Medina
del Campo. Villa histórica, monumental,
escultórica y paisajística
Villa
de las Ferias
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Leonor de Alburqueque y Ledesma |
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Leonor
Urraca de Castilla, conocida con el sobrenombre de la
rica hembra, Condesa de Alburquerque ( 1374 - 1435 ). Reina de Aragón por su matrimonio con Fernando
I de Aragón .
Nació en Castilla en 1374
. Hija de Sancho de Castilla Conde de Alburquerque (hijo del
rey Alfonso XI de Castilla y hermano del rey Enrique II de Castilla ) y de Beatriz de Portugal (hija del rey Pedro I de Portugal
y de doña Inés de Castro).
Era una dama de ascendencia real,
heredera de ricas tierras y propiedades en Castilla, La Rioja
y Extremadura. En el año 1393 contrae matrimonio con su
sobrino el Infante Don Fernando (hijo de Juan I de Castilla).
Los hijos nacidos de esa unión, los denominados Infantes
de Aragón, fueron:
- Alfonso V de Aragón , nacido en 1394
- María de Aragón, nacida en 1396 , que casó
con su primo Juan II de Castilla
- Juan II de Aragón , nacido en 1397
- Enrique de Aragón, Duque de Alburquerque, Conde de
Villena, Gran Maestre de la Orden de Santiago, nacido en 1400
- Leonor de Aragón, nacida en 1402 , que casó
con Duarte I de Portugal
- Pedro de Aragón, Conde de Alburquerque, nacido en
1406
- Sancho de Aragón.
Leonor Urraca de Castilla y su
esposo (que tomó el nombre de Fernando I de
Aragón) fueron coronados Reyes de Aragón tras
el Compromiso de Caspe
Tras la muerte de su esposo (1416),
Leonor se retiró a Castilla donde fue testigo de los enfrentamientos
de sus hijos contra el partido realista encabezado por Álvaro
de Luna. Leonor terminó perdiendo sus posesiones en beneficio
de este último. Leonor falleció en Aragón
en el año 1435.
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21-11-05
- RAMÓN
¿Por qué Leonor? Una suposición más
«Son demasiadas coincidencias (una reina ejemplar, Leonor
de Aragón, madre de dos grandes reyes: Enrique III, el
primer Príncipe de Asturias, cuyo reinado la Historia juzga
como modélico, y Fernando I, rey de Aragón) para
que en la mente de nuestros Príncipes no figurase el
nombre de Leonor para su hija.»
IGUEL ARAGÓN ESPESO/Doctor en Medicina e historiador
El
reciente nacimiento de doña Leonor de Borbón, hija
del príncipe de Asturias, Don Felipe, me ha dado pie a
esta breve disquisición sobre este nombre y su posible
relación con Leonor de Aragón, reina de Castilla.
Nació doña Leonor en el año 1358; hija del
rey de Aragón Pedro IV, 'El Ceremonioso' (1319-1387),
y de su esposa Leonor de Sicilia. Se casó en la ciudad
de Burgos, en el mes de mayo de 1375, con Juan, primogénito
del rey de Castilla Enrique II de Trastámara. A la muerte
del monarca, ocurrida en 1379, el príncipe subiría
al trono de Castilla con el nombre de Juan I.
Juan
I (Epila, Zaragoza, 1358-Alcalá de Henares, 1390) fue señor
de Cuéllar, población que le pertenecía por
herencia de su madre, Juana Manuel, hija del infante don Juan
Manuel; de esta manera, Leonor se convirtió en reina de
Castilla y señora de Cuéllar.
La
reina Leonor fue dama de grandes dotes personales; la historia
la considera como 'reina santa'. Su predilección
por Cuéllar, población de gran importancia durante
este reinado, la llevó a tomar bajo su protección
a los religiosos de la villa, y a proteger sus bienes y propiedades.
El
3 de diciembre de 1379 otorgó una serie de privilegios
al arcipreste y clérigos de Cuéllar, «los
tomó bajo su protección, disponiendo que nadie les
hiciera agravios, que no les fueran tomadas sus bestias, ni pasasen
gentes extrañas en sus casas y además les libraba
de hacer guardia a las puertas de la villa». Como todos
los privilegios que en aquellas fechas se concedían a los
clérigos, llevaban consigo la obligación de aplicar
oraciones.
Asimismo,
el 12 de octubre de 1379 concedió el derecho de martiniega
al monasterio de religiosas cistercienses de Santa María,
hoy desaparecido. (1)
Doña
Leonor murió en la villa de Cuéllar el 13 de septiembre
de 1383, como consecuencia del parto de una hija. Juan I, que
se hallaba por esas fechas en Toledo, mandó trasladar el
cuerpo de la reina a esta ciudad, donde fue enterrada en la iglesia
de Santa María.
El
poeta Alfonso Alvárez de Villasandino, contemporáneo
de Juan I, escribió estos versos en la tumba de la reina: «Aquí yase Doña Leonor/ Reina de muy gran
cordura / Una santa criatura / Que murió a favor deste
mundo engañador».
Durante
el reinado de Juan I, el duque de Lancaster alegó sus derechos
al trono, como esposo de Constanza, hija del rey Pedro, I 'El
Cruel', y declaró la guerra a Castilla. Por el tratado
de Bayona (1388), se pone fin a las ambiciones del duque mediante
un pacto matrimonial entre el príncipe Enrique, futuro
Enrique III, y Catalina, hija del duque, a la que cede sus derechos
el inglés. La boda tendría lugar en a iglesia de
San Antolín, de la ciudad de Palencia.
Juan
I concedió a los jóvenes esposos los títulos
de Príncipe y Princesa de Asturias. Merced a este nombramiento,
Enrique III pasaría a la Historia como el primer heredero
al trono de Castilla que ostentó este título. A
partir de él lo llevaron todos los herederos a la corona,
primero de Castilla y luego de la España unificada, hasta
llegar al actual Príncipe de Asturias, Don Felipe de Borbón
y Grecia, al que le fue concedido oficialmente el 21 de enero
de 1977.
El
rey Juan I murió en 1390 en la ciudad de Alcalá
de Henares a consecuencia de una desgraciada caída a caballo.
En su testamento, deja el trono de Castilla a su primogénito
Enrique, de solo 11 años, al que la Historia, debido a
su precaria salud, recuerda como 'El Doliente' (Burgos,
1379-Toledo, 1406). A su segundo hijo, el infante Fernando (Medina
del Campo, 1380-Igualada, 1416) le cede el señorío
de Cuéllar. En el compromiso de Caspe (24 de junio de 1412),
Fernando supo alegar sus derechos al trono de Aragón como
hijo de Leonor de Aragón y nieto de Pedro IV, 'El Ceremonioso',
y llego a ocupar el trono con el nombre de Fernando I 'de Antequera'.
Tras una breve regencia de tres años, en la que Cuéllar
jugó un papel muy importante en la historia de Castilla
al albergar entre sus muros al joven rey, Enrique III asumió
las riendas del poder en 1394.
De
este monarca, en cuyo reinado se inició la conquista de
las islas Canarias, escribe el Marqués de Lozoya: «Lo
que sabemos basta para situar la figura de Enrique III en la galería
de los más grandes monarcas españoles».
«En
él están todas la virtudes, todos los conceptos
políticos, todo el sistema y hasta los sueños que
habían de hacer singular en la Historia el reinado de sus
descendientes, los Reyes Católicos. Todo o casi todo fue
malogrado por la precaria salud del rey». (2).
La
figura de Enrique III fue el motivo que sirvió de base
a Mariano José de Larra para escribir en 1834 su novela
histórica 'El Doncel de Don Enrique'; este libro
es, precisamente, el que Doña Leticia Ortiz le entregó
a Don Felipe de Borbón como regalo de boda.
Pienso
que son demasiadas coincidencias (una reina ejemplar, Leonor de
Aragón, madre de dos grandes reyes: Enrique III, el primer
Príncipe de Asturias, cuyo reinado la Historia juzga como
modélico, y Fernando I 'de Antequera', rey de Aragón,
que realizó una activa política mediterránea),
para que en la mente de nuestros Príncipes no figurase
el nombre de Leonor, la señora de Cuéllar, como
el destinado para su hija.
Todo
lo expuesto es una mera suposición de un amante de nuestra
historia, quizás lejos del verdadero motivo que impulsó
a Don Felipe y a Doña Leticia a elegir para su hija el
nombre de Leonor.
(I).
Velasco Bayón, Balbino. 'Historia de Cuéllar'. Excma.
Diputación de Segovia. Tercera edición. Pág.
156. Segovia. 1988.
(2).
Marqués de Lozoya. 'Historia de España'.
Tomo II. Pág 266. Salvat Editores. Barcelona, 1967.
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21-04-10
- La Historia de Leonor de Alburquerque y Ledesma
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Pila
románica de Aldeadávila, con gran similitud
de la de Corporario, probablemente del mismo cantero |
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En
esta comarca de Las Arribes salmantinas tuvieron mucha significación
diversos regentes o señores feudales: Sancho I Peh, doña
Leonor y su hijo el infante aragonés Enrique. En esta entrada
vamos a ver una pequeña semblanza de doña Leonor
de Guzmán.
Doña
Leonor de Guzmán, señora de Ledesma,es coronada
reina de Aragón en 1414, por lo que acuden a la ciudad
aragonesa, representantes oficiales de todos sus señoríos,
entre ellos, los representantes de la Roda de Masueco[3].
Como era costumbre en actos tan señalados, los Representantes
de la Roda acuden al acto con todos los símbolos de su
poder: entre ellos las célebres guedejas. La
coronación como reina de Aragón se ecelebró
en 1414.
Estos
estados y títulos los heredó Dª Leonor de Guzmán
de D.Sancho su padre, y los llevó en matrimonio [1]
a D.Fernando el de Antequera, que después fue Rey de Aragón,
y éste en su testamento, hecho en 1415, dio al infante
D. Enrique, su hijo, el condado de Alburquerque y la villa
de Ledesma y Salvatierra, Miranda, Montemayor, Granada y Galisteo,
que llaman las Cinco Villas[2].
Doña
Leonor era hija del conde D. Sancho, Condes ambos de Ledesma.
El Conde Sancho era hermano del rey Enrique III el Doliente,
quien se había casado con doña Beatriz, hermana
del rey de Portugal
Estas bodas se celebraron en la ciudad
de Santarém, pero pronto la peor desgracia cayó
sobre ellas.
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Tumba
antropomórfica de la antigua aldea de Rivas |
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Era
Don Sancho, Conde de Ledesma, un valiente caballero, que con sólo
20 años había intervenido ya en varias batallas.
En 1374, estando en Burgos, donde se preparaba una empresa contra
el duque de Lancaster (Alencaster) que se metía por estos
reinos, una noche fatal, ocurrió la mayor desgracia.
Tumba antropomórfica de la antigua aldea de Rivas
El
rey Enrique III nos describe este acontecimiento histórico:
En
Burgos se combatía contra el duque de Alencaster por sus
abusos, y en este combate, al Conde D. Sancho le alcanzó
un golpe de lanza, provocándole una herida fatal, y causándole
la muerte. Fue enterrado en la Catedral de Burgos.
Al
ocurrir esta desgracia, doña Beatriz, esposa de don Sancho,
se hallaba encinta, naciéndole poco después una
hija, a quien llamó Leonor de Castilla. Para
pasar tranquila los tristes días que le esperaban en su
viudedad, Doña Beatriz se retiró con su hija a San
Felices de los Gallegos, donde moró en su castillo, bien
acogida en tan tristes días por la Villa y sus moradores.
En
San Felices transcurrieron los años infantiles de la futura
reina doña Leonor. Allá arriba, en lo alto de la
torre del homenaje, doña Beatriz mostró a su hija
muchas veces los dilatados horizontes de ambos reinos.
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El
cañón del Río Las Uces, entre
Masueco y Pereña de la Ribera |
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Doña
Beatriz favoreció mucho a la villa de San Felices, y dejó
inmejorables recuerdos en ella, pero desgraciadamente su salud
no debió de ser muy fuerte, y al cabo de unos seis años
pasó a Ledesma, y allí murió el 5 de julio
de 1831, siendo enterrada en la Catedral de Burgos, junto a su
marido.
Aquella
nila, su hija Leonor, que durante varios años había
alegrado el ambiente señorial de la Villa de San Felices,
al quedar completamente huérfana, fue recogida y llevada
a la corte, encontrando en el rey don Juan I, su primo hermano,
un sincero y familiar afecto.
Es
el padre Mariana quien la va a presentar en la Corte de Castilla
del rey Enrique III el Doliente; he aquí sus palabras:
Andaba
en la corte doña Leonor, hija única de don Sancho,
conde de Alburquerque; la dote y sus haberes y rentas, eran de
tal guisa, que el pueblo la llamaba la Rica Hembra.
En
efecto, doña Leonor, próximamente a sus deciocho
años, era: condesa de Alburquerque, señora de San
Felices y Sobradillo, de Medellín, de Tiedra, Montealegre,
Villalba del Azor, Castromonte, Carvajales, Ampudia, Haro, Briones,
Belhorado, Cerezo y Ledesma, su tierra. Esto solo por su padre,
porque, en esta sazón, poseía también todo
lo de su madre.
Efecto
de esta posición suya opulenta, sucedió que eran
muchos y buenos los pretendientes que la solicitaban, y vino a
alcanzarla el infante don Fernando, llamado el de Antequera, hermano
del rey.
Don
Fernando de Antequera, a su vez, era señor de Lara, duque
de Peñafiel, señor de Medina
del Campo, de Castrogeriz, Cuéllar, Olmedo,
Villalón, Cifuentes, Mondéjar, Granadilla, Galisteo,
Paredes de nava, señores de la villas del infantado, y
de otros muchos pueblos que le producían, junto con los
de su esposa, millones de maravedíes de renta.
Todo
esto, en comparación con lo que ha de venir, será
poco para la Condesa, toda vez que su bella estrella, al casarse
con el exitoso Fernando, la iba a llevar muy pronto a ser reina
de Aragón, y a ser madre de cuatro reyes, y abuela de Fernando
el Católico.
En
la obra titulada Coronaciones de los Reyes de Aragón
de Jerónimo de Blancas, después de tratar del curioso
relato de la coronación del infante Fernando, realizada
en Zaragoza, se cuenta también el relato de la coronación
de la reina doña Leonor, escrita en lenguaje aragonés
antiguo.
La
ceremonia de la coronación, se celbró en Zaragoza
con la mayor de las pompas, el lujo y el esplendor posible de
la época:
Iba
doña Leonor del brazo del príncipe, el Duque y sus
hijos hacia el palacio de los Mármoles, acompañada
también de doncellas, caballeros y escuderos ricamente
vestidos. La reina montaba sobre caballo blanco y lujosamente
guarnecido, y alrededor de ella, a pie, los Grandes Señores,
Infantes y rocos Hombres y caballeros. Así que llegó
a la iglesia, hizo oración y se sentó en la silla
del Rey.
Después
vino el Arzobispo Don Lope de Luna para bendecirla. El Rey se
sentó en su silla con las vestiduras con que se había
coronado días antes. Allí comenzaron a decir los
Obispos y Arzobispos de todo Aragón- las oraciones
correspondientes al acto. Dichas éstas, la Reina doña
Leonor, se postró ante el Rey, su esposo, y éste
puso sobre su cabeza la corona que era de oro y piedras preciosas:
el Cetro en la mano derecha y una sortija en un dedo de sus manos.
A continuación el Rey dio la paz, y se acercaron a la reina
los Infantes sus hijos a besarle la mano. Y el Rey seguidamente,
armó a varios caballeros.
Acabadas
estas largas, vistosas y obligadas ceremonias, la Reina regresó
en su caballo, maravillando a las gentes que estaban en las calles
para verla pasar. Los días siguientes hubo torneos, justas
y juegos de cañas apara celebrar la coronación.
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Detalle
gótico de LA FLOR DEL OLIVO en la puerta Sur
de la Iglesia de Aldeadávila |
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Reinaron
estos reyes en Aragón felizmente varios años, hasta
que el Rey muriera en Igualada, retirándose entonces doña
Leonor de Castilla, viviendo muchos años en Medina del
Campo, donde murió a los sesenta años de edad en
1435.
[1] El matrimonio entre Fernando de Antequera
(futuro rey Fernando I de Aragón) y su tía Dª
Leonor de Guzmán o Alburquerque se celebró en 1393.
[2]
ZURITA: Antología de Aragón, cap. 60.
[3]
Documentación del archivo Municipal de Ledesma.
Extensa anotación contenida en Masueco: ayer y hoy,
Consuelo Hernández Estévez y Delfina Alvarez Cenizo.
Gráficas Cervantes, S.A. ISBN: 978-84-613-0702-9, pp.29
y ss.
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Publicado en Aldeadávila de la Ribera, Arribes salmantinas,
Bien interés cultural, Historia medieval, Ledesma, Masueco
de la Ribera.
Fuente: http://archive.today/WqpSK
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