ALFREDO NOVAL, Natural de Medina del Campo, es Licenciado en Arte Dramático-Interpretación Textual por la ESADCyL, titulado en Actuación por la Saint Petersburg Theatre Arts Academy (Rusia), y se ha formado, entre otros, con maestros como Andrés Lima, Tara McAllister, Francisco Olmo o Vicente Fuentes. Es socio fundador de la compañía de teatro vallisoletana Malalengua, donde destacan los montajes Ha llegado Isaías. Un cabaret del fin del mundo, dirigido por Carlos Martín Sañudo, y Woyzeck, de Georg Büchner, con dirección de Igor Razkin.
Forma parte de la IV Promoción de la Joven Compañía Nacional de Teatro Clásico, con quien estrena La villana de Getafe, de Lope de Vega, con dirección de Roberto Cerdá. Entre sus trabajos, destacan Don Juan Tenorio (CNTC) y El ángel exterminador (Teatro Español), dirigidos por Blanca Portillo; Firmado Lejárraga (CDN), de Vanessa Montfort, con dirección de Miguel Ángel Lamata; Los amos del mundo, de Almudena Ramírez-Pantanella (Kendosan Producciones); y El perro del hortelano (CNTC), de Lope de Vega, con dirección de Helena Pimenta.
R. Alonso.- Con mucha responsabilidad y los nervios a flor de piel, Alfredo Noval interpretará por primera vez este jueves en el Auditorio Municipal de Medina del Campo. Se trata de ‘La viuda valenciana’ una versión renovada de esta obra de Lope de Vega. Después de diez años desde que acabara sus estudios en la Escuela de Interpretación de Castilla y León, el actor medinense repasa su carrera y la situación del mundillo de la farándula para las páginas de La Voz de Medina y Comarca.
Pregunta: ¿Cómo fueron sus inicios como actor? ¿Qué le hizo dar el paso adelante en el mundo de la interpretación?
Respuesta: A mí me había gustado siempre la actuación y ya había hecho algún taller con Magdalena Moreda, que es la culpable de que yo esté aquí. Con 15 o 16 años, algunos compañeros que ya estábamos más metidos en la Semana de Cine, nos reunimos con Magdalena para pedirle si nos podía dar unos talleres, porque aquí no había talleres regulares de teatro. Y después de hacerlos, me dije: “Si se pudiera tirar para adelante con esto, me encantaría”.
Por otro lado, sabes que esta apuesta es un all in y no sabes muy bien cómo te va a salir. Hasta que no estuve en bachillerato, no vi claro que quería dar ese paso. Decidí primero hacer la selectividad, y me presenté a las pruebas de arte dramático de la ESAD. Si me cogen, tiro para adelante y, si no me cogen, tengo las pruebas de acceso a la universidad para hacer otra carrera.
En menos de diez años ha conseguido fraguarse una verdadera carrera interpretando en el Teatro Clásico, en diferentes compañías, y participando en series y películas. ¿Cuáles son sus reflexiones después de echar la vista atrás?
El trabajo llama a trabajo. Es algo que siempre me ha funcionado, una premisa que me dijo un profesor cuando estaba en primero de la ESAD. Siempre decía que mientras estés trabajando, apostando por esto y echándole muchas horas, siempre vas a generar más trabajo.
En la acgtiualidad tiene multitud de frentes abiertos. Desde el pasado año participa en la obra "Troyanas", interpreta a "Atocha; el reves de la luz" con el Teatro el Barrio y no trae a Medina "La Viuda valenciana". ¿Cómo es posible compaginar todo y tener la cabeza centrada al subirse al escenario?
Es impotante tener la cabeza centrada. Al ser una profesión que no te da estabilidad y al tener que compatibilizar con otro tipo de trabajos, siempre es exigente. Si no tienes la cabeza en su sitio se complica todo muchísimo más.