17-09-05
- En el antiguo poblado de Serracín
El paulatino descenso de su población pone en peligro
el futuro de San Vicente del Palacio
Texto de/Ana Álvarez Fotografías de Fran Jiménez
San
Vicente del Palacio es un pequeño pueblo cercano
a Medina del Campo y caracterizado porque todavía
conserva, entre sus pinares, los restos de un antiguo
poblado, Serracín, del que aún queda un
torreón. Su
patrimonio artístico está constituido
por la iglesia parroquial de Nuestra Señora de
la Asunción, un edificio en cuyo interior se
halla una interesante cruz renacentista repujada en
plata. Entre sus leyendas, la localidad narra todavía
'La Francesada' del XIX, que cuenta la falsa relación
de las gentes del lugar con la muerte de alrededor de
veinte franceses. Según
asegura su alcalde, Ángel Luis López,
en San Vicente del Palacio se vive muy bien. A tan solo
cinco minutos de Medina del Campo y con un fácil
acceso respaldado por la autovía, la ubicación
de este municipio de la comarca de Tierras de Medina
resulta atractiva para las nuevas tendencias vitales
que van en busca de la tranquilidad de los lugares pequeños
conectados con mayores núcleos de población.
Aun
así, la realidad es que San Vicente del Palacio
acusa desde hace ya varios años un descenso paulatino
en el censo municipal, en el que cada vez más
prima la población de edad avanzada y, por lo
tanto, la baja tasa de natalidad. En
la actualidad, el municipio cuenta con unos 242 vecinos.
La mayor parte de los jóvenes suelen dejar tarde
o temprano su lugar de nacimiento y el pequeño
colegio, ubicado en el anexo del edificio de la casa
consistorial, corre peligro de cierre si no consigue
mantener un número mínimo de cuatro alumnos
por curso escolar.
La
actividad principal de este pequeño municipio
es la agricultura, aunque también se sustenta
de ganadería bovina. Además, económicamente,
hay que destacar la existencia de un cebadero de pollos,
junto con una fábrica de muebles en la que trabajan
varios vecinos. Por último, con menor importancia,
hay algunos negocios pertenecientes al sector servicios.
Campo
de golf
Hace
unos cuantos meses, San Vicente del Palacio saltó
al candelero a través de una iniciativa particular
interesada en adquirir unos terrenos privados y crear
en la zona un campo de golf y una urbanización
aneja, compuesta por cerca de tres mil viviendas y con
una completa infraestructura comercial. Pero el proyecto,
por el momento, no ha arrancado. «Sería
un 'boom' para la comarca y muy interesante para nuestro
pueblo», subraya el regidor de la localidad, Ángel
Luis López». Así,
San Vicente del Palacio continúa su rutina del
día a día. Una monotonía que caracteriza
a tantos y tantos pueblos de sus mismas características.
Muy
pronto, la algarabía de las últimas fiestas
de verano será sustituida por la vida rutinaria
del otoño y por los quehaceres del campo. Los
sanvicentinos o sanvicenteños habrán de
esperar al 22 de enero para vivir sus fiestas patronales
en honor a San Vicente Mártir, y disfrutar entonces
de su tradicional y jugosa caldereta popular.
Del
mismo modo, esperarán también la llegada
de mayo para hacer honores al patrón de los labradores
en hermandad y, después, al mes de agosto para
volver a disfrutar de sus 'Fiestas de Verano',
una celebración que, iniciada en la década
de los ochenta por un grupo de jóvenes -entre
ellos el actual alcalde- fue asumida hace unos años
por el Ayuntamiento.
Durante
estas jornadas festivas, vecinos y forasteros se congregan
en torno a un variado programa en el que sobresalen
sus encierros ecológicos, sus concursos gastronómicos
y el buen humor con el que se organizan todas las actividades.