10-12-12 - España: monarquía o república. NO es el momento de este debate.
España: monarquía o república. NO es el momento de este debate.
España debiera ser un país fácil de gobernar. No es muy grande a nivel mundial. No tiene mucha población. Los rasgos tribales son muy generales y comunes. Los mismos apellidos en toda España, pues de los 20 más usados, están todos presentes de norte a sur y de este a oeste por todo el territorio español y sus provincias. Madrid y Barcelona están hoy a dos horas y media en AVE, cuando en tiempo de Isabel y Fernando, Reyes Católicos, se tardaba entre dos y tres semanas en hacer el recorrido.
Sin embargo, más allá de las famosas ‘dos España’ de Antonio Machado, la verdad es que la Historia, sobre todo de la Edad Media, en especial de la Alta Edad media, condiciona todo el devenir hispano. Lo que provocó la división del reino hispano fue la Invasión Musulmana al Reino Visigodo de Hispania (España), que ya casi había unificado toda la Península con el rey Leovigildo y luego con su hijo Recaredo, a finales del siglo VII (Siete). Los núcleos o reinos emergentes de norte a sur peninsular, a partir del Siglo XI, por ‘politica de Estado’ impuesta desde el creciente Reino de León, tuvieron como objetivo común de los entonces denominados Reinos Cristianos, la Unificación de España, o mejoro dicho, la Reunificación por Reconquista.
Esto lo olvidan hoy deliberadamente los ‘nacionalistas’ separatistas, a la hora de proponer el troceamiento de España y su Estado y buscar orígenes remotos de su presunta identidad. Que se tardase más o menos en tal Reconquista o Reunificación hispana, es ya cuestión de los intereses de los diversos reinos y magnates de los mismos (noblezas) que buscaban más sus intereses familiares y personales, y de casta, que los de la Unificación de España, la que desde el siglo XI propuso y promovió el Reino de León.
En la situación de crisis que vive hoy España, debido primero a lo económico pero también al desafió separatista, casi no procede plantearse temas como el de monarquía o república, que dividirían aún más a los españoles hoy.
Tema muy delicado por lo tanto.
Además, España es un país con una doble tendencia disgregadora y cainita. De una parte (caninita) la tendencia a dividirse en dos bandos irreconciliables. De otra, la tendencia a traer reinos de taifas, cantonalismos, a sacar localismos presuntamente irredentos.
Un rey, si sirve para unificar, moderar, pacificar, es muy necesario en la Jefatura del Estado; si de verdad sirve para eso y cumple su misión, cosa que no siempre ocurre. Eso pensaron, o debieron de pensar los ponentes constitucionales y el pueblo español, allá por el año 1977 y 1978, al aprobar la Constitución vigente.
Si, con todo, tuviera yo que decir y pronunciarme sobre en qué condiciones vería yo bien una digamos República en España, es decir, y prefiero ponerlo así, un Régimen en que el Presidente de la Nacion, jefe del Estado, fuera elegido periódicamente por el Censo electoral español, yo diría lo siguiente.
-El Presidente de la Nación sería una persona que al menos durante los diez últimos años antes de su elección no hubiera sido miembro de ningún partido político o sindicato.
-Su misión principal sería la de defender la UNIDAD de ESPAÑA, LA CONTINUIDA DEL ESTADO, su integridad territorial y la
Independencia de España
-Cada Candidato a la presidencia debería ser avalado al menos por el 2,5 por ciento (dos y medio por ciento) del Censo electoral de distintas comunidades autónomas, siempre más de tres, o por al menos cuatro partidos políticos de los que alguna vez se hubieran presentado a las Elecciones Generales en España. Los partidos deberían ser de ámbito nacional o, en su defecto, de distintas comunidades autónoma.
Todos los partidos políticos podrían avalar, en principio, para su Presentación de Candidatura, al menos a dos candidatos a la Presidencia de la Nación.
No hay límite para el número de candidatos a presidente de la nación.
Su mandato será de cinco años completos. Sólo lo podrían destituir, por causa grave, el 65% del total de los congresistas y senadores en sesión conjunta. O un número de ciudadanos igual o superior al 115% (ciento quince por ciento) de los que le votaron y eligieron.
Habría segunda vuelta.
Solo se presentarían a la Segunda vuelta los tres candidatos más votados. Si hubiera igualdad entre dos terceros, lo sería el de mayor edad.
Cada Candidato de la Segunda vuelta, debería elegir previamente, a otro candidato al que tras ser elegido nombraría su Vicepresidente primero, de entre los otros dos candidatos de la Segunda Vuelta. Atendiendo a la mayor similitud de Programas.
Cada candidato debería Comprometerse previamente, a aceptar ser Vicepresidente del Candidato ganador que lo propusiere si resulta ganador.
Se garantiaza así que ningún candidato tenga en su presidencia menos del 50% del Voto Válido.
Los candidatos perdedores en la Primera vuelta, salvo los tres primeros, deberán apoyar explícitamente al menos a uno de los tres candidatos de la Segunda vuelta, pudiendo hacerlo a dos.
Solo se podría ser presidente de la Nación, dos mandatos seguidos. Pero en ese caso el segundo mandato serías únicamente de cuatro años de duración.
Durante su mandato, el presidente de la Nación debería residir obligatoriamente al menos un mes seguido en todas las comunidades autónomas. Además, debería residir un mes seguido en las 13 ciudades más pobladas de España más Ceuta y Melilla, al menos una mes seguido. Si coincidiesen ambas circunstancias, será durante dos meses seguidos.
EDUARDO DE PRADO ÁVAREZ.-