LOS CAMBIOS Y EL MERCADO DEL
DINERO
Los cambios
y el mercado financiero de préstamos con interés son
las actividades económicas que tienen un mayor desarrollo
en las ferias de Medina del Campo y las que realmente otorgan a
la villa una proyección internacional. La oficina de los
cambistas era muy sencilla: un
banco de respaldar y un largo tablón como mesa de operaciones
donde se disponía a la vista de todos un peso de guindaleta
con pesos justos y contrastados. La contabilidad se registraba en
el libro de caja y el libro manual; se llevaba por "debe y
"haber" y, en relación separada por nombres y vecindad,
se anotaban las cuentas de dinero y la clase de moneda. La banca
y los cambistas tenían su espacio de operaciones circundado
por cadenas engarzadas a gruesos "rollos" o pilares de
granito, con el fin de evitar atropellos originados por el tránsito
de carros y caballerías.
La
letra de cambio es la forma más generalizada de préstamo
durante el siglo XV. Aunque pueden buscarse antecedentes muy remotos,
este instrumento mercantil parece que empieza a consolidarse hacia
las décadas centrales del siglo XIII; durante el siglo XV
se generaliza su uso y es en las Ferias de Medina del Campo donde
adquieren un gran desarrollo y su forma de funcionamiento definitiva.
Gracias o los extraordinarios fondos del Archivo Simón Ruiz
-conserva cerca de 30.000 letras de cambio circuladas entre los
años 1553 y 1606- podemos contemplar en el Museo originales
en continua renovación al igual que de poderes, asientos
con la Corona y otros documentos mercantiles del siglo XVI, de gran
valor histórico.
Pesos
y medidas
Uno
de los instrumentos fundamentales del comercio y el intercambio
de productos
es un sistema de pesos y medidas fiable. La disparidad en los modos
de medir y pesar, y la variedad de patrones y fracciones fue una
preocupación constante, que se intentó regular a través
de numerosas disposiciones oficiales, especialmente
desde tiempos del Rey Sabio. Los "fieles" y el "almotacén"
eran los oficiales del concejo encargados de supervisar las pesas
y medidas, así como la vigilancia de los precios oficiales
en el mercado local. En Medina del Campo, el Peso público
se crea durante el reinado de los Reyes Católicos, obligando
a los mercaderes y cambiadores a mostrar a la vista del público
sus pesos en hierro, bronce o latón. Por su parte, también
en este tiempo se establece el contraste para verificar la calidad
de los metales nobles, conforme a los términos de la pragmática
de Granada de 1499.
En
el Museo se exponen piezas de gran singularidad como una colección
de "jetones"
o fichas de contar, sin valor dinerario; balanzas de cambista, juegos
de ponderales de bronce punzonados en Medina, Valladolid, etc. y
un singular juego de pesas en hierro, del siglo XVI, marcado con
las armas de Medina del Campo, quizá el oficial del fielato
del concejo. Respecto a la diversidad de monedas ocurre otro tanto
y es gracias a la Real Pragmática de Medina del Campo, dictada
en junio de 1497 por los RR.CC, cuando se crea el "doble ducado"
o "excelente de la granada", gracias al cual se unifican
los patrones monetarios de los diferentes reinos peninsulares, al
tiempo que se adopta un modelo unitario de divisa.
Simón
Ruiz Envito: prototipo de mercader banquero
Nace
en Belorado (Burgos) hacia 1525 y se establece en Medina del Campo
a mediados de siglo como mercader comerciando al por mayor con géneros
de importación; este hecho le permite entrar en contacto
con los grandes centros económicos de Europa. Sus primeros
negocios se basan en el comercio de lienzos en las ferias más
importantes de Castilla. Los grandes éxitos que le acompañan
desde los comienzos de su actividad le convierten en un hombre de
considerable fortuna, circunstancia que le permite iniciar una segunda
etapa en su trayectoria profesional orientada al comercio del dinero
como hombre de finanzas interesado en el cambio de diferentes monedas
y otras actividades de carácter dinerario.
Durante
los últimos años de su vida -muere el 1 de marzo de
1597-, se consagra por entero a la construcción de un gran
hospital, su gran obra de mecenazgo, en el que se refunden los existentes
en la villa. De su legado -que llega hasta nuestros días
gracias a los desvelos de la Fundación que lleva su nombre-,
podemos contemplar en el Museo, además de numerosas obras
de arte ubicadas en otras secciones, su retrato y el de su segunda
esposa, Dª Mariana de Paz -atribuidos al círculo de
Juan Pantoja de la Cruz-, arcas y arquetas, piezas originarias de
los hospitales refundidos en el suyo, y documentos personales y
mercantiles de su extraordinario archivo -el más importante
de su género en todo el mundo-; su testamento, la escritura
fundacional del Hospital, libros de ferias, asientos, poderes, cartas,
letras de cambio, etc.
Texto
y fotografías pertenecientes al Museo de las Ferias.