Considerada
como uno de los primeros antecedentes del género de la plaza
mayor regular, generalizada en España y América a raíz
de la creada en Valladolid
tras el incendio de 1561, la Plaza
Mayor de Medina
apunta su configuración en torno a la primera mitad del siglo
XIII. En la formación de este singular espacio urbano incide
la confluencia de los caminos de Salamanca
y Ávila,
y los pasos del río
Zapardiel desde las primeras poblaciones de la Mota por los puentes
de San
Miguel y San
Francisco.
Escenario
de todos los acontecimientos importantes vividos por la población
a lo largo de los tiempos, su imagen bulliciosa y variopinta de los
días de ferias y fiestas, contrastaba con la ofrecida los días
corrientes de acontecer cotidiano. Tradicionalmente su única
ornamentación, tan útil como necesaria, estaba formada
por una fuente de cuatro caños heredada de aquella otra con ciertas
aspiraciones monumentales, construida en 1546 por Esteban de Baños; () en su derredor se construyeron varios bancos de fábrica, cuyo
respaldo enrejado se forjaron con el hierro procedente de las cadenas
ganadas -según la tradición- a los musulmanes en
la batalla de las Navas de Tolosa, y que habían sido retiradas
del puente de San
Miguel o de las Cadenas en 1827. Estos "cuatro caños"
convivieron durante decenios con dos rollos feriales, originales de
las antiguas ferias, que se hallaban frente a la casa donde estaba
instalado el último peso público, en la acera de la especiería
o "de peso".
Ambos
hitos, la fuente central y los rollos feriales, pueden verse en esta
serie de fotografías en la que se ha hecho, por otra parte, una
selección de vistas similares tomando como fondo la Colegiata
de San Antolín, para contemplar las sucesivas transformaciones
habidas en la plaza, desde las primeras décadas del siglo XX.
Hasta los primeros años sesenta.
Vemos
así cómo a una plaza desnuda, desprovista de cualquier
ornato, se le van incorporando, en principio, una amplia acera en la
Joyería --"el boulevard"--, ya dotado de luz
artificial, ampliándose luego a un paseo perimetral pavimentado
que rodea el espacio central de la plaza , en torno al cual se plantan
dos hileras de árboles. Corresponden a este momento las fotografías
de los años de la República- Tras la Guerra Civil, en
los años cuarenta, se ajardina la plaza por completo (obsérvese
la fotografía en la que aparecen los árboles y arbustos
recién plantados)
Con
largas bancadas de fábrica rodeando los "parterres",
que en época más reciente serán modificados por
espacios de mayores dimensionasen detrimento de los paseos centrales.
En la parte central, sustituyendo a la antigua fuente y al templete,
se instala el monumento Isabel la Católica trasladado desde su
emplazamiento original en los jardines del Hospital
de Simón Ruiz, obra que había sido realizada por el
escultor riosecano Aurelio Carretero en 1904, para la conmemoración
del IV Centenario de la muerte de tan ilustre reina.
Reportaje
fotográfico
12-02-1977 - Los caños de la Plaza Mayor
Siguen siendo recogedor de porquería, así como una balsa, los caños de la Plaza Mayor sitos en la misma en el inicio de la calle Bravo y que practicamente han quedado en desuso. Y por si esto fuera poco, se ha desplomado un escudo de la villa que estaba en la parte superior de los caños, el cual al caer al suelo se ha roto. La verdad es que no tenía mucho valor artístico pero sí sentimental. Si pudiera arreglarse y colocase en otro lugar, no estaría de más el trabajo en hacerlo.