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del Campo - Teléfono: (+34) 983 80 30 31 - Fax:
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ASOCIACIÓN
TAURINA CULTURAL "LOS CORTES"
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MENÚ
DE CONTENIDIO
Los
toros de antaño en nuestra villa
Transcribimos
aquí una parte del Capítulo XVII de la hasta hoy
inédita  "HISTORIA
DE MEDINA DEL CAMPO" de nuestro llorado maestro y Cronista
de la Villa, ejemplar presbítero D.
Gerardo Moraleja Pinilla (q.e.G.e), y que, D.m., aparecerá
muy en breve cuidadosamente editada.
Los
Toros, verdaderamente nacional y tradicional, solos o alternando
con el juego de cañas, constituyeron para nuestros antepasados,
con más categórica exigencia que en la actualidad,
el espectáculo insustituible y primordial.
De
origen antiquísimo, consta documentalmente que en 1490
los arrendadores de diversas rentas municipales venían
obligados a dar, sobre las cantidades rematadas, once toros. En
el siglo XVI eran cuatro las festividades llamadas enfáticamente
VOTOS DE VILLA, a las que iba aneja la celebración de una
corrida oficial y ordinaria: San Juan, Santiago, Ntra. Sra. de
Agosto y San Antolín. He dicho oficial y ordinaria porque
extraordinarias y extraoficiales había, cuando menos, otras
dos: las que por devoción organizaban los piadosos cofrades
de la Cruz y de las Angustias, amen de las que pendían
de circunstancia eventuales: natalicio, casamiento y visita de
príncipes y reyes, feliz terminación de una guerra,
canonización de un santo... Si el tiempo es oro para los
ingleses para los medinenses de los siglos XVI... era un vil metal.
Se pasaban buena parte del año haciendo y deshaciendo tablados
y atalalcados; con la particularidad de que, yendo vinculadas
las corridas, como queda dicho a las citadas festividades, se
celebran casi siempre en otros días, por donde la fiesta
el regocijo, no diremos la holganza, se duplicaba. En este aspecto,
concentramos nuestra taurofilia en una semana, hasta quedar saturados,
y de allí no pasa.
Trasladaremos
algunos datos de los vetustos mamotretos del Concejo. En el transcurso
del siglo XVI apenas se celebraba una corrida de toros que no
vaya entreverada con el juego de cañas; por eso el número
de toros corridos en cada tarde solía ser cuatro. Por debate
entablado en el Ayuntamiento de 18 de junio de 1596 nos enteramos
de que el obligado de las carnicerías había de dar
cuatro toros, el del aceite uno y el de las velas dos; y se discutía
cuántos se comprarían para hacer el completo de
los necesarios para las cuatro corridas. Contra el parecer del
Icdo. Roa que dijo que antes de comprar toros se debía
pagar las deudas vencidas, que eran considerables, y el de otros
regidores que consideraban suficiente 16 toros, triunfó
el comprar doce, que, con los siete de los obligados, sumaban
19; éstos, rejoneados, desjarretados o estoqueados eran,
en fin toros de muerte como se evidencia en este auto del 7 de
marzo de aquel mismo año, revelador de otras circunstancias
interesantes. "Tratose sobre la fiesta de la cofradía
de la vera Cruz y de lo que se ha pedido para ornato de las dichas
fiestas y así tratado, le da y hace gracia de las bocas
de las calles y de todos los demás sitios, que en estas
fiestas se le ha dado, excepto el de la fachada de San Antolín
hasta el cantón de la calle d Salamanca, puesto que ha
de quedar y queda para que esta Villa ordene y haga dello lo que
le pareciere, e para que las dichas fiestas se hagan con la autoridad
que se requiere y tengan efecto respecto a la utilidad e provecho
que los vecinos e tratantes desta villa reciben con la mucha gente
que viene a ella le hicieron gracia de dos toros de los que esta
villa ha de tener para sus fiestas este presente año, con
carga y condición que la dicha cofradía encierre
seis toros sin los de la villa, que por todos son ocho, y que
si los dos o alguno quedase por correr, sean desta villa... por
manera que para que se aproveche la dicha cofradía de los
dichos toros ha de haber corrido y muerto los seis suyos... y
con que habíéndose corrido todos ocho, el despojo
de estos, dos sea para esta villa..."
Iguales
o parecidas condiciones se estipularon para la corrida organizada
cada año por la cofradía de las Angustias.
Acontecimientos
de carácter nacional perturbaron a veces la regularidad
de las corridas. Tal sucedió en 1588. Desde que en junio
se hicieron rogativas por el feliz éxito de la llamada
Armada invencible, se suspendieron una en pos de otra las corridas
hasta tener nueva de la victoria anhelada. No llegaron sino del
gravísimo desastre y los medinenses hubieron de renunciar
por aquel año al festejo favorito.
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A
modo de pregón de Ferias y Fiestas
Ha
transcurrido ya un año y otra vez surgen bulliciosas y
multicolores bajo el  luminoso
sol de septiembre las tradicionales y alegres Ferias y Fiestas
de San Antolín. Ya se presiente el momento en que los Maragatos
desde lo alto de nuestra Torre
Colegial, jalonen con sus mazazos contra la Campana del "Címbalo),
las 12 horas del día 1 de septiembre, en que se inician,
oficialmente, los festejos que en el tradicional "disparo
de cohetes y bombas imperiales", al mismo tiempo que todas
las campanas, mayores y menores, tocan jubilosas a las solemnes
Vísperas del Santo Patrón de la Villa. Y en esa
misma hora también, colocados a la puerta del Ayuntamiento
a manera de solemne y transcendente revista, y rodeados por la
curiosa y un poco amedrentada chiquillería, están
los grotescos "gigantes y cabezudos", dispuestos a comenzar
su recorrido por todas las calles.
Terminan
por estos días de Ferias, las faenas de la recolección.
Sobre los campos y eras de Medina y su comarca, impera ya el trascendental
silencio de la faena concluida. Y de toda Castilla, de toda España,
vienen hombres y ganados al ferial. Los vecinos de los pueblos
comarcanos llegan también en mítica peregrinación,
llena de cordialidad, a solazarse con los festejos que Medina
les brinda en sus días de Fiesta Mayor.
Este
año también surcaron el espacio estrellado de esa
primera noche de septiembre, los cohetes, voladores, bombas y
demás fuegos de artificio, en luminosas y disparatadas
cascadas de luces multicolores.
Y
también se verán venir por un horizonte gris de
amanecer, de un gris limpio de repente quebrado de siluetas de
caballistas y toros, el típico y anhelado ENCIERRO.
Y
también se verán análogas CAPEAS, con sus
aparatosas cogidas sus ataviados "CORTES" y la bravura
de algunos toros en contraposición con la mansedumbre y
aburrimiento de otros.
Sin
embargo, y con parecernos todos los años de Ferias iguales,
guardan cada uno de ellos, subjetivamente para nosotros, un matiz,
un perfume, un cúmulo de sensaciones diversas, que hacen
que individualizados cada uno de ellos, nos hagan después
saborear a través de auto hinchados relatos, el gozo íntimo
de protagonista.
Por
esto nos gustan las Fiestas, y de todas ellas, las Ferias y Fiestas
de San Antolín, que este año nos ofrece, para alivio
de los traficantes y solaz y alegría para los que en ella
participan.
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Medina
del Campo, la villa de los cortes
Cuando
un caballero andante del siglo XXI llama a un toro de frente,
sala a su  encuentro
y corta su viaje ganándole la cara y saliendo de espaldas
se produce uno de los espectáculos más bellos, la
danza del corte.
En
esto la Villa de las Ferias es sin duda ña corte del corte.
Año tras año, y con este ya van veintitrés,
la Asociación Taurina Cultural "Los Cortes"
pone a punto la maquinaria para organizar el Premio Nacional de
Cortes de Novillos Memorial José María de la Fuente
"Pinturas". Durante el año miles de llamadas
se producen en la sede de la asociación pidiendo información
para apuntarse al Premio, pero finalmente solo pueden acceder
40 toreros-cortadores para mostrar sus danzas n el coso
del Arrabal. Los miembros de "Los Cortes"
hacen encaje de bolillos para seleccionar a más de 1000
candidatos llamados a participar. Y es que no es solo el hecho
de poder ganar los 6.100 euros, si no experimentar algo grande,
que según los cortadores solo se puede vivir en Medina
del Campo. La pulcra organización del Premio y miles de
aficionados que abarrotan la plaza de toros medinense son garantía
de reconocimiento para un cortador.
Y
es que, como dirían los puristas, el Premio de Medina tiene
duende, Juan Manuel Lázaro es cortador y ganador del Memorial
en 1999 "Ganar en Medina es a lo que aspiramos todos los
cortadores y mucho más si eres de aquí. Es
lo más grande que puede haber. Para mí fue una de
las cosas más bonitas que me pasó en la vida, ser
ganador del Premio Nacional". Sean de donde sean los
cortadores ven a Medina del Campo como algo especial, tanto como
la organización como por el público que asiste al
coso del Arrabal, así
lo dice Tomás Gómez cortador de Arroyo del Ojanco
en Jaén que este año participará por segundo
año en el Premio "la organización es impresionante,
un diez, por cómo se trata al cortador. El trato que tienen
contigo no lo he visto yo en ninguna plaza y luego la gente se
vuelca. El ambiente que hay en Medina es inimaginable. Si lo hacer
mal lo saben, porque entienden del corte, pero si hacer algo bueno,
te lo agradecen un montón. Estoy deseando que llegue el
30 para participar en el Premio". No es para menos, el
suelo de todo cortador es ganar en Medina del Campo, Rubén
López de Hornillos lo tiene muy claro "Este año
voy a Medina y espero que con los novillos de Trifino que es el
encaste que a mi me gusta, poder dar el salto e intentar ganar,
que se me resiste y tengo ilusión por ganar en Medina.
Yo llevo varios años cortando y no es que me vaya a retirar,
pero siempre está la cosa de ganar en Medina". Otros
cortadores incluso dicen que Medina es el sitio ideal para consolidarse
como cortador y el lugar donde uno tiene que cortarse la coleta
"Cuando me retire lo haré en mi pueblo Arganda
y por supuesto en Medina del Campo, pero lo haré cuando
esté bien, porque si me veo con poco nivel no voy, porque
Medina del Campo hay que ir a cortar, pero acortar bien"
añade David Ramírez de Arganda del Rey y con
nueve participaciones consecutivas en el Premio Nacional.
La
organización ha sido avalada por numerosas entidades y
personalidades por su seriedad y altruismo, de hecho este año
fueron llamados por la empresa de Las Ventas para colaborar en
la organización del I Certamen Nacional de Cortes de las
Ventas, tal y como dice Pablo Lorenzo, empresario del coso madrileño
"Nos pareció una asociación seria, competente,
que goza del respeto de todos los especialistas y de todos los
cortadores y, una cosa importante, que lo hacen desde un punto
de vista amateur como creo que tiene que ser la especialidad".
Emilio Morales, presidente de la peña taurina El 7 de Madrid,
es un gran defensor del Premio Nacional de Cortes de Medina del
Campo "Para mi la asociación Los Cortes es una
garantía para estos chicos que son valientes, que tienen
una técnica muy importante que se va perfeccionando cada
vez más y que aquí no hay engaño. No hay
capas, no hay muletas, es su propio cuerpo el que gira alrededor
del toro y el toro el que gira alrededor de este cuerpo, y además
en puntas que es lo importante".
Otro
miembro del jurado, Raquel Martín cree que no hay divorcio
entre el público y el jurado "Creo que no hay ningún
problema, lo que pasa es que es muy difícil. En un partido
de fútbol como en cualquier deporte, arbitrar, dar un resultado
es algo complicado, pues el los cortes pasa lo mismo. Es muy difícil
valorar el mejor corte, no todo el mundo que está en la
plaza está de acuerdo con que el jurado haya elegido a
esa persona".
Lo
que harán el próximo sábado 30 de agosto
de 2004 estos 40 toreros cortadores en Medina del Campo es una
tradición que viene de muy lejos , milenios atrás,
cuando los hombres del neolítico iban a cazar toros sufrían
muchas embestidas, algunas de ellas mortales, se dieron cuenta
que cortando al toro y quebrándole, éste se desviaba,
por lo que salían airosos. Se
denomina primera suerte del toreo porque existe antes de que se
intentaran las corridas de toros. Precisamente Emilio Morales
dice que en la actualidad las corridas de toros tienen que pasar
por los cortes "muchos matadores de toros ser están
dando cuenta de que esto tiene un valor, aunque ellos digan que
es un festejo menor, no sé de dónde lo sacan, creo
que por su ignorancia o posiblemente algo de envidia, porque además
aquí hay pureza y en muchas corridas de toros no, porque
si se manipulan los toros, y en los cortes no se manipulan, ya
llevamos algo ganado en dignidad".
Lo
que no duda nadie es que el próximo sábado tendremos
la oportunidad de ver a partir de las 18:00 horas en la Plaza
de Toros de Medina del Campo algo grande, algo que solo pasa
en la Villa de las Ferias, el espíritu del corte, la primera
suerte del toreo, el Premio Nacional de Cortes de Novillos Memorial
José María de la Fuente "Pinturas".
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Efectivamente
el hombre y el toro se encuentran con "LOS CORTES"
El
toro bravo es un misterio de la zoología, ya que su manera
de reaccionar no es, digamos normal en relación con los
otros animales de la Creación que, al margen de su fiereza
el impulso es, exclusivamente; defenderse y comer. El toro, no
desarrolla sus actitudes de los condicionamientos señalados.
Ni lucha por comer ni tampoco lo hace para matar, aunque sabe
que puede hacerlo especialmente con sus congéneres y accidentalmente
con el hombre.
Decíamos
que la primigenia lidia forzada del hombre y el toro fue, sin
ninguna duda, la inteligencia de la criatura humana que, superior
al instinto animal, supo burlar sus acometidas, tanto cuando el
encuentro pudo ser casual y a la vez cuando el hombre provocaba
el encuentro.
Dice
la leyenda, con bastantes argumentos para su realidad, que, encontrándose
Julio Cesar en la conquista, de lo que Roma llamó "Los
bárbaros del Norte", sorprendió el Emperador
la pujanza de un toro que sin que ni Cesar ni su caballo le incitase,
el animal no les dejaba penetrar en su territorio. La curiosidad
de Julio Cesar hizo que se preguntase a los habitantes de aquella
zona, el origen del citado animal, y contestaron: este vacuno
nosotros lo conocemos por el nombre de "aureoch"
y, efectivamente tiene unas actitudes diferentes a los otros bovinos.
Añadiendo: "nosotros tenemos que sortearlo, cuando
circunstancialmente nos encontramos con él recortándole
sus embestidas".
No
se si aporté algo a querida ASOCIACIÓN TAURINA
CULTURAL "LOA CORTES" en relación con su
creencia de ser continuadores de la iniciación del Toreo.
José
María de la Fuente "Pinturas", puso la semilla
importante de esta asociación, vindicativa de un ancestro
fundamental para nuestra Tauromaquia.
Nuestro
común amigo Emilio Morales, se trasladó vuestro
deseo de que colaborará con un artículo para la
Revista que edita cada año esa querida Asociación
de la que tuvisteis la gentileza de de nombrarme Socio de Honor.
Medina
del Campo es un trozo del corazón de Castilla insólita
que dio vida a nuestra España y sementera, como trigo candeal
que sustenta nuestra limpia pasión a jugar al toro, juego
al que Aragón le da la casta y Andalucía la gracia.
Torear
es cantar el más bello poema de amor, derramando el cáliz
de la flor, sobre la candente arena, y que está sea baluarte
para danzar con la Dama del Alba.
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La
reina de Castilla Isabel la Católica y los toros embolados
El
toro llega a la época de los Reyes Católicos manifestándose
en unos ejercicios de valor temerario y de destreza rudimentario
a brutal, que en su expresión más popular, las capeas,
constituían un espectáculo lleno de oprobio y con
una lidia rudimentaria con un aumento de riesgos origen de grandes
desgracias, víctimas y muertes, porque las reses sueltas
y resabiadas, en fuerza de maltratarlas, tenían la defensa
acortando terrenos y buscando el bulto.
Ante
estos hechos y con el fin de librar de cornadas al lidiador inexperto
y al aficionado ebrio, intentó, sino prohibir tales espectáculos,
al menos aliviarlos de tal carga, la reina Isabel I.
en
1493 escribía a su confesor Fray Hernando de Talabera manifestándole,
con profundo sentimiento, que "por sí sola se consideraba
impotente para suprimir las fiestas de toros". Pero si
no puedo prohibirlas hizo cuanto estuvo de su parte para evitar
las desgracias que ocasionaban.
"En
1494, yendo la Reina de Castilla desde Medina del Campo a Arévalo,
se corrieron toros y mandó la reina que en el corral los
encajasen otros cuernos de buelles muertos en los propios que
ellos tenían, y asé puestos se los clavasen porque
no se les pudiesen caer los postizos é como los ingertos
volvían los extremos é puntas de ellos sobre las
espaldas del toro, no podían herir a ningún caballo
ni peón aunque lo alcanzase sino della de plano y no hacelle
otro mal, el así será un gracioso pasatiempo é
cosa para mucho reír".
"E
de allí adelante no quería la reina que se corriesen
toros en su presencia sino con aquellos guantes de la manera que
se ha dicho". Así lo transcribe González
Fernández de Oviedo en sus "Oficios de la Casa Reas
de Castilla".
La
innovación impuesta por la reina no fue del agrado de los
lidiadores los cuales miraban con desdén una lucha en la
que poco o ninguno riesgo se corriera. Así es que, fuera
de los pocos casos o en que la reina Católica asistía,
por necesidad, a los toros, éstos eran lidiados a cuerpo
limpio, volviendo a lo normal de lidia propia de los tiempos que
corrían.
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La
cultura de los verracos
Se
denomina "cultura de los verracos" a las esculturas
de animales que en el círculo cultural protohistórico
a que pertenecen se conocen entre nosotros con este nombre. Verres
en latín significa cerdo, verraco. Los verracos son estatuas
toscas de cerdos, osos, jabalíes y sobre todo toros, esculpidas
por los vetones y pueblos similares en piedras de granito entre
el siglo III antes de J.C. y el siglo I ó II de la Era
y que estaban relacionadas con los cultos ganaderos.
Es
Ávila y su provincia, la que mayor número de ejemplares
posee, teniendo un total o al menos catalogados de 125, entre
los que se encuentran los famosísimos Toros
de Guisaldo, ubicados en la localidad de Guisaldo, que hace
frontera con la provincia de Madrid.
Los
verracos no son monopolio de Ávila, ya que también
los hay en menor cantidad en la provincia de Toledo, Cáceres,
Palencia, Segovia, Zamora, Salamanca, Orense, Pontevedra y parte
de Portugal, siendo estos lugares donde el ganado bovino y porcino
tuvo un gran desarrollo. Como vemos estos límites corresponden
al momento de la conquista romana o quizá algo posterior,
representando un momento de expansión, estando situadas
a un lado y a otro del Sistema Central.
Estas
esculturas, figuraban en las encrucijadas de veredas y cañadas,
quizás como indicadores o representaciones de divinidades
protectoras de ganados, que por ellas transitaban, por lo que
podrían ser monumentos de paz y religiosidad.
Muchas
de estas esculturas, han sido víctimas de los buscadores
de tesoros, que las han taladrado y reventado al meterlas dinamita
en su interior. Otras, con el paso de los años o en los
sitios donde se encontraban, también han sufrido gran erosión,
por lo que mejor que estar adornando plazas y otros lugares, estando
al alcance de cualquier desaprensivo al igual que de cualquier
coleccionista, es por esto, que donde mejor debieran estar es
en los distintos museos de las ciudades donde se encuentran.
En
Ávila hay varios verracos famosos tal como "El
Jabalí de los Cogotas" que proviene del castro
de las Cogotas de Cardeñosa, "El toro de la Romaina"
de San Miguel de Serrezuela, "El cerdo del El Oso"
y los más importantes "Los
toros de Guisaldo" de Guisaldo etc.
Los
Toros de Guisaldo están
allí desde hace cientos de años, mucho antes de
que en una ruina gótica del convento jerónimo de
Guisaldo fuera elegido por el rey Enrique IV para despojar de
sus derechos a su hija Juana la Beltraneja a favor de su hermana
Isabel, el 19-9-1468; hecho que pasó a la historia como
Pacto de los Toros de Guisaldo
y en este recinto, quedan estos restos de una antigua venta y
una lápida en piedra que dice "Aquí estuvo
la venta de los toros" y es aquí donde se encuentran
los cuatro toros de granito, que fueron adorados como divinidades
protectoras del ganado de los carpetovetónicos.
En
uno de los toros se encuentra escrita una inscripción en
latón, "LOGINVS PRISCO CALEETIO PATRIF (aciendum)
C (uravit), en la que se informa del motivo de su construcción:
un personaje de nombre Longino Prisco Calaetio lo mandó
erigir en memoria de su padre, en tiempos de la República
Romana y a lo largo del lomo tiene una especie de cazoleta, que
debían de servir de altar para hacer sacrificios. No se
sabe como fueron tallados y en su tiempo sin duda lucían
cuernos, ya que aún se pueden apreciar los huecos donde
estaban fijados. Gracias a su enorme envergadura, ha sido posiblemente
la causa que les haya librado de su total destrucción.
Las
medidas de los verracos oscilan frecuentemente, las más
normales son entre 1 o 1,40 metros de largo, por 75 o 95 centímetros
de alto y por 43 o 53 centímetros de ancho, pero las medidas
de los de Guisaldo son mayores, ya que poniéndonos de frente
a ellos y mirándolos de derecha a izquierda, sus largos
son de 2,55, 2,78, 270 y 280 metros respectivamente, por lo que
sus tamaños son grandiosos.
Los
cuatro ejemplares son distintos unos de otros, aunque bastante
parecidos y están esculpidos la estatua y plinto de una
sola pieza. Entre ambos se abre un hueco que no llega a dejar
exentas las patas, sino trabajadas firmemente de dos en dos por
un cubo intermedio del que los cuatro remos sobresalen en altorelieve.
Lo
único postizo eran los cuernos, que estaban encajados en
unos orificios que aún subsisten en la testuz de dos de
los toros. Los rabos deben haber estado caídos en dos de
ellos y en los otros dos echados sobre la grupa. Por las señales
que alguno lleva en los cuartos traseros, nos demuestra que los
toros no son bravos, sino animales domésticos.
Apareció
con posterioridad un toro que estaba hecho pedazos y que estuvo
enterrado durante algún tiempo, siendo posible que se encontrase
roto desde aquel entonces, fue reparado en el año 1920
gracias a la marquesa de Castañiza, propietaria del terreno.
A ella se atrubuye el orden en que hoy apareen los cuatro toros.
Algunos investigadores cuentan este toro como el quinto, pero
lo que si es cierto es que a finales del siglo XV los Toros aún
eran cuatro.
Según
la legislación romana antigua, no se daba por terminado
un sepulcro hasta que se hubiesen realizado los ritos e inmolado
el cerdo o el toro, por lo que parece ser que el objeto principal
del sacrificio, fuera el de aplacar a la tierra por forzarla a
hacer suyo un cuerpo muerto. Esto nos demuestra que el cerdo y
el toro se sacrificaban en la antigüedad ibérica a
determinados dioses y para aplacar a las almas de los difuntos,
quedando así asociado al toro, con las tumbas y la resurrección
de los muertos.
Por
tanto entre los vetones de la cultura de los verracos, las víctimas
de ritual, eran según los casos o cerdos o toros dependiendo
de los dioses, a los que fueron ofrecidos.
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El toro, el caballo y el hombre intérpretes
de la Fiesta Nacional
Con
este título mi Profesor de Tauromaquia, Dr. Abarquero Durango,
escribió su último libro, y en su Recuerdo, uso
su título, para definir la actual situación de la
Fiesta de Toros.
INTÉRPRETES
TORO
La
mayoría de los ganaderos se han doblegado a las exigencias
de los taurinos y figuras del toreo para presentarles el toro
a sus súper-estilo, bajo de casta y sin ninguna emoción
con pérdida de raza y de fuerza para el Arte, sin lidia.
Por
su parte nos quedan todavía algunos Ganaderos románticos
y con afición, con encastes para LA LIDIA, a lo que debemos
de defender y apoyar siempre.
EL
CABALLO
Penco
actual no apto para la lidia, auténtica muralla para desgracia
de la suerte más importante de la Tauromaquia, donde la
JOYA de la bravura que es el toro, no se respeta.
Es
necesario para esta importante suerte, un caballo español,
más valiente y más torero, bien domado, y como decía
mi buen amigo Antonio García Ortega, romántico ganadero...
"Es también necesario y urgente la modificación
de la puya y un buen picador encima. El regreso al caballo más
ligero y mejor domado, seleccionaría a los verdaderos picadores,
que los hay, y mandaría a casa a los que amparados en las
murallas esquinas no tienen la destreza precisa"...
EL
HOMBRE
Existen
muchos en los diversos estamentos de la Fiesta, citaré
unos cuantos, pues este escrito no debe ser muy extenso.
EL
TORERO
La
mayoría de las figuras del toreo de hoy, no sienten la
LITURGIA DE LA LIDIA ni la practican. LIDIA es una palabra mágica
que cada vez se usa menos, quizás por que la mayoría
de los toros vienen ya "lidiados" por sus respectivas
ganaderías para complacer a estos toreros para que sigan
dando pases de "cartel del toros"... sin ligar
ninguna faena como mandan los cánones de la tauromaquia.
Siempre hay alguna excepción que hemos visto a toreros
lidiadores con el toro que trasmiten emoción. Esa es la
auténtica Fiesta.
EL
TORERO
Salvo
alguna excepción que los Aficionados conocemos muy bien,
la mayoría de los críticos taurinos, se han convertido
en auténticos y vergonzosos ADULADORES de las llamadas
FIGURAS DEL TOREO; ejemplos hay muchos, el más reciente
la propaganda que está haciendo de "MORANTE DE LA
PUEBLA", acusando incluso a EDUARDO CANOREA, Empresario de
la REAL PLAZA DE LA MAESTRANZA DE SEVILLA, por no haber llegado
a un acuerdo económico en esta ocasión. Pretensión
económica que el Empresario desestimó justamente...
por aquellos de "que contra el vicio de pedir, la virtud
de no dar!!!...
Sin
embargo los Empresarios de LAS VENTAS, Familia LOZANO, que son
todos ellos muy inteligentes, están callados, sabiendo
que realmente esta propaganda GRATUITA les está beneficiando
a ellos, pues les va a llenar la PLAZA DE TORO DE LAS VENTAS,
CON EL CARTEL "NO HAY BILLETES".
Y
después la CORRIDA, sin GESTO IMPORTANTE por parte del
TORERO, ante los ENCASTES que ha elegido, volverá a producir
"EL CONTRA ESTILO" DE LA FIESTA, para general
"CABREO DE LA AFICIÓN".
¡¡¡OJALÁ
ME EQUIVOQUE!!!
LOS
EMPRESARIOS (con ellos termino)...
...En
el buen sentido de la palabra. Son los responsables de la pérdida
de afición, ante la falta de interés en su programación
TOROS Y TOREROS, pero LO MÁS GRANDE, es que ninguno se
ha preocupado DEL FUTURO DE LA FIESTA, solo del presente. Carecen
de ideas y de GENEROSIDAD para INTEGRAR GENTE JOVEN Y AFICIONARLES.
¡Aquí
les dejo MI OFERTA! ...
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