Fundación Museo de las Ferias
NOTA DE PRENSA
“Pieza del Mes” de mayo de 2007
La Fundación Museo de las Ferias ha seleccionado como “Pieza del Mes” de mayo el grupo escultórico que representa a San José con el Niño, obra del salmantino Juan de Montejo, autor que ha sido considerado como uno de los pilares fundamentales en la renovación artística que se produce en la ciudad de Toro en las décadas finales del siglo XVI, con Sebastián Ducete y Esteban de Rueda como escultores más destacados. La obra pertenece a los fondos de la Fundación Simón Ruiz, en cuya iglesia hospitalaria se venera presidiendo el retablo colateral del muro testero del lado de la epístola, en el crucero (actualmente, la pieza se halla depositada en la iglesia parroquial de Santiago).
San José con el Niño
Juan de Montejo
Hacia 1600
Escultura en madera policromada
140x63x40 cm. (San José) / 75x40x30 cm. (el Niño)
Fundación Simón Ruiz. Medina del Campo
Esta actividad cuenta con el patrocinio de la Diputación de Valladolid
El grupo escultórico de San José con el Niño, que podemos contemplar en el Museo de las Ferias como “Pieza del Mes” de mayo, es una de las últimas obras realizadas por Juan de Montejo, maestro de origen salmantino actualmente considerado como uno de los precursores de la renovación artística conocida en la ciudad de Toro a partir de las décadas finales del siglo XVI, cuyos representantes más destacados son los escultores Sebastián Ducete y Esteban de Rueda.
Hasta hace pocos años, este importante artista había pasado prácticamente desapercibido en los estudios dedicados a la escultura castellana de las décadas finales del siglo XVI, e incluso en la actualidad se echa en falta una monografía extensa dedicada a su obra. El profesor Luis Vasallo Toranzo, sin duda el mejor conocedor de Montejo, fue quien atribuyó el grupo escultórico que ahora analizamos a su producción artística (L. Vasallo, “A propósito del escultor Juan de Montejo”, en Goya , Madrid, 2004, pp.68-79). Por él sabemos que la pieza debió de realizarse hacia 1600 ya que se menciona en el testamento del artista, dictado en noviembre de 1601, constando como aún no pagada. Sin embargo, la rica policromía que luce, compuesta por motivos florales y vegetales, es de mediados del siglo XVIII, momento seguramente muy cercano a la realización de los retablos colaterales instalados en el crucero de la iglesia hospitalaria de Simón Ruiz, a uno de los cuales fue destinada la obra (coincide con esta cronología la tablilla de indulgencias por las oraciones a San José que aparece en el retablo, fechada en 1755).
También por el texto de últimas voluntades de Montejo sabemos de su particular devoción por San José, personaje al que dedica varias de sus esculturas, como la conservada en la cercana localidad de Castronuño, sin duda de inferior calidad a la que tratamos. De otra parte, la concepción juniana y la depurada técnica que muestran las obras del maestro salmantino puede contemplarse en otra importante escultura conservada en Medina del Campo: el Cristo Yacente que originariamente perteneció a la Cofradía de la Vera Cruz, conservado en la actualidad en la clausura del monasterio dominico de Santa María la Real.
Cabe destacar, por último, que desde hace quizá más de un siglo, las fracturas y mala conservación del Niño obligaron a sustituirle por otra figura de menor tamaño y menor interés artístico. Tras la reciente restauración del conjunto, efectuada por Cristina Villar (Pátina S.L.) en el marco del Convenio para restauración de bienes muebles de la provincia de Valladolid, las piezas originales de Montejo han sido reunidas de nuevo mostrándonos una idea muy fiable de cómo fueron concebidas por su autor.
Antonio Sánchez del Barrio