La falta de una normativa específica que regule la
utilización de purines como abono orgánico
para la agricultura, y que producen malos olores en los
cascos urbanos está motivando al ayuntamiento de
Medina del Campo a crear una ordenanza específica
para que se atenúe su uso en el término municipal
de la villa de las ferias y evitar "en lo posible"
los malos olores de las últimas semanas. "Crearemos
una normativa para obligar a los agricultores del término
municipal de Medina del Campo a que estos purines sean esparcidos
por las tierras en las condiciones óptimas posibles
para molestar lo mínimo al resto de los ciudadanos,
aunque también pedimos la comprensión a los
ciudadanos porque es algo que ha pasado siempre en Castilla"
asegura Rodríguez.
Según el concejal de Urbanismo de la villa, Javier
Rodríguez la falta de lluvia es una de las razones
fundamentales por la que se propaga el olor con mayor intensidad
"están provocados por los trabajos agrarios
previos a la siembra, ya que el mejor abono es el orgánico
denominado purines y si el tiempo transcurre como es normal
tendría que haber llovido y los agricultores habrían
tirado los purines para después al día siguiente
taparlos con el arado de las tierras, pero la falta de lluvia
ha impedido el proceso normal".
Según Rodríguez el problema de los malos olores
de los purines no es un problema exclusivo del término
municipal de Medina del Campo "sino que están
extendido por toda la provincia, ya que es un problema que
ya han vivido los vecinos de Arroyo y Simancas y se encuentran
extendidos por las fincas sin la posibilidad de poderlos
tapar porque todavía no ha llovido".
Rodríguez
aclara que el ayuntamiento de la villa está realizando
lo posible para minimizar los olores "e incluso
estamos buscando normas y reglamentos que obligue a tirar
los purines a los agricultores en determinadas circunstancias
para que los malos olores sean los menos posibles".
En
cuanto a las quejas de numerosos vecinos y comerciantes
de la zona del barrio de santo Tomás por los olores
que desprende el matadero municipal gestionado por la empresa
Tradición Castilla, Rodríguez asegura que
el problema está en vías de solución
"hemos pedido la encriptación de toda la
zona de depuración, y por supuesto la utilización
de carbonos activos para minimizar el olor, algo que producirá
en el mínimo tiempo posible".
Según
el concejal de Urbanismo tanto la Junta de Castilla y León
como el SEPRONA están investigando estos malos olores
"y hasta ahora no ha habido ningún resultado
porque según los informes todo está dentro
de los límites lógicos".