La
Diputación Provincial de Valladolid ha decidido
que la localidad de Mayorga sea la sede definitiva del
Museo del Pan, un proyecto en el que mostrar todo lo que
la elaboración de este producto alimenticio conlleva,
desde la siembra del trigo a los materiales y elementos
para fabricar el pan. En la decisión han primado
los criterios estrictamente políticos frente a
los económicos, que apostaban por la vecina Medina
de Rioseco. Cabe coincidir en que, con un criterio u otro,
la elección final es un acierto desde cualquier
punto de vista que se analice: Mayorga es centro geográfico
de una zona económicamente deprimida, demográficamente
muy castigada por la despoblación y, como receptora
de inversiones públicas, objetivo secundario, a
tenor de lo que recogen los presupuestos públicos.
Puede que el del Museo del Pan sea el último tren
que lleva a la estación del progreso. Ahora está
en los municipios del entorno conseguir que sea para la
zona el centro de atracción turística que
ya es el del Vino en Peñafiel, el de la Semana
Santa en Rioseco o el de las Ferias en Medina del Campo.
Hosteleros, agentes sociales, empresarios y las administraciones
públicas deben unir esfuerzos, a partir de ahora,
para lograr ese objetivo. De lo contrario, el museo será
pan para hoy y hambre para mañana.