Hace dos años el futuro de Made Medina, fábrica de estructuras para electricidad en Medina del Campo, parecía sentenciado. La apuesta por las energías renovables y la crisis de estas le salió muy caro. «Era un calvario. Llevábamos dos años sin cobrar, con el paro agotado. Nos veíamos en la calle 124 trabajadores (170 si incluimos los eventuales)», resume el presidente de su comité de empresa, Helder Ferrinho. Un ERE extintivo en febrero de 2018 y la intervención concursal de un juzgado parecían confirmar la defunción de su actividad.
Junta de Castilla y León, Ayuntamiento y el compromiso de la plantilla se lanzaron a la búsqueda de un comprador. «La mayoría de los trabajadores lleva 30 años, había ganas y futuro dentro de la factoría», recuerda Ferrinho. En enero de 2019, la solución llegaba desde Extremadura. Imedexsa, uno de sus competidores nacionales, se quedaba con la planta tras invertir 12 millones. Nacía Made Tower, se salvaron 120 empleos y toda Medina del Campo respiró aliviada.
En este último año, la renacida firma «ha recibido una gran carga de trabajo del grupo matriz, pero es evidente que en el futuro debe obtener la carga de trabajo por sus propios medios», explica desde Cáceres su director general Comercial y de compras, Luis Cabrera Fernández.
En estos meses, la plantilla se muestra aliviada por el cambio de rumbo de la gestión. «Han arreglado la empresa entera con maquinaria nueva y visión de futuro –insiste Helder Ferrinho–. Ahora se ve futuro. No es pan para hoy y hambre para mañana».
Plantilla y gestores aseguran que aún viven un proceso de ensamblaje colectivo, aunque casi lo dan por concluido. Para su consolidación «(Made Tower) dispone de los medios adecuados, pues se ha realizado un gran esfuerzo inversor, dotándola de la maquinaria más productiva y actual y unas nuevas y modernas instalaciones. Hoy puede presentarse en el mercado como una empresa capaz y con medios renovados».
La crisis de la covid-19 no ha impedido que la factoría (incluida entre los sectores esenciales) siga produciendo e incluso ultime nuevas contrataciones. El portavoz de los trabajadores considera que su plantilla «está viendo desde dentro el sufrimiento que ahora viven otros respecto al futuro».
Por su parte, sus empresarios insisten en la necesidad de mejorar «los procesos de certificación y homologación en clientes nacionales e internacionales, por lo que en el futuro inmediato la carga de trabajo deseada tiene que venir por sus propios medios», concluye Cabrera.