Aunque
sea una idea que ya se ha reflejado en la gran pantalla,
en esta ocasión, aunque a menor escala, se trata
de la vida real. ¿A quién no le gustaría
que le extendieran un cheque de 3.000 euros para realizar
compras en más de 60 tiendas? Pues a Saturnina González,
una vecina de Medina del Campo, le ocurrió ayer.
La Asociación Histórica Medina Comercial le
concedió un cheque para que realice todas las compras
que quisiera, con un límite de 3.000 euros, en todas
sus tiendas asociadas dentro de la localidad.
Esta
iniciativa, que ya celebró ayer su cuarta edición,
se organiza durante todo el año. «Los clientes
de nuestras tiendas rellenan un cupón con sus datos
personales a la hora de hacer la compra y en el mes de noviembre
se realiza un sorteo y una mano inocente saca el boleto
agraciado», señala el presidente de la Asociación,
Javier Muñoz. «En esta iniciativa siempre hay
un ganador», matiza.
La
jornada empezó a las 10.30 horas en un bar de la
localidad. Allí, Saturnina desayuna y se gasta cuatro
euros en las consumiciones. Sin prisa, pero sin pausa, se
dirige a una tienda de flores, donde adquiere un ramo valorado
en 30 euros y el establecimiento le regala otro. En cada
entrada, dos mujeres vestidas de botones de
hotel colocan una cinta para que Saturnina la corte y hacer
volar puñados de confeti a modo de celebración.
Pero
no hay tiempo que perder, el cortejo que acompaña
a Saturnina se dirige por las calles, entre los gritos de
las botones y las miradas de los vecinos del
municipio hasta Freedom, una tienda de ropa para jóvenes.
Y es que hay que pensar en la familia. Allí, el hijo
de Saturnina compraba una sudadera, camisetas de varios
tipos y colores y un gorro de moda. Otros 157 euros.
Un
momento como éste debe inmortalizarse. Y que mejor
manera que acudir a una tienda de electrodomésticos
para adquirir una cámara de vídeo. Otros 409
euros. Así durante toda la mañana. Una parka,
unos pantalones para el marido, un conjunto de lencería,
una consola Play Station, unas gafas graduadas y otros productos
fueron a parar poco a poco a las manos de Saturnina, que
necesitó la ayuda de todos para trasladarlos hasta
su vivienda. «Ya tenía pensado lo que iba a
comprar y estoy muy contenta de que me hayan elegido a mí.
De otra forma, hay cosas que no hubiera comprado»,
destaca la vecina de la localidad.
Para
el presidente de la Asociación esta iniciativa «es
una forma de dar a conocer el buen momento por el que pasa
el comercio de Medina del Campo, así como sus productos
y servicios». «También sorteamos viajes,
aunque ésta es una forma original de promocionarlo».
Pero
la jornada no había acabado aún. Saturnina
no quiso dejar pasar la oportunidad de comprar un buen jamón
y un queso en una de las mejores charcuterías del
municipio. Y en esta época del año no se podía
volver a casa sin adquirir también tartas, brazos
de gitanos y, sobre todo, los típicos buñuelos.
Productos gastronómicos que, seguramente, hicieron
que la fiesta continuara en su propia vivienda con su familia.
En
definitiva, Saturnina aprovechó bien el tiempo en
la mañana de ayer y dilapido un cheque
de 3.000 euros concedido por la asociación. Un sueño
que no se encuentra al alcance de todos.