Se
trata de una imagen del S.XVI, popularmente conocida como Ntra.
Señora de las Nieves
o de la Esperanza, que estaba situada en la pequeña capilla
que cerraba en altura una de las puertas de la villa, la de la Salamanca
(entre la avenida de Portugal y la calle Gamazo), y que ahora podemos
contemplar en el Museo de las Ferias.
Los
propios Reyes Católicos fomentaron su culto, al otorgar un
privilegio mediante el cual se cobraban para el mantenimiento de
la imagen y de la capilla, 6 maravedíes para cada carga de
mercancía que llegara de Portugal.
Ossorio
nos cuenta uno de los milagros que llevó a cabo:
"(
)
y fué que á las nueve del día, se cayó
todo el arco de esta puerta, con la capilla donde estaba esta Santa
Imagen, y fué tanta su caridad y amor que con los fieles
tiene, que pasando por esta puerta toda la villa, porque es una
calle de las más frecuentadas de ella, permitió su
majestad, que no pasase ninguno, ni á nadie hiciese ningún
daño, admirado el pueblo del buen suceso, acudieron mucha
gente, para buscar la Santa Imagen, que estaba debajo de toda la
tierra, y estuvieron cavando muchos hombres, apartando el gran montón
de tierra y teja, cavando más de seis horas, hasta que vinieron
á hallar y descubrir, la Santa Imagen, que como estaba en
su altar, así la hallaron, y el Santo niño como le
tenía, sin habérsele quebrado cosa ninguna, ni un
dedo de sus santas manos, y tenían Ella y el niño
coronas de estaño dorado, y con ser material tan blando,
no se había quitado ni un remate de las coronas, cosa por
cierto que edificó mucho y aunque había mucha devoción
con esta Santa Imagen, con esto se aumentó mucho.
En
tiempo de una gran peste que hubo en esta villa, por la devoción
de esta Santa Imagen no se supo que ninguno de esta calle muriese
de ella, y esta devoción la tiene por cierta, porque en la
que hubo el año de 1599, no se halló ningún
herido en los vecinos de esta calle, y de esto hay hartos que lo
saben.