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CORREDOR AGROALIMENTARIO "ESPACIO 602" |
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05-06-24 - El rechazo de la UE a aportar fondos frena el corredor agroalimentario de Valladolid
La asociación que promueve el proyecto, formada por 16 municipios de Valladolid, Segovia y Zamora por donde discurre la CL-602, concurrirá de nuevo con el proyecto para optar a 20 M€ de los fondos ‘Next Generation’.
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Polígono Escaparate de Medina del Campo, uno de los puntos neurálgicos del corredor agroalimentario de la CL-602. GGL SW |
Jarro de agua fría en el primer intento de conseguir fondos europeos para impulsar el corredor agroalimentario de la CL-602, una carretera autonómica de 112 kilómetros que une las localidades de Toro (Zamora) y Cuéllar (Segovia) pasando por otros 14 municipios como los vallisoletanos de Medina del Campo, Íscar y Olmedo, y vincula a más de 220 empresas agroalimentarias. La Unión Europea negó en 2022 los 20 millones de euros a los que optaba la asociación creada por esos 16 pueblos, con el nombre de ‘Espacio 602’. Ahora, la entidad espera a que se publique una nueva convocatoria de los fondos Next Generation para volver a concurrir.
El nuevo corredor agroalimentario, que se postuló en octubre de 2020 en un documento en el que participaron los municipios, las diputaciones y la Junta de Castilla y León, pretende convertirse en un nuevo polo de desarrollo económico y social que, inicialmente, generaría un beneficio directo a esas 16 localidades de tres provincias, que agrupan a una población de cerca de 60.000 habitantes. En una segunda fase uniría sinergias con otros muchos municipios cercanos aunque no estén en la CL-602 propiamente dicha.
El proyecto recibió el pistoletazo de salida con la reunión en la localidad vallisoletana de Medina del Campo de los 16 alcaldes concernidos, los de Alaejos, Castronuño, Cuéllar, Íscar, Mata de Cuéllar, Medina del Campo, Nava del Rey, Olmedo, Pedrajas de San Esteban, Pozal de Gallinas, Sanchonuño, San Cristóbal de Cuéllar, Toro, Vallelado, Villafranca de Duero y Villaverde de Medina, que recibieron el espaldarazo de los presidentes de las diputaciones de Segovia, Valladolid y Zamora y del consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural.
«Nos presentamos y no nos lo concedieron, pero nos volveremos a presentar, cosas como esas pasan mil», explicó este lunes, en respuesta a este periódico, el alcalde de Medina del Campo y presidente de Espacio 602, Guzmán Gómez Alonso. En el caso de su municipio, sí está en marcha la plataforma intermodal que no es una infraestructura del corredor propiamente dicha, pero sí «son proyectos paralelos», como otros que están desarrollando por su cuenta otros municipios de la ruta.
«El documento está preparado. Activaremos toda la tramitación en cuanto tengamos noticia de que salen otra vez los fondos, pero no podemos saber aún la fecha», añade el regidor medinense, con la esperanza de que la nueva convocatoria «no tarde en salir otro año».
El proyecto no tiene más que ventajas, señalan sus promotores. Aunque la CL 602 aún no está desdoblada –sí que existe un proyecto para hacerlo dentro del Plan Regional de Carreteras–, sirve de conexión con grandes infraestructuras de la Comunidad y del Corredor Atlántico, sirve de ruta directa a Portugal, y acerca los núcleos de la zona sur de las tres provincias con el gran mercado de Madrid.
La industria agroalimentaria es el sector económico más importante de la zona. El estudio preliminar cifra en 228 las empresas del ramo afincadas, aunque no se limitará a ellas el proyecto, ya que el eje se verá beneficiado con el impulso tanto de empresas de servicios –no solo en cuanto a la atención a los operadores logísticos, sino desde un punto de vista turístico–, como empresas auxiliares de todo tipo que ahora no existen en el territorio.
La situación estratégica de la zona planteada (Toro-Cuéllar), constituye un núcleo de infraestructuras dirigidas hacia el norte de España, Madrid, el vecino Portugal y el resto del espacio europeo «que se verá potenciado por el próximo Corredor Atlántico, lo que hace pensar en un corredor novedoso y atractivo que reporte crecimiento y desarrollo», apunta la asociación.
La entidad propone «un proyecto piloto que explore nuevas experiencias de desarrollo, contando especialmente con quienes ya están instalados en sus municipios». Junto a estos protagonistas, «no pueden faltar otros organismos como los agentes sociales, las Cámaras de Comercio y las Universidades. Del mismo modo, las Diputaciones y la Junta de Castilla y León deben ser actores fundamentales. El aporte de talento y la innovación, la especialización, los cultivos alternativos que faciliten la incorporación de jóvenes y la mejora de la calidad ambiental se vislumbran como ejes transversales del proyecto. Sostenibilidad y digitalización deben ser objetivos irrenunciables del proyecto».
«Se trata de llevar a buen puerto un Plan de desarrollo territorial de este ámbito regional a partir de una iniciativa innovadora de corredor avanzado asociado a la nueva ‘economía verde’ con el fin de fortalecer un crecimiento económico prolongado, atendiendo a las nuevas claves del escenario institucional imperante de la sostenibilidad ambiental, la economía circular, la adaptación al cambio climático y el desarrollo digital», propone Área 602.
El plan persigue sumar esfuerzos y llevar a cabo acciones conjuntas en busca de un espacio común que repercuta positivamente en varios aspectos, el primero de ellos el empleo, de tal manera que se cree n nuevos puestos de trabajo y se impulse la formación y especialización. Siempre ligado a ello, contribuir al incremento de la riqueza económica, creando vínculos y sinergias empresariales y desarrollo tecnológico.
Por otro lado los promotores del corredor estudiarán acciones para mejorar la fiscalidad en el ámbito del corredor, así como para reforzar el sector agroganadero. La especialización de empresas auxiliares, el impulso del sector servicios, la cohesión territorial, la lucha contra la despoblación y deslocalización, el reforzamiento de la identidad cultural, la promoción de actividades logísticas, el desarrollo de la internacionalización y la agenda 2030 para la aplicación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son otros fines del proyecto.
07-06-24 - «Se devuelven ayudas porque no compensa hacer todos los trámites»
El presidente de la patronal del sector agroalimentario rechaza «una burocracia inabordable para muchas empresas» que frena su crecimiento.
Casado plantea que la «administración analice si la carga impositiva que recae sobre el trabajo se puede aliviar»
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Santiago Miguel Casado, presidente VITARTIS |
El sector agroalimentario, que emplea a 47.000 personas en Castilla y León, demanda menos burocracia para que esto no suponga un hándicap a la hora de crecer como empresa. El presidente de Vitartis, recién aterrizado en el cargo, Santiago Miguel Casado lamentó que «desde el sector se observe que hay muchas ayudas, y son difíciles de conseguir porque existe una burocracia inabordable para muchas empresas. Hay algunas que no llegan a pedirlas por esa cantidad de trámites». En declaraciones en en el programa La Quinta Esquina de La8 Valladolid, EsRadio y Diario de Castilla y León-El Mundo, Casado incidió en que «no se piden porque les compensa el esfuerzo que tienen que hacer y las ayudas cuando se tratan de enfocar a un determinado sector de la industria va enfocada a muchas empresas pequeñas y los recursos son limitados y se tiene que repartir», de ahí también que no puedan aplicarlas.
Esa amenaza real para las pymes, prácticamente todo el tejido empresarial de la comunidad convive con otra como es la regulación, otro freno en el camino: «A medida que las empresas van cogiendo tamaño se las somete a una mayor regulación y deciden no crecer para no abordar eso. No entran en una serie de exigencias regulatorias que pueden ver complicado cumplir y prefieren no crecer», explicó. Una reflexión que hiló después al hablar del mensaje que está a pie de calle de incrementar los salarios de los trabajadores, algo que defiende, pero siendo valientes desde la «administración para analizar si la carga impositiva que recae sobre el trabajo se puede aliviar». Santiago Miguel Casado defendía también como consumidor esa reducción de los gravámenes para que pueda existir un mayor «crecimiento orgánico» en las empresas porque a su juicio «se han visto reducidos los márgenes y no hemos sido capaces de trasladar los costes al consumidor final. Aunque siga siendo noticia que la alimentación se ha encarecido, el efecto de la inflación hace que suba la cifra de negocio, pero los márgenes se estrechan».
Abogaba por apostar más por el sector agroalimentario, que aporta el 30% del total del sector industrial en la comunidad, a la hora de «fijar población en el medio rural», aunque encontraban otro problema como es «la falta de vivienda en alquiler. Nosotros trabajamos para paliar esa problemática, luego en otras zonas hay perdida de servicios». Para Casado es fundamental poder generar «un puesto de trabajo atractivo, pero también un entorno en el que se desarrolla»
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