Medina del Campo. Villa histórica,
monumental, escultórica y paisajística
Villa
de las Ferias
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26-10-08
- Garcí Rodríguez de Montalvo
Garci Rodríguez de Montalvo, el
Viejo (c. 1440 - c. 1503), escritor español del Prerrenacimiento.
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Garcí Rodríguez de Montalvo. |
Es muy poco lo que se conoce
sobre este autor. Nació en el último tercio del
reinado de Juan II . Fue seguramente
de origen judeoconverso y regidor de Medina
del Campo en la última década del siglo
XV, pues así aparece en las actas del Ayuntamiento de Medina,
con el nombre de Garci Rodríguez de Montalvo el Viejo para
distinguirle de "el Mozo", que era su nieto. Tuvo varios hijos,
entre ellos Pedro Vaca, Juan Vaca Montalvo y Francisco Vaca. Según Pascual
de Gayangos y Narciso
Alonso Cortés, fue armado caballero por los Reyes
Católicos en 1482 por haber intervenido en
la defensa de Alhama con un grupo de otros "caballeros viejos de San Juan
e Santiago". Alonso Cortés añade que su nombre
figura en el Padrón de Alhama que es listado
de caballeros oriundos de Medina del Campo. Es posible que estuviese
vinculado a Montalvo, una aldea en la diócesis de Cuenca,
pues parece conocer muy bien la Serranía
de Cuenca, al describir la cueva de Urganda la Desconocida.
El 30 de junio de 1502 fue testigo en un matrimonio secreto celebrado
en el Castillo
de Coca entre María de Fonseca y el Marqués
del Cenete, Rodrigo
de Mendoza, hecho ilegal en la época. En 1497
hay un pleito en la Chancillería de Valladolid contra un
personaje de su nombre (él o su nieto) y un tal Jerónimo
de Virués, vecinos de Medina del Campo, por adulterio,
sentenciados a destierro de Valladolid por dos meses.
Adaptó y renovó
los tres primeros libros del primitivo Amadís
de Gaula, un texto posiblemente escrito en portugués
entre los siglos XIII y XIV, durante el reinado de Sancho
IV, que se considera hoy perdido o conservado apenas
en fragmentos, y añadió un cuarto libro, para dar
a luz a la única versión de la historia del libro
de caballeríasAmadís de Gaula que hoy se conoce completa, impresa en 1508, y cuyo final es distinto
al de la versión primitiva (en la primitiva, Esplandián,
hijo de Amadís, luchaba con él sin conocerlo y lo
mataba). Escribió además una continuación, Las
sergas de Esplandián (1510), que constituye
el quinto libro del ciclo amadisiano y en la que se relatan los
hechos del hijo primogénito de Amadís.
En algunas ediciones antiguas se cita su nombre, incorrectamente,
como Garci Gutiérrez o Garci Ordóñez de Montalvo.
Garci Rodríguez de Montalvo
tiene el honor, sin pretenderlo, de haber dado nombre a una amplia
región del continente americano, ya que uno de los lugares
imaginarios que aparece en la obra de Las
sergas de Esplandián, una isla denominada Ínsula
California, alcanzó notoriedad cuando los conquistadores españoles impusieron su nombre a lo que hoy es una amplia región
de México y los Estados
Unidos.
Fuente:http://es.wikipedia.org/wiki/Garci_Rodr%C3%ADguez_de_Montalvo
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26-10-08
- Amadís de Gaula
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"Amadís de Gaula",
de Garcí Rodríguez de Montalvo |
El año 1508 es la fecha
precisa de un libro en el que todo lo demás resulta bastante
impreciso, e incluso desconcertante. Pero en 1508 se publica en
Zaragoza esta novela en cuatro tomos, corregida por un Gardi Rodríguez
de Montalvo, que le añadió un quinto libro titulado
«Las
Sergas de Esplandián». Esplandián
era hijo de Amadís y de Oriana y su primera acción
después de ser armado caballero fue salir al rescate de
su abuelo Lisuarte, que había sido raptado mientras cazaba
en el bosque por tres doncellas. Resurge, por tanto, a comienzos
del siglo XVI, el mundo misterioso y mágico de la caballería,
si es que Rodríguez de Montalvo fue el autor de esta obra.
De este Montalvo sólo se sabe lo que él nos dice:
que había sido corregidor de Medina
del Campo y muy aficionado a la caza. Narciso Alonso
Cortés lo vincula al linaje de los Pollinos de Molina y
consta que era hidalgo en 1482, aunque su propio nombre es indeciso,
y que en toda las posteriores ediciones del «Amadís»
figura como Garci Ordóñez de Montalvo, que es como
aparece en las historias de la literatura española, cuando
no indistintamente con uno u otro apellido.
Si nos atenemos a la fecha de su publicación, «Amadís
de Gaula» es una novela de caballerías tardía.
No hay duda de la existencia de una versión anterior del
siglo XIV en tres tomos, de la que se conservan algunos fragmentos
copiados a comienzos del siglo XV. El canciller Pero López
de Ayala reconoce haber leído tres tomos en su juventud,
lo mismo que su contemporáneo Pero Ferrús, y en
la crónica portuguesa de Gómez Eannes de Azurra,
escrita en 1454 se afirma que su autor fue el portugués
Vasco de Lobeira, armado caballero en la batalla de Aljubarrota
(1385), en la que cayó prisionero su lector el canciller
Ayala (y encerrado en una jaula de hierro, lo mismo que otro gran
poeta, Ezra Pound, seis siglos más tarde). Otras vagas
noticias remontan su redacción a los comienzos del siglo
XIV, habiendo sido refundida la novela por Juan de Lobeira, trovador
de la corte del rey don Dionis que figura en el cancionero Colocci-Brancurti.
Tampoco se puede precisar en qué lengua fue escrita originalmente
la novela, ya que hay razones para suponerla compuesta en Portugal,
Castilla o Francia, puesto que Herberay des Essarts, su traductor
al francés, asegura que lo que vierte al francés
es un texto anteriormente pasado al castellano de la lengua picarda.
Basándose en su ambiente y en su atmósfera lírica,
Menéndez Pelayo la deduce originaria del noroeste peninsular,
ya que en ella son perceptibles «un idealismo sentimental
que tiene de gallego o portugués mucho más que de
castellano». De hecho, el personaje de Amadís tuvo
fortuna literaria en portugués (como protagonista de una
comedia de Gil Vicente), mientras Francisco I de Francia le encargó
a Herberay des Essart que le tradujera el texto de Montalvo. Muy
objetivamente, José Luis Gavilanes resume que «parece
hoy indiscutible que hubo textos en portugués anteriores
a la edición en castellano de Garci Rodríguez de
Montalvo, pero ello no nos lleva necesariamente a admitir que
la primera redacción fuese en lengua portuguesa, pues también
hay testimonios anteriores en castellano». Como dato
muy curioso, Bernal
Díaz del Castillo cita, como es sabido, el «Amadís»
en su «Historia verdadera de la conquista de la nueva
España», capítulo CXXXI, y menciona como
su autor a un Rodrigo Morejón de Lobera. Merece atención
esta cita por dos motivos: Bernal
Díaz nació en 1492, hijo de un regidor
de Medina
del Campo, villa de la que por aquellos años
debía ser su corregidor Garci Rodríguez de Montalvo;
y en cuanto al presunto autor Rodrigo Morejón de Lobera,
¿no puede ser Lobera la castellanización de los
apellidos portugueses de Vasco Lobeira y Joao Lobeira?
En cualquier caso, «Amadís de Gaula»
fue el eje sobre el que giraron las novelas de caballerías,
tanto castellanas como portuguesas, aunque no sea la primera del
género, que lo sería «El caballero de
Cifar», de comienzos del siglo XIV (Wagner precisa
la fecha de 1300). De Amadís proceden la serie de los Palmerines,
Partinuples, Clamades, etcétera. Teniendo en cuenta esta
paternidad, en el escrutinio de la librería del Quijote,
el cura quiere condenar la novela al fuego, pero intercede por
ella el barbero, alegando «he oído decir que
es el mejor de todos los libros de este género que se han
compuesto». A la edición de Montalvo siguieron
continuaciones debidas a autores diversos, e incluso con distintos
títulos: el séptimo libro tiene por protagonista
a Lisuarte de Grecia y en el octavo muere Amadís, más
Feliciano de Silva (1492-1558), experto en resurrecciones literarias
(a él se debe también la de la Celestina) lo resucita
en el noveno, titulado «Amadís de Grecia»,
por ser este Amadís hijo de Lisuarte. Y vendrán
más libros sobre don Florisel de Niquea y don Rogel de
Grecia, hasta que Amadís muere definitivamente en medio
de una tremenda batalla trazada en una versión italiana:
y desde entonces no ha vuelto a resucitar. Pero como escribe Ángel
del Río, «el Amadís que nos interesa es
el de Montalvo, porque su mérito como obra literaria, su
éxito entre los contemporáneos y su claridad de
progenitor de la familia caballeresca del siglo XVI se fundan
en el más "polido estilo", al par que en el propósito
de animar los corazones y la inmortal memoria del arte de la caballería».
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19-12-08
- Andanzas navideñas.
POR CELIA FRAILE
Garci Rodríguez de Montalvo fue regidor de Medina
del Campo y también el responsable de ampliar
«Amadís
de Gaula», el más célebre
de los denominados libros de caballerías. La primera
edición de la novela alcanza este año su quinto
centenario y, con este motivo, la localidad ha organizado la
exposición «Caballeros
y caballerías. Quinientos años de Amadís
de Gaula». Hasta el próximo 4 de
enero, la Fundación
Museo de las Ferias acoge la muestra que nos sumerge
en el fascinante universo de los caballeros andantes.
Esta exposición épica consta de unas cien piezas
y se articula en cuatro apartados. «La fe y la devoción.
Santos caballeros» pone de manifiesto la eterna importancia
de lo religioso para esta elite y sus principales valedores,
como la escultura de «San Jorge venciendo al dragón»
o un retablo de San Miguel de Maestro de Osma. «El
oficio de las armas» es el capítulo reservado
a la valentía y las gestas y está presidido por
dos tapices («La Tienda de Aquiles» y «Casandra
intercede ante príamo por el perdón de Paris»),
que narran episodios de la guerra de Troya, que se elaboraron
en Tournai hacia el año 1470. En «El amor de
caballero» se muestran arquetas amatorias góticas
con representaciones galantes y de amor cortés. Por último,
«Montalvo, Amadís y los libros de caballerías»
recoge, entre otros ejemplares, dos raras ediciones de «Amadís
de Gaula», de 1580, y de «Las Sergas de
Esplandián» de 1588, ambas obras pertenecientes
a Garci Rodríguez de Montalvo.
A la villa tampoco se le pasa por alto las fechas en las que
estamos ya inmersos. Medina
del Campo se viste de punta en blanco para recibir
la Navidad. A partir del 21 de diciembre y también hasta
el 4 de enero, se puede visitar un belén viviente que
celebra una pequeña representación a las 13 horas.
Además, la localidad cuenta con el tradicional mercadillo
navideño en la Plaza
de la Hispanidad, que se adereza, los días
3 y 4 de enero, con distintos pasacalles, cuentacuentos y espectáculos
de títeres, para delicia de los más pequeños.
El broche de oro de la programación navideña es
la representación de «Los viajes de Marco Polo»
del Ballet Nacional de Rusia. Los cosacos de Stavropol, dirigidos
por Iván Gromakov, serán los encargados de traer
el folclore ruso y narrar la travesía del aventurero
con sus danzas.
En cuanto a las rutas, el ayuntamiento ha preparado una serie
de recorridos temáticos (de Isabel
la Católica, de San
Juan de la Cruz y Santa
Teresa de Jesús, de las huellas de la Pasión,
mudéjar, etcétera) en función del
tiempo que se vaya a pasar en Medina
del Campo: una semana, un fin de semana e incluso
un día. En cualquier caso, en sus paseos por la ciudad
no puede faltar las paradas en el Castillo
de la Mota o en el Palacio
Real Testamentario de Isabel La Católica.
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21.07.09
- Tertulia porvenir XXI. Garci Rodríguez de Montalvo: El
Amadís de Gaula
|
"Amadís de Gaula",
de Garcí Rodríguez de Montalvo |
"...
El 30 de octubre de 1508 se terminaron de imprimir en Zaragoza,
en la imprenta de Jorge Coci, Los quatro libros del famoso cavallero
Amadís de Gaula: complidos, refundidos por Garci Rodríguez
de Montalvo. Se trata de uno de los libros más influyentes
de los Siglos de Oro, y su éxito fue tal que dio comienzo
al género literario y editorial más celebrado de
su época: el de los libros de caballerías.Poco sabemos
de su autor, Garci Rodríguez de Montalvo, quien posiblemente
fue de origen judeoconverso. Partidario de Isabel la Católica,
llegó a ser Regidor de Medina del Campo. Con toda seguridad,
terminó de reescribir su Amadís entre 1495 y 1497,
a partir de un texto caballeresco que había gozado de un
enorme éxito desde principios del siglo XIV: el anónimo
Amadís de Gaula medieval, introduciendo un cuarto libro
y una continuación: las Sergas de Esplandián. El
Amadís de Montalvo debió publicarse a finales del
siglo XV, pero de esta primera edición no hemos conservado
ningún ejemplar; por su parte, el único que se conserva
de la edición de 1508 se custodia en el British Museum
de Londres. El Amadís de Gaula es una obra maestra de la
literatura medieval fantástica en castellano y el más
famoso de los llamados libros de caballerías, que tuvieron
una enorme aceptación durante el siglo siglo XVI en la
Península Ibérica. Escrita en castellano por un
autor desconocido probablemente a finales del siglo XIII, relata
las aventuras del héroe legendario cuyo nombre da título
al libro. La primera versión que se conserva fue publicada
en Zaragoza en 1508 , en cuatro libros, a los que seguiría
un quinto, Las sergas de Esplandián (hijo de Amadís
y Oriana), publicado dos años después, que es obra
del regidor de Medina del Campo, Garci Rodríguez de Montalvo,
a quien se le ha venido atribuyendo la autoría del original
pese a haber quedado acreditado el anonimato de la obra.
Estamos
ante una de las obras cumbres de la literatura universal, cuyo
máximo valor no reside tanto en su factura sino en el poder
de atracción que ha venido ejerciendo durante siglos, siendo
al decir de los críticos la obra más imitada de
la historia de la literatura.Amadís, al igual que otros
personajes (históricos o de ficción), y moviendose
precisamente entre la historia y la leyenda, fue arrojado a un
río al nacer y recogido por Gandales de Escocia. Se educó
con él y, tras crearse fama de buen luchador y caballero,
se enamoró de Oriana, con quien casó en secreto
y a cuyo amor se mantiene fiel. Comienza a correr las aventuras
propias de un caballero. Las luchas con Galaor, su desconocido
hermano, y contra el pérfido Endriago; sus tribulaciones
en la Insula Firme. Nos enconrtramos con su retiro al ostracismo.
Retiro de ida y vuelta continuando con su pasión por Oriana.
El libro cuarto, elaboración de Montalvo, narra la lucha
entre el rey Lisuarte (padre de Oriana) y sus aliados, contra
Amadís, los caballeros de la Insula Firme y sus amigos.
Amor y aventuras mezcladas en una trama de trazos medievales y
épicos. Sugerente novela capaz de levantar pasiones en
otros tiempos, despertar al menos, curiosidad en los actuales,
y siempre admiración.
Cervantes
privó de las llamas al Amadís en el escrutinio de
la librería de don Quijote, por ser libro «único
en su arte» y, a juicio del apasionado lector don Alonso
Quijano, «el norte, el lucero, el sol de los valientes y
enamorados caballeros a quienes debemos imitar todos aquellos
que debajo de la bandera del amor y de la caballería militamos».Ningún
héroe novelesco, concluye Menéndez Pelayo (1943,
I: 373) «se ha impuesto a la admiración de las gentes
con tanta brillantez y pujanza como se impuso el Amadís
a la sociedad del siglo XVI. Hay que llegar a las novelas de Walter
Scott para encontrar un éxito semejante, a la vez literario
y mundano, para el cual no hubo fronteras en Europa». Si
nos atenemos a la fecha de su publicación, «Amadís
de Gaula» es una novela de caballerías tardía.
No hay duda de la existencia de una versión anterior del
siglo XIV en tres tomos, de la que se conservan algunos fragmentos
copiados a comienzos del siglo XV.
El
Amadís es una prolongación del ciclo artúrico,
que hacía más de un siglo que estaba triunfando
en Francia con un profuso material novelístico. Las novelas
de caballerías fueron los best sellers de los siglos XIV,
XV y XVI, y especialmente el Amadís, que de entre todos
los libros de caballería era el más estimado y valorado.
Son numerosos los personajes importantes que confiesan la pasión
que este libro despierta en ellos: Juan de Valdés, Carlos
V, Hernán Cortés, Santa Teresa de Jesús,
San Ignacio de Loyola. Incluso Cervantes, en el auto de fe que
hicieron el barbero y el cura en la biblioteca de don Quijote,
salvó el Amadís, diciendo que es el mejor de todos.Después
de Amadís vino toda una caterva de continuadores: Esplandián,
Florisando, Lisuarte de Grecia, Amadís de Grecia, Florisel
de Niquea, etc. A medida que nos vamos alejando del original se
aventuras se van volviendo más hiperbólicas, fantásticas
y desmedidas; lo cual desagradaba en gran medida a los censores
de la época, que entendían que los lectores podrían
interpretar los hechos de esas historias como verdaderos, como
ocurre con don Quijote. Amadís de Gaula es, sin embargo,
la culminación del género. Las aventuras que encontramos
en el Amadís son más mesuradas. Las fuerzas del
mal se suelen representar en la figura de humanos, o como mucho
gigantes; apareciendo un monstruo, el endriago, en una sola ocasión,
aunque la magia y los encantamientos están presentes a
lo largo de toda la obra, además de las profecías.
Las novelas de caballerías ayudaron a crear la visión
idealizada de la edad media y del código caballeresco que
más tarde se explotará en el romanticismo. Los personajes
se mueven en un maniqueísmo simplificador. Es por eso que
el Quijote ha pasado a la historia de la literatura castellana
como el mejor de los libros que se haya podido escribir, mientras
que el Amadís de Gaula ha quedado simplemente como una
de las fuentes que utiliza el Quijote a modo de parodia. Es una
pena que Amadís no pudiera conocer a don Quijote de la
Mancha, el mejor caballero andante de su siglo, del que podría
haber aprendido la mesura más discreta y el honor caballeresco
más alto que pudo alcanzar un hombre.
Desde
1508, año de la primera edición conocida, hasta
la época de Cervantes el Amadís gozó de un
éxito imparable, expandiéndose a través de
casi dos docenas de ediciones en España e Italia, una de
ellas realizada por Francisco Delicado (Venecia, Juan Antonio
de Sabia, 1533), a las que se sumaron traducciones al francés,
inglés, alemán, holandés y una parcial al
hebreo. El Amadís es una de esas novelas que hicieron soñar
a un rey. Francisco I de Francia, prisionero en Madrid después
de la batalla de Pavía, leyó en la cárcel
la obra compendiada de García Montalvo. Fascinado por la
novela el rey la mandó traducir al francés y su
influencia llegó a concretarse en el famoso palacio real
de Chambord proyectado en 1519, y drásticamente recompuesto
en 1526. El castillo de Chambord es una maravilla de cuento de
hadas; o, según preferirían juzgarlo sus contemporáneos,
un portento de caballeros andantes y princesas encantadas. De
hecho, una variante del palacio sirvió como ilustración
del Amadís de Gaula de 1543 (véase Pérouse
de Montclos, Histoire de l'architecture française, II)...."
Fuente:TERTULIA
PORVENIR XXI - http://tertuliaporvenirxxi.blogspot.com/
Es
extracto y compendio de otras reseñas:
http://cvc.cervantes.es/obref/fortuna/expo/literatura/lite025.htm
http://es.wikipedia.org/wiki/Amadís_de_Gaula
http://www.elmundo.es/ladh/numero122/enportada.html
http://books.google.es/books?id=8C7KrzEZMEMC&pg=PR10&lpg=PR10&
dq=amadis+de+gaula+francisco+I&source=bl&ots=wMTw9qWJVc&
sig=MxQ_8ZXVHX8ufze6Pt2xcMgefiA&hl=es&ei=E01kSu6yBN7RjAeXhaz5Dw&
sa=X&oi=book_result&ct=result&resnum=2
http://parnaseo.uv.es/Tirant/Butlleti.11/Art.6_Lucia_Amadis.pdf
http://www.lne.es/secciones/noticia.jsp?pRef=2008102600_42_689483
http://parnaseo.uv.es/Tirant/Butlleti.11/Bueno_AmadisBNE.pdf
http://citaenhawaii.wordpress.com/2008/12/21/amadis-de-gaula-500-anos/
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