La esencia de la Cuna del Corte como protagonista del 45º Memorial José María de la Fuente “Pinturas”
El decano de los festejos de cortes de novillos ha escogido una imagen histórica del reconocido fotógrafo Fran Jiménez para esta edición
Conocido por ser la ‘Cuna del Corte’, el Memorial José María de la Fuente “Pinturas” ya ha hecho público su cartel anunciador de para esta 45ª edición. Y es que, desde 1981, este premio organizado por la Asociación Taurino Cultural ‘Los Cortes’ -decano de este tipo de festejos taurómacos- premia a aquellos cortadores que muestran “torería, afición y dominio de esta suerte” durante las capeas posteriores a los encierros tradicionales de San Antolín en Medina del Campo, tal y como ha detallado el presidente de la entidad, Carlos de la Fuente. Un Memorial que fue el germen y origen de los festejos de cortes de novillos a nivel mundial.
El cartel de este año es un homenaje puro a la primera suerte del toreo: el corte. En él, se muestra una imagen histórica, cuya autoría reside en el prestigioso y reconocido fotógrafo Fran Jiménez, cuya trayectoria es sobradamente conocida -especialmente por su larga carrera como profesional en El Norte de Castilla-. En ella se ve al cortador Enrique de Frutos, oriundo de Mojados, en lo que sería el último festejo bajo modalidad única el ya pasado 2006 -a partir de entonces, el premio volvería a celebrarse en las capeas por decisión propia de sus organizadores-.
Como es habitual, la Asociación “Los Cortes” ha vuelto a combinar esa esencia taurina con el escenario donde nació el Memorial José María de la Fuente “Pinturas”. De este modo, La torre de la Colegiata de San Antolín y el Castillo de La Mota -de Ramón Ortiz- se dibujan en la parte superior de la imagen, que cierra con el escudo de la Villa de las Ferias y el popular logo de la entidad, obra del medinense Pepe Puente. Un año más, esta entidad ha confiado en el ilustrador Julio Álvarez para dar forma a la idea.
“En la historia de la plaza de toros de Medina del Campo el Memorial José María de la Fuente ‘Pinturas’ ha sido el único que ha conseguido poner el cartel de no hay billetes, siendo la plaza de 10.000 localidades. Actualmente tiene 6.500” reza la imagen.Con todo, el jurado de “Los Cortes” evaluará la participación de los toreros a cuerpo limpio en las capeas posteriores a los encierros tradicionales de San Antolín.
Así, en el mes de octubre se desvelará quién ha sido el considerado Triunfador Nacional en esta edición, a la par que se otorgarán sendos reconocimientos como “Premio a la Torería”, “Premio Cuna del Corte” o “Premio a la Afición”. Igualmente, se otorgarán distintos reconocimientos al mundo de la cultura, que se harán públicos en otoño, semanas previas a la gala de entrega de premios.
De la Fuente-. Ya nos quedan pocos días para la celebración de las Ferias y Fiestas de San Antolín y hay temas que vuelven a aflorar en los albores de estas fechas. Hoy hablamos del Memorial José María de la Fuente «Pinturas», de la Cuna del Corte que cumple 45 años este 2025. Historia viva del municipio de la que nos habla Carlos de la Fuente, presidente de la Asociación Taurino Cultural «Los Cortes».
¿Qué nos encontramos en el cartel de este año?
Se trata de la imagen del último festejo que realizamos a festejo único. Todos los cortadores han sido grandes, pero siempre hay, como en todos los oficios, quien destaca por muchos motivos. En este caso, la imagen del cartel de este año es Enrique de Frutos en la plaza de toros de Medina del Campo. Es un gran torero a cuerpo limpio, pero también un gran aficionado.
La fotografía corresponde a Fran Jiménez, un gran amigo nuestro que ha colaborado en multitud de sitios con nosotros. Me acuerdo, al hablar de él, de esa gran corresponsal que fue Jacinta Esteban, del Norte de Castilla. Me emociono al recordarla…
Por otro lado, también se ven las imágenes del Castillo de la Mota y de la Colegiata de San Antolín. Todas ellas obra de Ramón Ortiz. Además, el logo de Los Cortes de Pepe Puente. Pintor de Medina del Campo por los cuatro costados y creo que se merecía muchos más homenajes por parte de este municipio. Que yo conozca, estuvo en una exposición en la Caja de Ahorros y fue muy visitada por multitud de aficionados al mundo taurino, pero también de la cultura y autoridades. Hay que recordar que también realizó un cartel para los encierros medinenses, lo mejor de lo que puede presumir y ha presumido siempre Medina del Campo. Además su hijo, Puente Jerez, también nos ha realizado varias esculturas para Los Cortes.
«La Cuna del Corte», un emblema que siempre preside el cartel de este evento…
Exactamente. Porque el Memorial José María de la Fuente «Pinturas» siempre será la cuna del corte. Siempre lo recordamos, pero nosotros decidimos dejar de hacer el festejo el último sábado de agosto -hicimos una rueda de prensa al respecto- porque ya en el 2006 se veía un mercadeo con todo esto del que no queríamos formar parte. Siempre supimos que esto era un premio, nunca lo denominamos concurso. Aquí, desde su fundación, se premia al mejor torero a cuerpo limpio; se salía a cortar libremente a las capeas, por afición.
Posteriormente se celebró a festejo único pero jamás se dejó de lado la capea. En ella se premiaba a cortadores locales, regionales e infantiles. Y esto hay que subrayarlo porque así se hacía y que no entre nadie a equivocaciones. Porque, aunque actualmente no, por aquel entonces sí había encierros infantiles.
Ahora mismo se habla de cortes y de otras tantas mezclas más que no quiero ni mencionar, porque cada uno que sepa lo que hace. A la cuna del corte, que es el Memorial, y a esta asociación en concreto, se le invitó a la Real Maestranza de Caballería de Sevilla para mostrar allí en qué consistía esta primera suerte del toreo. Y podemos decir orgullosos que compartimos cartel con la ganadería Miura y los matadores de toros Diego Puerta y Manolo Vázquez en estas jornadas taurinas. Y también es de sobra sabido que el primer premio de cortes que se realiza en la primera plaza del mundo, que son Las Ventas de Madrid, fue precisamente esta asociación la que se trasladó altruistamente hasta allí para llevar a cabo su organización bajo la batuta de la familia Lozano. Se nos ha requerido en multitud de lugares, como en La Rioja, en Medina de Rioseco, en Zaragoza y un largo etcétera.
Lo único que siempre ha querido esta asociación es dignificar el mundo del corte y sacar la cara por los cortadores. Siempre. Y si no, ahí está la hemeroteca. Mira, sin ir más lejos, el día del festejo yo me reunía con todos ellos y en cinco minutos teníamos una charla. En ella les explicaba el funcionamiento de Medina del Campo, la seriedad de esta asociación y el coste cero que suponía al Ayuntamiento. La empresa que venía aquí contratada por el Ayuntamiento es la que se llevaba los beneficios a excepción de los premios, que tenían que salir de las entradas.
Siempre todo se nos ha hecho poco. Las galas, la entrega y edición de libros que se repartían totalmente gratuita a la población y que costeaba esta asociación en su totalidad. Homenajes como a la Corrida del Siglo. Puesta en valor a absolutamente todas las personas implicadas en un festejo: banderilleros, matadores, periodistas, cirujanos, médicos, presidentes…
Y, después de todos estos años, tienes que ver cómo en la retransmisión de festejos con cortes de novillos, que no me atrevería a saber cómo llamarlos exactamente porque hay una mezcla de todo, se habla de ciertas cosas sin decir cómo son. Parece que no interesa decir que esto nació de una asociación de manera completamente altruista y que esta cuna del corte es el Memorial José María de la Fuente «Pinturas» de Medina del Campo.
La fiesta la nacional se defiende de base y por parte del aficionado. Y por supuesto, los festejos populares más si cabe. Cada uno presume de lo que puede tener y hay sitios que presumen con toda la razón del mundo, como Cuéllar con sus encierros. Pues por esa misma razón yo me seguiré partiendo la cara por defender con todo el orgullo el nombre de mi hermano que, justo con este que está aquí, fundó el Primer Premio Nacional de Cortes de Novillos.
¿Con qué se queda de todos estos años?
Son muchas cosas y no hay tiempo ni palabras para describirlas, pero un agradecimiento muy grande que yo siempre he tenido es con la peña El 7 de Madrid y con su presidente entonces, don Emilio Morales. Y por supuesto, jamás olvidará el homenaje que hicieron a esta asociación los toreros a cuerpo limpio que han pasado por el Memorial.
Hay una huella inmaterial, pero también otra que se palpa en las calles, como esa escultura y calle a Los Cortes de la que goza este municipio, Carlos
De la Fuente, el alcalde, ya se comprometió a instalar este monumento. Luego, por movimientos de la política, llegó Francisco Grande a la Alcaldía y continuó adelante. A base de constancia y pedir presupuestos, se aceptó una propuesta y ahí está este monumento para la historia de Medina del Campo. Es un monumento, como decía antes, para homenajear a los toreros a cuerpo limpio, sean de donde sean.
¿Ilusionado con este 45 aniversario?
Mira, ahora mismo, en este barito que está justo al lado de la redacción, y digo barito por el cariño especial que le tengo, hace 45 años que se colocó el primer cartel del festejo de Cortes de Novillos en 1981. Entonces, originariamente, se denominó Premio Paula en honor a mi abuela. Un premio fundado por mi hermano y un servidor. Prueba de ello, otra vez, fueron los medios de comunicación.
Todo el mundo es bien recibido en esta asociación. Pero tiene que entender que es una institución muy seria -y no digo que las demás lo sean o no, hablo sencillamente por mí-. Como colaboradores, ahí están: los anunciados en el cartel. Ni uno más, ni uno menos. Llegamos hasta donde llegamos con el presupuesto que tenemos.
El Ayuntamiento no nos da, claro que no. Pero también tengo que decir que tampoco les hemos pedido. No puedo decir entonces que no me da, cuando no se le ha pedido. Sí pedimos a la anterior gobernante colaboración para no perder el Museo ubicado en la avenida Portugal -que nos cedió altruistamente la familia de Constancio Núñez por un tiempo- y obtuvimos la negativa por su parte, por ejemplo. Eso sí lo podemos decir.
¿Qué simbolizan para usted las Ferias y Fiestas de San Antolín?
No hay día que no me acuerde de ellos. Con los trajines de los toros, estoy un día sí y otro también volviéndome loco y mirando fotos, carteles y demás cosas de antaño. Pero San Antolín, para mí, significa el todo. Al final te pones a hacer memoria andando por la calle y ves a amigos y conocidos que solo te encuentras con ellos en estas fechas. Se te vienen a la cabeza los recuerdos. Ves a gente de los pueblos con la que coincidías cuando tenías 12 o 13 años en las capeas, aquellos años en los que no había ni coche y tenías que disponer de alguien para que te llevara.
Yo siempre he entendido que, en Medina del Campo, el encierro es la base primordial. Fíjate. Mi abuela, cuando no había encierros, me llevaba a ver vaquillas que se soltaban por la mañana. Luego volvieron los encierros y en las capeas ya se veían a auténticos toreros a cuerpo limpio. Y hablo de muchos años atrás: mi tío Fermín el Herrero, Luciano Villaescusa, El Chato Medina, José Villaescusa que trabajaba en la Valenciana, El Melfo… gente que he apreciado, querido y que ya no están. Y lo bonito de San Antolín es que todos están presentes en el recuerdo. Por eso son días muy intensos y emocionantes. Me acuerdo también de Mariano Pérez «El Pocero»… muchas cosas…
¿Y las capeas?
Aunque es ya bien sabido, no está de más recordar que el Memorial José María de la Fuente «Pinturas» premia al mejor corte de las capeas posteriores a los encierros tradicionales de San Antolín. Por lo tanto, las capeas son esenciales y siempre escenario de toreros a cuerpo limpio con la afición por bandera.
En definitiva, para San Antolín siempre ha ido bien. Aunque no haya sido perfecto, desde toda mi vida ha sido bien. Creo que hay que sacar la cara por Medina del Campo. Yo siempre me he decantado por el mundo taurino, es verdad. Sobre las decisiones, para eso hay un equipo de Gobierno y hay una oposición. Son, al final, quienes dirigen. Y además, que tiene que ser así. Para eso están cada cuatro años las elecciones que hacen que los vecinos elijan lo que tengan que elegir. La crítica en los bares está bien, pero al final la que vale es la que se hace dentro de un Ayuntamiento.
También hay que darse cuenta de una cosa, saber qué es lo que se quiere y lo que no se quiere. Saber quién saca la cara por el mundo taurino y te puede interesar si tú estás en esa línea, y quién no. Y eso puede ser muy determinante a la hora de votar.
Rojo. Es el color de las tablas, el de la sangre de toro, pero también el de las decenas de camisetas de peñas que tiñen la Plaza de Toros de Medina del Campo cada septiembre. Gualda. Es el de las cintas de algunos sombreros y el de la bandera nacional que ondea orgullosa en Coso del Arrabal. Entre ambos, el albero: ese tono tostado que pisan los mozos antes de jugarse la vida en un suspiro, dibujando con sus cuerpos suertes que merecen la ovación cerrada de un público entregado.
Porque en Medina, cuando el verano cede y San Antolín marca el ritmo de la villa, hay muchas formas de vivir la fiesta, pero pocas tan románticas, bohemias y auténticas como las capeas. Las populares, las de siempre, esas que cruzan generaciones y convierten a padres, hijos y nietos en testigos de un mismo rito. Una tradición de raíz que, año tras año, reafirma a Medina del Campo como una cumbre taurómaca sin igual.
El bullicio, las trompetas y los silbos que hoy llenan la plaza tienen siglos de historia. Ya en el siglo XVII, Tirso de Molina dejó constancia de ello en La lealtad contra la envidia, obra escrita entre 1626 y 1632, ambientada en las capeas medinenses. En ella, describe un coso de madera que acabó incendiado, pero también nos regala un testimonio de la idiosincrasia de la época: los avisos a gritos antes de abrir toriles, el sonido de las chirimías, los vinos de Medina elogiados por encima de todos los de Castilla y hasta el “conejo empanado y la pierna de carnero” que acompañaban la fiesta.
Entre diálogos de conquistadores, romances y tensiones de poder, las capeas aparecen como protagonistas silenciosas de una Medina viva, orgullosa y popular. En palabras de un personaje: «Gocemos ahora los toros / y aquella ventana honrad / oiréis aplausos desde ella / que la plaza os apercibe.» Siglos después, ese espíritu sigue intacto. Lo que en tiempos de Tirso eran cosos de madera hoy son plazas de albero, pero la emoción, la música y la pasión por el toro permanecen inalterables.
En la actualidad, Medina mece la cuna de las capeas. Lo hace con el Memorial José María de la Fuente “Pinturas”, que este año celebra su 45ª edición, es el máximo exponente de ello. Creado en 1981 por la Asociación Taurino Cultural Los Cortes, este premio fue pionero en el mundo entero: el primer certamen dedicado exclusivamente a reconocer a los mejores cortadores de novillos, esos toreros a cuerpo limpio que dominan el arte de la primera suerte del toreo con temple, valor y elegancia.
La historia del Memorial está íntimamente ligada a la propia identidad de Medina. José María de la Fuente “Pinturas”, figura irrepetible de las capeas locales, impulsó junto a su hermano Carlos un evento que puso a la villa en el mapa taurino internacional. Hoy, ese legado pervive y se engrandece cada septiembre, cuando nombres nuevos y consagrados se disputan el título de Triunfador Nacional, un honor que no solo premia la técnica, sino también la torería, la afición y la fidelidad a una tradición que ha hecho escuela.
Cada mañana de capeas, el Coso del Arrabal se despierta al ritmo de las charangas. Los compases marcan el pulso de cientos de gargantas que cantan, ríen y vitorean a los mozos que se juegan el tipo. Comunidad, identidad y memoria. En los tendidos, ancianos que vieron cortar a los grandes maestros de hace décadas comparten ovaciones con niños que quizá, algún día, serán ellos mismos los protagonistas. Porque las capeas de Medina no se viven solo en presente: se heredan, se transmiten, se cuentan una y otra vez, como un hilo que cose generaciones.