La
Colegiata
de San Antolín es la sucesora de una pequeña parroquia
del mismo título construida por repobladores palentinos hacia
el siglo XII que, al ser elevada al rango de Colegiata en 1480, renovó
por completo sus fábricas a partir de 1503, empezándose
las obras por sus actuales cabecera y torre.
Esta
"iglesia mayor" reflejaba en las fotografías
de la presente colección, apenas presenta diferencias con la
que hoy en día podemos contemplar. Sin embargo, los contemporáneos
del primer fotógrafo que llega a Medina--Charles
Clifford, en mayo de 1854-- sí pudieron conocer una silueta
diferente del templo colegial, en tanto que trece años antes
ocurrió la terrible descarga de un rayo que acabó con
el "chapitel de hojadelata, escamado y en ochavo" que
remataba originariamente la torre campanario. En efecto, esta "exalación"
--en palabras de la época--, producida en la tarde del
20 de agosto de 1841, destruyó dicho coronamiento junto con la
maquinaria del reloj y los hombres armados que marcaban las horas, situados
en el muro que mira a la plaza a la altura de la balaustrada de piedra.
El airoso chapitel fue reemplazado por el entramado metálico
que hoy vemos, en el cual se situó una pareja de maragatos. La
nueva maquinaria del reloj, ahora con dos esferas, fue instalado por
el medinense Alberto Rodríguez entre 1893 y 1894. Otras fotografías
de la Colegiata
nos muestran su imponente retablo mayor, levantado a partir de 1540
a costa de Dª. Catalina de Sedeño, y el retablo de la Misa
de San Gregorio --con todas sus pinturas originales-- encargado
por Pedro Rodríguez de Contreras y Engracia de Medina en 1584.
Tampoco
apreciamos grandes variaciones en el antiguo templo del colegio jesuita,
parroquia
de Santiago el Real desde 1770, tanto en su aspecto exterior como
en su interior, excepción hecha de la reja de madera que separaba
el espacio del crucero de la nave principal y la extraordinaria "lámpara
de Santiago", que en la fotografía correspondiente aparece
envuelta y suspendida del arco del presbiterio. Del mismo modo, parece
no pasar los años en el interior del espectacular relicario,
en el que tan solo ha cambiado la disposición de algunas de las
esculturas.
En
contrapartida, la antigua
iglesia de San Martín sí ha sufrido remodelaciones
importantes. En la "reciente" fotografía de
su fachada principal puede contemplarse su desaparecida espadaña
y el grupo escultórico de San Martín y el pobre, situado
en la hornacina central de la portada --actualmente instalado en
la entrada del templo, hoy sede de la Fundación
Museo de las Ferias--. Del mismo modo ya no existen,
en la placita de acceso, ni la vieja cerca enrejada ni la estatua del
Sagrado Corazón de Jesús.
Reportaje
fotográfico