Este joven de 21 años de edad Julio Cesar Flores se ruboriza cuando alguien se acerca a contemplar sus magníficas obras de tallas. Es todo modestia, con esa peculiaridad de los grandes artistas que apenas dan importancia a su trabajo. Parece como si dejese:
Esto que hago no tiene importancia. Lo realizo a ratos perdidos.
Pero ante la contemplación de sus pequeñas --pero grandes obras--, la impresión del visitante es de verdadero asombro. Mucho mayor cuando se van sabiendo cosas como estas:
--Yo estudiaba peritaje industrial, y hace dos años comencé hacer trabajos de talla en madera, aquí en el comercio de muebles de mi padre. Dejé la carrera porque comprendí --sin que nadie me presionase-- de que con las tallas podía hacer algo.
Además de las madera, ¿qué otras materias trabajas? Casi todas las propias de estos trabajos: marfil, piedra, jaspe, mármol... Me encanta todo lo que sea tallar.
¿Te sirves de modelos para alguno de tus trabajos?
--En absoluto, tengo inspiración libérrima, y me gusta desarrollarla...
Contemplábamos en estos momentos un diminuto grupo de marfil, donde se abigarran 23 figuras de ballet, teniendo en el entro a un músico en pose de inspiración.
Este grupo tallado en una sola pieza, me costó dos meses de trabajo. Gusta mucho pero nadie me quiere dar las 50.000 pesetas que pido por él. ¿Verdad que las vale?
Francamente creemos que sí. Este otro grupo n marfil ¿que significa o qué representa?
No se aprecia la respuesta...
--Una "Coronación de la Virgen" en 35.000 pesetas que me adquirieron los señores Masó para su museo de Buey.
--¿Te agrada vender obras para los museos?
--¡¡¡Me entusiasma!!! Y son varios los propietarios de museos particulares que vienen a ver mis producciones y me adquieren la mayor parte de ellas. También hay en el extranjero algunas obras mías, ¿sabes?
--¿Donde?
Un embajador plenipotenciario argentino que pasó por Vigo, me adquirió varias tallas, por un total de cien mil pesetas. Eran tallas en madera igual que las varias que me adquirió un secretario de la embajada de Venezuela. Ambos, para sus colecciones particulares.
El joven Julio Cesar Flores, se pasa muchas horas del día en su pequeño taller de la calle Marqués de Valladares, ideando siempre grupos sumamente expresivos para tallarlos en cualquiera de los materiales que acostumbra a dominar con sus cinceles.
Todo un caso de artista autodidacta, digno de ser destacado.
José Ramón.