La familia Ruiz Envito, originaria
de Belorado, y sus primos los Presa, asentados en la ciudad
de Arlanzón, participaron asociados en el comercio de
Sevilla e Indias en el reinado de Felipe II de 1560 á
1569.
Andrés, Vitores y Simón
Ruiz, junto con sus primos los Presa burgaleses, constituyeron
una auténtica compañía de carácter
familiar, asentada en puntos estratégicos para los negocios.
Andrés Ruiz residía en la ciudad francesa de nantes;
Vitores y Simón Ruiz en Medina del Campo, la Ciudad de
las Ferias; Francisco de la Presa, en Burgos, metrópoli
de los seguros marítimos de la lana, y sede del Consulado
de Mercaderes.
En otras sedes mercantiles
que los Ruiz-Presa consideraban vitales para sus actividades
indianas destacaban a agentes; Sevilla, México, Nombre
de Dios y Lima.
Solían elegir sus corresponsales entre la propia familia,
y si ello no era posible, recurrían a hombres castellanos.
Así, en Sevilla tuvieron al burgalés Jerónimo
de Valladolid y al medinense Pedro de la Tolosa, y en Lima a
Pedro de Miranda, originario de Belorado y primo de los Ruiz.
Objeto principal del comercio
con Sevilla de los Ruiz -no sólo en la época que
actuó la compañía de Sevilla, 1560 á
1569, sino el resto del siglo, en que fue Simón Ruiz
casi únicamente el que comerció- , fue la lencería
francesa que procedía de los puertos de Ruán y
Nantes.
El balance de la compañía
de Sevilla que los Ruiz-Presa constituyeron para comercio de
Sevilla e Indias, se cerró en 1569 con unas deudas superiores
a los 20 millones de maravedíes. Los cobradores de deudas,
los abogados y los pleitos habían logrado rebajar los
72,5 millones de maravedíes que les adeudaban en 1567
a solo 20, dos años después.
De 1569 a 1597 en que Simón
Ruiz muere, la Casa Ruiz solamente actúa en el comercio
sevillano y de Indias en operaciones aisladas.
Nunca en la documentación
de Sevilla e Indias del Archivo Ruiz se hallan referencias al
deseo de los Ruiz de comerciar con Indias. En las contadas ocasiones
que lo hicieron, fue a instancias de sus agentes sevillanos,
los cuales si practicaban este comercio.
En general se puede afirmar
que los Ruiz comerciaron con América de forma muy aislada
y discontinua la lencería, la frana fina cochinilla (insecto
que proporciona el teñido rojo) y el azogue.
Como resumen se puede concluir,
que los Ruiz se limitaron a enviar cargazones aisladas a Indias
y recuperarse lo más posible de las deudas procedentes
de Sevilla. La causa de no haber extendido sus actividades en
gran escala a América se debió al fracaso en Sevilla.
Hasta el autor del Quijote
actuó contra los negocios de los Ruiz en Sevilla. En
1588 los Ruiz tenían alquilados unos almacenes el Écija
para la compra de aceite, bien para comerciarlas en Europa (Amberes)
o para enviarla a las Indias. En noviembre de 1588 Miguel de
Cervantes Saavedra trabajaba en Sevilla como comisario para
la preparación de la Armada invencible, bajo las órdenes
del oficial real, Antonio de Guevara. Una de las misiones que
Cervantes cumplió fue requisar a los Ruiz en sus almacenes
de Écija 1786 arrobas de aceite.
Disponemos de una información
de 30 de enero de 1589, en la que Simón Ruiz escribe
a su corresponsal en Sevilla indicándole que le envía
el "traslado del testimonio de las 1786 arrobas de aceite
que tomó Miguel de Cervantes en Écija para que
al pié de ella torne a dar la otra certificación
en Miguel de Cervantes de que lo que tiene tasado a los 9 reales
y medio la arroba".