El
amigo de John wayne
La
visión, llena de humor y ternura, que un hombre con una leve
deficiencia mental tiene de la vida. Santi, a su pesar, ve siempre
las cosas de un modo diferente. Para él la conquista de la
vida corriente es toda una aventura pero, por suerte, cuenta con la
ayuda de John Wayne que está en los cielos.
Tras
la muerte de su madre, Santi, es de golpe consciente de su propia
soledad y tiene que encarar un futuro incierto: ser enviado a una
institución o, según sería su deseo, irse a vivir
con Carlos, su único hermano.
Carlos
es un director de teatro que está a punto de estrenar "La
soledad del monstruo", una obra basada en el personaje de Frankenstein.
En este crucial momento de la vida de Carlos, Santi se escapa de la
institución en la que le han recluido para ir en busca de su
hermano. Este sólo se muestra dispuesto a que pasen unos días
juntos, hasta el estreno de la obra. Ese breve periodo de convivencia,
marcado por la urgencia de llegar al estreno, permitirá que
muchos sentimientos latentes, escondidos, salgan a la luz.
Carlos,
que se siente "normal", no acepta la "anormalidad"
de Santi y, al tiempo que se enfrenta a eso, tendrá que hacerlo
a todo aquello que no ha aceptado de sí mismo, lo que ha reprimido
para poder ser "normal", sus prejuicios, sus miedos...
Tanto
él como Santi se verán profundamente solos, necesitados
de encontrarse de nuevo, como cuando eran unos niños y aún
no había diferencias que les impidieran mirarse a los ojos.
John
Wayne se ha convertido en el alter ego de Santi. A él se aferra
para mantener un atisbo de equilibrio en ese mundo nuevo, cambiante
y hostil. Por eso lleva la silueta de cartón del vaquero a
todas partes confiándole todos sus secretos y temores.
Santi
encuentra en John Wayne un modelo a seguir: el del héroe solitario
capaz de hacer frente a cualquier adversidad ("Los vaqueros no
lloran"). Sin embargo, cuando, en los ensayos de la obra teatral,
conoce a Frankenstein se identifica con su dolor y comparte la rabia
de sentirse rechazado. ¿Por qué soy como soy?"
será la pregunta que unirá a Santi y a Frankenstein.
Tensionado
entre los dos mitos (en realidad, entre la aceptación o no
de su destino) Santi parece incapaz de decidir de qué forma
encarará su futuro.
Por
suerte, Santi tiene un ángel de la guarda. John Wayne, traspasando
la pantalla, se convertirá en un auténtico consejero.
Gracias a sus orientaciones Santi resolverá cómo asumir
su "diferencia" y hacer frente a su soledad.