31-03-04 - Alvar: «La beatificación de Isabel la Católica se infantilizó sin necesidad»

Isabel la Católica compartió con su esposo Fernando «el reinado más importante, sin duda alguna, de la historia de España», pero conoció al mismo tiempo «su fracaso como mujer»; consiguió sacar adelante, en sus treinta años de reinado, «un proyecto político coherente que sentó las bases de la España de los siglos XV y XVI», pero también «sufrió enormemente» en la última etapa de su vida por circunstancias familiares como «la muerte de sus hijas, la enajenación de Juana o la muerte de sus nietos». Estos contrastes caracterizaron, según el historiador Alfredo Alvar, el perfil de una reina a la que ha dedicado un libro, que anoche presentó en el Ateneo Jovellanos.

Alvar, especialista en historia moderna, abrió con su charla «Isabel la Católica: su vida como mujer y reina», un ciclo dedicado por la entidad cultural al centenario de la muerte de un personaje con pocos parangones en la historia de España. El profesor de la Complutense e investigador del CSIC enfocó su intervención en la misma dirección de su libro, una visión «de carácter social más que político» que privilegia «el ser humano por encima del personaje político, la mujer por encima de la reina, aunque evidentemente no se puede desligar nuestra vida de nuestro estatus y nuestro papel». El de Isabel la Católica como gobernante fue, según Alvar, de una excepcional coherencia y estuvo guiado «por su proyecto político de homogeneización cultural, entendida como una homogeneización de las creencias religiosas», más su tarea de «exaltación de la lengua vernácula frente al latín».

Uno de los principales intereses del estudio ha sido la formación de la joven reina y la pedagogía que ella misma empleó con su hijo Juan. Según Alvar, «el proceso socializador de aquella mujer, la educación que recibe de niña, su formación como adolescente y su actividad como forjadora de cultura y transmisora de cultura» son claves en el retrato de Isabel la Católica, una reina que, recordó el estudioso, «fue la primera mecenas y la introductora del humanismo renacentista en España». Para Alvar, los principios educativos de Isabel la Católica fueron «modélicos» en sentido literal puesto que «la educación que ella da al príncipe don Juan es la que Carlos V pide que se le redacte en textos para ver qué educación se le puede dar, a su vez, al príncipe Felipe, el futuro Felipe II».

Otro aspecto que ha interesado a Alvar, «como historiador y ser humano», ha sido el de la muerte de la reina, en la medida en que ilustra «cómo nos enfrentamos culturalmente a la muerte, cómo cada sociedad encara la muerte con unos mitos y unos ritos, con unos recursos culturales distintos». Los documentos que testimonian acerca de la muerte de Isabel, comenta el historiador, «nos transmiten una forma de muerte en la que aparece sosegada y magnánima; nada que ver con la muerte de Enrique IV, que murió y allí se olvidaron de él».

Alfredo Alvar considera que el de los Reyes Católicos es un reinado sobre el que «urge una revisión historiográfica completa». «Es un reinado que se ha utilizado ya desde el siglo XVI para muchas cosas. En el siglo XX ha sido mal interpretado, digamos que con benignas intenciones. Políticamente ha sido muy manoseado y alterado, y esto hace un gran daño a este reinado y a todo lo que implicó», precisó Alvar, que lamentó especialmente «la ignominiosa utilización que el franquismo hizo de los Reyes Católicos». Un último ejemplo de ese «manoseo» es, para el historiador, «el proceso de beatificación de Isabel la Católica, que se ha infantilizado innecesariamente ya que es importante por sí mismo, sin necesidad de tergiversar nada».