un decidido espiritualista.

Marcelino Menéndez y Pelayo llama a Gómez Pereira "reformador científico del siglo XVI". Un buen epitafio.

18-02-14 - El Campus de Soria acoge desde mañana una exposición sobre la científica Marie Curie

Coordinada por la profesora Ana María Verde Romera, permanecerá hasta el 5 de marzo

El Campus Universitario Duques de Soria albergará, desde el día 18 de febrero hasta el 5 de marzo, la exposición “Marie Curie”, cedida por el I.E.S. Gómez Pereira, en Medina del Campo. Dicha exposición está coordinada por la profesora Ana María Verde Romera, del Departamento de Didáctica de las Ciencias Experimentales, Sociales y de la Matemática de la Universidad de Valladolid. 

Esta exposición da a conocer a Marie Curie como una de las grandes científicas de todos los tiempos. El objetivo de esta muestra es eminentemente didáctico, por ello, además de recoger sus importantes logros científicos, cabe destacar también, otros aspectos que forman parte de la construcción del conocimiento científico y de la propia Naturaleza de la Ciencia como es la influencia de aspectos culturales y científicos de la época o las vivencias y acontecimientos personales más importantes de una mujer científica. 



Esta pagina está en constante actualización, diseñada para visualizar en 800 x 600 y superior, mantenida por Juan Antonio del Sol Hernández - MEDINA DEL CAMPO, -- Última modificación: 2002-2018
Todo el contenido de esta Web está incluido con el único y sano fin de tratar de divulgar y dar a conocer lo más posible la historia de Medina del Campo, Villa de las Ferias. Si en alguna de las páginas que contiene esta Web hay algún material que no debería estar incluido por disponer de derechos de autor, rogaría me lo comunicasen e inmediatamente sería retirado.