La
red viaria, formada por las calles y plazas públicas, es el elemento
de esta estructura urbana de cualquier ciudad con más capacidad
de persistencia en el tiempo. Salvo en caso de que una catástrofe
natural o un incendio arrase por completo un casco histórico
y éste sea reconstruido de nueva planta, el viejo trazado y orientación
de las rúas, calles y plazas de una villa o ciudad serán
fácilmente reconocibles a pesar de los inevitables retranqueos
de inmuebles, las nuevas alineaciones o las reorientaciones parciales
de las vías públicas.
Desde
las grandes transformaciones urbanísticas sufridas por Medina
del Campo en el caso de los tiempos medievales, especialmente durante
el Señorío
de Fernando de Antequera y más tarde bajo el reinado de los
Reyes Católicos, la villa se reparte en cinco grandes sectores
que con os lógicos cambios del tiempo llegan a mantenerse hasta
bien entrado el siglo XIX. Dichos sectores son los siguientes: el foro
mercantil y escenario de las ferias, con la Plaza
Mayor y las calles que en ella confluyen; la rona residencial nobiliaria,
la más occidental, donde se alzan numerosos oficios monumentales;
los arrabales extramuros, barrios situados fuera del tercer cordón
amurallado; el enclavado en la parte septentrional, en la margen derecha
del río
Zapardiel, y por último, el cerro de la Mota y sus inmediaciones,
prácticamente despoblado desde el siglo XVII.
Con
toda seguridad, la instantánea que toma Charles Clifford en mayo
de 1854 de la Puerta
de Ávila (demolida en 1873) y las torres de la Colegiata
y San
Facundo es, además de la más antigua imagen fotográfica
de la villa, una de las más evocadoras de una Medina
decimonónica que vive aún inmersa en el declive secular
originado por el derrumbe de sus ferias doscientos cincuenta años
antes. Así eran las calles sin empedrar aún, formadas
por casas molineras y porticadas (pueden verse éstas en la
calle de Ávila tras el arco de la puerta de la muralla, que serán
derribadas en 1863)
En
contrapartida, las restantes imágenes distan de la anterior casi
cien años aunque algunas de ellas muestren rincones profundamente
transformados e incluso irreconocibles para los actuales medinenses
(caso de la que muestra la primera urbanización de la Plaza
del Mercado). Las tres fotografías de la plaza
de Segovia y de la Plaza de Don Federico, nos muestran viviendas
asoportaladas que no resistieron los embates del desarrollo de los años
sesenta del siglo pasado; los mismo ocirrío con las casonas situadas
en las calles Almirante, esquina Quintanilla; ronda de Gracia o plaza
del Carmen, que son precisamente las que hemos seleccionado para la
presente ocasión de los centenares de imágenes fotográficas
que aún se conservan en viejos caserones que llegaron en pie
casi hasta nuestros días. Por el contrario, la fotografía
del Ambulatorio
de la calle Almirante, a pesar de tener cerca de cincuenta años
apenas presenta variaciones con la imagen actual.
Reportaje
fotográfico