Azucena Alfonso.- El pasado viernes 16 de noviembre se celebró la entrega de galardones del Memorial José María de la Fuente “Pinturas”, Premio Nacional de Cortes de Novillos, en el que el Triunfador Nacional fue Luis Gómez, de Guarrate (Zamora), “por ser el torero más destacado en la primera suerte del toreo celebrado en las capeas”.
Respecto a la Torería, fue Óliver García, de Íscar (Valladolid), quien se alzó con el galardón, “por su saber estar en el ruedo y la personalidad en sus cortes”.
Será finalmente el martes, 8 de mayo a las 20.00 horas, y no el lunes 7 como en principio estaba anunciada, la presentación del último libro del periodista y crítico taurino, Paco Cañamero, que regresa a la literatura biográfica después de la novela Trasbordo en Medina. Ahora, el escritor de La Fuente de San Esteban acerca a los aficionados al mundo de los toros Tauromaquias de Castilla; grandes toreros de Castilla y León en el siglo XX. Su trigésimo libro.
En esta nueva obra, Cañamero recupera a 50 toreros naturales de Castilla y León, todos con gran protagonismo en el mundo del toro durante el siglo pasado, excepto uno, que por su importancia en la historia de la tauromaquia abre este trabajo biográfico. Julián Casas ‘El Salamanquino’, de Béjar, figura del sigo XIX, “es el único torero que no pertenece al siglo XX, pero su presencia en el libro es ineludible por ser un pilar fundamental para sus sucesores”, comenta el autor para SALAMANCArtv AL DÍA.
Como cabe pensar, a lo largo de 100 años Castilla y León ha dado más de medio centenar de toreros, por lo que Cañamero ha colocado como filtro, para ser incluido en su obra, “haber confirmado la alternativa en Madrid”, por lo que son todos los que están pero no están todos los que en algún momento cobraron cierta relevancia. A este respecto, Paco Cañamero recuerda el caso de Miguel Moro, al que una enfermedad le apartó de forma prematura de los ruedos sin que pudiera confirmar en Madrid tras tomar la alternativa en La Glorieta en 1977.
Salmantinos y vallisoletanos forman el grueso de la lista de figuras, aunque “también hay uno de Soria, José Luis Palomar, y varios zamoranos. Salamanca tiene Victoriano Posadas, Jumillano, los hermanos Amorós, El Viti, Andrés Vázquez, Paco Pallares, José Luis Barrero, Agapito Sánchez Bejarano, Víctor Manuel, Juan José, Chanito, El Niño de la Capea, y Julio Robles, además de los aún activos”.
El libro arranca con el vallisoletano Pacomio Peribáñez y los salmantinos, los hermanos Eladio y Pepe Amorós, para cerrar con José Ignacio Sánchez. En su interior, Cañamero resume la carrera de cada torero, aunque realiza un mayor detenimiento sobre aquellos que marcaron época, “Santiago Martín ‘El Viti’, Capea, Robles, Andrés Vázquez y Roberto Domínguez, que son los grandes toreros de Castilla y León”.
Como suele ser habitual en sus obras biográficas, Cañamero relata anécdotas e historias curiosas, algunas de ellas desconocidas y otras que casi pasan desapercibidas en la actualidad. “Hay el caso curioso de un torero, que por eso lo he incluido. Manolo Blázquez, de Medina del Campo, tuvo una presencia importante en las plazas de Barcelona y Palma de Mallorca. Llegó a anunciar por tres veces la alternativa y fue cogido previamente. Es el único torero al que hago referencia sin haber confirmado y es por eso que fue un torero relevante. Como la importancia que tuvieron las plazas de Barcelona y Palma de Mallorca, y que hoy están cerradas.
Tras su presentación el 8 de mayo en El Casino de Salamanca, con entrada libre hasta completar el aforo, Tauromaquias de Castilla llegará el 18 de mayo en Madrid.