Por
sentencia nº 446, de 18 de marzo de 2004, la Sala de
lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia
de Castilla y León (TSJ) ha anulado el Plan de Residuos
Industriales de Castilla y León 2002-2010, aprobado
por Acuerdo del Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla
y León el 7 de noviembre de 2002. Esta sentencia
resuelve el recurso judicial presentado hace algo más
de un año por la Federación de Ecologistas
en Acción de Castilla y León, y no es recurrible
ante el Tribunal Supremo al fundamentarse en la vulneración
de la normativa autonómica.
La
Sección Segunda de la Sala, con sede en Valladolid,
reitera la argumentación esgrimida en la sentencia
que el pasado mes de febrero anuló también
el Plan de Residuos Urbanos y Residuos de Envases de Castilla
y León 2002-2010. Es decir, que también este
plan de residuos es un Plan Regional de los regulados por
la Ley de Ordenación del Territorio de la Comunidad
de Castilla y León, "que, sin embargo, se
ha aprobado sin el cumplimiento de los requisitos sustantivos
(art. 23) y procedimentales (art. 24)" establecidos
en la Ley para la elaboración de los Planes Regionales,
como son, en relación con estos últimos, el
de información pública y de audiencia a las
Administraciones Públicas [.], el informe de los
municipios afectados por el Plan y el trámite ambiental
aplicable [en este caso la Evaluación Estratégica
Previa de su impacto ambiental]. Trámites todos ellos
que son fundamentales [.] para que los ciudadanos tengan
información y participación en un tema de
especial importancia para ellos en cuanto afecta a la protección
de la salud del hombre y medio ambiente".
Más
allá de esta argumentación, el TSJ señala
que "en relación con los aspectos sustantivos
que también se omiten en el Plan de Residuos aquí
impugnado [.] se encuentran los relativos a los lugares
e instalaciones apropiados para la eliminación de
los residuos". Por todo ello, el TSJ finaliza imponiendo
de nuevo las costas a la Junta de Castilla y León,
por su temeridad al negar el carácter de Plan Regional
al que se refiere el Acuerdo impugnado, cuando ese carácter
resulta de la propia normativa autonómica.
Este
pronunciamiento se produce a pesar de que la Consejería
de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León
decidió allanarse aceptando las pretensiones de Ecologistas
en Acción, tras la sentencia anterior del TSJ que
anuló el Plan Regional de Residuos Urbanos, con la
pretensión de intentar evitar un nuevo pronunciamiento
desfavorable del Tribunal y la condena en costas, objetivos
que evidentemente no ha conseguido.
En
el campo de las consecuencias, el alcance de está
sentencia es sin duda mayor que el de la que anuló
el Plan de Residuos Urbanos, ya que en Castilla y León
no hay en estos momentos ningún vertedero de residuos
industriales no peligrosos, aunque se tramitan varios proyectos.
Así, será muy difícil que se pueda
aprobar ningún nuevo vertedero de residuos industriales
en Castilla y León mientras no se redacte un nuevo
Plan que los ampare, detallando su localización y
naturaleza.
Llama
también la atención el vacío en que
queda el vertedero de residuos peligrosos de Medina del
Campo (Valladolid), construido bajo el paraguas del plan
anulado, que también podría afectar a los
vertederos de residuos tóxicos de Santovenia de Pisuerga
(Valladolid) y San Esteban de Gormaz (Soria), los otros
dos existentes en Castilla y León. Con esta nueva
sentencia, queda aún más claro que la Consejería
de Medio Ambiente y el Gobierno autonómico actuaron
al margen de la Ley, durante la época de la hoy Consejera
de Cultura, Silvia Clemente y su actual equipo de Turismo,
integrado por Jesús Rodríguez Romo y Jaime
Fernández Orcajo, entonces titulares de Calidad Ambiental.
De las iniciativas tomadas sobre residuos por ese equipo,
tan sólo resiste la Ley de Infraestructuras de Residuos
que permitió la reapertura del vertedero de Santovenia
de Pisuerga en 2002, pendiente de sentencia en el Tribunal
Constitucional.
Ecologistas
en Acción vuelve a animar a los actuales responsables
de la Consejería de Medio Ambiente a que se desmarquen
de la forma de hacer de sus predecesores, abriendo un proceso
participado de elaboración de los nuevos Planes de
Residuos Urbanos e Industriales. En ese sentido, hace dos
semanas remitieron una carta a la Consejera de Medio Ambiente,
María Jesús Ruiz, mostrando su disposición
a mantener una reunión sobre esta materia, con el
afán de colaborar en la resolución de la problemática
situación planteada.