11-02-04 - La Colegiata, lista para el V Centenario de Isabel la Católica
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Momentos de la restauración Retablo Mayor de la Iglesia Colegiata de San Antolín |
Una cincuentena de conjuntos esculturales e imágenes exentas, organizados en diez calles laterales y cuatro entrecanales, a las que se suma la "avenida" central, configuran el Retablo Mayor de la Colegiata medinense. El mismo que los visitantes podrán ver, a partir de abril, completamente restaurado, con motivo de la exposición "Caballería y devoción a finales de la Edad Media. Arte religioso y profano en la Castilla de Isabel la Católica", de la que será, en cierta medida, pieza fundamental.
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Ascensión de Cristo a los Ciejos |
Los trabajos que ha realizado la empresa "Abside Restauraciones" sobre el Retablo que encargara Catalina Sedeño, sobrina del Obispo Juan Ruiz de Medina, ha permitido arrojar luz certera y definitiva sobre la autoría de alguna de las tablas que componen el mismo, las técnicas utilizadas por los artistas que participaron en su confección y hasta detectar la belleza de algunos conjuntos esculturales, especialmente situados en la parte superior del retablo, que requerían de la ayuda de unos prismáticos para ser admirados en toda su extensión.
Y es que en los 37 años que duró la construcción de dicho retablo, entre 1539 y 1576, un buen número de artistas determinados y otros más, a los que algunas obras son atribuibles, dejaron constancia, en la iglesia colegial, del buen haber de los talleres que montaron "in situ" para llenar de contenido el impresionante y bellísimo ensamblaje de estilo plateresco que elaboraron Juan Rodríguez y Cornieles de Holanda, Joaquín de Troya y Pedro de Salamanca, así como, en lo que afecta a los dorados, el pintor Luis Vélez.
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Muestra de una pieza con doble estofado |
Inequívocas autorías de Juan Rodríguez, Isidro de Villoldo y Pedro de Salamanca, en los relieves y esculturas de corte berruguetesco, y atribuciones, casi certeras, a favor de Juan Picardo y Leonardo de Carrión, en la última fase.
Eso sí, quienes admiren el retablo ya restaurado apreciarán notables diferencias con su estado anterior, de forma básica en la monocromía de la piedra alabastrada del basamento -antes policromado- y en la configuración del entramado, más adosado y menos prominente con respecto a la pared posterior, de la que penden, de forma directa, algunas piezas centrales.
Entre las esculturas de mayor enjundia, según aseguraron algunos de los técnicos que han realizado la restauración, financiada con 260.000 euros de Fondos Europeos, se encuentran la Ascensión de Nuestro Señor, la Magdalena, los Escarnios y la Flagelación de Cristo.
Como datos curiosos, merced a la cubrición, mediante una celosía a modo de mampara, que ha impedido el paso de la luz durante siglos, se conserva íntegro, en su color original, uno de los escasos estafados de tonalidad azul lapislázuli, en el manto de una virgen de pequeñas dimensiones.
Extrañezas también en la superposición de, al menos, dos estofados polícromos de diferentes épocas en algunos relieves y el la utilización "fraudulenta" de los trabajos de pan de oro de aquellos años, sustituidos en algunas hornacina por plata dorada, que, debido a la altura de las mismas, no ha permitido hasta la actual restauración detectar la oxidación propia de las argentas.
Plan Director
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La Verónica muestra la Santa Faz |
Por otra parte, las obras de rehabilitación del conjunto de la iglesia Colegiata de Medina del Campo, que se realizan a través de un Plan Director que tuvo sus inicios en 1992, estarán listos para el mes de abril, con motivo de la inauguración de la exposición sobre Isabel la Católica. Si bien, a la conclusión de la misma, los andamios tendrán que volver para realizar algunos remates del sacro edificio.
Uno de los aspectos que más llaman la atención en el restaurado de la obra es el trueque de las vidrieras tradicionales que poseía la Colegiata medinense, por otras de carácter modernista que, en función de la luz que filtran, dan un nuevo sentido de profundidad y de espacio al conjunto interior del edificio.
En el mismo, el único elemento que todavía no ha experimentado los beneficios del Plan Director de Rehabilitación es el coro, que tendrá que esperar para su recuperación a la finalización de las exposiciones previstas para el V Centenario.
Javier Solana - La Voz de Medina y Comarca