02-12-04 - Madrid 2012 es en verdad España 2012, dijo Francisco Camps, presidente de la Comunidad Valenciana.
España 2012, y España 2024 y España 2048 y España 2100. Y lo que siga.
Cuando Barcelona presentó su candidatura a ser nombrada sede de los JJ OO de 1992, toda España se volcó alborozada con la idea. Y durante toda la Olimpiada, de 1988 a 1992, y durante los Juegos.
Luego Pasqual –y su gente en la corporación Provincial- sacarían un enorme Libro de los Juegos, terminados éstos, en el que abría justamente con una bandera independentista, con una estelada, de la estrella.
¡Debe ser que don Pasqual y su gente en la Provincial son así!
Hay una España ingenua, popular, alegre, dicharachera, confiada, que a veces quiere confundir los deseos con la realidad. Que sufre espejismos pueriles periódicamente.
Hay una España que presume de meter periódicamente la cabeza bajo el ala, o en tierra como el avestruz.
Hay una España inocentona, engañadiza, que tiende a cree que el catalanismo no hay ningún peligro, porque es la “España progresista” “la otra España”, la España diferente. Se olvidan de que en España no hay un bipartidismo en el que podamos votar al PP cuando queramos y podemos echar al PP cuando nos venga en gana, votando la PSOE.
¡Ah, si las osas fueran tan sencillas!
Se cansan de decirles (de decirnos por activa y por pasiva) que no quieren ser Españoles, que van contra España. Pero en España no se lo creen. No lo toman en serio. Se hacen los sordos.
Para empezar, el bipartidismo es en España un bipartidismo del 40%. Donde los dos grandes partidos nacionales apenas superan ese cuarenta por ciento cada uno. Lo que quiere decir que hay casi un 20% oficialmente fuera del bipartidismo.
Hay una España confiada que cree ingenuamente que se puede ser inocentemente, cándidamente, del FC Barcelona -es un decir-, hincha del Barça, en León, en Huelva, en Mérida, en Almería o en Vitigudino, provincia de Salamanca, porque el FC Barcelona es y representa “la otra España”, la España distinta, la España alternativa, la oposición española al Real Madrid.
Bien, pero no quieren enterarse de que por aquí hay quienes se empeñan en decir y recordarnos todos los días –y luchan para que– Cataluña no es, no sea España; en poner pancartas en el Camp Nou con el “Catalonia is not Spain”, y en hacer del Barça el buque insignia del ataque contra España y de la construcción de una nación distinta de España.
Mientras Joan Laporta, presidente del Barçá, se niega a apoyar explícitamente a Madrid-2012, y a que lo haga el FC Barcelona , ZP es y sigue siendo del Barça; José Bono, del Barça es; Rodríguez Ibarra, del Barça; el Juez Garzón, del Barça; el berciano Luis del Olmo, del Barçá; algunos miembros de la Casa Real, en linea sucesoria al menos indirecta, del FC Barcelona.
Y así, hasta en aburrimiento en la "España bien pensante", más allá del Ebro.
Pero su capacidad para influir en algo de lo que en el Barça sea o deba ser, nula. Menos que ninguna.
¿Es que no se enteran más allá del Ebro, o es que no se quieren enterar? O es que les da igual?
Madrid 2012 es en realidad España 2012. Eso lo saben bien, como supieron desde el primer momento que Barcelona 92 era en realidad Barcelona y toda España 1992.
Y contra eso lucharon.
¡Y de qué forma!
El problema de España no es el bipartidismo. Es precisamente que el bipartidismo ya no es posible en España.
¡Qué mas quisiéramos hoy en día, visto lo visto, que tener una España del PP frente a una España del PSOE. Eso sería el mal menor. ¡Quien lo pillara!
El enfrentamiento de ‘las dos Españas’ sería hoy lo apetecible, cuando la alternativa es y está siendo la de España contra la Anti-España. O mejor, de la activa y frenética Anti-España contra la pasiva y cómoda España.
El asunto es que las minorías, como en una supuesta balanza en que pusiéramos dos pesos iguales en cada parte, con una ligera variación en una de ellas, hacen inclinarse todo. Son las minorías decisorias.
Sí, tiene toda la razón Esperanza Aguirre, del PP en Madrid., en decir que es perverso que gobiernen o sean decisivos en los asuntos de España y la Nación quienes no creen en España y pretenden hacer desaparecer esa Nación.
Lo diré con respeto: lo que está pasando en España, es de chiste.
Con respeto y con dolor: es como un mal sueño. Pero es real.
El problema es que el bipartidismo imperfecto no tiene solución y el desempate lo establecen siempre quienes no creen en España y tienen como objetivo precisamente su destrucción; su desmembración, lo que es lo mismo, se quiera o no.
El esperpento de la Federación Catalana en la FIRS de patinaje en Fresno (EE UU) ha conseguido todos sus objetivos.
¡Hay que abrir los ojos!
El Separatismo juega con dos barajas:
Si ganan, abren una guerra para los próximos 50 años, reivindicando la creación de Federaciones en todos los Deportes, separadas de las Españolas.
Si pierden, abren un frente de lucha por Agravios.
El objetivo principal está logrado: Consiste sembrar las dudas en el corazón y en la mente de las nuevas generaciones de catalanes, en los niños españoles de Cataluña, acerca de su fidelidad a España. O de la conveniencia de su ocultación, caso de que se tenga, por sentimiento o por progenitores directos provenientes de Castilla, de Andalucía, de Galicia, de Aragón o de Murcia.
Y esa es una 'inversión' de futuro; casi me atrevería a decir, cargada de futuro…para ellos.
Que nadie ose sentirse español en Cataluña o si lo siente, que nadie ose decirlo públicamente.
La situación en grave.
Durante más de 20 años de Pujol y pujolismo se permitió la esquizofrenia política de decir el lunes que éramos la Autonomía con más competencias en la Historia, para luego decir el martes que este miserable Estatuto era insoportable. Se decía el miércoles que Cataluña era la región pionera y emergente de Europa para aseverar el jueves que España seguía oprimiendo y explotando y yugulando económicamente a Cataluña. Se decía el viernes que el catalán era ya una gran lengua grande de Europa para añadir el sábado que España mantenía el catalán al borde de le extinción.
Eso sembró Pujol durante lustros. Un radicalismo en la juventud. Un Pujol que no renunciaba además a esquiar con el Rey en Baquería/Beret los domingos y fiestas señaladas, para reemprender el discurso y la escalada verbal contra España, y a la vez ambigua, acerca de casi todo, al día siguiente.
Ahí andan ahora los jóvenes de las JNC poniendo pancartas a nivel mundial contra España.
El montaje con lo de la Federación Catalana en la FIRS de patinaje en Fresno (EE UU) ha conseguido todos sus objetivos.
El Separatismo ha jugado sus cartas: Siempre ganan.
El objetivo principal está logrado: Siguen sembrando dudas en el corazón y en la mente de las nuevas generaciones de catalanes, en los niños españoles de Cataluña acerca no ya de su fidelidad, sino incluso de su pertenencia; de su identidad de españoles. Y de la conveniencia de su ocultación caso de que se tenga conciencia española, por sentimiento por origen andaluz, castellano, gallego, aragonés, extremeño o murciano.
O por amor y respeto de los antepasados.
El horizonte está preñado de nubarrones para España. Y no queremos despejarlo. Peor para nosotros. Peor para España.
De cualquier forma, hay una cosa positiva en todo esto: Estando el Asunto encima de la Mesa, así todo el mundo, 42 millones de españoles, saben ya a qué atenerse.
Claridad. Luz y taquígrafos.
Que cada cual se muestre como es.
BCN, 29 -11-2004
Eduardo de Prado Álvarez. para este Web
