26-10-04 - Cartas al director - ABC
Ante la celebración del 26 de noviembre
Se acerca el 26 de noviembre, V Centenario de la muerte de Ysabel la Católica en Medina del Campo. Obviamente, los actos deberían estar centrados en el Palacio Real Testamentario de la Plaza Mayor de la Hispanidad de la villa. A lo largo del año se han hecho algunas exposiciones y se ha notado algo las visitas de turistas y viajeros, pero la conmemoración no ha tenido, ni mucho menos, la resonancia que se esperaba. Ocasión de oro, la perdida, para restaurar como merece el Palacio Testamentario y sus aledaños, y convertirlo en Centro de Estudios Hispánicos. Desde luego muy lejos de lo que se pretende ahora, una especulación inmobiliaria, con la construcción de 87 viviendas, en el solar del citado Palacio Testamentario, declarado Sitio Histórico y Bien de interés Cultural, por la Junta, en mayo de 2003, con todos los derechos inherentes y las más elementales normas de defensa de la ley del Patrimonio Histórico Español, que se pretende expoliar sin respeto al Sitio Histórico.
Ese sagrado lugar y su solar, perímetro del palacio, donde Ysabel la Católica dictó su ejemplar Testamento y Codicilo. Donde dictó y redactó leyes; recibió al genovés Colón, en la gesta descubridora del más allá de la mar ignota, incluso hipotecando sus joyas personales para patrocinar la empresa; esta conmemoración cinco veces centenaria, se va teñir de oscuro y negativamente, en su misma celebración, por el escándalo de un expolio urbanístico, sin el menor respeto a la historia. Tiempos los nuestros, donde una mal llamada «progresía» se encarga, por un lado, de hacer campaña con fatídica memoria, marginando el catálogo de los muchos hitos históricos de universal naturaleza que imprimió Ysabel de Trastámara, en sus más de 30 años de reinado, como el ya aludido apoyo al navegante genovés, la labor de gobierno y la unificación de España. Otros, con acciones especulativas de un solar histórico y bien de interés cultural.
Pero la Historia con mayúsculas es la historia. Y el rigor de la misma, pese a unos y otros, «los progres», los especuladores y quienes lo consienten, tendrá que llegar, sobre todo, el altísimo honor de la figura de esa Reina que gobernó pensando en el futuro, evangelizó en la fe católica y dio una lengua, la nuestra, a unas gentes que vivían casi salvajemente.
Mucho tiene que decir Medina, lugar en el que quiso vivir Ysabel la Católica, su último año de vida; dictar aquí su Testamento y Codicilo, sin que nada se ha hecho por restaurar como la Historia y la Reina merecen, ese Sitio Histórico de su Casa-Palacio-Real de la Plaza Mayor y sus solares aledaños, con los que se pretende especular de manera vergonzante.
Y eso hay que decirlo alto y claro, denunciando la especulación de una superficie de terreno, donde está probado y documentado que se asentó ya en el siglo XIV, el conjunto palaciego de la Reina Ysabel I de Castilla. Y hay que decírselo con contundencia a los políticos, el Ayuntamiento, el Consejo de Ministros y la Junta.
Gonzalo Santos López - Asociación Caballeros de la Hispanidad. Medina del Campo (Valladolid)