08-10-06 - MARÍA LUISA TÉLLEZ MADRE Y CUIDADORA DE UNA PERSONA DEPENDIENTE «Creo que las ayudas no van a llegar a todos los que las necesitamos» ANA ÁLVAREZ/MEDINA DEL CAMPO
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María Luisa Tellez. / F. JIMÉNEZ |
María Luisa tiene 72 años y se ocupa desde hace diecinueve de cuidar y atender a su hijo Gustavo Adolfo, discapacitado psíquico sobrevenido por una «negligencia médica» a raíz de una meningitis vírica. Ella y su marido comparten en Medina del Campo las tareas domésticas y la tutela de su hijo de 36 años, una persona con perfil dependiente en cuyo futuro se prevé repercutirá la Ley de Dependencia que aprobó el jueves el Congreso de los Diputados.
-¿Cuál es el perfil psíquico de su hijo?
-Mi hijo acusa déficit de memoria reciente e inmediata a corto y medio plazo, referida concretamente a la atención y orientación en el espacio y al reconocimiento de lugares ya frecuentados. También falta de iniciativa propia y escasas posibilidades de improvisar. Se le ha de tutelar en prácticamente todas las actividades de la vida diaria.
-¿Cómo cambió su vida a raíz de la enfermedad de su hijo?
-Totalmente. Mi vida y la de mi familia. Todos tuvimos que dedicarnos en cuerpo y alma a Gustavo Adolfo, mi marido, mis otros tres hijos y yo. Tuve que dejar de trabajar en un negocio propio; dejé de estudiar, cursaba entonces Derecho en la UNED; y tuve que abandonar muchas ilusiones. Fue muy duro, pero yo soñaba que mi hijo volvería a ser el de antes y me volqué en él porque me necesitaba.
-¿Cómo es un día en sus vidas?
-Me levanto sobre las 6.30 horas y voy preparando un poco todo. Después llamo a mi hijo para que se levante, se asee y se vista. Le tienes que ir dando pautas para que vaya actuando, de hecho casi todo en casa está organizado de tal manera que él pueda orientarse, por ejemplo a la hora de elegir la ropa apropiada para la actividad que vaya a desarrollar ese día concreto. Dos días a la semana acude a los talleres del centro ocupacional de la Fundación Simón Ruiz en Medina del Campo y el resto suele asistir al gimnasio. Su padre, ahora jubilado, y yo nos turnamos para acompañarlo y recogerlo cuando es preciso porque suele desorientarse. Mi hijo come solo, se viste y se asea de forma independiente, pero necesita que alguien le recuerde que tiene que hacerlo y de qué forma.
-¿Pueden dejarle solo en casa?
-No, sería un riesgo.
-¿Cómo cree que cambiará su vida con la Ley de Dependencia?
-Si estuviera contemplada en los Presupuestos del Estado sería más esperanzadora, porque creo que las ayudas no van a poder llegar a todos los que las necesitamos. Tengo 72 años, artrosis y problemas de visión, muchos días precisaría que alguien nos echara una mano a mi marido y a mí para atender las necesidades de mi hijo.