Du Guesclin (h.1320.1380),
<<un venturoso caballero amado por todas
las gentes de armas>>, como decía
de él el cronista Juan Froissart, era un militar bretón
que tras ser armado caballero, entró en 1357 al servicio de Carlos
V, entonces príncipe heredero. Destacó en diversos lances
de la guerra de los Cien Años, y en 1366 tomó el mando
de las Compañías Blancas para ayudar a Enrique de Trastámara
en su lucha contra Pedro I. En las Compañías combatían
unos 10.000 o 12.000 soldados mercenarios de los que Carlos V de Francia
estaba deseoso de librarse.
En la batalla de Nágera
de 1367 Du Guesclin cayó prisionero, aunque al poco tiempo fue
liberado y pudo retornar a Francia. A finales de 1368 el caballero bretón
volvió a la península Ibérica, con objeto de ayudar,
una vez más, a Enrique de Trastámara. Su intervención
en los sucesos de Montiel (marzo de 1369) fue decisiva. Como recompensa
Enrique II le concedió, en mayo de 1369, el señorío
de Molina, así como las villas de Soria, Atienza y Almazán.
Al año siguiente, Du Guesclin renunció a esas mercedes
a cambio de unas considerables sumas de dinero. De retorno a su tierra,
tras recibir en 1370 el título de condestable de Francia, continuó
la guerra contra los ingleses en el Poitour y en Guyena. Murió
cuando intentaba recuperar la plaza de Chateauneuf-de-Randon.