Con la intención de difundir el activo mercado de estampas que tuvo lugar en las Ferias de Medina del Campo a lo largo de todo el siglo XVI y la primera mitad del XVII, la Fundación Museo de las Ferias ha seleccionado como "Pieza del Mes" de abril, un interesante conjunto de grabados elaborados a caballo entre dichas centurias por artistas muy reconocidos como Antonio Tempesta, Johannes Wierix, Joann Stradanus, Otto van Veen, Adriaen Collaert o Philipp Galle. Estas estampas forman parte de los fondos artísticos de la Diputación de Valladolid, institución que generosamente los ha prestado a la Fundación para su contemplación pública en el Museo.
El comercio de los grabados y estampas tuvo en Medina del Campo un centro importante de distribución para toda la Península. En sus ferias de mayo y octubre se negociaban series y colecciones procedentes de toda Europa, impresas en las activas tipografías europeas, especialmente las de las ciudades flamencas y de los Países Bajos, así como las francesas e italianas. A pesar de los escasos ejemplares que han llegado hasta nosotros por la propia fragilidad del material, dicha circulación comercial queda patente en las numerosas referencias documentales de compraventas, transacciones o distribución a otras ciudades.Por las investigaciones de Juan Carrete Parrondo acerca del comercio de estampas en aquella época, sabemos de varios editores que exportaron a España grandes cantidades de resmas de estampas con los temas más variados: naipes, calendarios y almanaques, juegos, alegorías y, sobre todo, grabados de devoción con imágenes de Santos, Vírgenes o alegorías morales. Entre otros, cabe citar a grabadores como Thomas de Leu, cuya actividad comercial está documentada entre 1603 y 1608, y Jean le Clerc y Caerel van Bockel, de los que nos consta también su actividad como editores y exportadores de grabados calcográficos a España. Junto a ellos, los franceses Antoine Dupuis, Jacques Ducos, Laurent Melhon o François Tremblay, respectivamente comerciantes en las ciudades de Toulouse, Cazères-en-Gascogne, Grenoble y Orleáns.
Entre las estampas expuestas, todas ellas realizadas mediante la técnica de la talla dulce con buril sobre una fina plancha de cobre, pueden contemplarse en primer término seis dedicadas a santos ermitaños que corresponden a la difundida obra dedicada a los santos anacoretas, original de Maarten de Vos (1532-1603) repetidamente estampada por los más afamados grabadores de aquel tiempo. En nuestro caso, los grabados que representan a San Blas, San Antonio Abad, San Venerio y San Evagrio son del francés Thomas de Leu (c.1555-c.1612); el de San Simeón, está firmado por Isaac van Haelbeek y Jean le Clerc; por último, el del eremita San Didymo, es obra de Caerel van Bockel. Como se ha dicho más arriba, los grabadores citados se dedicaron también a la edición y comercio de estampas de devoción.
Otro grabado de tema religioso es el dedicado a La Anunciación, original del artista flamenco Johannes Wierix (1549-1615) en la serie grabada por Frederick de Widtm en 1578. Wierix grabó otra escena de la Anunciación de composición parecida, aunque con los personajes situados de forma contraria y una cama con dosel en el fondo.
La estampa que representa el Traslado del arca de la alianza a Jerusalén reúne las firmas de tres de los principales grabadores flamencos del momento: el dibujo corresponde a Joann Stradanus (Jan van der Straeten, 1523-1605), el grabado a Adriaen Collaert (h.1560-h.1618) y la edición al suegro de este último, Philipp Galle (1537-1612). De composición muy conseguida, el rey David aparece tocando la lira delante del arca, tal y como se describe en el segundo libro de Samuel (6, 5).
Asunto bien diferente es el recogido en la estampa creada por el florentino Antonio Tempesta (1555-1630) y grabada al aguafuerte por el maestro de Rubens, Otto van Veen (1556-1629): "Cerialis Insulam Batavorum...", perteneciente a la obra Batavorum cum Romanis Bellum..., editada por Pieter van Veen en Amberes, en 1612. Esta serie, que narra la confrontación entre los bátavos y los romanos descrita por Publio Cornelio Tácito en susHistoriae (libros IV y V), tuvo una amplia resonancia y difusión por asumir los Países Bajos esta pugna como parangón histórico que legitimaba su confrontación contra el Imperio Español.
A este conjunto se ha añadido la conocida Vista de Valladolid (estampa perteneciente a los fondos de la Fundación) grabada por Franz Hogenberg sobre dibujo de Georgius Hoefnagel, para la célebre obra editada por Georg Braun Civitates Orbis Terrarum (Colonia, a partir de 1572), la más completa colección de vistas panorámicas y planos de ciudades de la Europa de los tiempos modernos.