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Virgen de la Piedad de Barrientos |
Con la llegada a España los primeros años del siglo XV de un grupo de esculturas en piedra de procedencia
germana, se incorporó
una iconografía que pronto alcanzó un extraordinario
desarrollo. Este nuevo tema de la Piedad, gestado en ambientes monásticos
femeninos, traduce al campo de la imagen textos místicos
ampliamente difundidos en la época como las revelaciones
de Santa Brígida, donde la Virgen manifestó la imposibilidad
de recomponer el cuerpo de Cristo, deformado por la postura en la
Cruz. De este modo, se iniciaba un mensaje que habría de
tener una gran importancia para la cultura procesional de los siglos
posteriores: el sufrimiento de María y su papel de corredentora.
A partir de
los primeros ejemplos, en los que la Virgen es representada como
una niña asustada, se produce a lo largo del siglo XV una
evolución naturalista que culmina con un tipo en el que es
una joven mujer de mirada ausente. Para explicar esta nueva actitud
se ha propuesto que María pudo evocar en el Calvario, dominada
por el dolor y la nostalgia, la niñez de su Hijo. Con un
significado más amplio, se buscaba unir el ciclo de la infancia
al de la muerte para ilustrar el verdadero sentido de la vida de
Jesús. Al mismo tiempo se va transformando el tamaño
y la postura de la figura de Cristo hasta llegar, en fecha próxima
al 1500, a la disposición que se observa en la Piedad de
Barrientos, con la cabeza vuelta hacia el espectador y el brazo
derecho caído, con la mano fuertemente doblada en el suelo.
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Virgen de la Piedad de Barrientos |
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Conservada
actualmente en una de las capillas de la iglesia del Hospital de Simón Ruiz,
tiene esta imagen una especial importancia para el patrimonio medinense
pues es uno de los escasos testimonios que quedaron del desaparecido Hospital
de la Piedad y San Antonio Abad.
Esta institución fue fundada en 1454 por Fr.
Lope de Barrientos,
obispo de Cuenca y natural de Medina del Campo, para dar asistencia
médica y religiosa a los más necesitados. La advocación
del hospital hace sospechar que esta escultura puede presidir el
retablo de su iglesia donde se encontraba también el sepulcro
del fundador.
Desde el punto
de vista estilístico la talla encaja perfectamente dentro
de la peculiar producción del llamado maestro de San Pablo
de la Moraleja. Desconocida hasta el momento la identidad de este
escultor, el nombre tiene su origen en una de las obras más
notables de su taller: el grupo del Llanto sobre Cristo Muerto,
procedente de la localidad de San Pablo de la Moraleja, que hoy
se expone en el Museo Diocesano y Catedralicio de Valladolid.
Establecida
desde hace años la unidad de estilo con otro gran conjunto
del mismo tema, existen en la iglesia de los Santos Juanes de Nava
del Rey, Julia Ara definió el estilo incorporando un notable
grupo de piezas cuyo número ha seguido acrecentándose.
Todas estas obras quedan unidas por un personal estilo de gran fuerza
expresiva. Los rostros son alargados con barbillas salientes, ojos
y bocas caídas y expresiones ausentes.
Ante la falta
de documentación, por ahora parece lo más lógico
pensar en la actividad de uno de los muchos artistas de origen extranjero
que trabajan en Castilla en los finales del siglo XV y comienzos
del XVI. De hecho, se han señalado afinidades con esculturas
de la región de Limburg.
En cualquier
caso, para nosotros es especialmente importante incluir en un aspecto
en el que hasta el momento no se ha reparado. Un buen número
de las obras que se atribuyen a este taller, y entre ellas las de
mayor calidad, se encuentran o proceden de localidades próximas
a Medina del Campo. En la propia villa se conservan, aparte de la
Piedad, otras tallas que muestran relación , al menos de
seguidor, con las ya atribuidas. De ello es ejemplo un pequeño
Crucificado que hoy está en la sacristía de la Colegiata y que, por otro lado, puede ser empleado en
procesión como muestra el remate inferior de la Cruz. Teniendo
en cuenta que Medina del Campo era en este momento una destacadísima
población, sede de la principal feria de Castilla, parece
muy probables que aquí estuviera instalado el taller del
que venimos hablando. La existencia de obras en otros lugares, como
la zona de Villalón
de Campos, podría resultar
comprensible si consideramos que en esta población se celebraba
una notable feria a la que acudían artesanos de otros lugares.
Dentro de la
cronología que se viene dando a todas estas esculturas, que
abarca desde fechas próximas a 1500 hasta el año 1515
aproximadamente, la similitud d varios detalles con el grupo del
Museo Diocesano nos lleva a situar a la Piedad de Barrientos en
una fecha cercana al cambio de siglo.
Recientemente
ha sido sometida a una restauración en la que se optó
por dejar la policromía superior, muy posterior a la realización
de la talla. Este tratamiento era absolutamente necesario para su
utilización en la procesión de la Vera Cruz, la noche
del Jueves Santo, a hombros de los cofrades de Nuestra Señora
de las Angustias.
Actualmente, a fecha de hoy. 23/12/2023, es procesionada por la cofradía de Cristo en su Mayor Desamparo el Jueves Santo.