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02-08-15 - Final feliz para la cerda Milagros
Una de las dos cochinas que estuvieron cobijadas en la perrera municipal se ha adaptado a su nueva vida en Valladolid.
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La cerda Milagros con una de las voluntarias de la protectora. / HOY |
La cerda Milagros ha encontrado un nuevo hogar en Valladolid, concretamente en Medina del Campo. La Sociedad Protectora de Animales y Medioambiente ‘Scooby’ se hace ahora cargo de ella. Fermín Pérez, presidente de esta organización, asegura que Milagros se ha adaptado perfectamente a su nuevo entorno.
La historia de esta guarra es conocida. HOY publicó en noviembre que una cerda que había aparecido en una carretera había sido acogida en la perrera municipal. Pero a mediados de julio se supo que iba a ser sacrificada junto con otra cerda que también convivía con ella.
«Le pusimos Milagros porque es un milagro que siga viva, estuvieron a punto de sacrificarla», explica Pérez. El responsable de la protectora cuenta que su intención era salvar a las dos cochinas que fueron acogidas por la perrera pacense, pero «alguien había robado la más pequeña. Al parecer se encontraron pintadas del Frente de Liberación Animal», apunta el presidente de ‘Scooby’.
Milagros se encontraba en perfecto estado cuando fueron a recogerla a Badajoz. «Como es un poco ‘especialita’ y cabezota, cuando la trajimos la dejamos en la furgoneta y bajó cuando ella quiso. Ahora está perfectamente, está viviendo prácticamente con nosotros en la oficina, incluso se tumba en el sofá que tenemos aquí», cuenta Pérez. «Se deja acariciar y que le den de comer, se nota que ha estado criada con humanos», observa.
El proceso para hacerse cargo de Milagros fue sencillo. «Nos enteramos del caso por HOY. También los responsables de la perrera lo publicaron en Facebook y les ofrecimos ayuda, pero no nos contestaron. Entonces decidimos llamarles y nos dijeron que se habían llevado a los dos animales ese día al matadero, por lo que decidimos ponernos en contacto directamente con el Ayuntamiento. Fueron muy colaboradores, no nos pusieron ningún problema. De hecho, estaban encantados de que la cerda tuviera un final feliz», aclara.
Los únicos requisitos que pidieron a la protectora para que pudiesen llevarse a Milagros fue la documentación del registro de explotación de ganado en sección porcina, y que contasen con un transporte adecuado para su traslado.
Milagros ya ha encontrado una compañera de juegos en su nuevo hogar. Se trata de Rocío, otra cochina que recogieron en Murcia. «Es como su hermana mayor. Discuten de vez en cuando, pero nada grave», dice Pérez. «Se nota que las dos están acostumbradas al cuidado de los humanos», subraya.
La protectora ‘Scooby’ es un refugio abierto al público. Los visitantes pueden dar de comer e incluso limpiar a los animales. Además de su labor de santuario (estos son refugios en lo que viven los animales hasta que mueren de forma natural), también se encargan de buscar hogar para animales domésticos como perros o gatos.
Caballos, burros...
«Aquí tenemos caballos, burros, cabras, ovejas, cerdos, gansos, patos, gallinas... Los animales que se comen, para que nos entendamos. Seremos de los pocos refugios de España que pueden recoger este tipo de animales», cuenta Pérez.
Milagros tendrá que acostumbrarse a vivir rodeada de especies de todo tipo en esta protectora vallisoletana. «Tenemos aproximadamente 1.200 animales en Medina del Campo», explica su presidente. La organización ‘Scooby’ cuenta con cuatro refugios, dos en Zamora, uno en Valladolid capital y el de Medina del Campo. Además, se hacen cargo de la perrera municipal de Palencia.
08-12-15 - La perrera de Palencia reduce a la mitad la cifra de animales gracias a las adopciones.
La asociación Scooby cumple su primer año al frente del refugio con un balance positivo
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Un cuidador atiende a varios perros en la perrera de Palencia. / A. Quintero |
A punto de cumplirse el primer año de la asociación Scooby al frente del refugio de animales de Palencia, el balance no puede ser más positivo. La cifra de animales en la perrera se ha reducido prácticamente a la mitad gracias a las adopciones, fundamentalmente internacionales, y sobre todo han conseguido «poco a poco lavar la imagen ante la sociedad palentina». De esta forma se expresa el presidente de Scooby, Fermín Pérez, que se muestra muy satisfecho de los cambios que se han producido en el refugio. «Nosotros veníamos precedidos por una situación no demasiado buena, de cierto abandono y además la sociedad palentina no estaba en parte muy de acuerdo con la anterior gestión. Con nuestro trabajo, hemos conseguido que los perros que estén allí se encuentren más cómodos, mejor aislados de las bajas temperaturas, mejor en definitiva», asegura.
La experiencia en este campo avala el trabajo de Scooby, que además de la perrera de Palencia gestiona otras dos en Zamora, una en Medina del Campo y está pendiente de la concesión de la de Valladolid. En los últimos años, en todos estos refugios ha entregado 1.200 perros en adopción.
La adopción es la principal vía de salida para los animales, y esa misma dinámica se ha aplicado en Palencia. Cuando Scooby asumió la gestión de la perrera, había 165 perros, y actualmente hay 50. «El animal pequeño tiene fácil salida por la adopción. Es más difícil el grande, porque en un piso de ciudad tiene peor cabida y la gente del campo es más difícil que venga a adoptar. No hay tradición de adoptar animales en el mundo rural», explica el presidente.
Una raza de mezcla de pastor animal y mastín es la más numerosa en las perreras. «No es que se recojan más perros de esta raza, es que no se adoptan», agrega. También generan importantes dificultades a la hora de entregar en adopción los perros potencialmente peligrosos, ya que exigen varios requisitos especiales en cuanto a licencias, psicotécnicos y permisos especiales. Además, estas razas no se pueden exportar.
Por otra parte, el presidente de Scooby destaca que se está produciendo un pequeño repunte de las adopciones nacionales de animales. Aunque resulta difícil establecer un perfil del adoptante de animales, Fermín Pérez explica que cada vez son más las familias que, con una decisión consensuada entre todos, acuden a solicitar un animal en adopción. «Creo que es un tema lo suficientemente serio como para que todos los miembros de la familia se muestren de acuerdo en ello.
No puede ser un capricho de un niño, porque un animal también conlleva una serie de responsabilidades y todos tienen que implicarse. Al perro hay que sacarle a la calle, alimentarle, cuidarle, buscarle un lugar mientras te vas de vacaciones o llevarlo contigo...», añade el responsable.
El proceso que se sigue con cualquier animal desde que es recogido en la calle es siempre el mismo. Primero se espera 21 días para comprobar que no se ha extraviado y que pueda ser reclamado por sus dueños. Transcurrido este tiempo, al perro se le esteriliza, desparasita, se le coloca un microchip, se aplican las vacunas que sean necesarias y entonces es cuando se ofrece en adopción. El precio que se cobra por cada animal adoptado es de 125 euros, una cantidad que no llega a cubrir todos los gastos que generan estas actuaciones. En cuanto a la vía de salida para las adopciones, la mayor parte son internacionales y se gestionan a través de las redes sociales y de las páginas que Scooby gestiona en Internet.
En la perrera de Palencia, un encargado se ocupa del cuidado de los animales, aunque también se trabaja mucho con voluntariado. «Cuando llegamos, encontramos una situación que no nos agradó demasiado, con muchos animales y en unas condiciones que no son las que a nosotros nos gustan. Teníamos un mal precedente y hemos intentado dar un giro completo a la gestión del refugio.
Ahora, creo que todo el mundo está encantando y también esto ha supuesto que encontremos más voluntarios para colaborar con nosotros, la gente de Palencia quiere ayudar. Además, el voluntariado puede ser de todo tipo, ya que siempre hace falta gente para limpiar, pasear, para trabajar desde las redes sociales. Todo el que quiera ayudar, siempre podrá», acaba.
