Las
hermanas clarisas son una de las comunidades religiosas
más conocidas en la ciudad de Ávila
gracias al buen hacer repostero de las hermanas, quienes
elaboran dulces y pastas de reconocida calidad. En estos
días, las 19 hermanas clarisas que viven en el
Convento Santa María de Jesús más
conocido como "Las
Gordillas"- celebran con ilusión el quinto
centenario de la llegada de la orden a Ávila de
la mano de María Dávila, una mujer de la
nobleza abulense.
Esta
semana, las celebraciones se iniciaron con una misa concelebrada
presidida por el obispo de Ávila,
Jesús García Burillo, a la que acudieron
las autoridades locales y representantes de varias congregaciones
religiosas con presencia en Ávila.
Además, pretenden organizar un acto al que acudan
los alcaldes de los municipios relacionados con la historia
del convento, como Maello y Velayos, que formaron parte
de los dominios del convento legados por la fundadora
del convento, María Dávila.
La
orden fundada por Santa Clara y enraizada en Ávila
gracias a una de sus ciudadanas más ilustres en
tiempos de Isabel La Católica ha convivido con
la ciudad a lo largo de los siglos, atravesando épocas
difíciles especialmente en el siglo XX.
En
el siglo XXI, las hermanas clarisas prosiguen la labor
iniciada por María Dávila en su convento.
La repostería se ha convertido en el medio de subsistencia
de la comunidad contemplativa desde hace catorce años.
En
las primeras décadas del siglo XX, la comunidad
fue resurgiendo lentamente tras la decadencia vocacional
y la crisis económica que padecieron las comunidades
religiosas durante el siglo XIX, especialmente fomentado
por las desamortizaciones. La Guerra Civil apenas causó
daños a la comunidad religiosa, quien conservó
intacto un valioso y prolijo archivo, así como
numerosas piezas artísticas y antiguas.