02-12-10 - María Lafuente colabora con Sandra Ibarra en una iniciativa para lograr fondos en la lucha contra la enfermedad, financiada por Caja España
SANDRA IBARRA: «He nacido tres veces»
Sandra Ibarra
Le
diagnosticaron un cáncer de sangre a los 20 años. Lo superó
y, siete años más tarde, la leucemia volvía a aparecer
en su vida. Es un ejemplo a seguir para muchas personas y hoy será
homenajeada con un desfile de trajes medievales que organiza la Asociación
contra el Cáncer
Sandra
Ibarra, nacida en Medina del Campo, desborda vitalidad por los cuatro
costados. Es alegre, amable y contesta a todas las preguntas con absoluta
claridad. No tiene ningún reparo en hablar de un tema tan peliagudo
como el cáncer, aunque haya estado tan cerca de quitarle la vida
en dos ocasiones. Mantiene intactas todas las ilusiones y tiene claros
sus proyectos de futuro: vivir, en mayúsculas, como ella misma
explica. Hoy será recibirá un homenaje en un desfile de
trajes medievales que organiza la Asociación Española
contra el Cáncer, en la sala de fiestas del casino de Castilla
y León (21 horas).
-Cáncer,
¿qué le transmite esta palabra?
-Hace
unos años, ante la ignorancia, no tenía ni idea de qué
era esa palabra. Después, cuando se me diagnostica el segundo,
sentí muchísimo miedo. Era una recaída, aumentan
las posibilidades, necesitaba un transplante de médula...Miedo,
la verdad.
-Con
20 años le llega esta enfermedad. ¿A qué se aferró
para seguir adelante, para luchar?
-A
todo. ¡Te queda tanto por hacer con 20 años! Hay energía,
ilusiones, sueños por cumplir...
-¿Hasta
qué punto influyen las fuerzas internas de uno mismo?
-Tener
una actitud positiva es muy importante. Hay que estar animado, entre
comillas. Hombre, no puedes ir cantando por la vida, pero hay que aceptarlo,
hay que aprender a controlar el dolor, a enfrentarse a ello.
-¿En
quién se apoya?
-Primero,
en uno mismo. Si no estás bien, de nada sirve que tengas gente
al lado. Realmente eres tú el que tienes que salir adelante,
el resto sólo puede ponerte la vida más fácil,
ayudándote a orinar, a ponerte el termómetro...
-Y
en estos casos en los que necesitaba ayuda, ¿le daba vergüenza?
-Eso
lo he escuchado en muchos pacientes. En mi caso, en absoluto. Mi actitud
ha sido la de no esconderme, la de salir, ponerme un pañuelo
por no tener pelo, usar gafas...
-Supera
el primer cáncer y la felicidad se acaba con la llegada del segundo.
¿Es ese el momento más duro?
-Es
la primera vez en mi vida en la que sentí la derrota. Después
de todo lo que luche...Ahora, con el paso del tiempo, entiendo que me
llamarán el «huracán Ibarra». A los tres días
estaba trabajando con una fuerza que superaba todos los problemas. Pensé
que era todo tan injusto...Pero no me he lavado las manos, nunca lo
he hecho.
-¿Y
de dónde salen las fuerzas para afrontar un segundo cáncer?
-Cuando
me dieron la noticia, me pasé toda la tarde llorando. Pero decidí
luchar, tengo mucho carácter y soy castellana...
-¿Pensó
en tirar la toalla?
-Sí,
sólo un día, con la segunda vez. Me entró miedo,
no me atrevía a afrontarlo. Y le decía a mi madre que
era imposible salir. Pero ella mis esperanzas y me animó en todo
momento. No pasa nada por tener un mal día. Hay veces en las
que me apetece llorar y me pongo con la música que sé
que me hará llorar, con la mantita de cuadros y al día
siguiente te levantas y ya está, con fuerzas.
-¿Y
ahora cómo se encuentra?
-Estoy
bien. Tengo salud, veo. Estoy en la Universidad otra vez, tengo trabajo,
la gente me quiere muchísimo, me hacen muchos homenajes como
el de mañana (por ayer)...Estoy muy bien.
-Como
si hubiera vuelto a nacer.
-Exacto.
Siempre digo que he nacido tres veces, y mi madre tiene mucho que ver
en ello. Ha tenido un valor y una fuerza sensacional. Siempre ha estado
a mi lado, se lo debo todo.
-¿Cuáles
son sus proyectos más inmediatos?
-Vivir,
en mayúsculas. Cumplir con con mis sueños, con mis ilusiones.
Vivir el día a día, mirar el presente. Me queda mucho
por hacer.
La Asociación contra el Cáncer celebra mañana un
desfile de trajes medievales y rinde un homenaje a Sandra Ibarra
Texto de/Fidela Mañoso.
Fotografía de El Norte.
PROGRAMA
Fecha,
lugar y hora
Jueves
noche, en la sala de fiestas del Casino de Castilla y
León, a las 21.00 horas.
Entradas
El
precio es de 10 euros. Pueden adquirirse en la sede de
la AECC, en la calle San Diego 1, y en las peluquerías
María Luisa Sicilia.
Autobuses
gratuitos
Con
salida a las 20.00 horas en la Plaza de San Pablo (frente
al colegio El Salvador), con parada a las 20.15 en el
Paseo de Zorrilla, frente a El Corte Inglés. Regreso
de Boecillo.
Ha
superado por segunda vez un cáncer y gracias a su perseverancia
en los difíciles momentos que ha vivido, se ha convertido en
un ejemplo para otras personas que se encuentran en su misma situación.
Aunque sufre las secuelas de la quimioterapia, la modelo Sandra Ibarra,
natural de Medina
del Campo, sigue demostrando su voluntad de seguir luchando y de vivir.
Por
ello, la Asociación Española Contra el Cáncer en Valladolid,
con la que colabora en distintas actividades, quiere rendir un merecido
homenaje a esta mujer de 30 años, que va incorporando la normalidad
a su vida, sin perder el ánimo y luchando por los demás.
El
homenaje tendrá lugar mañana por la noche en el Casino
de Castilla y León (Boecillo) en el contexto del desfile de trajes
medievales organizado a beneficio de la entidad, que han sido confeccionados
por la artesana Inés Gutiérrez, colaboradora de la Asociación
en el programa 'Vivir como antes' y que ha padecido un cáncer
de mama.
Aunque
el Día Mundial contra el Cáncer se celebró ayer,
la delegación vallisoletana decidió retrasarlo, al coincidir
con el encuentro regional celebrando en Segovia en el que participaron 450 mujeres mastectomizadas. No obstante, aprovechando
los actos conmemorativos del V Centenario de la muerte de la reina Isabel
la Católica, y que ésta falleció a consecuencia de un cáncer
de mama, la AECC en Valladolid ha promovido el desfile de trajes medievales en el que se exhibirán
quince diseños. Además contará con la participación
altruista del dúo Candeal, que interpretará parte de su
repertorio de música tradicional y popular castellana; y de María
Luisa Sicilia, que realizará una transformación de peluquería.
«Es
una de las acciones encaminadas a poner de relieve la importancia de
la lucha contra esta enfermedad, así como la prevención
y la detección precoz», explica Luisa Lobete, coordinadora
de la AECC en Valladolid. Según los datos que aporta, cada año
se detectan en la provincia vallisoletana 300 nuevos casos de cáncer
de mama en su fase inicial, «de ahí la importancia de
hacer este tipo de campañas, porque lo importante es cogerlo
a tiempo», asegura.
Detección
precoz
Los
profesionales y expertos insisten en la necesidad de hacerse mamografías
periódicamente, cada uno o dos años, para el segmento
de mujeres con edades comprendidas entre los 45 y 70 años; aunque
también se aconseja entre los 35 y 40, si tienen antecedentes
familiares, hecho que deben comunicárselo a su ginecólogo
para que haga el correspondiente seguimiento.
La
campaña de detección precoz del cáncer de mama
se desarrolla bajo el lema 'Cuentaselo a cinco' con el objetivo
de informar y concienciar a las mujeres con edad de riesgo para que
acudan a su médico.
26-04-05
- «Al caer en una enfermedad tan dura como el cáncer
te entran más ganas de vivir»
«Me quedé sin lágrimas y sin saliva, reconocía
mi ropa por el tacto»
La modelo
española Sandra Ibarra, 30 años, nacida en la República
Dominicana y criada en Medina del Campo (Valladolid), fue una de las
damas de mérito nombrada el pasado sábado por los caballeros
de la Orden del Sabadiego de Noreña. Su notoria lucha contra
la leucemia -enfermedad le fue diagnosticada por primera vez con 20
años y superó por dos veces gracias a un trasplante
de médula procedente de su hermano- fue el motivo primordial
por el que los sabadieguines decidieron honrarla con su nombramiento.
La modelo, que tiene amigos en Asturias, fue la invitada más
aclamada por los noreñenses e invitados que asistieron a las
celebraciones. Ella no les defraudó. Sandra Ibarra, que lució
su belleza y sus ganas de vivir, decidió quedarse el sábado
y mañana del domingo en la Villa Condal para disfrutar de las
fiestas del picadillo.
-Se
diría que es de otro planeta, vencer por dos veces el cáncer.
-No soy
de otro planeta, eso se lo aseguro. Cuando caes en una enfermedad
tan dura como el cáncer te entran aún más ganas
de vivir y más cuando eres joven y te queda mucha vida por
delante. Lo que importa es tu vida y todo lo demás te da igual.
Da pena afirmarlo, pero es cuando realmente te das cuenta de la importancia
de cosas insignificantes que tienes cuando estás sano, como
el tener lágrimas en los ojos o saliva. Yo me quedé
sin lágrimas y sin saliva y tuve que permanecer mucho tiempo
encerrada en mi habitación sin ver la luz. Reconocía
mi ropa por el tacto y llegó un momento que el simple hecho
que yo pudiera ducharme sola era una gran noticia en mi casa.
-¿Cómo
superó los dos cánceres?
-El segundo
fue mucho más duro y difícil de superar que el primero.
La primera vez que lo viví lo vi como lo peor porque es una
enfermedad larga y dura, pero también como lo mejor porque
te pone los pies en la tierra. La segunda fue mucho más dura
y todo el miedo que no pasé en la primera lo tuve en ésta.
Pero eso no me quitó las ganas de volver a luchar contra la
enfermedad y seguir adelante con mi vida.
-¿Se
siente afortunada por haber encontrado una médula compatible
con su organismo?
-Es muy
importante tener una
médula válida para salir adelante. La médula
de mi hermano pequeño, César, fue la clave. Él
es mi seguro de vida. Tengo un amigo que siempre bromea y hace juegos
de palabras con el nombre de mi hermano diciendo que a mi me hicieron
dos «cesáreas» medulares.
-¿Cómo
se ve el mundo de nuevo, cuando se vence al cáncer?
-Con
más ganas de vivir que nunca. Miras por todo y cuidas por todo
aquello que te faltó durante un tiempo. Te das cuenta de lo
maravilloso que es vivir y comienzas a hacer pronto planes para disfrutar
de la vida.
-¿Participa
en entidades de lucha contra el cáncer?
-Colaboro
en numerosas entidades como «Canarias contra el cáncer» o la creada por José Carreras, entre otras. La lucha contra
el cáncer es una lucha de todos, por eso son tan importantes
estas organizaciones.
-¿Qué
planes tiene para el futuro, una vez ya restablecida?
-Aprendí
a no hacer planes para un futuro lejano y desde mi primer diagnóstico
de cáncer, hace diez años, mi único proyecto
de futuro es vivir, con mayúsculas. Hay que hacer planes para
el presente y disfrutar de cada momento.
-¿Cómo
se siente al recibir la medalla y nombramiento de dama de mérito?
-Es un
honor y un orgullo. Todo lo que sea premiar las cosas buenas de una
persona siempre es bueno y más cuando has pasado todo lo que
yo pasé. Además, desde mi llegada a Noreña me
ha fascinado el carácter de sus gentes.
>-¿Había
oído hablar antes de las fiestas del picadillo?
-No.
No conocía esta tradición asturiana ni tampoco Noreña,
aunque he pasado muchas vacaciones en Asturias visitando a amigas
que tengo aquí. Pero siempre me movía por Oviedo, Gijón
y algunas localidades pequeñas, pero no por Noreña.
Ahora que conozco la villa y sus fiestas tengo que decir que me han
encantado y que disfrutaré de ellas y mi medalla durante mi
estancia aquí.
-¿Cuándo
se enteró que iba a ser nombrada dama de mérito?
-Hace
unos meses me llamó mi amigo y presentador de televisión
Manolo Jiménez hablándome de Noreña, sus fiestas
y la Orden del Sabadiego. Él fue el que puso a Miguel Ángel
Fuente (presidente de la Orden) en contacto conmigo. Yo acepté
la invitación desde el primer momento, pero Miguel Ángel
me llamaba casi todos los meses para que no me olvidara de la fecha
de las fiestas. Fue algo muy simpático. Él insistió
mucho en que viniera y estoy encantada por ello y porque me invitaran.
Es muy gratificante recibir el cariño de la gente cuando pasas
todo lo que yo pasé.
-¿Qué
recuerdo se lleva de Noreña y sus fiestas del picadillo?
-Me llevo
un recuerdo muy bonito y con mucho cariño de estas celebraciones.
Me siento privilegiada porque la gente se vuelca mucho conmigo debido
a mis circunstancias y puede que por eso yo reciba más el cariño
de la gente que otros. Marcho encantada de Noreña y sus gentes,
pero aún me queda mucha fiesta por disfrutar aquí.
15-07-05
- 'Tormenta de colores' del fotógrafo y su modelo
Augusto Robert
y Sandra Ibarra
'Tormenta
de colores' es el título de una colección de fotografías
eróticas de Augusto Robert protagonizadas por la modelo Sandra
Ibarra, nacida en la República Dominicana en 1974 y criada en
Medina del Campo, que acoge hasta el 31 de julio la sala Palacio de
Pimentel de la Diputación de Valladolid. Las imágenes,
claramente influenciadas por Warhol y el pop art y con el fuerte cromatismo
de la escuela americana, fueron tomadas durante casi un año,
que coincidió con una etapa de la enfermedad que la modelo ha
sufrido en dos ocasiones, la leucemia, lo que, según dijo el
autor en la presentación -en la foto, con la modelo delante de
una de sus obras-, «se refleja en ellas, ya que la utilización
de los colores -amarillos, rosas, azules, rojos- y los tonos explican
el sufrimiento de Sandra a lo largo de estos años».
«Aun estando enferma, he preferido estar en una fiesta que en
la cama»
La popular modelo visitó ayer el Hospital San Millán
para apoyar a todos aquellos que luchan contra el cáncer
Ibarra, con una
paciente del Hospital San Millán. / J. RODRÍGUEZ
Invitada
por la Asociación Española contra el Cáncer de
La Rioja, la modelo Sandra Ibarra visitó ayer el Hospital San
Millán, donde asombró por su capacidad de resistencia
y su titánico esfuerzo en la lucha contra el cáncer.
La joven, de 32 años, (Medina del Campo, 1974) visitó
algunos pacientes de la planta de Hematología que luchan contra
la leucemia, una enfermedad que ella conoce bien. Ha superado en dos
ocasiones la leucemia y ha sido dos veces trasplantada de médula
ósea. Ahora sólo unas gafas de sol para proteger su
vista, afectada por los efectos del tratamiento, delatan el pasado
más terrible de esta guapa modelo, de 1,73 metros de altura,
que luce un aspecto espléndido.
A.
AZCONA/LOGROÑO
A su éxito
personal se suma además su éxito en la relación que
mantiene con el televisivo Juan Ramón Lucas, quien desde un discreto
segundo lugar, le acompañó en todo momento. Los dos fueron
recibidos en el hall del hospital por la presidenta de la Asociación
contra el Cáncer, Divina López, y por el consejero de Salud,
Pedro Soto. Éste le dedicó palabras de agradecimiento por
su presencia y por su gesto solidario con los pacientes riojanos. «Es
-dijo-un ejemplo para quienes tienen que luchar para superar un cáncer».
Sandra
Ibarra habló ante la prensa de su combate contra la leucemia,
del que ha aprendido varias cosas, entre ellas no esperar a estar bien
para hacer cosas. «Esto ha sido esencial en mi curación.
Aun estando enferma y recién trasplantada, yo me puse un pañuelo
en la cabeza y me propuse ir a todas las invitaciones y actos sociales
a los que me invitaran. Incluso con dolores, siempre he preferido estar
en una fiesta que en la cama lamentándome de lo que me pasaba».
La
presencia de Sandra Ibarra, que estuvo acompañada en todo momento
por responsables médicos del centro, despertó la curiosidad
de los trabajadores del San Millán. Ella dio muestras de satisfacción
por la acogida y aprovechó para darles la enhorabuena por su
trabajo con los pacientes. «Estoy encantada de estar en este
hospital. Para mí es un privilegio estar con vosotros y poder
entrar en una habitación y no ser yo la paciente. Y es una satisfacción
también poder transmitirles que el cáncer se puede curar,
que se puede salir de la enfermedad y de una recaída, como he
salido yo». «A mí también me hubiera gustado
hace once años -prosiguió- que una persona me hubiera
dicho que el cáncer se puede curar, porque entonces no se hablaba
del cáncer. Era un palabra maldita».
Por
la tarde, Sandra Ibarra ofreció una conferencia abierta al público
en el Centro Cultural de Ibercaja, bajo el título 'Ya me salen
las cuentas de la felicidad'. La modelo de pasarela, que un día
fuera objetivo de la prensa rosa cuando su nombre se relacionó
con el de James Hewit (amante de Diana de Gales) habló
sobre su resistencia y quiso terminar con estereotipos como el que asegura
que el cáncer hay que cogerlo a tiempo. «Lo importante
es luchar y tener ánimo. Está comprobadísimo que
esto ayuda mucho. Yo tenía el 98% de mi médula dañada
y aquí estoy. Hay que terminar con las estadísticas».
28-10-07
- El cáncer se puede vencer y Sandra sabe cómo
Por GALA DÍAZ CURIEL. Fotografías de CHEMA CONESA.
Sandra Ibarra
posa delante de las anotaciones del libro que ha preparado
para ayudar a otros enfermos de cáncer.
Los oncólogos le dijeron a su madre que había
que someterla a una quimioterapia de choque. Si así conseguía
superar el fin de semana, entonces se podría empezar a pensar
en la posibilidad de aplicar un tratamiento curativo. La modelo Sandra
Ibarra tenía sólo 20 años cuando un médico
le comunicó que el 98% de su médula estaba dañada.
Tenía leucemia. Recibió la quimioterapia. Y lo cierto
es que desde que recibió la noticia en 1995 no sólo ha
superado aquel fin de semana sino que, con una fuerza de titán,
ha podido disfrutar de muchísimos más. «Por
eso me molesta escuchar en la calle y en los medios de comunicación
que es una enfermedad que hay que pillar a tiempo», comenta
12 años y un buen puñado de batallas después. «A
mí no me lo cogieron a tiempo y aquí estoy. El cáncer
está rodeado de tópicos. Es cierto que hay cánceres
como el de mama que detectados a tiempo tienen un índice muy
alto de curación. Pero si ése no es tu caso no tienes
por qué acogerte a eso. Cada caso es un mundo y cada paciente
debe encontrar su medicación. Lo importante es luchar y superar
el día a día».
La modelo sabe de lo que habla. Desde aquel 1995 el
cáncer ha llamado a su puerta en dos ocasiones, la segunda en
2002 también bajo la forma de leucemia. La enfermedad venía
con las maletas hechas y dispuesta a quedarse, pero Sandra Ibarra (nacida
en República Dominicana el 8 de abril de 1974 pero llegada a
la localidad vallisoletana de Medina del Campo a la edad de 2 años)
sólo le dejó pasar hasta el recibidor. Cada año
se diagnostican entre 11 y 12 millones de casos de cáncer en
el mundo. El timbre suena sin parar. Esperanza y realidad. Del total,
160.000 tienen como escenario España. Nuestro país no
dispone por el momento de un registro nacional capaz de recoger anualmente
todos los nuevos casos –ése es un lujo que sólo
algunos países nórdicos se pueden permitir–
y sin ese registro resulta imposible conocer la tasa exacta de curación
de la enfermedad. Sin embargo, y gracias al diagnóstico precoz
y los avances en los tratamientos, la estadística nos permite
hablar hoy en España de unos índices de supervivencia
superiores al 50%. Una tasa bastante menos favorable para los hombres,
con un 43% de curaciones, que para las mujeres, para las que el porcentaje
roza ya el 60% y alcanza el 75% en el cáncer de mama, el tumor
más diagnosticado en pacientes femeninas. Las esperanzas se convierten,
poco a poco, en una realidad. Tras plantarle cara a una enfermedad que
no hace demasiado tiempo empezó a darle tregua, Sandra perfila
su vida apartando el miedo y luchando día tras día por
continuar del lado de los que consiguen superarlo.
Cuando, en 1995, la palabra leucemia pasó a
formar parte de su nuevo diccionario vital, aquella joven que empezaba
a paladear sus primeros éxitos profesionales como modelo tenía
tan poca información acerca de su propia enfermedad que ni siquiera
supo darle la importancia debida. Hoy es toda una experta. Ha pasado
por dos tratamientos de quimioterapia agresiva y por dos trasplantes
de médula.
EN ACCIÓN.
Entre otras actividades, Ibarra, que posa con su perro,
da conferencias bajo el título 'Ya me salen las
cuentas de la felicidad'.
Tras el segundo –practicado en 2002–,
fue víctima de un proceso que en medicina se conoce con las siglas
EICH o, lo que es lo mismo, enfermedad injerto contra huésped.
«Tuve un rechazo al trasplante que me afectó al hígado
y a las mucosas. Me quedé arrugada y sequita como una vieja porque
se me secaron todas las mucosas del cuerpo. Me quedé sin saliva
y sin lágrimas, así que tenía que pasarme el día
tumbada en el sofá con un antifaz o con gafas oscuras porque
tenía una fotofobia horrible», recuerda. En los últimos
años se ha sometido a 15 operaciones en los ojos. Nadie creía
ya que pudiese recuperar su visión habitual pero ahora está
perfecta, con una agenda repleta de sesiones de fotos y galas de televisión.
Su voz es dulce y serena. «En estos momentos
todo encaja», explica. «El rompecabezas está
otra vez hecho. Atravieso un momento muy dulce tanto a nivel personal
como profesional».
El pasado 26 de septiembre recibía emocionada
el reconocimiento de los príncipes de Asturias por estos 12 años
de lucha. En un acto institucional organizado por la Asociación
Española Contra el Cáncer (AECC) en la Universidad de
Deusto para hacer entrega de las Ayudas a la Investigación Oncológica,
celebró, una vez más, el reconocimiento público
por su total dedicación a una labor muy necesaria. «Fue
muy emotivo. Juan Ramón [Lucas, periodista y actual pareja de
la modelo] fue el presentador de un acto al que, por supuesto, acudió
mi familia. Los Príncipes estuvieron muy implicados con la Asociación,
para la que yo llevo tantos años trabajando».
Sandra Ibarra, modelo y luchadora contra el cáncer | Jesús Quintero en Canal Sur
Acabado el evento, no dudó en acercarse al ministro
de Sanidad, Bernat Soria, y bromear acerca del tremendo gasto que su
enfermedad había supuesto para la Seguridad Social... Un libro
y una fundación. Colaboradora de una tertulia de mujeres presentada
en Punto Radio por Ramón García, Sandra Ibarra también
presenta un programa de entrevistas a personajes famosos que emite la
televisión de Castilla y León.
Está trabajando en un libro que lleva bastante
avanzado. Y su fundación está en ruta: «Me paso
el día recibiendo a pacientes, dando conferencias y participando
en proyectos impulsados por el Ministerio de Sanidad y necesito un equipo
que me respalde». Porque, en su empeño, ella no está
sola. Mientras se recuperaba de su segundo trasplante en el Hospital
Universitario de La Princesa de Madrid, conoció a Mateo Ruiz
Jódar. Su tenacidad y capacidad de superación fueron desde
aquel momento todo un modelo a seguir. «Es un fiera, es un fiera»,
repite con insistencia cada vez que se refiere a él.
Portada
del Magazine de noviembre de 2002.
Con dos trasplantes de médula y una infusión
de linfocitos –fue el segundo en España en someterse
a este tratamiento y el primero en superarlo con éxito–,
este hombre de 45 años no sólo ha conseguido tres medallas
de lanzamiento de peso en los Juegos Europeos para Trasplantados sino
que, además, y contra toda expectativa médica, es el flamante
padre de dos niñas y un niño.
Gracias a los avances científicos y a la eficacia
del sistema sanitario, cada vez existen en España más
supervivientes de cáncer dispuestos a ayudar a otros afectados
y a contar su historia. Carlos Ramallo, por ejemplo, descubrió
que el cáncer invadía uno de sus riñones y parte
importante de sus vértebras en 2003. Tenía 33 años.
Elisa, su psicóloga de la AECC, ha estado con
él en todo momento; incluso cuando Carlos no se podía
desplazar. «En una sesión de 45 minutos»,
y se le llena la boca con una sonrisa, «me ponía las
pilas. Me hacía racionalizar las cosas y me daba consejos para
reducir los pensamientos negativos».
Carlos lleva ahora cuatro vértebras unidas con
titanio; los músculos le duelen al final del día y casi
no conoce la sensación de tener a su hijo en brazos, pero ha
aprendido a vivir incluso mejor que antes de que le diagnosticasen la
enfermedad. Un 47% de los pacientes de cáncer presenta problemas
de salud mental, sobre todo de tipo adaptativo. Sin embargo, sólo
un 10% –con suerte– está atendido. «La
atención psicológica del sistema sanitario público
al enfermo con cáncer y a sus familias no es escasa, es prácticamente
nula», explica Ricardo Cubedo, doctor del Servicio de Oncología
Médica del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Madrid.
Actitud positiva.
Ningún estudio ha podido demostrar que la actitud
positiva de los pacientes ayude a la recuperación del cáncer
pero, como afirma el presidente de la Asociación de Psicooncología
y profesor de la Universidad Complutense de Madrid Juan Antonio Cruzado,
«lo que parece cierto es que una actitud positiva del paciente
va a facilitar que éste se adapte mejor a los tratamientos médicos,
que haga ejercicio físico, que cuide su alimentación y
que se adhiera a comportamientos saludables que mejoren su calidad de
vida. Y eso es algo importantísimo».
No es sólo que haya vida después del
cáncer, es que durante el cáncer la vida continúa.
Y en este proceso de lucha, el apoyo del entorno familiar es importantísimo
para el enfermo. Aunque no siempre se consigue.«Hay familias
que son un desastre y que, lejos de ayudarte a superarlo, te perjudican»,
comenta Sandra con implacable honestidad. «Familias que se
derrumban ante un diagnóstico. Pero hay familias que sirven de
apoyo. En mi caso, fue mi madre la que me ayudó a salir adelante.
Nunca la he visto llorar. Hemos hecho un equipo perfecto.
Yo salí de Medina
del Campo cuando era muy jovencita y el cáncer me
dio la oportunidad de recuperar a mi madre y conocerla más».
Cuando su hijo Manuel tenía sólo 16 meses, Lorena Reboredo
Díaz (Vigo, 1976) recibió el diagnóstico
de su cáncer de tiroides; se enfrentaba a un carcinoma papilar
que ya se había ramificado. Tras superar la cirugía y
un duro tratamiento de yodo radiactivo, asegura sentirse más
feliz que nunca. «Si releo mi diario de los últimos
meses es mucho más alegre que el de años pasados.
Asomarte así y ver que la vida se te acaba
es suficiente terapia. Yo era la típica melodramática
que gozaba rebozándome en el fango. Ahora, ni hablar. Para mí,
el tiempo es oro y no me puedo permitir el lujo de perderlo dramatizando».
Ayuda a otros enfermos. Sandra Ibarra ha invertido parte importante
de su tiempo en la ayuda a otras personas afectadas por el cáncer.
«En la Asociación [AECC] me riñen y a veces
no me dejan colaborar en los proyectos porque dicen que es demasiado
trabajo.
Pero los que nos quedamos tenemos que seguir adelante
para hacer todo aquello que a los que ya se fueron les hubiese gustado
hacer. No me puedo meter en la cama sabiendo que podía haber
ayudado a una persona y no lo he hecho. Ése es un privilegio
que tenemos muy pocos y tengo que aprovecharlo». En los últimos
meses, ha compartido sus vivencias con centenares de afectados de forma
directa o indirecta por la enfermedad. Bajo el título Ya me salen
las cuentas de la felicidad, sus conferencias abordan un mal que en
pleno siglo XXI algunos ni siquiera se atreven a nombrar.
Como subraya María Isabel Marín Tejero,
56 años y dos cánceres de mama superados, es necesario
llamar a las cosas por su nombre: «No hay que asociar la palabra
cáncer con muerte. Hoy los enfermos tenemos muchas posibilidades
de sobrevivir». En estos 12 años de lucha nuestra
protagonista de portada nunca ha tirado la toalla.
Con la autoridad que confiere un historial clínico
como el suyo, Sandra Ibarra utiliza las páginas de Magazine para
pedir a los enfermos de cáncer «que corroboren el diagnóstico,
que dejen de lado las estadísticas y las fechas que les marquen
los médicos y que superen cada día con esperanza. Los
objetivos tienen que ser a corto plazo y cada uno tiene que utilizar
sus propias herramientas para alcanzarlos». Para una madre
esa herramienta puede ser el amor por sus hijos. Para Sandra fueron
las ganas de vivir.
19-05-09
- La Fundación Sandra Ibarra gana el premio Rocío Mozo.
El galardón reconoce su trabajo paramejorar
de la calidad de vida de los enfermos de cáncer
LAURA
CRUZ | MEDINA DEL CAMPO
De izquierda a
derecha, Crescencio Martín, Sandra Ibarra, Rocío
Mozo, Esther Noriega, Antonio Zúñiga y la
actriz Alejandra Grepi./ F. JIMÉNEZ
Medina del Campo cuenta con unos nuevos premios a la
solidaridad, la labor social, de investigación y de desarrollo,
unos galardones que llevan el nombre de Rocío Mozo, su impulsora,
y que en su primera edición han premiado a la Fundación
Sandra Ibarra de Solidaridad Frente al Cáncer, que preside la
modelo medinense Sandra Ibarra, por su trabajo para mejorar la calidad
de vida de los pacientes y financiar la lucha contra esta enfermedad.
El jurado estaba integrado por el alcalde de Medina,
Crescencio Martín Pascual; Carmen Hernández, catedrática
de la Universidad de Valladolid; Israel Arnaz, director de MDC TV; Carlos
Alcántara, director del Balneario; y Rafael Mozo, representante
de la firma Rocío Mozo.
Estos premios nacen «con la idea de unir solidaridad
y moda» y además «como una forma de dar a conocer
a la gente que está diseñando en Castilla y León»,
según declaró ayer Rocío Mozo durante su presentación.
Sandra Ibarra recibirá el galardón el
próximo 26 de junio en un acto en el Palacio de las Salinas al
que acudirán numerosas personalidades del mundo de la moda, y
que incluirá una exposición en el Balneario de cuatro
diseñadores: Esther Noriega, Antonio Zúñiga (diseñador
de joyas), María Lafuente y la propia Rocío Mozo. Además,
se ofrecerá una cena benéfica cuya recaudación
irá destinada a la fundación ganadora. El precio será
de 60 euros y las entradas para asistir a este acto se pueden adquirir,
a partir del 1 de junio, en la Oficina de Turismo de Medina del Campo.
Sandra Ibarra se mostró ayer encantada con esta
iniciativa y declaró que la principal lucha de su fundación
es la investigación contra el cáncer, a la que este año
ya han dedicado 100.000 euros.
20-05-09
- Los Premios Rocío Mozo reconocen el trabajo de la Fundación
Sandra Ibarra frente al cáncer.
La modelo Sandra
Ibarra (i) y la diseñadora Rocío Mozo durante
la presentación de los I Premios Rocío Mozo
que ha tenido lugar hoy en el Balneario Palacio de las
Salinas de la localidad vallisoletana de Medina del Campo.
Los Premios benéficos Rocío Mozo, que
se entregarán el próximo 26 de junio en el Balneario
Palacio de Las Salinas de Medina
del Campo, han reconocido el trabajo realizado por la "Fundación
Sandra Ibarra de Solidaridad frente al cáncer" en su primer año
de vida.
Así lo ha anunciado hoy la responsable de esta
iniciativa, la diseñadora medinense Rocío Mozo, quien
ha dejado claro que el objetivo de los premios que llevan su nombre
es "unir moda y solidaridad, con lo que se dará a conocer la
moda de Castilla y León y, al tiempo,
se premiará la labor social de una fundación, ONG o persona
que haya destacado en ese ámbito".
En este caso, un jurado ha elegido a la Fundación
Sandra Ibarra como primera galardonada "por su trabajo a la hora de
abrir nuevos caminos para mejorar la calidad de vida de los pacientes,
financiar e impulsar la investigación y concienciar a personas
e instituciones de que el cáncer es un problema de todos".
Sandra Ibarra, que ha asistido a la presentación
de los Premios Rocío Mozo, celebrada en el Palacio
de Las Salinas, ha asegurado sentirse "muy orgullosa" de que la
fundación que preside haya sido distinguida con este galardón,
una entidad que fue creada en octubre del pasado año "pero tiene
14 años de trabajo personal".
La modelo, también natural de Medina
del Campo, ha recordado que "en dos ocasiones" ha superado
un cáncer y, tras esa vivencia personal, decidió crear
una fundación para ayudar a otras personas que estén sufriendo
esa enfermedad y, sobre todo, "potenciar la investigación para
combatirla".
Según Ibarra, "existen más de 400 tipos
de cáncer, pero no todos son investigados y, por eso, uno de
nuestros fines es conseguir fondos para potenciar esa investigación,
ya que es necesario impulsar y coordinar esfuerzos ante esta enfermedad
a la que queremos dar nombre, ya que en algunos casos aún se
oculta".
Los I Premios Rocío Mozo se entregarán
en el transcurso de una cena benéfica que tendrá lugar
en el Palacio
de Las Salinas el próximo 26 de junio, cuya recaudación
será destinada a la Fundación Sandra Ibarra, y que estará
amenizada por un grupo de flamenco fusión.
Además, los asistentes podrán disfrutar
de las nuevas colecciones para el próximo otoño-invierno
de los jóvenes diseñadores de Castilla
y León Rocío Mozo, Esther Noriega y Antonio Zúñiga,
que será expuesta antes del inicio de la cena, y de la fiesta
con la que se pondrá fin a la velada benéfica.
Según ha indicado Rocío Mozo, "las entradas
para dicha cena tendrán un precio de 60 euros y se podrán
adquirir, a partir del 1 de junio, en la Oficina
de Turismo de Medina
del Campo, a través de la Fundación Sandra
Ibarra o de los diseñadores que participan en la primera edición
de estos premios".
A la presentación de los galardones también
han asistido el alcalde de Medina
del Campo, Crescencio Martín Pascual, quien presumió
de "dos jóvenes medinenses triunfadoras", la actriz Alejandra
Grepi, directora adjunta de la Fundación Sandra Ibarra, y el
gerente del Palacio
de Las Salinas, Carlos Alcántara.
"Para mí, todos los momentos se convierten
en importantes por el hecho de vivirlos, porque hubo un momento en mi
vida en que pensé que no volvería a tenerlos".
Habla Sandra Ibarra, la modelo que abandera, desde
hace años, la lucha contra una enfermedad de la que ella no se
esconde: el cáncer. Clava la mirada mientras habla. De vez en
cuando, bebe de la taza de té que nos han preparado en un lugar
fantástico donde se huele a incienso y se escucha música
relajante. Al segundo de compartir con ella el sonido del oboe y las
flautas de los monjes budistas, unido a los chorros de agua que envuelven
nuestra conversación, descubro que, detrás de su aparente
fragilidad, hay una luchadora difícil de aplacar. "No creo
que la enfermedad cambie a las personas, sino que potencia lo que uno
es. Se puede canalizar de forma positiva, pero no te enseña.
Para aprender está la universidad".
Salta como un resorte ante frases que la sociedad ha
admitido como buenas y que se pronuncian con una gran ligereza. Por
ejemplo: la violencia es el cáncer de la sociedad. Sandra, cuando
la escucha, interrumpe la conversación. "Di otra palabra,
no identifiques lo peor de la sociedad con el cáncer. Esta enfermedad
se puede curar en más del 50% de los casos". Es su guerra
particular.
Sandra, ¿se acostumbra uno al dolor?
¡No! Es muy duro, sobre todo, psicológicamente.
Comprendo que resulte difícil estar a nuestro lado, en enfermedades
tan largas que generan mal humor, aunque intentes no pagarlo con los
demás. La incertidumbre es lo que hay que superar cada día.
El optimismo y la esperanza son dos herramientas fundamentales. Yo he
descubierto que hay que vivir con objetivos a corto.
Sandra se ha convertido en su principal apoyo, incluso,
se podría decir, en su propia entrenadora personal: "Voy
a poder" es su frase favorita. Se ha descubierto a sí misma.
"Tengo a mi pareja, a mi madre, a mis hermanos, a mis amigos...
pero lo básico lo encuentro en mí. Hay que aprender a
quererse, a entenderse y a identificar sentimientos e instintos. Al
que más importancia doy es al de supervivencia".
ABANDONO DEL PADRE. Todo en ella parece de novela.
Nació en Santo Domingo y los primeros recuerdos de su infancia
los ha ido alimentando su madre. "A pesar de que mi padre nos abandonó
cuando yo tenía 5 años, mi madre nunca nos ha hablado
mal de él". Hoy no puede evitar mover los pies cuando oye
merengue y soporta el calor con naturalidad. "¡Lo que es
la sangre! La necesidad de mar y el ritmo los llevo en los genes. Tengo
el corazón latino y la mente castellana".
Con muy pocos años vino a España junto
a su madre, que había nacido en Medina
del Campo (Valladolid),
y sus tres hermanos. Si cierra los ojos se imagina en la plaza jugando
al escondite. "Creo que he sido siempre demasiado responsable.
¡Una pesadez! Hasta que mis hermanos no se comían sus bocadillos
no jugaba". Es la mayor y sus tres hermanos van seguidos, por lo
que,con 4 años, ya se responsabilizaba del pequeño. "Era
muy chica y ya le daba el biberón a mi hermano, que tenía
uno. Mi madre tiraba mucho de mí al estar sola y yo lo he asumido
desde siempre. He superprotegido a mis hermanos, ¡como si les
llevara 10 años!".
Un día decide hacer realidad sus sueños
como modelo y se traslada a la capital. Vuelve a aparecer su vida de
película: "Era una chica de provincia que llegaba a la gran
ciudad con afán de superación y ansias de conseguir cosas.
Lo pienso y me veo con mi maleta, como Paco Martínez Soria en
'La ciudad no es para mí'". Había hecho mucho ballet,
gimnasia rítmica, baloncesto... y poseía una estatura
considerable que fomentó su idea de ser como las modelos que
veía en las revistas de los 90: Claudia Schiffer, Naomi Campbell,
Cindy Crawford...
ROPA PRESTADA. Con su maleta y su juventud llegó
a Madrid con el único objetivo de buscarse la vida. "No
conocía la ciudad, no tenía medios económicos,
iba a las fiestas con trajes prestados, no tenía dinero ni para
taxis, siempre viajaba en metro. Llegué a ganar el concurso de
Miss Medina del Campo con un traje
arreglado de mi abuela. Iba de 'casting' en 'casting'". Hasta que
se topó con la edad. A pesar de ser finalista, no la dejaron
presentarse al concurso de Miss España, porque tenía menos
de 18 años. "Sin embargo, me sirvió de trampolín
para comenzar a trabajar con mi madrina profesional: María Luisa
Sicilia".
Mientras tanto, su madre insistía en que estudiara
y se matriculó en Publicidad. "Ella siempre ha sido una
campeona. Salió adelante sola y con cuatro hijos. El día
del padre, los regalos se los dábamos a mi abuelo. La verdad
es que tengo una relación muy especial con ella. Mi enfermedad
nos unió. Estuvimos codo con codo. Le echó las mismas
horas que yo de hospital. Eso resulta imposible de olvidar". Justo
cuando estaba en plena rampa de despegue profesional, oye por primera
vez en boca de los médicos el término cáncer. "Estaba
muy cansada, tenía fiebres intermitentes y un dolor horrible
de mandíbula, pero yo lo achacaba al trabajo, porque no paraba".
El doctor Valdivieso le pidió una analítica y allí
apareció que tenía el 95% de la médula ósea
dañada. "A la gente le dan tres o seis meses, pero a mí
me dieron un fin de semana de vida. Si lo superaba, se podría
hablar de tratamiento". Dice Sandra que la ayudó no ser
consciente de lo que era la enfermedad. "La palabra muerte nunca
me pasó por la cabeza. Estaba convencida de que lo iba a superar.
Tenía claro que quería vivir".
¿Qué le debes a tu hermano pequeño?
¡La vida! Me ha salvado dos veces con dos
trasplantes de médula. Era con el que tenía un 99% de
compatibilidad. Supongo que al ser el único que podía
salvar la vida de su hermana no se lo pensó. Es más, me
dijo que estaba encantado de ser él.
Sandra bromea y dice que ahora se parece más
a César porque ha heredado lo bueno y lo malo de él. "Tengo
todas sus alergias y nos reímos con estas cosas". Al superar
el segundo cáncer, ella ya estaba implicada con la enfermedad
y con la gente. "Mi mensaje era positivo. Se podía vencer
a la enfermedad desde la Seguridad Social. Aquello caló mucho".
Guarda con celo todos los recuerdos de sus compañeros
de hospital que no tuvieron tanta suerte como ella. A partir de ese
momento, ha sido la mano amable a la que recurren anónimos y
conocidos cuando la enfermedad aparece. La cadena cada día se
hace más larga. "Todos me llaman porque, al principio, te
sientes perdido". A través de la fundación que lleva
su nombre ha iniciado varios proyectos para sumar esfuerzos frente a
esta enfermedad. "Hemos dotado 13 becas de investigación
en año y medio". Desde que tuvo cáncer no ha sido
capaz de alejarse de ese entorno. "Soy consciente del desgaste
energético que tengo. Parezco la más fuerte, esa a la
que nunca va a pasar nada, y tengo que decirte que me pasan muchas cosas.
Me revuelve mucho el dolor de las personas, pero no sería capaz
de saber que puedo ayudar y no hacerlo". Continúa el incienso
invadiendo nuestra entrevista. Todo sigue pareciendo de película,
hasta esta conversación. Me cuenta que quiso conocer a su padre
para cerrar ese capítulo de su vida y se fue a Santo Domingo.
"Nos miramos mucho cuando nos vimos, pero a los pocos días
ya no tenía tiempo para mí. Cuando me puse enferma tampoco
apareció mucho. Tuvo muchas oportunidades de demostrarme algo
más, hasta que decidí que no quería que me abandonase
más veces".
El final feliz de esta charla de película lo
pone involuntariamente Juan Ramón Lucas, el periodista que comparte
su vida y que viene a buscarla. Desde que se conocieron dice que "habla
en plural", como la canción de Sabina. A pesar de que su
padre ha sido una sombra en su vida, no guarda rencor al género
masculino: "Necesitaba un compañero que me abrazara. Con
un abrazo cambia todo". Fue también muy cinematográfico
cómo le conoció: en un programa de televisión al
aire libre. Una lluvia a tiempo y varias horas de conversación
fueron suficientes para unirlos. "Yo estaba muy desencantada del
amor. Sólo me apetecía mi independencia, pero comenzamos
a mandarnos mensajes y, con el tiempo, vimos que había entre
nosotros mucha complicidad". Sandra pide quedarse como está:
"Que no se acabe nunca este momento tan dulce que estoy viviendo".
Le parece que han formado una familia moderna: "Juanra aporta tres
niños. Yo, un sobrino y dos perros". Ahora tienen un objetivo
común: "Envejecer juntos y vivir con mayúsculas,
procurando plantearnos objetivos cortos".
RADICAL. Por otro lado, confiesa que se ha vuelto
radical con el tabaco: "Afecta a mi salud". Dice que se ha
curado "no sólo gracias a Dios", una expresión
que repite constantemente, sino también gracias a la voluntad
que le ha puesto. "Cuando tienes cáncer lo más importante
es luchar". No echa de menos un hijo: "Ahora que tengo salud,
amor y trabajo, puedo disfrutar, vivir... No me apetece aparcarlo todo
otra vez".
Poco a poco está logrando "desconectar
el teléfono móvil". Dice Juan Ramón que lo
que él aprende con la meditación, Sandra lo ha aprendido
en la escuela de la enfermedad. "Ella es serena, ecuánime,
escucha muy bien y valora los silencios". Su poco tiempo libre
lo dedica a pasear con sus perros y a sentarse con su pareja delante
de la chimenea. Su cualidad principal: "No rendirse jamás".
Aunque no tiene demasiado tiempo, le gusta preparar la mesa con todo
lujo de detalles. Heredó de su abuela el gusto por la cocina.
"Me gusta la cocina sana. Me invento cosas y me salen bien".
Asegura Juanra que Sandra "no ve el vaso medio lleno, sino que
lo llena del todo". Aunque ella no lo dice gritando, sí
lo hace con rotundidad: "¡Necesito vivir mi momento! Nunca
soñé con tener cáncer, pero la vida tenía
otro camino para mí. Lo único que he hecho es transformar
mi sufrimiento en una fundación o, como diría Paulo Coelho,
en mi leyenda personal...".
LUCHADORA MODÉLICA
Se ha enfrentado al cáncer no una, dos veces.
La primera, a los 20 años. Cansancio, delgadez, una palidez que,
sin embargo, le sentaba bien a Sandra (Santo Domingo, 1974). Tras las
pruebas llegó el diagnóstico: leucemia linfoblástica
aguda. Su vida en suspenso. Se vio inmersa en un paréntesis de
incertidumbre y sufrimientos que cerró César, su hermano
el pequeño, tres años menor que ella. El único
donante compatible de médula de su entorno. Recuperada del combate,
se convirtió en la personificación de ese tanto por ciento
que sale con bien de la batalla. Cuando retomaba, siete años
después, su carrera, unos análisis rutinarios daban cuenta
de su recaída. Segundo transplante de médula. Y vuelta
a empezar. Ahora las piezas encajan, y su doble experiencia también,
volcada en prestar ayuda y apoyo desde la Fundación Sandra Ibarra
de Solidaridad Frente al Cáncer (www.fundacionsandraibarra.org).
14-05-10
- ´Es un privilegio ser una superviviente y poder decir un día
que el cáncer se cura´
Sandra Ibarra, con
un maniquí con el lazo naranja. manuel molines
Modelo
y presidenta de la Fundación de Solidaridad frente al Cáncer.
Convertir el día feliz de la boda en un acto de solidaridad con
los enfermos de cáncer. En Valencia, el grupo Edbe presenta su
alianza con la fundación de Sandra Ibarra (dos leucemias superadas).
Con los beneficios de los vestidos se financiará una beca de
investigación.
SUSANA
GOLF Sandra Ibarra tenía apenas veinte años cuando cogió
su maleta, la cargó de ilusión, y se trasladó desde
Medina del Campo (Valladolid) a Madrid. Quería hacer carrera
como modelo pero una leucemia linfoblástica aguda le salió
al paso sobre la pasarela. Plantó cara, primero "desde la
ignorancia" y ganó, gracias a la médula donada por
su hermano pequeño. Siguió con su vida, en la Universidad,
ante los flashes y, cuando empezaba a olvidar, siete años después,
el cáncer regresó. Y de nuevo lo superó. Entonces
empezó a implicarse con los afectados, a contar su historia,
hasta crear la Fundación Sandra Ibarra de Solidaridad frente
al Cáncer, una fundación que no habla de drama ni de dolor,
ni de deterioro físico, ni de batallas ganadas o perdidas, aunque
lo haya, sino de porcentajes de curación, de esperanza, de vivir
durante y no después de la enfermedad.
Sandra
ha viajado hasta Valencia -con todos los problemas de vuelo que conlleva-
en una de las varias tiendas del grupo. En todos los escaparates -de
toda España- los maniquíes se han cubierto con un lazo
naranja, el emblema de la fundación. La modelo, hoy volcada al
100% con su proyecto -"he encontrado mi leyenda personal",
dice-habla claro. "Soñamos con poder decir a todo el mundo
algún día que el cáncer se cura. Mientras tanto,
vamos a seguir trabajando. Ya es un privilegio que supervivientes como
yo lo hayamos hecho y podamos seguir", cuenta.
A
pesar de que se encuentra muy bien "y no siento la espada de Damocles
sobre mí, nunca lo he hecho" y de la firmeza con la que
se expresa, los ojos se le humedecen a veces. Cuando recuerda cómo
fue. Cuando alguien que está pasando por lo mismo le pide un
abrazo. "La recaída es más dura", evoca. Era
el primer aniversario del 11-S, todo el mundo miraba hacia Nueva York
y yo..."
¿Es más difícil asumir el deterioro físico
para una modelo? Sandra Ibarra asegura que no. "¡Pero si
estás luchando por tu vida!", exclama, "al contrario,
yo creo que el sentido de la estética me ayudó a cuidar
mi imagen, si descuidas tu aspecto físico, te abandonas también
mentalmente". Ella presentó galas parapetada detrás
de sus grandes gafas oscuras y con un pañuelo cubriéndole
la cabeza. "Lo importante es no esconderse, hay quien se pone una
peluca porque se ve mejor, pero hay quien se la pone para que nadie
lo sepa. Yo pensé que no tenía nada que esconder".
Tampoco
rehuyó nunca la información ni la palabra cáncer.
Todavía hay mucho oscurantismo y mucha leyenda en torno a esta
dolencia, según Sandra: "Se habla de una larga y terrible
enfermedad y todo el lenguaje es muy bélico, batalla, lucha,
muy terrible. Dicen que hay efectos secundarios y yo digo que son primarios,
mi piel, mi pelo, eso es primario para mí". Aun sigue indisolublemente
ligado a muerte, cuando más del 50% de los casos se curan.
Por
eso la fundación que ella fundó y preside y en la que
ha implicado a muchos nombres conocidos -su pareja, el periodista Juan
Ramón Lucas, Custo Barcelona o Sara Navarro, entre otros- no
es una fundación de lucha "contra" el cáncer
sino de solidaridad "frente" al cáncer.
Becas
de investigación La camiseta más solidaria
María Lafuente y Sandra Ibarra lanzan una camiseta para recaudar fondos para luchar contra el cáncer Desde
su experiencia como modelo y paciente y su formación universitaria
(estudió Publicidad) cree que los primeros pasos deben ser la
investigación -"cuando sepamos qué provoca el cáncer
sabremos a quién maldecir y también cómo curarlo"-
y la prevención -"no entiendo que no haya una Ley Antitabaco
pero de verdad en este país". También es reivindicativa:
"El Ministerio nos ha recortado un 15% la subvención, así
que más que nunca necesitamos la iniciativa privada. Pero, afortunadamente,
la solidaridad no está en crisis. Y el cáncer es de todos."
María Lafuente colabora con Sandra Ibarra en una iniciativa para lograr fondos en la lucha contra la enfermedad, financiada por Caja España.
María Lafuente y Sandra Ibarra lanzan una camiseta para
recaudar fondos para luchar contra el cáncer
La diseñadora leonesa María Lafuente ha creado una camiseta con el mensaje Empieza cada día como si tú lo inventaras para recaudar fondos para luchar contra el cáncer en colaboración con la modelo vallisoletana Sandra Ibarra, una iniciativa financiada por Caja España.
Fuentes de la fundación creada por la modelo natural de Medina del Campo señalaron en una nota de prensa que la diseñadora ha unido su experiencia profesional a «la ilusión y vitalidad» de la modelo para crear un mensaje que «expresa esperanza» e invita a vivir todos los días «como si fueran únicos y especiales». Las camisetas se pondrán comprar en la web de la Fundación Sandra Ibarra de Solidaridad frente al Cáncer a partir del 1 de diciembre, a un precio de 29 euros. Estarán disponibles en blanco y en negro, con modelos tanto para mujer como para hombre. El dinero recaudado se destinará a apoyar los proyectos de la asociación.
María Lafuente acaba de presentar recientemente su colección de primavera-verano 2011. Lafuente toma de referencia a este tipo de personajes después de su contacto con el artista Pedro Sandoval, encargado de pintar las ilustraciones que portan los vestidos de la creadora.
La diseñadora asturiana afincada en León no pierde su esencia y sigue aportando magia a sus creaciones. Se inspira en los chamanes para crear una puesta en escena característica en la que ningún detalle se deja al azahar.
Lafuente ha pretendido con su última colección una evolución de sutilezas, pero de grandes contrastes en el patrón con piezas geométricas que aporten volumen favorecedor a la mujer. La diseñadora señaló que la feminidad siempre debe reflejarse en sus prendas. Los tejidos son naturales, sedas y algodones y la mezcla de ambos.
María Lafuente se ha convertido ya en protagonista habitual de la Cibeles Madrid Fashion Week, si bien participa fuera de programa en los últimos casos, aunque esta circunstancia no le resta notoriedad de cara a la progresión de su carrera.
«Cuando estás enfermo, es cuando más vivo te sientes»
Sandra ibarra, modelo y comunicadora.
Sandra Ibarra
Nacida en Medina de Campo, modelo y comunicadora. Es uno de los rostros más activos en la lucha contra el cáncer. En marzo de 2008, creó la Fundación Sandra Ibarra de Solidaridad Frente al Cáncer, profesionalizando buena parte de la labor -colaboraciones, conferencias o artículos- que había realizado hasta entonces. También ha sido premiada por los Príncipes de Asturias por su trabajo frente al cáncer. Destacan, sobre todo, su optimismo y su serenidad.
La cita es en la biblioteca de un hotel madrileño. En realidad, aclarando el eufemismo, nos encontramos en un pequeño salón por cuyas estanterías hay repartidos unos pocos libros con aspecto de no haber sido abiertos durante los últimos dos siglos. No seremos quisquillosos. El personal es atento, la chimenea se encuentra a toda mecha y las butacas son cómodas. Con eso es suficiente para pasar un día más atravesando este planeta. En la puerta del hotel hemos dejado una de esas mañanas frías y secas del invierno capitalino, siempre tan amable como una inspección fiscal. Mientras tomamos algunas notas y escuchamos a nuestra entrevistada, que lleva todo el día atendiendo a los medios, nos sentimos muy cómodos y muy tranquilos, como si todos los relojes del mundo se hubieran puesto en huelga. Lo reconocemos: es una buena sensación. Y la echábamos de menos. La verdadera culpable de nuestro estado es Sandra Ibarra, como ya habrán intuido los lectores más espabilados. Charlar con ella provoca una curiosa serenidad. Su discurso es meticuloso, perfectamente puntuado por unos gestos suaves y por una mirada que no pierde de vista a su interlocutor. Estupenda comunicadora, además de evidentemente guapa, hay en ella una actitud que tal vez, sobre todo cuando echa por tierra algún cliché, podríamos definir casi como espiritual. Por raro que suene:
Mi padre es dominicano y mi madre de Medina del Campo. Se conocieron en Madrid estudiando. Después se marcharon un tiempo a Santo Domingo. Y con dos años me llevaron del Caribe a Medina del Campo…
Vaya cambio.
Por eso tengo un poco el corazón partido. Me encanta el vino de la Ribera del Duero y bailar merengue. De hecho, ahora estoy en un proyecto con el que quiero hermanar a Medina del Campo y Santo Domingo…
No suena nada mal.
Piensa que, si Isabel la Católica no le hubiera pagado el viaje a Colón, éste no hubiera descubierto La Española, que hoy es Santo Domingo. Y entonces mi padre y mi madre no se hubieran conocido.
Está bien pensado, sí.
Estamos tirando de la historia de muchos medinenses en Santo Domingo y atando lazos. Me gusta pensar que soy parte de ese crisol en el que hoy se unen estos dos países.
¿Cómo fue tu infancia en Medina del Campo?
Sobre todo, es el recuerdo de cuatro hermanos, un primo y un perro teckel jugando en una plaza llena de árboles. Es lo bueno de crecer en poblaciones pequeñas, que juegas mucho en la calle. A pesar de que mi padre nos abandonó y mi madre tuvo que criarnos sola, tengo un recuerdo de un juego casi continuo...
Tu madre es fundamental en tu vida.
Mucho más que eso. Una mujer que, en los ochenta y en Medina del Campo, es abandonada con cuatro hijos y los saca a todos delante. Es un referente vital y un ejemplo de superación. A raíz de mi enfermedad, además, hemos estado muy unidas. Hemos salido adelante las dos.
¿Qué querías ser de mayor?
Comunicadora y modelo. No era una niña demasiado extrovertida, pero sí me ha gustado siempre el mundo de la imagen. Cuando vemos los vídeos de pequeños, en Reyes, están todos mis hermanos con el pijama y yo aparezco perfecta, con mi bata y mi raya al medio en el pelo.
Al final, has alcanzado tus sueños.
Creo que he superado con creces todo lo que soñaba. He conocido grandes referentes, tanto en la moda como en la comunicación. Nunca lo habría imaginado en mi habitación de Medina del Campo.
Con una larga carrera como modelo, desfilando para las mejores firmas, la medinense se ha convertido en uno de los rostros más activos en la lucha contra el cáncer. Además de haber trabajado para distintos medios, como la Televisión de Castilla y León y Punto Radio, en marzo de 2008 creó la Fundación Sandra Ibarra de Solidaridad Frente al Cáncer, profesionalizando buena parte de la labor -colaboraciones, conferencias o artículos- que había realizado hasta entonces. También ha sido premiada por los Príncipes de Asturias por su trabajo frente al cáncer. Pero, más allá de su curriculum, destacan su entereza vital y su contagioso optimismo. Sobre todo si tenemos en cuenta que lo más duro de las verdades es su sencillez. Cualquiera las entiende a la primera:
Hice mis maletas y me vine a Madrid en busca de mi sueño. Me matriculé en la facultad de Ciencias de la Información e iba a todos los castings del mundo. Hasta que un 10 de marzo de 1995 me diagnosticaron leucemia.
11-06-11 - Sandra Ibarra en COPE: "He tenido cáncer y no me he escondido"
Sandra Ibarra contra el cáncer
SOCIEDAD. La modelo Sandra Ibarra ha estado en La Atalaya y ha mostrado cómo sigue recogiendo fondos para investigar los más de 200 tipos de cáncer y para promover la prevención en la fundación que lleva su nombre.
Tras superar por dos veces el cáncer, Sandra Ibarra continúa al pie del cañón de la fundación que ha creado para luchar contra la enfermedad, su leyenda y su nuevo camino personal.
Con 20 años la modelo fue sorprendida por el duro diagnóstico de la leucemia y siete años después se tuvo que enfrentar a la reproducción del cáncer. Como ha dicho en La Atalaya, "el cáncer no es una sola enfermedad, son más de 200 tipos de cáncer".
Tras 13 años de lucha contra la enfermedad y alentada por su pareja, el periodista Juan Ramón Lucas, la modelo decidió poner en marcha la Fundación Sandra Ibarra de solidaridad frente al cáncer, desde la cual recauda fondos para investigación y para mejorar la imagen que se tiene del cáncer. "Lo qe hago es profesionalizar lo que hago durante años, que es entregar becas de investigación y profesionalizarlo, es llamar al cáncer por su nombre, se habla de larga enfermedad, pero se diagnostica en cáncer", ha contado Ibarra.
"El cáncer depende de muchos factores, de cogerlo a tiempo o no, a mí no me lo cogieron a tiempo, pero ante todo positivismo y esperanza, y ¿por qué no vas a formar parte de la estadística de los que salen adelante?, es que elijamos el mejor equipo médico y a partir de ahí a luchar, como muchas otras cosas en la vida, no sólo ésta", ha recalcado en COPE.
Hoy, a sus 34 años y ya recuperada, Sandraatraviesa una etapa de plenitud llena de trabajo y de estabilidad personal. La modelo y creadora de la Fundación Sandra Ibarra se considera "auténtica, me he mostrado siempre como soy, es hacer las cosas lo mejor posible, no hay personas con las que me llevo mal, tengo amigos cantantes, artistas, periodistas, anónimos… y creo que he sido muy auténtica y tratar la enfermedad por su nombre". Demás, dice, "fui la primera mujer que dije 'soy una modelo, de Medina del Campo y me voy a curar por la Seguridad Social', he salido con mi pañuelo, mis gafas y no me he escondido".
“Soy incapaz de obviar mi cáncer. Hay que decir la palabra”
Espero a Sandra en un hotel de un Madrid llorón hoy. La chimenea encendida. Llega, blanco y naranja en su look, desafiando al vestido plomo de la ciudad y nos sentamos ante el fuego. Llueve en Madrid, no en el rostro de Sandra Ibarra. La vida, quizá en recompensa, ha dibujado en su cara una sonrisa perenne.
(Entrevista íntegra. Tienes también un vídeo resumen con lo mejor de la conversación al final de esta página)
¿Cómo quieres que empecemos este camino Sandra Ibarra?
Pues bien. Siempre hay que empezarlo todo bien.
Me has preguntado que de qué íbamos a hablar y yo es que nunca hago las entrevistas con algo escrito porque después no sé bucear en las notas. Vengo, lo he dicho otras veces a mis invitados, con mente y corazón…
Me encanta. Tú como Iñaki Gabilongo, que va siempre sin papeles.
Voy a dibujar un camino y tú le pones piedras, flores, macetas, guijarros…
Yo estoy acostumbrada a improvisar en la vida porque uno tiene preparado un camino y la vida resulta que te pone otros muy diferentes.
¿Cuál es tu camino actual, el de las sonrisas?
Es un camino personal, el de querer sonreír cada día en estos tiempos tan difíciles que estamos viviendo. Yo estoy ahora en el camino de la solidaridad. Estoy en el camino de haber encontrado mi leyenda personal, me ha costado encontrarla porque no es la que yo soñaba. La vida tenía preparadas otras cosas para mí. Me he adaptado a la vida para poder sonreír ahora.
¿Es una forma de recuperar los sueños que un día se truncaron?
Sí. Siempre había soñado con ser modelo y comunicadora. Nunca soñé con tener cáncer cuando yo dejé mi Medina del Campo, como Paco Martínez Soria en La ciudad no es para mí, para llegar con mis maletitas a Madrid…
Chica provinciana…
Soy una mujer de pueblo, nací y crecí en un pueblo de 22.000 habitantes y vine a la ciudad a buscar los sueños. Madrid está lleno de personas de provincias que venimos a buscar nuestros sueños. Vine, me matriculé en la Facultad de Ciencia de la Información y empecé a estudiar por las mañanas y a trabajar de modelo por las tardes.
Ahora tu vida es la Fundación Sandra Ibarra. ¿Qué cuesta personalmente un esfuerzo así?
Entre esto de ahora y mi llegada a Madrid me diagnosticaron Cáncer en el año 95, con 20 años. Me dijeron que tenía el 98% de la médula dañada.
Yo he hecho un puente en tu vida para que no tuvieras que hablar de esto, si no quieres…
No sé hablar de mi vida sin eso, mi vida es eso. Soy incapaz de obviar mi cáncer porque es lo que he sido. Hay que decir la palabra, hay que contarlo. Eso ayuda a muchas personas que me dicen “Sandra no caigas tú que caemos todas”. Te conviertes en un espejo. Conforma todo lo que soy yo. Tuve la suerte de tener un hermano compatible, me curé y me impliqué en esta lucha. A los tres meses hice mi primer desfile. Me emocioné muchísimo, era para la Asociación contra el Cáncer, estaban Remedios Cervantes, Juncal Rivero… Todas las modelos de aquella época.
Recuerdo perfectamente ese desfile…
¿Lo recuerdas? (Sonríe agradecida). Fue para la firma Escada, lo presentaba Belinda Whasington, que ahora somos buenas amigas. Me puse mi peluca, me tomé mis pastillas… Fue emocionante. Retomé mi vida de la moda pero implicándome con todo tipo de fundaciones y asociaciones contra el cáncer. A los 7 años, cuando el atentado de las torres gemelas, tuve una recaída, todo el mundo miraba a Nueva York menos yo.
Tú mirabas tu propio desastre…
Sí. Fue muy duro. Si la primera vez no lo entiendes, la segunda, después de haber luchado, de haberte implicado… Fue de los momentos más importantes de mi vida. Es cuando sientes la derrota. Pero tuve que salir, y volví a tener la suerte de que mi hermano me donara la médula y funcionase. Allí ya me entregué a la causa. Mi hermano es mi seguro de vida, no el de los bancos. A partir de se momento me impliqué a fondo y creé mi propia Fundación. Creé una estructura para profesionalizar lo que estaba haciendo durante años con la Asociación contra el Cáncer. No soy capaz de dormir por las noches sabiendo que puedo cambiar las cosas, que una niña de Burgos me quiere conocer porque ella también tiene cáncer, por ejemplo.
Eres como un servicio público de necesidad, llevas el agua y al luz a donde no la hay… ¿No es maravilloso?
Es un peaje muy caro el que pagas, pero sí. Es una mochila que pesa pero le intento buscar la compensación emocional y el equilibrio. Soy una privilegiada por hacer lo mejor que puede hacer un ser humano por otro, ayudar.
Veo que tiras de tus amigos. Llevas un pañuelo de Custo para tu Fundación.
Casi no me hace falta tirar porque son ellos los que me dicen que quieren colaborar. Hemos encontrado una forma muy bonita de trabajar, de hacer responsabilidad corporativa con las empresas. Custo diseñó este Pañuelo, que cuesta 19 euros, y todo menos el coste se dedica a la Fundación. Custo no gana nada. Lo estamos utilizando para construir una casa de acogida en Los Ángeles de San Rafael. El pañuelo si lo abrimos es un teatro del mundo. La cortina de la derecha es de la esperanza, la de la izquierda la del optimismo. Es una explosión de primavera en color naranja y un arcoiris, mensaje positivo frente al cáncer, que atraviesa todo el teatro. Y hay estas flores del campo que soplas y pides un deseo, los molinillos. Pues el deseo es que se cure el cáncer, esa es la interpretación de Custo sobre la Fundación.
¿Ves así la vida ahora, como Custo? Con una cortina de la esperanza y otra del optimismo…
Esperanza y optimismo son dos herramientas fundamentales en la vida. A mí me ha tocado esta adversidad pero hay muchas otras. Sin esas dos herramientas no podríamos sobrevivir. Ha enfermado mi cuerpo pero no he querido que enfermara mi mente.
Ni el alma…
Ni vivir con miedo. Soy una privilegiada a pesar de lo que me ha pasado porque muchas personas no se curan de un cáncer y yo me he curado de dos. Y cuando estoy cansada me digo, a ellos les gustaría tener problemas, o vivir la crisis… Las cuentas de la felicidad empiezan muy atrás, por eso siempre me salen.
Las cuentas de la felicidad empiezan muy atrás. ¿El amor también influye?
Es el título de una obra. (Sonríe).
¿Y el amor que implica en todo eso?
El amor cura. Las tres facetas indispensables de la vida que son amor, salud y trabajo no las había tenido nunca a la vez.
Hemos cambiado el dinero por el trajado, como dice la canción, pero al final es lo mismo… Salud, trabajo y amor.
No tano el dinero como quitarte los nervios a fin de mes, como dice Sabina.
¿Ahora lo tienes todo?
Sí y lo estoy disfrutando muchísimo porque pensé que no existía. Me lo he trabajado mucho el tema de la salud pero se tienen que configurar los astros a tu favor.
Hay un momento suerte que no podemos manejar…
Sí. Tiene muchos nombres. Voluntad, suerte, destino. Dios. En el amor he tenido la suerte de encontrar un compañero de viaje fantástico. 7 años ya y muchos no apostaban por nosotros. Nos hemos encontrado y somos muy felices.
Hay gente, como María Teresa Campos, ejemplo de superación, que nunca nombran la palabra cáncer y tú la reivindicas.
Porque creo que es una forma de superar la enfermedad y no tenerle miedo. Cuando no conocemos el origen de las enfermedades las mitificamos. Eso no es bueno. Dicen “la larga y terrible enfermedad”. Hay muchas enfermedades largas y terribles. Hemos mitificado la palabra. Y debemos ser optimistas, el 50% de los enfermos en España se curan. Qué importante es que hayamos conseguido una ley antitabaco, aunque haya personas que no estén de acuerdo. Dejando hoy de fumar mañana hay un 30% menos de cáncer.
Yo he dejado de fumar después de 20 años.
Enhorabuena. Uno de cada cuatro fumadores tendrá cáncer. Hay que trabajar con cifras reales y poner cara a las enfermedades. Por eso la gente no entiende la Ley antitabaco.
Yo no estoy en contra de esta ley sino de las contradicciones de un Gobierno, éste o el que sea… Pero no es el tema de hoy. Has dicho en este camino la palabra superviviente alguna vez. ¿Eres eso?
Sí. Totalmente. A muchos pacientes no les gusta esa palabra, yo he soñado con ella muchas veces cuando estaba en la burbuja. Soñaba con sobrevivir, y poder estar con mi sobrino, encontrar el amor, poder ser madre, vivir. Cuando las chicas de mi edad pensaban en qué ponerse para ir a la discoteca a conocer a su futuros novios yo estaba pensando en cómo cumplir 21 años. Así que estoy orgullosa de ser una superviviente.
¿Te has perdido parte de la vida?
Creo que no. Quería ser protagonista de mi vida aunque tuviera cáncer. Todo lo que no nos gusta lo ponemos en un paréntesis. Pero esos paréntesis también son la vida, Por eso yo salía con mi pañuelo en la cabeza y presentaba galas. No me escondía. No es lo que soñé para mi vida pero ha sido lo que me ha tocado vivir.
Tenemos una amiga común, María Lafuente, que también te tiende manos creativas.
Sí. Acabamos de presentar unas camisetas con unos mensajes preciosos de María, “empieza cada día como si tú lo inventaras”. En castellano y en inglés.
María es de esas amigas que deja siempre mensajitos, escritos o no. ¿La gente que te rodea es fundamental?
Totalmente. Y para la Fundación también. Tengo la suerte de haber recibido mucho cariño de la gente, de mis amigos. Me dicen que yo no tengo una madre, que tengo muchas, que rezan por mí, que me quieren mucho. Mira te lo estoy contando y me emociono otra vez. He recibido un plus de cariño… Ay, qué boba soy.
No lo eres, es maravilloso verte llorar. Piensa que cada vez que lloras a alguien le ayudas a curarse. (Sonríe). Vamos a hablar de cosas divinas, que esto es divinity.
Vale.
¿Qué te parece divino en tu vida diaria?
Poder levantarme y tener la libertad de vivirla como si yo la inventara, como la frase de María. Yo me levanto y pienso que tengo saliva, que tengo lágrimas, que puedo abrir la puerta y salir. Eso no lo tenía. Qué rico el café por la mañana. Y la ducha, y la crema. O cenar huevos con patatas fritas, un vino y una chimenea como esta que tenemos hoy.
Es la felicidad de las pequeñas cosas…
Sí. Siempre he sido muy sensible a esas cosas pequeñas y me gustan las personas que me rodean y los pequeños mensajes. Hemos perdido escribir cartas pero usamos los pequeños mensajes y es muy bonito.
¿Te falta algo por hacer que tuvieras pendiente?
Muchas cosas porque tengo muchas inquietudes. Me gusta aprender y viajar, ver en qué nos parecemos. Crecer, crecer en todos los sentidos. Me encantaría escuchar las palabras mágicas de que el cáncer se puede curar. Y por eso estoy luchando.
Es impagable esta lucha pública de tantas mujeres como tú.
Sí. Nosotros en la Fundación hicimos los Premios Guapa, por ejemplo, para que el mundo sepa de la enfermedad. Se premia a empresas y a la superación de las personas. Este año estaban Mayra Gómez Kemp, que se lo dimos, María Teresa Campos, Encarna Salazar, Lolita… A veces quiero abarcar demasiado pero no tengo todo el tiempo del mundo.
¿Cómo lleva Juan Ramón vuestro poco tiempo?
Pues como puede porque tenemos horarios complicados. Cenamos juntos, sacamos a los perros… Los fines de semana disfrutamos como pareja. Tiene que haber mucho amor y mucha compenetración para que eso no se erosione.
¿Estás puesta en la vida social o ya te has perdido?
(Risas). Pues no sé yo.
Sabes que Pe ha tenido un niño y ha sido criticada por hacerlo fuera de España.
No sabía que la habían criticado pero puede dar a luz donde quiera. A veces mezclamos información social con otras cosas. Tú me lo preguntas como vida social pero no siempre es así.
¿Cómo ves la televisión? Tú trabajaste en ella en su día.
Disfruté mucho con ella. Hoy la veo poco porque no tengo tiempo pero no me gustan muchas cosas de las que veo, ni la facilidad para la crítica fácil desde un plató de televisión sin conocer a las personas. Parece que están bajo la cama de otros. Hacer daño a las personas es muy duro. Todos tenemos cosas malas en 24 horas, a ver quién aguanta eso. La televisión magnifica las cosas más pequeñas.
Para lo bueno y para lo malo, porque la televisión también hace de cosas simples sensaciones enormes y positivas para la gente que nos sigue. Es un medio que nos acerca.
Sí. Me gusta estos días por ejemplo ver en la tele Madrid fusión…
¿En casa cocinas tú?
Sí. El fin de semana intentamos cocinar los dos. Me encantan los guisos, los platos de cuchara y la presentación.
Un cocido fusión…
Sí, organizar el compango, los garbanzos y todo en una fuente bonita, poner una buena mesa, unas velas. Casi siempre cocino con el teléfono en la mano, “mamá que ponías tú en…”.
Me han dicho que eres adicta a internet… a las redes sociales…
(Sonríe). Tanto como adicta no. Lo uso a nivel trabajo, a nivel personal no me hago. En un viaje familiar en coche no entiendo que cada uno vaya con su tecnología. Me niego. Les obligo a jugar a palabras encadenadas, al veo veo… Me niego a caer en ese enganche.
¿Qué es lo próximo en tu mente y tu corazón?
Estamos en el momento de entrega de becas, viene Elsa Pataky a entregarlas con nosotros, tenemos Valladolid sonríe, un maravilloso proyecto cultural… Caminos de teatro y comerciales para ayudar a la lucha contra el cáncer… Proyectos como unas planchas de pelo con las que sacamos fondos para crear becas. Dinero de los ciudadanos que vuelve a los ciudadanos.
Vamos a cerrar el círculo de esta entrevista, como los de la vida, por el sitio por el que empezamos. Te dije que pusieras piedras o flores en este camino, dijiste que flores…
Porque las piedras ya se ponen solas en la vida.
Las piedras también pueden ser cimientos. El día que no estés, que se cierre tu círculo, te recordarán siempre con sonrisas.
Que tengan forma de corazones, que me encantan. (Risas).
Hoy penden en tus orejas…
Y en los lacitos de mi fundación, que les damos una puntada para que sean en forma de corazón.
Que vaya todo muy bien Sandra Ibarra. Ha sido un placer.
Muchas gracias, Nacho, es muy importante que personas como vosotros os intereséis por estas charlas, también a través de lo divino. (Risa).
Me mira a los ojos, siempre sonriendo, se pierde un segundo en su bolso y saca un lazo naranja en forma de corazón. “Te voy a condecorar”. Y me condecora, con el esfuerzo de una Fundación que lleva, horas, sentimientos y médula de vida. Al salir, en Madrid ya no llueve. Será para recibirla.
La modelo y comunicadora Sandra Ibarra participará en el acto inaugural de la segunda Showpping Night de Palencia, el próximo 28 de junio. Nacida en Medina del Campo es pareja del periodista y expresentador del magazine de RNE, 'En días como hoy', Juan Ramón Lucas.
Esta modelo es uno de los rostros más activos en la lucha contra el cáncer a partir de que en marzo de 2008, creó la Fundación Sandra Ibarra de Solidaridad Frente al Cáncer, profesionalizando buena parte de la labor -colaboraciones, conferencias o artículos- que había realizado hasta entonces.
El objetivo que persigue con esta entidad, que constituyó años después de superar por segunda vez la enfermedad -año 2002- y cuya experiencia quedó reflejada en el libro «Las cuentas de la felicidad» -Editorial Planeta-, es apoyar la investigación científica del cáncer, a través de la dotación de Becas y Ayudas, y desarrollar campañas de prevención y concienciación social.
Sandra Ibarra es un referente incuestionable en la solidaridad frente al cáncer en España y parte de América Latina, donde actúa, además,como embajadora de Mensajeros de la Paz.
Sus más de quince años de activismo le han valido un reconocimiento público que acaso haya tenido hasta ahora su máximo exponente en las palabras pronunciadas por el Príncipe Don Felipe de Borbón en la Universidad de Deusto en septiembre de 2007, al referirse a su «generosa, incansable y encomiable labor como persona querida y conocida de todos, que ha sabido transmitir un mensaje cargado de esperanza a miles de personas que viven de cerca el cáncer».
La Asociación de Empresarios de Hostelería de Valladolid (APEH) ha otorgado su XVII Premio 'Conde Ansúrez' a la modelo Sandra Ibarra, presidenta de la Fundación de solidaridad frente al cáncer que lleva su nombre.
Sandra Ibarra nació en Santo Domingo (República Dominicana), aunque rápidamente se instaló en Medina del Campo. Su carrera como modelo se vio truncada cuando apenas contaba con 20 años y se la diagnostico una leucemia linfoblástica aguda, que se la reprodujo a los 27 años. Estas situaciones marcaron su vocación actual y fueron las causantes de la creación de su Fundación, han señalado fuentes de la Asociación a Europa Press.
Desde su primer diagnóstico hace más de 17 años, Sandra Ibarra "ha estado implicada en toda clase de acciones y actividades solidarias, uniendo su esfuerzo al de diversas organizaciones dedicadas a buscar soluciones frente al cáncer. Hoy lo hace desde su propia Fundación, creada en 2008".
El Premio Conde Ansúrez premia a aquellos vallisoletanos o entidades vallisoletanas que se han destacado por su poder mediático y social o por su implicación con la capital y provincia de Valladolid.
PREMIO Y HOMENAJES
El premio se entregará en el transcurso de la XXXIII Cena de Hermandad que celebra la Asociación y que este año será el próximo lunes 3 de Febrero en el Hotel Novotel Valladolid a las 20.00 horas.
Al mismo tiempo en esa cena se homenajeará a hosteleros que han destacado por su trayectoria profesional, que en esta edición son Manuel Astorga (La Perla de Castilla) en Restauración; Miguel Egido y José Manuel Fernández (Hotel Conde Ansúrez) en Hospedaje; José Luis Rúa 'Cuchi' (Soportal) en la categoría de Bares Musicales; y Pedro Muñoz Hernando y Paula Sanz Carreño (Mesón Casa Pedro de Herrera de Duero) en Provincia.
Por otro lado, en el transcurso de esa gala, se hará entrega de un reconocimiento a la compañía Coca-Cola por su campaña 'Benditos Bares' y por el apoyo prestado a esta Asociación durante el pasado año 2013, con la organización de tres conciertos y las actuaciones durante el verano, en las terrazas de los establecimientos, de músicos y magos.
Los Secretos actuó en la gala organizada por la Fundación Sandra Ibarra junto a la Orquesta de Siero. :: MARIO ROJAS
Tenía 20 años y acababa de recibir una punción lumbar que la obligaba a quedarse en la cama durante todo el día. Pero aquella noche, Los Secretos tocaban en la plaza de su pueblo, Medina del Campo, y Sandra Ibarra, no sin esfuerzo, decidió ponerse los vaqueros y salir a la calle. Vio el concierto sentada en un sofá desde un balcón en casa de unos amigos, «muy cansada, pero sin dejar de disfrutarlo». Estaba en pleno tratamiento de quimioterapia, y aquella noche se preguntó en más de una ocasión si sería la última vez que les escucharía cantar. No fue así. Unos años más tarde siguió a Los Secretos en Las Ventas por el 30 aniversario de su carrera musical, y ayer estuvo de nuevo junto a ellos en el Auditorio Príncipe Felipe. El objetivo, «sumar esfuerzos a la investigación contra el cáncer», y también poner música a un capítulo de 'Las cuentas de la felicidad', el que la modelo le dedicó a este grupo en el libro que narra que el diagnóstico no fue impedimento para ser la protagonista de su propia vida. Lo ha conseguido.
Los Secretos cerraron ayer un recital, protagonizado con la Orquesta de Cámara de Siero, y en el que también colaboraron Héctor Braga, Truequedart y el Coro de Voces Blancas del Nalón, en una nueva gala solidaria organizada por la Fundación Sandra Ibarra. No es la primera vez que esta banda de pop-rock de los 80 colabora con este tipo de causas. La amistad que les une a Sandra ha servido para que no se lo pensaran dos veces antes de participar en este concierto. «Siempre dedicamos una parte de nuestra gira a fines de este tipo», explica el líder de la banda, Álvaro Urquijo. Recibirán un premio solidario por esta labor, que realizan principalmente con la oenegé Cris Contra el Cáncer, que preside otra gran amiga que también ha padecido la enfermedad. Para Urquijo, este tipo de recitales «requieren una doble motivación: la de ofrecer buena música, pero también concienciar sobre la importancia de colaborar con la fundación».
La Fundación Sandra Ibarra encuentra mucha colaboración en Asturias. Cientos de personas llenaron el hotel de La Reconquista en el primer festival flamenco que organizaron, y ayer más de 750 personas acudieron al Auditorio Príncipe Felipe. El periodista Juan Ramón Lucas presentó el recital, que terminó con los acordes de 'Déjame', una de las canciones que Sandra Ibarra tarareó ya hace años en Medina del Campo.
Por su vinculación a la localidad y por la labor social que realiza desde hace años desde su Fundación, la medinense Sandra Ibarra será la encargada de dar el pistoletazo de salida a la próxima edición de la Feria Renacentista, que se celebrará del 14 al 17 de agosto. En esta ocasión, la elección ha sido unánime, según destacan fuentes municipales, quienes puntualizan que «siempre buscamos a personajes de peso que tengan una estrecha vinculación con Medina del Campo y Sandra Ibarra era la mejor elección para ser nombrada aposentadora mayor del evento».
Por el momento, los equipos de trabajo de la organización de la Feria Renacentista están dando los pasos para concretar el que será el calendario de actividades de la nueva edición. De hecho, el próximo viernes tendrán una reunión en el Centro Cultural Integrado, en la que perfilarán el primer boceto de lo que serán las recreaciones y las diversas actividades que se organizarán durante ese fin de semana. Además, la organización de la feria también tendrá que ir distribuyendo las diversas paradas. «Este año hemos visto como, durante la primera semana de inscripción, multitud de colectivos y asociaciones realizaron sus inscripciones para participar de manera activa en este evento que, el pasado año, congregó a 90.000 personas y contó con más de 3.000 figurantes», aseguraron desde la organización de la feria, que prevé contar en esta ocasión con un 20% más de paradas que en la anterior cita.
Dos zonas más
Este aumento estaría motivado por la ampliación del denominado mercado comunero, que abrirá las calles López Flores y la plaza del Mercado. Estas dos zonas se sumarían a la Plaza Mayor, plaza Reales Carnicerías (también el interior del mercado), calle Maldonado y callejón de San Francisco. «El mercado contará con novedades como la incorporación de paradas de países iberoamericanos, entre otros muchas áreas temáticas que, poco a poco, iremos desvelando, a medida que lo tengamos todo cerrado», afirman las mismas fuentes. Y es que el plazo de inscripciones estará abierto hasta el 1 de julio.
El auto de fe, que supuso un gran éxito durante la celebración del pasado año; el tradicional desfile de todos los gremios y de la corte real, la quema de Medina con todos los figurantes portando antorchas, y el paseo de los reyes Isabel y Fernando por las diferentes paradas del mercado, son solo una pequeña parte de todas las recreaciones históricas que durante los últimos tres años los medinenses han puesto en pie gracias a una importante colaboración de los colectivos del municipio.
Recreaciones históricas
«Este año queremos implementar alguna recreación histórica que tenga relación con Santa Teresa de Jesús», explicó el concejal de Ferias, José María Magro, aunque matizó que, por el momento, no hay nada cerrado.
El proyecto de la feria concluirá su implantación esta edición con la puesta en marcha de todos los objetivos planificados hace tres años y, a partir del próximo año, se marcarán nuevas directrices que estarán encaminadas hacia el aprovechamiento de la rica historia medinenses y de sus múltiples personajes. «Tenemos una gran historia que nos puede dar mucho juego a la hora de aprovechar los personajes y los capítulos que marcaron nuestra historia». El presupuesto de esta edición será aproximadamente de 30.000 euros, la misma cantidad que el pasado año, que se empleará en la organización de todas las actividades de la semana renacentista y de los cuatro días de feria.
02-03-16 - Sandra Ibarra y la Asociación Amas de Casa de Medina se unen contra el cáncer
Sandra Ibarra y Jorge Lorenzo
Azucena Alfonso.- Las mujeres de la Asociación Amas de Casa de Medina del Campo se encargarán, a partir de ahora, de confeccionar el lazo naranja que representa a la Fundación Sandra Ibarra. Con este lazo se pretende dar fe de que hay esperanza y concienciar a la sociedad frente a una enfermedad que es de todos.
Son muchas las personalidades públicas que lucen este lazo y que colaboran con la Fundación que lucha contra el cáncer, así como el campeón mundial de motociclismo Jorge Lorenzo, la actriz Penélope Cruz, el cantante Dani Martín o el escritor Paulo Coelho, entre otros.
Sandra Ibarra crea la primera Escuela de Supervivientes de cáncer.
«La vida me ha quitado muchas cosas, pero se va a fastidiar porque pienso quedarme solo con lo bueno. Tengo el músculo del optimismo muy entrenado». Esta frase viene a ser la tarjeta de presentación de Sandra Ibarra, la modelo que tras superar dos leucemias decidió dedicar su vida a la lucha contra el cáncer. Ya tiene una fundación con su nombre y ahora acaba de poner en marcha la primera Escuela de Supervivientes. Supervivientes de cáncer, como ella. Gente que dice haber aprendido a vivir más intensamente. Pero que también necesita comprensión y ayuda médica «porque las secuelas son múltiples».
Ibarra sabe muy bien de lo que habla. Hace 22 años, ella fue la única que sobrevivió de toda la planta del hospital donde estuvo ingresada. En España se calcula que hay un millón y medio de supervivientes de cáncer. Entendiendo por tales aquellas personas que no presentan nueva evidencia de la enfermedad y están sin tratamiento. La idea es identificarlos. O, como dice la inspiradora del proyecto, registrar la vida. «Queremos convertir en noticia a los que se curan de cáncer porque siempre lo son los que fallecen. Y, al mismo tiempo, hacer visibles sus necesidades».
A Sandra le hubiera gustado tener la posibilidad de congelar sus óvulos antes de la quimio. «Pero entonces estábamos en la prehistoria del cáncer», razona. Hoy, sin embargo, no está dispuesta a que les ocurra lo mismo a otras mujeres. Y es que, a sus 43 años, esta luchadora ha tirado la toalla en su proyecto de tener hijos. «Existe la duda de que una gestación pudiera despertar algo que no queremos que despierte dentro de mi organismo. Y no he llegado hasta aquí para poner en riesgo mi vida... Sin embargo –reconoce–, a mí me dicen ahora que voy a ser madre y doy volteretas laterales». Un vientre de alquiler sería, dice, una opción muy válida, pero ha renunciado a ella. Y en cuanto a adoptar... «Yo ya he adoptado a los hijos de Juanra».
Unida al periodista Juan Ramón Lucas desde hace casi trece años, la modelo considera haber llegado «a esa etapa en la que somos compañeros de viaje. Cuando ya solo con mirarte te entiendes. Y es una maravilla. Nosotros todavía nos damos la mano en una cena... Nos sacan cantares», ríe Sandra.
Caribeña de nacimiento, la historia de esta mujer ya tuvo un inicio complicado. Su madre, de Medina del Campo, conoció a su padre, natural de la República Dominicana, cuando ambos estudiaban en Madrid. Se marcharon a Santo Domingo y allí nacieron Sandra y sus hermanos. «Pero mi padre nos abandonó. Así que imagínate a mi madre saliendo adelante con 25 años y cuatro hijos, en plenos años ochenta, en Medina del Campo… Es otra superviviente». De su padre apenas tiene noticia. «Si no reaccionó con un cáncer ni con dos no puedo obligarle a que me quiera».
Contra los latiguillos
Ella sí mantiene un vínculo especial con su isla, donde su fundación ha puesto en marcha una campaña para la vacunación contra el virus del papiloma humano. «Porque allí con 13 años hay niñas que ya tienen relaciones, incluso alentadas por sus propias familias, para que lleven dinero a casa». Otros proyectos en España, como la celebración de un congreso de supervivientes de cáncer a finales de año, la creación de un Diario de Vida, donde pacientes curados cuentan su experiencia, y la publicación de un libro que recoja todos esos testimonios colman la repleta agenda de esta hiperactiva mujer.
«El cáncer es una putada, lo cuenten como te lo cuenten. Pero sí te da un centro de la vida impresionante y puedes llegar a decir ya curado: me ha merecido la pena». Sandra lucha contra ciertos latiguillos del lenguaje que considera injustos. «Hace poco –recuerda– le monté una a la prensa por su forma de abordar la muerte de mi amiga Bimba Bosé. Repetían que había perdido la batalla contra el cáncer. Y no podemos llevar esto al terreno de ganador y perdedor, sino al de curarse o no curarse. Hay personas que no se han curado pero han sido absolutamente inspiradoras de cómo transitar por la enfermedad. Bimba es una de ellas».
La última pasión de Sandra Ibarra son los caballos. «Igual que me ocurre con los niños, dicen que tengo un don para los animales. Y quiero potenciarlo. Voy a empezar a trabajar con un susurrador de caballos», relata entusiasmada. «La vida me ha quitado muchas cosas, pero también me hace regalos maravillosos», asegura esta optimista.
Padre Ángel: "Venimos a decirle 'gracias' a Jesús"
"Gracias también a los médicos, las enfermeras y a los científicos".
(José M. Vidal).- Emotiva eucaristía de acción de gracias por los supervivientes de cáncer, presidida por el Padre Ángel, fundador de Mensajeros de la Paz, en su madrileña iglesia de San Antón. Para dar gracias a Dios y a los familiares y amigos que "sufrieron tanto o más que nosotros", como dijo el párroco del templo abierto las 24 horas.
En la misa, organizada por la Fundación Sandra Ibarra, participó el coro rociero de laHermandad de Nuestra Señora del Rocío de Medina del Campo. En la monición de entrada, Sandra Ibarra da las gracias a San Antón y al padre Ángel, otro superviviente más del cáncer.
La primera lectura del libro del Eclesiástico. La segunda, de Pablo a los Efesios. El Evangelio de Lucas, en el pasaje de los diez leprosos.
Algunas frases de la homilía el Padre Ángel
"Nuestro Jesús no solo daba de comer y perdonaba los pecados, sino que también sanaba"
"Muchos de los que estamos aquí sabemos mucho de lucha y esperanza"
"Venimos a dar gracias a Dios"
"Venimos a dacirle a Jesús: Gracias"
"Gracias también a los médicos, las enfermeras y los científicos que investigan para salvar a las personas de esta y de otras enfermedades"
"Gracias a los familiares que sufren tanto o más que nosotros y a todos los que nos han rodeado con su amor y su cariño durante la enfermedad"
"Gracias, precisamente en esta iglesia donde se mezclan alegrías con penas y tristezas"
"Hacemos misas por los difuntos, ¿por qué no celebrarla también por los que vencen a la enfermedad?"
"Más de dos millones de personas se han curado de esta enfermedad. Hay esperanza"
"El cardenal de Madrid nos manda una bendición muy especial"
"Pidamos a Dios que seamos capaces de sembrar amor y ternura"
09-06-18 - Sandra Ibarra crea una escuela de 'Supervivientes de cáncer'
La Fundación Sandra Ibarra ha organizado la VII edición del Torneo benéfico de pádel contra el cáncer de mama y allí, su presidenta, ha manifestado la necesidad de informar a los enfermos de cáncer, para que no les pase lo que le pasó a ella.
Tras haber superados dos leucemias,la modelo Sandra Ibarra vive volcada en ayudar a las personas que sufren o han sufrido cáncer. A través de su fundación, sin ánimo de lucro, Sandra quiere convertir en noticia a las personas que superan esta enfermedad y crear un registro de supervivientes.
Durante la VII edición del Torneo benéfico de pádel contra el cáncer de mama, organizado por la Fundación Sandra Ibarra, la modelo –pareja del periodista Juan Ramón Lucas–, destaca la necesidad de formar a "médicos de supervivientes" y de informar a todos los pacientes de los tratamientos para curar el cáncer, para que no les pase lo que le pasó a ella en su momento.
29-03-19 - Sandra Ibarra crea la 1ª unidad de bienestar del paciente y superviviente de cáncer
Acaba de celebrar el décimo aniversario de su fundación y en Sevilla celebra este viernes la VI Gala Sevilla Solidaria.
Sandra Ibarra crea la 1ª unidad de bienestar del paciente y superviviente de cáncer
Sandra Ibarra vivió su primer cáncer hace 24 años. La única superviviente de aquella planta del hospital en el que estuvo ingresada es ella. A día de hoy, once años al frente de su fundación, ha conseguido hacer historia en la sanidad pública española. El Hospital Universitario de Fuenlabrada ha creado la primera Unidad de Bienestar del Paciente y Superviviente de Cáncer. El objetivo es hacer un seguimiento a las personas supervivientes para ayudarles a mejorar su calidad de vida y a enfrentarse a los posibles efectos secundarios del tratamiento
Este modelo ya se está trabajando en Canadá, pero por por primera vez en nuestro país se ha inaugurado en un hospital y pretende seguir abriendo unidades en toda España. Sandra ha conseguido cambiar la mentalidad; en vez de hacer estadísticas sobre muertes, ahora se hacen estadísticas sobre supervivientes. En el año 2017 creó su Escuela de Superviviente porque hacía falta dar asistencia y respuestas a las personas que salían del cáncer, “impulsar protocolos de asistencia sanitaria que aborden de forma integral todas sus necesidades”, comenta.
Sandra Ibarra crea la 1ª unidad de bienestar del paciente y superviviente de cáncer
Ella siempre tuvo en su cabeza que había otra forma de hacer las cosas. “La música cura”, es una de sus frases de cabecera, porque encontró en su grupo favorito Los Secretos un aliciente vital. La música de este grupo la ha acompañado en los momentos más importantes de su vida, desde aquella tarde en la que daban un concierto en su pueblo, Medina del Campo, y ella con 20 años y en tratamiento desobedeció los consejos médicos y acudió a escucharlos desde el balcón de la casa de una amiga, sentada en un sillón. Aún recuerda el cansancio que arrastraba en su debilitado cuerpo, pero también la emoción y lo que pudo sentir cuando escuchó a su grupo favorito. “Sabes que te has curado cuando escuchas tu canción favorita y no lloras”, cuenta esta mujer de apariencia frágil pero con un carácter férreo.
Sandra siempre insiste en que la vida es todo, cada momento que te toca vivir, y que una vez que superas el cáncer la pregunta es: “¿Cúantos años llevas de regalo?”.
El lenguaje de la salud
A ella la vida le hizo dos regalos, el primero hace 24 años, años después tuvo que pasar otra vez por lo mismo. A día de hoy, entre otras novedades, sigue intentando desterrar el lenguaje bélico y el miedo a pronunciar el nombre de la enfermedad: “Yo creo que es muy importante cuidar el lenguaje de la salud, no pasa nada por llamar al cáncer por su nombre, la prevención es importante, pero los oncólogos no son futurólogos, nunca sabes qué va a pasar. Yo tenía el 95% de la médula dañada, me daban un fin de semana… Solo puedo decir lo que a mí me ha funcionado: frente al cáncer, optimismo y esperanza. Nuestros objetivos vitales son los que harán que nos vayan bien las cosas. En esta enfermedad no hay perdedores, nunca se pierde”.
Sandra Ibarra crea la 1ª unidad de bienestar del paciente y superviviente de cáncer
Hace unos días celebraba en Madrid la fiesta del décimo aniversario de su fundación, que fue todo un éxito. En ella el gerente del hospital, Carlos Mur, contagió su entusiasmo por este proyecto que aspiran a expandir por toda España.
Hoy viernes la fundación celebra en Andalucía la VI Gala Anual para recaudar fondos. En Sevilla ha creado un grupo de mujeres que se autodenominan Las Fantásticas: todas se han conocido a través del cáncer y participan activamente en todos los actos de la fundación. La delegada en Andalucía, Yolanda Vielba, es una amiga de la infancia de Sandra. Comparte con ella filosofía y pasión por la vida.
Si el año pasado recaudaron fondos para un ultracongelador en el Hospital Virgen Macarena, donde desarrolla su trabajo en investigación oncológica el doctor Virizuela, este año los fondos se destinan a celebrar el I Festival de Vida. En Wakana (Parque de los Alcornocales, Cádiz), los días 11, 12 y 13 de Agosto, la Escuela de Vida de la fundación organiza una serie de actividades relacionadas con la nutrición, la naturaleza, el deporte, el desarrollo personal... Todo para intentar mejorar la calidad de vida de los supervivientes. Serán tres días en contacto con la naturaleza bajo un cielo libre de contaminación lumínica y los lazos que se crearán entre los supervivientes que asistan serán especiales, porque, como recuerda Sandra, “si ya se generan conexiones especiales en una sala de espera de un hospital, imagínate en ese ambiente”.
Más de 500 proyectos solidarios
En la Gala Solidaria de Sevilla, a orillas del Guadalquivir, en Río Grande, a las nueve de la noche actuarán María del Mar Berlanga, Premio Nacional de Baile; Erika Leiva y Juanlu Montoya. Habrá un sorteo y después fiesta con canciones de los 80 y los 90.
Sandra reconoce que se siente feliz sobre todo “de haber mejorado la vida de los pacientes y de haber dado mucha esperanza, pero también de haber sido inspiradores para otras organizaciones, creando un modelo de gestión y una forma de trabajar transparente y con proyectos concretos”.
Sandra Ibarra crea la 1ª unidad de bienestar del paciente y superviviente de cáncer
En los más de diez años de vida que tiene la fundación ha conseguido más de1,5 millones de euros invertidos en la investigación del cáncer. También más de 200.000 euros para prevención, diagnóstico y tratamiento. Además han organizado y participado en más de 500 proyectos solidarios en toda España y han recibido 50 premios por la labor que realizan.
El balance no puede ser más positivo y seguirá creciendo. Al igual que sus proyectos, porque además de haber publicado un libro, 'Las cuentas de la felicidad', en el que relata su experiencia, creó también una marca de ropa, Kiss & Fly, y su cabeza no parará de idear y crear hasta que llegue el momento en el que al fin se puedan pronunciar las palabras mágicas: “El cáncer se cura”. Ella es el ejemplo.
30-03-19 - Sandra Ibarra: «No hay que quitarse años, ni cinco minutos»
A punto de cumplir los 45, Sandra Ibarra lanza la primera Unidad del Bienestar para Supervivientes de Cáncer. «Es mi legado», dice.
ARANTZA FURUNDARENA
La pareja de Juan Ramón Lucas confiesa que «acabamos de superar una crisis». / R. C.
Advertencia: una hora de conversación con Sandra Ibarra puede generar más endorfinas y entusiasmo por la vida que diez libros de autoayuda. «Estoy levitando», asegura la exmodelo a pocos días de alcanzar los 45 años. Tiene motivos. La fundación que lleva su nombre acaba de cumplir su décimo aniversario y la celebración llega con «otro sueño cumplido», la creación de la primera Unidad del Bienestar del Paciente y Superviviente de Cáncer, un modelo inspirado en Canadá y hasta la fecha inexistente en España. Estará en marcha a partir de mayo en el hospital de Fuenlabrada. Y a ella le seguirán otras muchas similares en clínicas públicas y privadas.
«Es mi legado», afirma orgullosa esta mujer que ha sobrevivido a dos leucemias y, contra todo pronóstico, lleva más de veinte años «de regalo». Confiesa Ibarra que al día siguiente de ver cumplido su nuevo proyecto «me puse a llorar como una niña, porque todo ese agotamiento que he sentido durante tantos años, intentando ayudar persona a persona, ahora, gracias a estas unidades, se va a extender a muchísima gente. Y eso me ha curado el alma. O, como diría mi amigo Jorge Font, me ensancha la vida».
Sandra sabe por experiencia que los problemas del cáncer no terminan al recibir el alta. «Al contrario, muchas veces es a partir de ahí cuando necesitas más ayuda». Primero creó la Escuela de Vida, una aplicación que pretende registrar a los supervivientes de cáncer en España. «Dicen que en 2020 seremos unos dos millones». Lo siguiente ha sido identificar las secuelas: linfedema, osteoporosis, esterilidad, fatiga crónica... O el caso de Elías, un joven de 28 años que tuvo cáncer a los 16. Lo superó. Pero le dolía la cadera, y le recetaban antiinflamatorios... «Al final ha terminado con dos prótesis porque nadie le diagnosticó que se le habían necrosado los huesos por la cantidad de corticoides que le administraron. Hay que trabajar –recalca Ibarra– para que no haya tantas patologías asociadas».
Única superviviente de la planta del hospital donde se curó de su primera leucemia, Sandra admite haber trabajado a fondo el músculo del optimismo. «Cada vez que ayudo a un paciente, estoy más lejos del cáncer y me siento una privilegiada, porque estar rodeada de estas personas es un auténtico chute de vida». Tienen mención especial Las Fantásticas, un grupo de mujeres andaluzas, miembros de la Fundación Sandra Ibarra, que han decidido plantarle cara al cáncer por alegrías... «Tendrías que verlas desfilando en la pasarela We Love Flamenco», comenta orgullosa.
«Un fiestón por todo lo alto»
El próximo 8 de abril, la exmodelo cumplirá 45. «No hay que quitarse años –apunta–, no hay que quitarse ni cinco minutos. Al contrario, hay que estar feliz de seguir cumpliendo». Piensa celebrarlo como siempre, «con un fiestón por todo lo alto». A su pareja, el periodista Juan Ramón Lucas, le ha pedido que no se exceda en las sorpresas, «porque un día de la emoción me va a dar un infarto». Como cuando la llevó a una supuesta reunión en un teatro, se apagaron las luces y apareció Luz Casal en el escenario cantándole su canción favorita... Y en el palco, toda su familia.
Con Lucas lleva Sandra casi quince años. Pero advierte: «Las parejas perfectas no existen ya ni en las películas. Nosotros, de hecho, acabamos de superar una crisis». No explica más. Simplemente, que «las personas evolucionamos y cada cierto tiempo hay que volver a reencontrarse». La pareja tiene un idílico refugio en Asturias, donde pastan sus caballos. Hércules, el de Sandra, murió hace unos meses... «Todavía no lo he superado. Él me enseñó todo lo que sé sobre estos animales. Me he convertido en una abrazadora de caballos».
A esta hiperactiva mujer, «cada día más feminista», se le acumula el trabajo. «Parece que el universo conspire para que recoja de golpe todo lo que he sembrado». A la nueva Unidad del Bienestar se suman proyectos como el estreno de un documental sobre supervivientes de cáncer, la entrega de los premios Florence Nightingale 'La dama de la lámpara', creados por Sandra para homenajear a las enfermeras por su humanidad, la organización del primer Festival de la Vida, que reunirá el próximo verano a 200 personas en un parque natural de Cádiz... «El cáncer es un despertador a la vida. Yo cuando estuve enferma vi más belleza a mi alrededor que cuando pisaba la pasarela», proclama esta irreductible optimista.
26-11-19 - La medinense Sandra Ibarra entre las cien mujeres más influyentes de España.
La medinense Sandra Ibarra entre las cien mujeres más influyentes de España.
Redacción.- Ayer lunes se celebraba la gala Top 100 2019, organizada por el portal informativo MujeresyCía, en la que se reconoce a las mujeres más influyentes de nuestro país con el objetivo de visibilizar el talento femenino en todos los ámbitos sociales. En la lista de mujeres elegidas en esta edición en la categoría de Tercer Sector se encuentra Sandra Ibarra, que aparece por tercera vez en el ranking después de hacerlo también en 2014 y 2018.
La medinense Sandra Ibarra entre las cien mujeres más influyentes de España.
Se trata de un reconocimiento al trabajo de la Fundación Sandra Ibarra, basado en los último sonce años en la prevención, concienciación e investigación sobre el cáncer, y ahora centrado en el superviviente de cáncer, un nuevo perfil emergente en el panorama sanitario español al quecada año se suman más de 100.000 personas que carecen de una adecuada atención sanitaria. De este modo surge la Escuela de Vida de la Fundación Sandra Ibarra, dentro de la que en 2019 se ha cumplido un sueño: la puesta en marcha de la primera Unidad de Bienestar del Paciente y Superviviente de Cáncer en un hospital público español, el Hospital de Fuenlabrada, en la que distintos departamentos médicos se coordinan para ofrecer una asistencia integral a largo plazo a los pacientes y supervivientes de cáncer, y que pretende ser un precedente para la instauración de estas Unidades en otros centros hospitalarios.
13-01-2020 - Sandra Ibarra es nombrada Cofrade Mayor de los Nabos en Morcín
Sandra Ibarra: «Hay que celebrar la vida, el mejor regalo que recibimos todos los días»
Sandra Ibarra es nombrada Cofrade Mayor de los Nabos en Morcín
La periodista y modelo Sandra Ibarra puso el sábado el broche emotivo al XVI Gran Capítulo de Los Nabos de La Foz de Morcín. Lo hizo tras ser nombrada cofrade de honor, con un emotivo discurso: «Hay que celebrar la vida, el mejor regalo que recibimos todos los días», ha asegurado.
No ha recibido el nombramiento a título personal, sino como responsable de la Fundación Sandra Ibarra. Una entidad, centrada en la investigación contra el cáncer, que fundó. Ella ha superado la enfermedad dos veces: «La incertidumbre es uno de sus peores efectos secundarios«, ha reconocido. Y ha lanzado la propuesta de crear en Asturias la segunda «Escuela de supervivientes del cáncer» de España.
Junto a ella, han sido «entronizados» este mediodía el cantante Vicente Díaz, el escritor Eduardo Méndez y la asociación «El Vallín» (representada por su presidente, Amador García). Todos cumplieron con la tradición: subir al altar de la iglesia de La Foz y «besar el nabu» entre los aplausos del público.
Terminaron con una comida de hermandad en la que cumplieron con su juramento como nuevos cofrades: comer nabos y promocionarlos por todo el mundo.
20-01-2020 - Sandra Ibarra asiste al homenaje a la enfermera Florence Nightingale en el Parlamento británico.
Sandra Ibarra asiste al homenaje a la enfermera Florence Nightingale en el Parlamento británico.
Sandra Ibarra asiste al homenaje a la enfermera Florence Nightingale en el Parlamento británico
Este acto marcaba el punto de partida de la conmemoración del 200 aniversario del nacimiento de Nightingale. En él estuvieron presentes el Ministerio de Sanidad británico, Matt Hancock, y miembros de la Florence Nightingale Foundation como su presidenta Ivonne Moores y su directora general Greta Westwood, que recordó unas palabras de Nightingale que "reflejan la labor de su organización": "Cuando ya no sea ni siquiera un recuerdo, solo un nombre, espero que mi voz perpetúe el gran trabajo de mi vida.
La presidenta de la Fundación Sandra Ibarra acudió al evento invitada por la Florence Nightingale Foundation, que colabora en las llamadas Distinciones 'Dama de la Lámpara' impulsadas por la Fundación Sandra Ibarra en 2019 para "reconocer el trabajo de las enfermeras y enfermeros oncológicos". En su primera edición, este reconocimiento fue otorgado a seis profesionales de la enfermería en unidades oncológicas de más de una veintena de hospitales de la Comunidad de Madrid, que fueron seleccionados por los propios pacientes.
El aniversario del nacimiento de Nightingale ha servido también para que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considerara este año 2020 como el 'Año de la Enfermera y la Matrona'.
Sandra Ibarra asiste al homenaje a la enfermera Florence Nightingale en el Parlamento británico
Junto al Consejo Internacional de Enfermería, la organización ha promovido la campaña 'Nursing Now' con la que se busca dar visibilidad a la labor de las enfermeras, que califican de "crucial" dentro de los equipos sanitarios, además de potenciar el "liderazgo" enfermero. Uno de los grupos de trabajo de esta campaña tiene sede en Madrid, del que la Fundación Ibarra forma parte.
17-08-2020 - «Si hoy me pasara algo, la parte del mundo que me ha tocado la dejo mejor»
UNA MIRADA OPTIMISTA A LA VIDA
Sandra Ibarra nunca pudo imaginar que la palabra modelo le vendría como un guante. Porque hoy, si se busca la imagen de la lucha contra el cáncer, sale la suya
Llegó a Madrid a los 20 para probar suerte en la moda y aún recuerda la emoción de su primer 'Telva' en las manos. Sandra Ibarra (Medina del Campo, Valladolid, 1974) no imaginó entonces que la vida le cambiaría pasarela por pasillo de hospital, pero decidió que si había que caminar recta y con la cabeza alta, lo haría por todas y cada una de las etapas del plan C(áncer). 25 años después, esta «gran superviviente» ha dejado atrás dos leucemias y ha puesto por delante el ejemplo de que se puede. Y si hay que hablar de portadas, aquí la suya: su legado brilla en el 'front row' de la lucha contra el cáncer gracias a su fundación y a su escuela de vida.
– Modelo, empresaria, comunicadora, filántropa. Dígame algo de usted que no sepa...
– Soy abrazadora de caballos.
– Suena bien. Explíquemelo.
– Es una afición que he convertido en mi profesión. En una época de mi vida estaba muy estresada, a punto de perder mi salud por salvar a los demás, así que decidí tener ocio. Me gustaban ya los caballos, y tuve la suerte de tener una profesora que me enseñó muchas cosas, entre ellas que los caballos son seres vivos a los que les pasan cosas, que no son una bicicleta. Para mí fue fascinante. Cuando llegó el verano, nos subimos a Asturias y conocí a 'Hércules'. Era un caballo en libertad: para cogerlos se tarda un tiempo, pero cuando me acerqué me dejó montarlo. Al día siguiente no solo eso, sino que vino hacia mí. Me acabé recorriendo la sierra con 'Hércules' a la voz, sin darle con las piernas para que respondiera. Fue tan increíble que hablé con un susurrador de caballos y me dijo que aquello era un don que tenía que trabajar.
– ¿Ha superado ya su muerte?
– No, en todos los caballos lo veo. Ahora tengo a su sobrina, y la verdad es que tiene muchas cosas de 'Hércules'. Pensarán que estoy loca por decirlo (risas). Él me ha enseñado a amar a los caballos.
– ¿De dónde viene su fuerza?
– Imagino que del entrenamiento del músculo del optimismo, que es un trabajo que no termina. Nunca soñé que iba a tener cáncer, pero fue así y decidí integrarlo en mi vida, no esperar a estar curada para vivir porque, al final, lo que pasa es la vida. La risa ha sido otro pilar, porque, a pesar de mi imagen de seria, soy una contadora oficial de chistes (cuenta uno).
El peso de no ser madre
– Única superviviente de la planta hospitalaria donde superó sus dos leucemias. ¿En qué medida ese privilegio la obligó a sumar?
– La primera vez fue hace 25 años, cuando aún estábamos en el Paleolítico del cáncer. Fui la primera persona que salió en televisión a decirlo. Es verdad que José Carreras tuvo el mismo tipo de leucemia, pero él fue noticia porque se fue a Seattle a tratarse. Yo era modelo, de Medina del Campo, y me iba a curar en la Seguridad Social. Fue un mensaje que caló en una época en la que la gente se apartaba porque pensaba que el cáncer se contagiaba. Poniendo en contexto todo eso, cuando supe que estaba curada, me puse en marcha y ya no pude parar.
– ¿Ahí nació su fundación?
– Sí, tenía un desgaste muy grande porque no encontraba la conexión de esa ayuda que intentaba dar a la gente. No valía la buena voluntad, había que profesionalizarla. La fundación me permite firmar convenios, crear becas, impulsar la investigación, medir resultados, generar alianzas...
– La palabra superviviente, ¿está hecha a su medida?
– ¡Es que cuando te dicen que tienes cáncer te entran unas ganas de vivir que no te imaginas! Es entonces cuando hay que elegir si quieres ser víctima o protagonista de tu vida: yo elegí lo segundo. Además, puedo decir que, si hoy me pasara algo, la parte del mundo que me tocaba la dejo mejor.
– ¿Y qué enseñan en su escuela de supervivientes?
– El superviviente es una persona que ha pasado los cinco años desde el diagnóstico de la enfermedad y está libre de tratamiento. Es un nuevo perfil en la sociedad, pero no hay cobertura para nosotros. Los médicos te dicen: «Para todo lo que has tenido, eso ya no es nada». Y ese 'nada' es tu infertilidad, tu osteoporosis, tu fatiga crónica, tu situación de abandono... La escuela nace de ese ¿ahora qué? Por ejemplo, en mi época no se preservaba la fertilidad, te tenías que conformar con que te salvaran la vida. Yo no puedo ser madre, pero ahora sí se puede.
– ¿Le pesa eso?
– Me ha pesado y me pesa, pero he sabido colocarlo donde toca. Y luego pienso que sigo siendo una privilegiada, además de la tía oficial de todos los hijos de mis amigas y de mis hermanas.
– Y Juan Ramón Lucas, su pareja, ¿es el gran hombre que hay detrás de la gran mujer?
– Detrás no, al lado. Juan Ramón es una persona extraordinariamente vital, vive el doble que los demás. Tiene mucha pasión por las cosas que hace, se vuelve un niño, y eso es una cosa preciosa.
– El día que se anuncie que el cáncer se cura. ¿Cómo lo imagina?
– (Se toma su tiempo y se emociona). Pues mira, que un tal Juan Ramón Lucas empiece el programa a las ocho, con las señales horarias, y diga que el cáncer se puede curar. Buah, ¡sería brutal!
04-06-2021 - Medina del Campo da voz a los supervivientes del cáncer en su festival
La Fundación Sandra Ibarra presenta “Día 0”, un relato en primera persona sobre la enfermedad.
Europa Press
Sandra Ibarra, presidenta la fundación, en un fotograma del corto.
La Fundación Sandra Ibarra estrena hoy el corto documental “Día 0” en la 34 edición de la Semana de Cine de Medina del Campo (SECIME), que tiene lugar en la localidad vallisoletana entre el 28 de mayo y el 5 de junio. La cinta, un documental dirigido por Javier Cumella, trata de poner en valor la figura de los supervivientes, que en España ya suman en torno a dos millones de personas, a través de las historias de Sandra Ibarra y Mateo Ruiz, supervivientes de leucemia en dos y tres ocasiones respectivamente, junto a los testimonios de otros cuatro supervivientes de cáncer: Kiko, Elena, Darío y Bárbara.
A través de su historia personal narrada en primera persona, los protagonistas hablan de las necesidades que afrontan los pacientes con cáncer a lo largo del tratamiento y también en la supervivencia ya que, una vez superada la enfermedad, deben enfrentarse a necesidades y efectos secundarios para los que no existe una atención sanitaria específica.
A pesar de las adversidades, los protagonistas tienen siempre presente que en la vida no basta con vivir, sino que hay que estar lleno de vida, ha informado la fundación en nota de prensa.
Después de este estreno, la Fundación Sandra Ibarra realizará una gira con pases del documental en diferentes ciudades, en las se celebrarán mesas redondas en torno al tema de la obra y la supervivencia del cáncer, que contarán con la intervención de expertos en diferentes áreas y personas que han superado la enfermedad.
Este documental, financiado a través del programa “En Clave Social” de Funcas, es una iniciativa que se enmarca en el principal proyecto Fundación Sandra Ibarra, su Escuela de Vida.
Se trata de la primera escuela de pacientes y supervivientes de cáncer especializada en hacer frente a las necesidades asistenciales existentes durante la enfermedad y las que surgen en el periodo de transición en el que ya no hay tumor ni tratamiento, pero aparecen otras secuelas que deberían ser atendidas.
La Escuela de Vida pretende contribuir a una readaptación personal, familiar, laboral y social satisfactoria, y tiene como objetivos identificar, visibilizar y sensibilizar sobre las necesidades físicas, emocionales y sociales de los supervivientes; así como orientar a los pacientes y supervivientes de cáncer para que se conviertan en protagonistas de su salud y logren el bienestar físico y emocional necesario.
02-12-2021 - La Fundación Sandra Ibarra visibiliza la realidad y necesidades de los supervivientes de cáncer.
La Fundación Sandra Ibarra visibiliza la realidad y necesidades de los supervivientes de cáncer.
La Fundación Sandra Ibarra ha presentado este martes el corto documental ‘Día 0’ enAlicante, después de que la obra se estrenara en la XXXIV Semana de Cine de Medina del Campo con motivo de la celebración del Día Mundial del Superviviente de Cáncer, e iniciara una gira nacional de proyecciones que ya ha pasado por Sevilla y Oviedo. El acto ha contado con el apoyo de Bristol Myers Squibb y de Ribera, grupo sanitario que gestiona hospitales en diferentes puntos de España, dos de ellos en la provincia de Alicante (Vinalopó, en Elche y Denia).
El documental ‘Día 0’, producido por Grupoidex, trata de poner en valor la figura de los supervivientes a través de las historias de Mateo Ruiz y Sandra Ibarra, supervivientes de leucemia en tres y dos ocasiones respectivamente, junto a los testimonios de otros cuatro supervivientes de cáncer: Francisco, Elena, Darío y Bárbara.
A través de su historia narrada en primera persona, los protagonistas hablan de las necesidades que afrontan los pacientes con cáncer a lo largo del tratamiento y también en la supervivencia, ya que, una vez superada la enfermedad, deben enfrentarse a necesidades y efectos secundarios para los que no existe una atención sanitaria específica. A pesar de las adversidades, los protagonistas tienen siempre presente que en la vida no basta con vivir sino que hay que estar lleno de vida.
Sandra Ibarra, presidenta de la Fundación Sandra Ibarra, ha calificado el cáncer como “una pandemia mundial” y ha reivindicado que se destinen fondos a campañas de prevención y sensibilización para concienciar a la sociedad de que el cáncer se puede curar. Sandra, superviviente de leucemia en dos ocasiones, ha reclamado atención sanitaria para unos nuevos pacientes, los supervivientes de cáncer, con una lista infinita de enfermedades y secuelas consecuencia de los distintos tratamientos. Ibarra ha asegurado que “este paciente se siente abandonado porque no hay médicos especializados en supervivientes de cáncer. Por ello en la Escuela de Vida estamos registrando una lista de supervivientes, con el objetivo de registrar la vida y las necesidades que tienen. De este modo, los médicos podrán formarse y ofrecer nuevos modelos asistenciales en los hospitales para estos pacientes”.
Tras el visionado del documental se ha celebrado una mesa debate moderada por Sandra Ibarra para conversar sobre las necesidades asistenciales durante y después del tratamiento oncológico en la que han intervenido los especialistas en Oncología, la doctora Julia Camps, radióloga y jefa de área de la mama del Grupo Ribera, el doctor Rafael Carrasco, director gerente del Hospital Universitario del Vinalopó del Grupo Ribera, Elena Alvarado, enfermera gestora de Oncología del Hospital Universitario del Vinalopó, y la doctoraAmparo Santamaría, jefa de Hematología del Hospital Universitario del Vinalopó; así como Elena Cortés, superviviente de un cáncer de mama, y una de las protagonistas del documental.
Rafael Carrasco, director gerente del Hospital Universitario del Vinalopó del Grupo Ribera, ha manifestado la necesidad de poner el foco no solo en el tratamiento sino también en la atención a los supervivientes de cáncer “ya que es necesario crear equipos multidisciplinares que atiendan a estos nuevos pacientes con síntomas y secuelas que deja la quimioterapia”. Según Carrasco “estos supervivientes se quedan en tierra de nadie y es necesario formar a los profesionales para tratar estos problemas una vez superado el cáncer”.
La Escuela de Vida de la Fundación Sandra Ibarra
Este documental, financiado a través del programa En Clave Social de FUNCAS, es una iniciativa que se enmarca en el principal proyecto de la Fundación Sandra Ibarra: la Escuela de Vida. Se trata de la primera escuela de pacientes y supervivientes de cáncer especializada en hacer frente a las necesidades asistenciales existentes durante la enfermedad y las que surgen en el periodo de transición en el que ya no hay tumor ni tratamiento pero aparecen otras secuelas que deberían ser atendidas.
La Escuela de Vida pretende contribuir a una readaptación personal, familiar, laboral y social satisfactoria, y tiene como objetivos identificar, visibilizar y sensibilizar sobre las necesidades físicas, emocionales y sociales de los supervivientes; así como orientar a los pacientes y supervivientes de cáncer para que se conviertan en protagonistas de su salud y logren el bienestar físico y emocional necesario. Esta Escuela constituye igualmente la primera comunidad digital de pacientes y supervivientes de cáncer y puede visitarse en https://www.escueladevidafundacionsandraibarra.org/
17-03-22 - La Fundación Sandra Ibarra presenta en Madrid el documental ‘Día 0’.
Redacción.-
La Fundación Sandra Ibarra presenta en Madrid el documental ‘Día 0’.
El próximo 29 de marzo a las 18:30h la Fundación Sandra Ibarra presenta su documental ‘Día 0’ en la Casa de América de Madrid, en un acto que cuenta con el apoyo de Bristol Myers Squibb y de Novartis. La entrada al evento será libre hasta completar aforo, previa confirmación de asistencia en info@fundacionsandraibarra.org
El corto documental narra la historia de seis supervivientes de cáncer, y reclama la necesidad de tratamientos específicos para asegurar la calidad de vida de los pacientes después de recibir el alta médica. “Y desde la Fundación Sandra Ibarra reclamamos modelos de atención y seguimiento para largos supervivientes”, afirma Sandra Ibarra, cuya historia está también presente en ‘Día 0’.
Las historias de estos supervivientes son una muestra de la realidad de las más de 100.000 personas que superan un cáncer cada año en España, y que se calcula suman un total de casi dos millones de supervivientes, según cifras de SEOM. En su informe anual presentado en febrero de 2022 afirma que la supervivencia en cáncer se ha duplicado en los últimos 40 años – aunque estos datos se verán afectados por la crisis sanitaria provocada por el coronavirus – y que se sitúa en el 55,3% en los hombres y el 61,7% en las mujeres. Sin embargo, tal y como muestra la obra, el alta médica no supone el final del proceso. El tráiler del documental puede verse en este video:
El tráiler del documental puede verse en este video
Tras la proyección se celebrará una mesa debate moderada por Sandra Ibarra en la que intervendrán distintos especialistas en Oncología y uno de las protagonistas del documental, para conversar sobre las necesidades asistenciales durante y después del tratamiento oncológico. Los participantes serán: D. Rafael Bengoa, Co-Director de Si-Health y asesor internacional en políticas de salud; la Dra. Ángela Figuera, Jefa Sección Área Clínica del Servicio de Hematología del Hospital Universitario de la Princesa; el Dr. Mariano Provencio, Jefe de Oncología Médica del Hospital Puerta de Hierro; Dña. Eva García Perea, Directora del Dpto. De Enfermería de la Universidad Autónoma de Madrid; y Mateo Ruiz, superviviente de leucemia en tres ocasiones y uno de los protagonistas de ‘Día 0’.
Además de las historias de Sandra Ibarra y Mateo Ruiz, el documental, producido por Grupoidex y La Boutique 77, y dirigido por Javier Cumella, también visibiliza los testimonios de otros cuatro supervivientes de cáncer: Francisco, Elena, Darío y Bárbara. A través de su historia narrada en primera persona, los protagonistas hablan de las necesidades que afrontan los pacientes con cáncer a lo largo del tratamiento y también en la supervivencia, ya que, una vez superada la enfermedad, deben enfrentarse a secuelas y efectos secundarios para los que no existe una atención sanitaria específica. A pesar de las adversidades, los protagonistas tienen siempre presente que en la vida no basta con vivir sino que hay que estar lleno de vida.
Este documental llega a Madrid después de que se estrenara en la XXXIV Semana de Cine de Medina del Campo con motivo de la celebración del Día Mundial del Superviviente de Cáncer, e iniciara una gira nacional de proyecciones que ya ha pasado por Sevilla, Oviedo y Alicante. Después de la capital el próximo destino será Valladolid, donde la obra se presentará el 5 de abril.
29-03-22 - Sandra Ibarra: su edad, su pareja actual y su profesión.
A MODELO SE HA CONVERTIDO EN UNA DE LAS FAMOSAS MÁS ACTIVAS PARA LUCHAR CONTRA LA ENFERMEDAD.
Sandra Ibarra: su edad, su pareja actual y su profesión.
LA MODELO SANDRA IBARRA ES UNA DE LAS GRANDES DEFENSORAS DE LOS DERECHOS DE LOS ENFERMOS DE CÁNCER. DESCUBRIMOS SU VIDA PRIVADA.
Sandra Ibarra es una de las modelos más conocidas y queridas de España por su lucha contra el cáncer, enfermedad que ha sufrido en varias ocasiones. Repasamos su edad, su pareja actual y descubrimos a su famoso padre.
Nacida en la localidad vallisoletana de Medina del campo en el año 1974, desde muy joven tuvo que comenzar a tener responsabilidades en su familia. Su padre abandonó su casa cuando era solo una adolescente, por lo que tuvo que ayudar a su madre a criar a sus hermanos pequeños.
Sandra Ibarra
En 1995 su vida cambiaría por completo al serle diagnosticado una leucemia, enfermedad de la que se pudo recuperar gracias a un trasplante de médula de su hermano César. Pudo volver a su vida, retomando su trabajo como modelo y seguir estudiando Ciencias de la información.
En 2002, cuando tenía solo 28 años, el cáncer volvió a su vida. De nuevo, un trasplante de su hermano le hizo superar la enfermedad. Tras este bache, encontró el amor con el periodista Juan Ramón Lucas.
Sandra Ibarra y Juan Ramón Lucas.
Llegaría el año 2008 cuando decidió que su experiencia le serviría para ayudar a otras mujeres en su situación, por lo que punso en marcha la Fundación Sandra Ibarra, dedicada a impulsar la investigación del cáncer, su prevención y a ayudar a concienciar sobre los problemas de los enfermos.
Además de su fundación, la modelo ha escrito dos libros, destinando los beneficios para la investigación contra la enfermedad. Diario de Vida, en 2017, y ‘Las cuentas de la felicidad: hay vida durante el cáncer’, en 2012.
16-10-23 - La Fundación Sandra Ibarra es distinguida en la Semana Internacional de la Moda Flamenca.
India Martínez, Sandra Ibarra y Ana Rosa Quintana // SIMOF
Junto a ella se encuentran otras personalidades como India Martínez, Isabel Díaz Ayuso o Ana Rosa Quintana
De la Fuente Estévez-. La medinense Sandra Ibarra vuelve a ser protagonista de buenas noticias relativas a la Fundación que dirige. Así, en el marco de la Semana Internacional de la Moda Flamenca, conocida como SIMOF, ha sido distinguida junto a otras personalidades como Isabel Diaz Ayuso, presidenta de Madrid; la cantante India Martínez o la presentadora Ana Rosa Quintana.
Esta gala tuvo lugar el pasado 10 de octubre en el Hotel Wellington de Madrid. Así, la Fundación Sandra Ibarra recibió, concretamente, el Premio Aromas Solidarios 2023, diseñado -a la par que los demás- por el artista plástico Cristóbal Donaire Barea -Balcris-. El objetivo que persigue esta distinción es el reconocimiento a las personas o instituciones nacionales o internacionales, dedicadas a promover un bien común. En este caso, tal y como reza la propia página oficial de la Fundación, se trata de una organización sin ánimo de lucro, con una trayectoria de más de quince años sumando esfuerzos frente al Cáncer, una causa de salud global.
Asimismo, Isabel Díaz Ayuso, Ana Rosa Quintana e India Martínez han sido distinguidas bajo la categoría de ‘Premios Flamenco en la Piel’, por su «especial compromiso con el flamenco», declarado como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
06-02-24 - La medinense Sandra Ibarra recibe el premio de ‘Flamenca con Arte’ 2024.
Sandra Ibarra recibe su premio. Imagen publicada por la medinense junto a su pareja, Juan Ramón Lucas
El pasado 3 de febrero recibió esta condecoración, en el patio sevillano de la fundación Cajasol
De la Fuente-. Un año más, la diseñadora Ángeles Verano ha vuelto a otorgar la distinción de «Flamenca con Arte» a una mujer, con el propósito de destacar su trayectoria y entrega profesional en un determinado campo. Un galardón que sirve de antesala a la presentación de su nueva colección cada temporada. Bajo estos términos, ha sido la medinense Sandra Ibarra la condecorada este 2024.
Es justamente la fundación que está bautizada con su nombre la encargada de cumplir con la encomiable misión de impulsar y financiar campañas de investigación, sensibilización y prevención frente al cáncer. Al hilo, también ha colaborado activamente en el desarrollo de la humanización de la Sanidad.
El acto de entrega del premio tuvo lugar el pasado sábado, 3 de febrero, en el patio de la Fundación Cajasol de Sevilla. Tal y como explican desde el seno de la organización de la distinción, el abanico de galardonadas no tiene fronteras geográficas, pudiendo recaer el reconocimiento en cualquier mujer «cuyo trabajo sea un exponente claro y meritorio del buen hacer profesional». Dentro de las pasadas ediciones se encuentran nombres como Inmaculada Casal o Ana Obregón.
Cabe resaltar que en estos últimos años, y tras el aumento de los índices de supervivencia y la falta de atención sanitaria específica para el superviviente de cáncer, la Fundación se ha orientado hacia la búsqueda de soluciones en ese ámbito. En este contexto es donde nace la Escuela de Vida, formada por pacientes y supervivientes, que está especializada en abordar las necesidades asistenciales durante el periodo de transición en el que no hay tumor ni tratamiento, pero aparecen otras secuelas […]
Más información en la edición semanal de La Voz de Medina y Comarca
12-05-24 - Sandra Ibarra | Presidenta de la Fundación Sandra Ibarra
«El cáncer es la gran pandemia de este siglo y ello requiere más investigación»
La modelo denuncia la «falta de recursos» del sistema sanitario y alude que «los enfermos de cáncer se curan o no según su código postal»
Andrea Cimadevilla
Sandra Ibarra
A Sandra Ibarra (Medina del Campo, 1974) le diagnosticaron su primer cáncer con 20 años. Y cuando creía estar curada, la leucemia volvió a golpearla siete años después. Apenas «era una niña» y fueron sus «ganas de vivir» lo que le ayudó a superar la ... enfermedad. La modelo, que dirige la fundación de apoyo a los supervivientes y pacientes de cáncer que lleva su nombre, ha viajado esta semana a Bilbao para participar en los actos organizados por el Colegio de Enfermería con motivo del Día Internacional de esta disciplina sanitaria, que se celebra hoy, 12 de mayo. «Las enfermeras son las grandes cuidadoras», subraya.
-Dígame lo primero que le venga a la cabeza con la palabra 'cáncer'.
- Vida y esperanza.
- Qué curioso.
- Cada vez somos más los supervivientes de cáncer: 2 millones en España, unos 12 en Europa y 32 en Europa. Estos datos demuestran que ya existe una ventana de esperanza. Yo fui la única superviviente de mi planta.
- ¿Qué sintió cuando se lo diagnosticaron?
- Fue en 1995 y yo tenía 20 años. En aquella época no había internet, ni redes sociales... Apenas contábamos con información y creo que eso me ayudó.
- Explíquese.
- Era una chica de pueblo, de Medina del Campo, que había ido a Madrid a cumplir sus sueños. Y de repente me diagnosticaron leucemia. La ignorancia sobre lo que era y las ganas de vivir me ayudaron a salir adelante. Aunque poco a poco, en cada tratamiento, me fui dando cuenta de lo dura que era la enfermedad.
- Ahora cuenta con una fundación que impulsa proyectos contra el cáncer, pero ya habló de esta enfermedad públicamente incluso cuando nadie lo hacía.
- Si todavía hoy es un estigma hablar del cáncer, imagínate en esa época. La gente se escondía y las pocas personas que lo decían se iban al extranjero a curarse. Yo no entendía por qué me tenía que ocultar y con total confianza dije después de un desfile que tenía leucemia linfoblástica y que me estaba curando en la Seguridad Social.
- ¿Y cómo reaccionó la gente?
- Casi no daba la mano por si era contagioso. Te señalaban, te miraban con pena. La típica frase de 'pobrecita'. Intentaban decirme cosas para ayudarme, pero generaban el efecto contrario. Todavía hoy duele y da miedo hablar de cáncer.
- Se curó, pero la leucemia volvió siete años después a su vida.
- Nunca pensé que iba a tener cáncer, pero menos dos. Sabía que iba a ser difícil. Salí de un trasplante de médula gracias a mi hermano, pero a dos... El gran efecto secundario es la incertidumbre. Esta vez fue duro porque me afectó a nivel psicológico.
- ¿Cómo se sentía?
- Me enfadé con la vida. Tardé varios días en decírselo a mi madre, pero una vez lo hice, me volví a poner el traje de pelear. Descubrí que la piedra con la que tropiezas es la que te hace volver a levantar. Y conseguí superarlo.
Inversión.
«Un 40% de los cánceres son evitables. ¿Por qué los gobiernos no se centran en esto?»
Efectos secundarios
- ¿Se llega a recuperar uno del todo, física y mentalmente?
- Son enfermedades distintas: la física y la mental. Se deben trabajar las dos y hay que poner las cosas donde tocan para que no duela. Si no estuviese sanada, no podría dedicarme a esto.
- ¿Qué fue lo que le ayudó a salir adelante?
- La música, el sentido del humor... Me levantaba calva y con papel de regalo me hacía un lazo y me lo ponía en la cabeza. Ahí me di cuenta que era mucho más fuerte de lo que creía. Pero es que el cáncer no es una enfermedad, son 200 tipos de enfermedades y sólo se investigan las que tienen más incidencia. Es triste, pero un paciente se cura o no en función de su código postal.
- ¿A qué se refiere?
- A la falta de recursos. Puede haber un paciente con cáncer metastásico que tiene acceso a un ensayo clínico y su amiga que está en otro hospital, no. Una tiene una esperanza de vida y la otra, pues seguirá esperando.
Proceso
«El gran efecto secundario del cáncer es la incertidumbre, el no saber qué pasará»
- ¿Qué falta?
- Presionar para que se investigue, para que haya campañas de prevención y para que se sensibilice a la población. Aún queda camino por recorrer. Hay un 40% de cánceres evitables. ¿Por qué no están los gobiernos invirtiendo en lo que toca, que es la salud? Investigando se pueden sacar hasta 8 vacunas en un año. Un ejemplo es el Covid. Mientras que el cáncer es la gran pandemia de este siglo.
- Una vez que al paciente le dan el alta, ¿se acaba el proceso?
- Ni mucho menos. Cuando te dan el alta, te vas a casa solo y con infinidad de efectos secundarios (infertilidad, osteoporosis o fatiga). La respuesta médica en ese momento es un 'no te quejes', pero son cosas que afectan al día a día. Por eso hemos creado la 'Escuela de Vida' en la fundación.
- ¿Qué es exactamente?
- Un espacio que da apoyo integral y voz a los pacientes. Es una 'app' con la que queremos crear el primer registro de supervivientes del cáncer. Porque se habla de la muerte, pero no de la vida. Y gracias a este proyecto se ha creado una comunidad de personas que ayudan a otras.
06-08-24 - ¿Qué le pasó a Sandra Ibarra?: la enfermedad que cambió su vida.
Exmodelo y publicista, es un referente en España en la lucha contra el cáncer.
AT
Sandra Ibarra, con Juan Ramón Lucas. Raúl Terrel / Europa Press
Sandra Ibarra (Medina del Campo, Valladolid, 1974) visita esta semana 'Pasapalabra' como invitada. Exmodelo y publicista, es un referente en España en la lucha contra el cáncer desde hace más de 25 años.
A los 20 años recibió la noticia que cambiaría su existencia para siempre. Un médico le comunicó que tenía el 98% de la médula dañada debido a una leucemia muy agresiva. Ibarra abandonó su recién iniciada carrera de modelo y comunicadora. Empezaba entonces su carrera por la vida.
Superó la enfermedad gracias a un trasplante de médula de su hermano pequeño y pudo retomar su trabajo como modelo y estudiante de Ciencias de la información.
Desde casi el inicio de su enfermedad, Sandra Ibarra fue un ejemplo de superación y de visibilización del cáncer. Eran frecuentes las imágenes en las que lucía un pañuelo en la cabeza durante los tratamientos a los que se sometió.
En 2022, y con 28 años de edad, sufrió una recaída que la obligó a iniciar una nueva batalla por su vida. De nuevo, y gracias a otro trasplante, pudo superar la enfermedad.
En el año 2008, creó la 'Fundación Sandra Ibarra de solidaridad contra el cáncer', una organización sin ánimo de lucro dedicada a impulsar la investigación de la enfermedad, su prevención y la concienciación social.
Mantiene una relación sentimental con el periodista Juan Ramón Lucas (Madrid, 1958) desde 2004. La revista 'Forbes' incluyó a Sandra Ibarra en la lista de mujeres más influyentes de España en 2022.
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