Un
año más, Medina del Campo se prepara para recuperar sus tradiciones
festivas centrando su mirada en ese aspecto tan típico y tan nuestro como
los toros.
Medina,
en un momento de su historia, configuró su propia arquitectura para presenciar
este tipo de espectáculos. Ese es el motivo de que nuestro Ayuntamiento esté ubicado en la Plaza Mayor y que es, al mismo, también, que hizo posible que la Casa del Arco fuera construida, con esas características tan geenuinas y medinenses, en el lugar que ocupa..
Pero
nadie debe engañarse porque, en Medina Villa de tradiciones seculares,
nada es lo que parece y pocos, con excepción de aquellos que aquí
nacieron y esos otros que han sabido adentrarse y profundizar en el alma de esta
tierra, comprenden que cuando aquí se habla de toros no se hace alusión
al denominado "toro serio" sino a los festejos populares que,
si dejar de ser serios, son más profundos y más nuestros que el
mismo arte de Cúchares.
Pero
con independencia de nuestros encierros y sus tres tiempos clásicos de
campo, calle y plaza que apasionan a medinenses y forasteros cuando comienza el
mes de septiembre, hay un vocablo, cortador por lo que las gentes de estas tierras
sienten verdadera veneración y que viene a nuestras mentes asociado a la
idea de una lidia muy especial que no todos comprenden.
Quizás,
el entendimiento de ese concepto haya sido el secreto del éxito de un Memorial,
tan intensamente medinense como la persona cuyo nombre lleva, José María
de la Fuente, para que este certamen haya alcanzado una proyección
que trasciende, con creces, nuestras propias fronteras nacionales. Ya no es Valladolid
o Arganda, sino Arles y un sinfín de localidades de primer orden quienes
se fijan en Medina a la hora de organizar este tiempo de concursos. Pero no se
trata de organizar sino de comprender una forma de ser, un estilo de vida, una
manera de andar y una sutil lidia que pocos comprenden y que los cortadores de
esta tierra llevan impresa en su propia piel.
Sirva
esta editorial para rendir homenaje a la figura del cortador y a aquellas personas
que, sin necesidad de citar sus nombres porque de todos son conocidos, han hecho
posible que la tradición continúe, aportando lo mejor de ellos mismos,
de sus sentimientos, de sus dineros y, también hay que decirlo, del nombre
de uno de sus hijos, para hacer que esta tradición continúe viva
en todos los que han comprendido este hecho diferencial de Medina.
La
Voz de Medina y Comarca, 9 de Agosto de 1997
El
jurado, el participante, el aficionado
Como
debe valorar el jurado las distintas entradas de los lidiadores o toreros en los
cites a los novillos-toros en el Memorial José María de la Fuente
"Pinturas" Premio Nacional de Cortes de Medina del Campo
La
pureza en la ejecución de la suerte debe ser lo primordial, se tendrá
en cuenta las características de las reses y los terrenos donde se realizan
ya sea, corte, quiebro o recorte, que son las suertes puntuales en dicho Memorial,
siendo puntuables las demás suertes para el Detalle más Espectacular.
El
participante, debe conocer las suertes que marca la organización como puntuables
y que se detallan con total claridad en las normas por las que se rige este Memorial
cuyo principal suerte es el "corte" que no tiene nada que ver
con la suerte de "recorte" o la suerte de "quebrar",
también puntuables.
El
aficionado, en su mayoría conoce las normas por las que se rigen estos
festejos. Dependiendo de la Comunidad, se pueden lidiar toros sin límite
de edad, vacas o novillos. También hay estilos distintos en la ejecución
de las suertes. La organización queda claro que entiende la suerte del
"corte" como la 1ª Suerte del toreo y que no es propiedad
de ningún pueblo o región en especial, sino de todos los sitios
donde haya habitado el toro.