Una bodeguera de la Denominación de Origen Rueda permanece en libertad provisional con cargos después de prestar declaración ante la Guardia Civil de Medina del Campo (Valladolid) por los presuntos delitos de falsificación de contraetiquetas y contra la propiedad intelectual, según los indicios detectados por el Equipo Roca del Instituto Armado tras las diligencias abiertas en el mes de julio. Fuentes de la Comandancia de la Guardia Civil de Valladolid explicaron que las investigaciones permanecen abiertas, es decir, no se ha cerrado el atestado, aunque en breve serán trasladadas al juzgado de guardia de Medina del Campo.
Según apuntó el subdelegado del Gobierno en Valladolid, Emilio Álvarez, el Equipo Roca de la Guardia Civil investiga al mismo tiempo si la imprenta en la que la bodega denunciada reproducía las tirillas de la DO Rueda ha podido incurrir también en falsificación y un delito contra la propiedad intelectual, tipificado con de uno a cuatro años de cárcel. Álvarez resaltó, además, «las excelentes labores realizadas por los miembros del Equipo Roca de la Guardia Civil de Medina del Campo».
Fueron técnicos del propio Consejo Regulador de la Denominación de Origen Rueda los que detectaron una presunta falsificación de contraetiquetas en la bodega Gótica de la localidad valilsoletana de Rueda y pusieron sus sospechas en conocimiento del Equipo Roca de la Guardia Civil de Medina del Campo, según señala en un comunicado la entidad que vela por el origen y la calidad de los vinos de esta comarca vitivinícola reconocida por sus vinos blancos.
La bodeguera denunciada, María Jesús Díez de la Hoz, ha confirmado que prestó declaración el jueves de esta semana ante la Guardia Civil de Medina del Campo y ha alegado que «ha sido un error administrativo». Según la bodeguera, en la añada de 2017 le sobraron contraetiquetas (y en lugar de devolverlas al Consejo Regulador, como es pertinente), las utilizó para botellas de 2018. «Son cuatro contadas», aseguró, antes de afirmar que no tenía abogado, quizás ajena a la gravedad de los hechos que se investigan. Ante las noticias de que pudiera estar detenida, la empresaría vitivinícola María Jesús Díez de la Hoz aseguró que se encontraba trabajando porque «esta noche tengo que vendimiar». La bodeguera permanece en libertad con cargos hasta que sea citada por el juzgado medinense que se haga cargo del caso, según las fuentes de la Comandancia de la Guardia Civil de Valladolid.
Las diligencias abiertas por el Equipo Roca de la Guardia Civil apuntan a que la bodeguera pudo cometer delitos de falsificación y contra la propiedad intelectual al reproducir de forma ilegal las contraetiquetas de la DO Rueda en una imprenta que también investiga la Guardia. Las pesquisas de los agentes de la Guardia Civil les condujeron hasta varios establecimientos de hostelería de Valladolid, Asturias y Cantabria en los que se han requisado botellas con contraetiquetas falsas de la DO Rueda en tres marcas comercializadas por la bodega mencionada. Los investigadores consideran que ni los distribuidores de las botellas ni los responsables de los establecimientos hosteleros eran conscientes de la falsificación. Se calcula que podrían ser más de 8.000 las botellas comercializadas con contraetiquetas falsas.
El Consejo Regulador subraya en su comunicado de prensa que «esta presunta falsificación se ha detectado gracias al trabajo de control de los servicios técnicos del Consejo Regulador, que velan por la seguridad de los vinos de la DO Rueda, así como por la garantía del origen y la calidad de los mismos».
Respecto a la posibilidad de que la bodeguera, tal y como señala ella, hubiera utilizado contraetiquetas antiguas, habría incurrido en una infracción grave según establece el reglamento interno del propio Consejo Regulador de la DO Rueda. En este caso, acarrearía una sanción económica. Las tirillas están numeradas y son solicitadas por las bodegas al Consejo Regulador cuando van a embotellar sus diferentes marcas. Una vez que terminan de embotellar, si sobran tirillas, se devuelven, o, en caso de que necesiten más, se solicitan, ha explicado el director general de la DO Rueda, Santiago Mora.
Mora también afirmó que una vez que concluya la tramitación penal, que tiene prevalencia sobre la vía administrativa, el Consejo Regulador analizará si la bodega ha utilizado también etiquetas antiguas. En este último caso, la bodega habría cometido una infracción administrativa grave. El Consejo Regulador establece un número máximo de kilos de uva por hectárea y controla la producción de cada uno de los viticultores y bodegueros, se manera que cuando se solicitan contraetiquetas para vender las botellas de vinos tienen que coincidir los datos.
Al margen de que la bodega hay podido cometer una infracción administrativa, las fuentes de la Guardia Civil insistieron en que.
Las fuentes de la Comandancia de la Guardia Civil de Valladolid recordaron que. También confirmaron que , tras realizar las inspecciones técnicas pertinentes en la bodega.