Desde
la Concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de
Medina del Campo se continúa la campaña
de asfaltado e iluminación iniciada hace ya varios
meses para mejorar las calles de la villa.
El
Consistorio decidió dedicar una parte del presupuesto
anual a estas dos acciones. La partida destinada este
año a la mejora de la iluminación alcanza
un coste de 42.000 euros, invertidos también a
la reorganización de los puntos de luz.
La
Concejalía de Urbanismo también dedica una
partida importante a la mejora del asfaltado, que incluye
algunos viales que hasta el momento no habían estado
asfaltados.
El
mal olor que invade las calles de la villa al llegar la
noche, olor que se acentúa con las altas temperaturas
que se recogen durante el día, es uno de los asuntos
que más protestas está generando entre los
vecinos de Medina del Campo.
Al
parecer, el problema tiene su origen en los purines, abonos
orgánicos derivados de los excrementos de animales.
El abono orgánico es altamente satisfactorio y
beneficioso para el campo y los cultivos y los agricultores
comienzan a esparcirlo una vez finalizada la época
de la siega para preparar los terrenos para la próxima
campaña.
Según
el concejal de Urbanismo, Javier Rodríguez, existe
toda una normativa de la Consejería de Medio Ambiente
de la Junta de Castilla y León respecto a los abonos
que pueden o no pueden utilizarse y, en su opinión,
el problema surge principalmente cuando más de
un centenar de agricultores coinciden en el momento del
abono algo, por otra parte, bastante habitual, por lo
que los olores tan característicos de los purines
en esta época del año resultan «prácticamente
inevitables».
Desde
el Ayuntamiento se ha remitido un escrito a la Cámara
Agraria de Medina del Campo para solicitar que los agricultores
asociados utilicen los purines en la forma en que marca
el reglamento para evitar cualquier otro problema y que
se acentúe el mal olor.
Rodríguez
asegura que estos problemas son característicos
de esta época, y descarta cualquier otro foco de
mal olor que haya podido padecer la villa en invierno,
que venían marcados principalmente por los vertederos,
los colectores y lagunas de la villa y por los olores
que emanaban del Río Zapardiel.
Respecto
a la zona del vertedero, se han adoptado las medidas necesarias
para subsanar el problema, algo que ya se ha conseguido
en su mayor parte, al igual que con los colectores. Y
respecto a los olores que emanaban del Río Zapardiel,
las obras de adecuación de los márgenes,
que finalizarán a lo largo de este mes de agosto,
evitarán estos problemas al prever un canal de
aguas bajas que impide que la suciedad se vea y evita,
a su vez, el hedor por las aguas a su paso por la villa.