Villa histórica,
monumental, escultórica y paisajística
Villa
de las Ferias
VENERABLE
PADRE BERNARDO FRANCISCO HOYOS
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DE CONTENIDO
22-01-05
- El libro "Tesoro escondido"
Estos días se
ha podido publicar en internet en http://www.bernardo-francisco-de-hoyos.info el librito "Tesoro escondido", primera edición
Valladolid 1734. Se publica con permiso del P. Ernesto Postigo,
quien también puso muchas e interesantes notas. Mucho me
gustaría que además de poderse leer en internet, se
pudiese editar impreso el "Tesoro escondido", o
la "Vida del P. Hoyos" que escribió su director
espiritual el P. Juan de Loyola, poco después de la muerte
de Bernardo de Hoyos en 1735.
Al menos la "Vida" se podría
editar, por ejemplo, con la colaboración de los Ayuntamientos
en que ha vivido el P. Hoyos: Torrelobatón, Medina del Campo,
Villagarcía de Campos y Valladolid.
Ya se ha publicado en internet el
libro tercero de la "Vida del P. Hoyos", que trata
de su vida, escritos y muerte en Valladolid, y próximamente
se publicarán los libros primero y segundo, que tratan de
la vida del Bernardo de Hoyos en Torrelobatón, Medina del
Campo, y Villagarcía de Campos. Como le digo, Bernardo de
Hoyos falleció en 1735, y el libro de la "Vida" fue escrito por su director espiritual en los cuatro años
siguientes, teniendo a la vista las cartas, apuntes y escritos de
Bernardo.
Ante la deseada o esperada Beatificación
del P. Hoyos, sería conveniente que
alguna institución de Valladolid se animase a publicar la "Vida del P. Hoyos", que nunca ha sido impresa,
y comercialmente no parece que sea rentable para una editorial comercial.
Tendría que ser financiada por alguna Institución
o entidad de Valladolid.
Si desea publicar en internet algo
del Venerable P. Hoyos, le puedo decir que yo lo publico con autorización
del P. Ernesto Postigo Pérez, Vicepostulador de la causa
de beatificación del P. Hoyos, a quien habría que
pedirle permiso.
Reciba un atento saludo, Javier
El
padre Hoyos
Bernardo
Francisco de Hoyos (1711-1735) nació en Torrelobatón
(Valladolid) y fue declarado Venerable por Juan Pablo II el 12 de
Enero de 1996. Está considerado como el principal apóstol
de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús
en España y, a pesar de sus pocos años de vida, puede
considerarse un místico extraordinario. No escribió
grandes obras, pues Bernardo de Hoyos falleció a los 24 años,
pocos meses después de su ordenación sacerdotal. Solamente
instrucciones y documentos espirituales, algunos sermones, apuntes,
y varios centenares de cartas, posiblemente más de doscientas
a su director espiritual Juan de Loyola.
Al
fallecer Bernardo de Hoyos en 1735, Juan de Loyola escribió
un manuscrito titulado 'Vida del V. y angelical joven P. Bernardo
Francisco de Hoyos de la Compañía de Jesús'
en el que relata la vida de Bernardo. Comienza por su nacimiento
y primeros años en Torrelobatón (Valladolid), luego
la vida de estudiante en Villagarcía de Campos y en Medina
del Campo, la de estudiante de Teología en Valladolid, su
ordenación sacerdotal, y su fallecimiento pocos meses después.
En
mayo de1733, cuando Bernardo tenía solamente 21 años
y era estudiante de teología en Valladolid, tuvo conocimiento
del culto al Sagrado Corazón de Jesús. Esto escribió
Bernardo: «Yo que no había oído jamás
tal cosa, empecé a leer el origen del culto del Corazón
de nuestro amor Jesús, y sentí en mi espíritu
un extraordinario movimiento fuerte, suave y nada arrebatado ni
impetuoso, con el cual me fui luego al punto delante del Señor
sacramentado a ofrecerme a su Corazón para cooperar cuanto
pudiese a lo menos con oraciones a la extensión de su culto».
Bernardo
de Hoyos pedía que la devoción al Corazón de
Jesús fuese conocida en España, como lo era en Francia
y en otros países, y que hubiese la fiesta del Sagrado Corazón.
Escribió Bernardo: «Dióseme a entender que
no se me daban a gustar las riquezas de este Corazón para
mi solo, sino para que por mi las gustasen otros. Pedí a
toda la Santísima Trinidad la consecución de nuestros
deseos, y pidiendo esta fiesta en especialidad para España,
en que ni aún memoria parece hay de ella, me dijo Jesús:
'Reinaré en España, y con más veneración
que en otras muchas partes'».
El
joven Bernardo quería extender el culto al Sagrado Corazón
en España, en la América española y en todo
el mundo. Ayudó a que se trajeron estampas de Roma, que luego
se imprimieron también aquí. Pidió a su director
espiritual Juan de Loyola que escribiese un libro que se tituló
'Tesoro escondido en el Sacratísimo Corazón de
Jesús', ocupándose Bernardo de recaudar los fondos
necesarios para su impresión (la primera edición del
libro se hizo en Valladolid, en 1734, en la imprenta de Alonso del
Riego, impresor de la Real Universidad). Se enviaron ejemplares
a la casa real, a obispos y arzobispos, y a muchas partes de España
y América. Numerosos obispos y arzobispos concedieron indulgencias
a los que lo leyesen. Fue tal la difusión del libro 'Tesoro
escondido', que en pocos años se hicieron ocho ediciones
en diferentes ciudades.
En
relación a la primera edición del 'Tesoro escondido',
en la que tanto colaboró Bernardo, su director espiritual
Juan de Loyola relata lo siguiente: «Cuando Bernardo de
Hoyos se acercó a comulgar llevando bajo la sotana el primer
ejemplar del libro, (...) preguntó amorosísimo el
Señor al hermano Bernardo qué pedía a su Corazón
en recompensa (....); respondió Bernardo que no pedía
más que la extensión de su celestial culto y sus progresos
en España y en toda la Iglesia. Pero sintiendo que deseaba
el Señor le pidiese todavía alguna gracia especial
para su librito del 'Tesoro', le suplicó humildemente se
sirviese confirmar las gracias e indulgencias que los señores
obispos habían concedido a los que lo leyesen. Oyó
el benignísimo Señor la humilde súplica de
su siervo, y accediendo a ella, le respondió con un rostro
de amor y majestad que su Corazón las confirmaba: mas, que
los que leyesen este librito con buena intención, serían
aprobados de su Corazón; el cual a todos concedía,
entre otros, un don especial: a los pecadores, inspiraciones por
medio de su lectura para salir de su mal estado; a los justos, mayores
gracias y deseos de caminar a la perfección; a los perfectos,
un amor purísimo y ardentísimo a su Corazón,
en el cual sentirían sus deliciosísimas dulzuras».
En
1735, Bernardo de Hoyos enfermó de tifus y tras una corta
enfermedad, falleció en Valladolid el 29 de noviembre de
1735. Actualmente sigue adelante su proceso de beatificación,
y ya se han presentado en Roma los documentos de una curación
instantánea, atribuida a la intercesión del padre
Hoyos.
20-05-09
- El jesuita Bernardo Francisco de Hoyos, será beatificado el
año que viene en Valladolid.
El
arzobispo Ángelo Amato presidirá el acto
|
Beatificación
Padre Hoyos
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|
El
que fuera principal apóstol de la devoción al Sagrado
Corazón de Jesús, el jesuita Francisco Bernardo Hoyos
(1711- 1735), será beatificado el 18 de abril de 2010 en Valladolid,
en una ceremonia que será presidida por el arzobispo prefecto
de la Congregación de las Causas de los Santos, Ángelo
Amato. Será la primera celebración de este tipo en la
historia del arzobispado vallisoletano.
Junto
con la colaboración de la Compañía de Jesús,
el arzobispado de Valladolid es el encargado de organizar los actos
conmemorativos y de difusión de la figura del P. Hoyos. Así,
ya ha presentado el logotipo oficial y la página web (www.padrehoyos.org)
donde se recogen los principales datos de la vida y obra del futuro
beato. Asimismo están a punto de publicarse 2 biografías
del mismo, obras del jesuita Máximo Pérez y de un conocido
historiador de la Compañía de Jesús, Javier Burrieza.
Y está previsto publicar un cómic y reeditar el libro
“El Tesoro Escondido”, primer libro en español sobre
el Corazón de Jesús, redactado a Instancias del futuro
beato. También se va a editar un CD de música con cantos
tradicionales del Corazón de Jesús por parte del coro
diocesano de Valladolid; se está trabajando en la realización
de un nuevo altar dedicado al Padre Hoyos, que quedará ubicado
en el crucero del Santuario de la Gran Promesa y se promoverá
una ruta de peregrinación por los lugares en los que transcurrió
su vida.
Breve
biografía
Bernardo
Francisco de Hoyos nació el 20 de agosto de 1711 en Torrelobatón
(Valladolid). A los 11 años entra en el colegio jesuita de Villagarcía
de Campos. Ingresa en el noviciado que tenía la Compañía
de Jesús en la misma localidad a punto de cumplir los 15. Estudiaría
Filosofía en Medina del Campo y Teología en Valladolid,
donde sería ordenado sacerdote.
Su
vida de fe y amor con Cristo alcanza cotas poco comunes, con un perfil
de vida mística semejante al de otros grandes santos, viviendo
ya con apenas 19 años lo que los teólogos llaman el desposorio
espiritual con Jesús, en el contexto de una vida exterior de
lo más común. Es en ese marco donde hay que situar los
acontecimientos que le suceden en mayo de 1733, cuando Bernardo cuenta
con 21 años: Jesús le introduce en el misterio de su amor
redentor por los hombres y le pide que lo difunda. A ello dedicará
sus energías mientras le dure la vida; muere a los 24 años
víctima del tifus, tan sólo nueve meses después
de su ordenación sacerdotal (el 29 de noviembre de 1975).
Su
proceso de beatificación se introduce en 1895. El actual vicepostulador
de la causa es el jesuita Ernesto Postigo. La curación atribuida
a su intercesión se produjo en 1936 en la persona de Mercedes
Cabezas y es en enero de este año 2009 cuando el Santo Padre
firma el decreto que reconoce esta curación como milagro obrado
por intercesión del P. Hoyos, abriendo la puerta a su beatificación.
07-01-10
- La misión del padre Hoyos
- Fuente:MANUEL
DE UNCITI | SACERDOTE Y PERIODISTA
De
aquí a tres meses mal contados -el 18 de abril del 2010- se escenificará
en Valladolid la ceremonia
de beatificación del poco conocido padre Hoyos. ¡Y la verdad
es que hay poco que conocer en su corta biografía! Tenía
sólo 24 años cuando una epidemia de tifus lo arrancó
de la tierra castellana en la que había nacido. Nueve meses antes
de morir se le confirió el sacramento del Orden, como si el sacerdocio
fuera un premio o un punto más para presentarse ante Dios. ¡Tal
vez pensaron que al joven honrado con unas revelaciones del Sagrado
Corazón de Jesús no se le podía privar de lo que
tanto anhelaba!
El
pequeño pueblo vallisoletano de Torrelobatón meció
su cuna allá por el mes de agosto de 1711. En la pila bautismal
le impusieron los nombres de Bernardo y Francisco. Sus padres se esmeraron
en su educación cristiana. En su formación religiosa,
una novedad: la devoción al Sagrado Corazón de Jesús.
Hacía poco había llegado de Francia y, propagada por los
jesuitas, estaba haciendo furor en todos los países europeos.
Traía un fuerte mensaje de amor de Dios a los hombres, frente
al Jansenismo que lo ponía en cuarentena o, simplemente, lo negaba.
Una joven religiosa de tan sólo 25 años, francesa de la
aldea de Hautecour, con un padre que era juez y notario, se había
hecho su pregonera. La sociedad de su tiempo -incluso en su propio monasterio
de Paray le Monial, histórica construcción cluniacense
del siglo XII- fue poco benévola con ella: la insultó,
la persiguió, se rió de ella, la denunció a las
autoridades jerárquicas. Pero la joven religiosa, Margarita María
de Alacoque, siguió con sus visiones o apariciones. Durante no
menos de dos años. Un famosísimo jesuita, el padre Claudio
de la Colombiere, le echó un capote y las aguas volvieron a su
cauce. La promesa de salvación brindada por el Corazón
de Jesús en favor de los que, durante nueve primeros viernes
de mes consecutivos, se confesaren y comulgaren, conmocionó a
obispos y abades, a sacerdotes y religiosos, a laicos conocidos por
su fervor y. a desgarramantas de vida airada. De norte a sur, de este
a oeste, una como cruzada apostólica recorrió las parroquias
de toda España.
En
este ambiente, nada más puesto en razón que la decisión
del joven Hoyos, de apenas 15 años, de llamar a las puertas del
famoso noviciado de los jesuitas en Villagarcía de Campos. Aquí
estudió las humanidades clásicas. Luego, en Medina
del Campo, filosofía; y por último, en Valladolid
, Sagrada Teología. En todas partes se hizo notar por su piedad
y por las largas horas que pasaba en oración ante el sagrario.
Una
santa envidia -sin que él lo advirtiera demasiado- se le fue
introduciendo en el pecho. Todo lo que se contaba de las apariciones
y promesas del Corazón de Jesús a la religiosa Margarita
María de Alacoque repercutía en su interior. No se consideraba
digno de tanta merced, pero si el deífico Corazón se avenía
a sus ruegos, su contento y su alegría no tendrían término.
¡Una aparición! ¡Una promesa! No por él; sí
por España. ¿Qué otro pueblo podría presentar
credenciales más elocuentes? La nación se había
desangrado -durante siglos- en batallas sin fin contra la morisma para
defender la Cruz. España se había vaciado de sí
misma para llevar el Evangelio a los nuevos pueblos del otro lado de
los mares. Francisco de Xavier, Juan de Zumárraga, Urdaneta,
Anchieta y ¡tantos y tantos más que lo habían entregado
todo por el Reino de Cristo!
¿Cómo explicar lo que pasó entonces? ¿Con
qué palabras describir la quietud, el sosiego, la placidez, la
serenidad de ánimo del jovencísimo Bernardo Javier? Y,
de repente, la Promesa que el Corazón de Jesús encomienda
al jesuita, con el encargo de darla a conocer por doquier. Era más,
¡mucho más!, de lo que había imaginado nunca, de
lo que podría haber soñado. «Reinaré en España
y con más predilección que en muchas otras partes».
No se ponen condiciones de ningún género. Claro que tampoco
se le dice a Hoyos cuándo se realizará esa Promesa y con
qué intensidad. Todo queda un poco vago, impreciso. Sin calendario
alguno, lo que contrasta -y no poco- con la Promesa de los nueve (¡)
primeros meses de mes, consecutivos.
¡Reinaré
en España! ¡Casi nada! ¡Como para llenar de santo
orgullo el pecho de todos los españolitos bien nacidos! ¡Como
para que el 'angelical joven' que es el jesuita Hoyos comience a experimentar
la cercanía de san Juan Evangelista, la de Francisco de Sales,
la de Francisco de Xavier. que se le van haciendo cercanos uno tras
otro o todos a la vez. Es curioso que, entre los amables visitantes,
figure el Evangelista Juan, en cuya festividad la joven Margarita de
Alacoque tuvo la primera aparición del Sagrado Corazón.
También lo es la presencia de Francisco de Sales, fundador de
las monjas de la Visitación, congregación a la que pertenece
la citada Margarita. ¡Y san Francisco de Xavier, apóstol
de las Indias, la personalidad más atrayente de toda la Compañía
de Jesús y dechado y ejemplo para todo jesuita que se precie
de serlo! ¡Demasiadas coincidencias entre la joven religiosa que
se ganará a pulso el remoquete de 'Evangelista del Sagrado Corazón'
y el jesuita Bernardo Francisco, quien se siente llamado a propagar
por toda España y sus colonias la devoción y el culto
al deífico Corazón!
¿Coincidencias?
¡Algo más! Pura emulación. Hoyos, sin pretenderlo,
reproduce en su biografía los rasgos mayores de Margarita María
de Alacoque. Y, entonces,¿qué valor se le pueden conceder
a sus visiones y, sobre todo, a su Gran Promesa? Dos arzobispo de Valladolid,
vascos los dos, fueron los grandes valedores del padre Hoyos y su Gran
Promesa; pero su autoridad interviene a dos siglos de distancia de los
presuntos acontecimientos.
Y
la teología, ¿no tiene nada que decir al respecto? La
elección de un pueblo -el de España, en el caso- por parte
de Dios, ¿no pone en entredicho aquello tan fundamental en las
Sagradas Escrituras de que «Dios no hace acepción de personas»?
24-01-10
- Aurelio García, coordinador del proceso, anima a los vallisoletanos
a participar del acto
Valladolid se prepara con entusiasmo para la beatificación del
Padre Hoyos.
Fuente: Rodrigo
Ortega
|
Aurelio García,
coordinador del proceso, anima a los vallisoletanos a participar
del acto
Valladolid se prepara con entusiasmo para la beatificación
del Padre Hoyos
|
Se
espera la presencia de más de 20.000 fieles de todo el mundo
en la Plaza de Colón de Valladolid
el próximo 18 de abril.
El
próximo 18 de abril, domingo, más de 20.000 personas,
entre fieles y personalidades religiosas, abarrotarán la Plaza
de Colón y la Acera Recoletos de Valladolid,
para celebrar la Beatificación del vallisoletano, natural de
Torrelobatón, Padre Bernardo Francisco de Hoyos, iniciador y
principal apóstol en España de la espiritualidad y devoción
al Corazón de Jesús. «Se trata de un acontecimiento
histórico para Valladolid
y sus pueblos. También para la Diócesis, que nunca ha
celebrado un evento de este tipo, y animo a todos los vallisoletanos
a que participen de él». Son palabras de Aurelio García
Macías, párroco de la Iglesia de Santiago de Valladolid
y coordinador del proceso de Beatificación del Padre Hoyos, quien
afirma que este acto será muy especial y que durante toda la
semana previa se van a realizar numerosas actividades que recordarán
al Padre Hoyos. Entre ellas, un Congreso Internacional sobre su figura
y repercusión en la devoción del Corazón de Jesús
hasta nuestros días, que durará una semana. García
explica que también se llevarán a cabo conciertos y una
proyección audiovisual en el retablo del Santuario Nacional de
la Gran Promesa. Asimismo, avanza que se está trabajando en la
realización de un nuevo altar dedicado al Padre Hoyos, que estará
situado en el crucero del Santuario de la Gran Promesa, y que se promoverá
una ruta de peregrinación por los lugares por los que transcurrió
su vida, como Torrelobatón, donde nació; Villagarcía
de Campos, Medina del Campo y
Valladolid, donde estudió;
y Alaejos, lugar en el que el Padre Hoyos
vivió huyendo de la peste que se desató en aquella época
en Medina del Campo. Además,
según ha podido saber este periódico, se instaurará
la fecha del 29 de noviembre, día en el que murió el Padre
Hoyos en el año 1735, como fiesta en el calendario religioso
para que los fieles le tributen su devoción y recuerdo.
Acto
solidario
El
párroco de la vallisoletana iglesia de Santiago adelanta también
que durante la beatificación se pasará la colecta entre
los asistentes. El dinero recaudado se destinará a Cáritas
para su proyecto «Casa de Acogida Nueva Esperanza», que
ayuda a mujeres gestantes que carecen de ayudas familiares.
García
Macías destaca la importancia de la beatificación para
Valladolid, tanto en el ámbito
cultural, ya que vendrán muchos fieles de la América Hispana
y Filipinas, como económico, debido al número de asistentes
previsto. El párroco reconoce que el Padre Hoyos no es muy conocido
en Valladolid y desea que
los vallisoletanos aprovechasen su beatificación para saber más
de él, «porque el nos lleva a lo fundamental del Evangelio,
que es el amor y la Misericordia de Dios hacia todos, especialmente
hacia los que carecen de amor y los que sufren».
26-01-10
- Inminente Beatificación del P. Bernardo de Hoyos.
Fuente SIC
el 26 de Enero de 2010
Ante
la inminente Beatificación del P. Bernardo Fco. de Hoyos, S.
J., el próximo 18 de abril en la ciudad de Valladolid, España,
la Fundación E.U.K. Mamie ha querido sacar un documental la
Gran Promesa que refleje la riqueza de la vida de este joven Jesuita,
de gran trascendencia por su misión de extender la devoción
al Sagrado Corazón de Jesús en España.
Para
ello se ha contado con la intervención del P. Ernesto Postigo,
S.J., Vicepostulador de la Causa de Bernardo F. de Hoyos, S.J., D. Ricardo
Vargas, Director del Centro Diocesano de Espiritualidad del Corazón
de Jesús y D. Vicente Vara Rector del Santuario de la Gran Promesa.
Bernardo
Fco. De Hoyos nace en Torrelobatón (Valladolid), el año
1711.
A los 10 años de edad es enviado a estudiar al Colegio dirigido
por los Padres Jesuitas en Medina del Campo.
El
joven Bernardo, profundamente atraído por los novicios jesuitas
pide a sus 14 años el permiso paterno para ingresar en la Orden.
Después de 3 meses de insistencia obtiene el permiso, y no sin
dificultades ante la Orden por su sola aparente debilidad, consigue
ser aceptado como novicio jesuita en el año 1726. Entre luchas
y consuelos espirituales pasan los dos años de noviciado llegando
a hacer sus votos.
En
1731 cursa la Teología en el Colegio de San Ambrosio de Valladolid
(hoy actual Santuario internacional de la Gran Promesa). Esta etapa
marcará su vida porque en ella recibirá su gran misión.
El Corazón de Jesús se la confía el 4 de mayo de
1733: Quiero por tu medio, extender la Devoción a Mi Corazón
en toda España.
Desde
entonces no vivirá para otra cosa y empezará por publicar,
con el nombre de Tesoro escondido, el primer libro escrito
en España sobre el Sagrado Corazón. El 14 de mayo recibirá
la Gran Promesa del Corazón de Jesús: Éste
será mi reposo para siempre. Aquí habitaré, donde
he deseado y elegido. Reinaré en España y con más
veneración que en otras partes.
En
enero de 1735 es ordenado sacerdote y ese mismo año, el 29 de
noviembre, morirá prematuramente de tifus a los 24 años,.
Toda
su vida estará marcada por un incansable celo apostólico
y una tiernísima devoción al Sagrado Corazón de
Jesús.
http://eukmamie.org/television/programas/la-gran-promesa
18-02-10
- Más de 20.000 personas asistirán a la beatificación
del Padre Hoyos.
El acto tendrá lugar el próximo 18 de abril.
Fuente: EUROPA
PRESS | VALLADOLID
|
Imagen
del Padre Hoyos. / EL NORTE
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Alrededor
de 50 obispos y cardenales, entre 700 y 1.000 sacerdotes y unos 20.000
fieles participarán en la ceremonia de beatificación del
jesuita Bernardo de Hoyos, que tendrá lugar en el Paseo Central
del Campo Grande de Valladolid
el próximo 18 de abril y que contará con la colaboración
del Ayuntamiento y de la Diputación Provincial.
El
acto consistirá en una Eucaristía en la que el nuevo arzobispo
de la Diócesis de Valladolid,
que aún no ha sido nombrado, solicitará al legado papal,
Monseñor Angelo Amato, la beatificación del Padre Hoyos
y posteriormente se leerá una carta del Papa Benedicto XVI redactada
para esta celebración.
Tras
la lectura de la misiva de Su Santidad se realizará una procesión,
aunque en esta ocasión sin reliquias, como es habitual en estos
procedimientos, dado que los restos del futuro beato se perdieron, por
lo que sólo se portarán algunos presentes como una carta
original que envió el Padre Hoyos al misionero Pedro Calatayud.
Desde
el Centro Diocesano de Espiritualidad recordaron que para la celebración
de este acto se había barajado la Catedral como sede, pero explicaron
que allí no caben más de 3.000 personas y que de este
modo se podría abrir a todos aquellos que quieran participar.
Por
ello, dado el emplazamiento al aire libre, se ha tenido que diseñar
un presbiterio para la ocasión que será abierto y con
una escalinata con el objetivo de "definir un espacio en el que
los asistentes no se pierdan nada de lo que pasa". Además,
se instalarán pantallas gigantes en diversos puntos cercanos
al lugar de la celebración.
Los
organizadores manifestaron además que el acto será retransmitido
en directo por Castilla y León Televisión y que La 2 de
Televisión Española hará una conexión en
directo para toda España a las 10.30 horas.
Por
su parte, el alcalde de Valladolid,
Francisco Javier León de la Riva, señaló que el
Ayuntamiento hará las aportaciones que sean posibles dada la
situación actual, aunque aseguró que desde la Administración
local pondrán a disposición de los ciudadanos el Paseo
Central del Campo Grande, la base del escenario, el vallado del recinto
y los servicios de Policía, Limpieza, Protección Civil
y Cruz Roja.
León
de la Riva afirmó que "espera que esta aportación
se vea complementada por la Diputación y por la Junta de Castilla
y León ", pero reconoció estar todavía pendiente
de conocer "qué papel jugarán" dichas instituciones.
Además, hizo un "llamamiento a la prudencia" porque
la situación "no está para muchas alegrías",
por lo que no pudo concretar la cantidad que aportará desde el
Consistorio.
Asistencia
de personalidades al congreso
Pero
además, según explicó el director del Centro Diocesano
de Espiritualidad de Valladolid,
Ricardo Vargas, este no será el único acontecimiento en
honor de Bernardo de Hoyos, ya que durante toda la semana anterior al
acto, entre el 11 y el 17 de abril, se celebrará en la ciudad
el 'Congreso internacional del Corazón de Jesús', que
será inaugurado por el cardenal arzobispo emérito de Sevilla,
Carlos Amigo.
En
el Congreso participarán también importantes personalidades
del mundo eclesiástico como el arzobispo emérito de Valladolid,
José Delicado Baeza, el arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez,
o el propio arzobispo prefecto del a Congregación para las causas
de los santos, Angelo Amato, entre otros.
También
contará con la presencia de personas procedentes de otros campos
como el investigador del a Universidad de Valladolid Javier Burrieza,
el actor y productor mexicano Eduardo Verástegui o el secretario
del Instituto Histórico San Josemaría Escrivá de
Roma, Luis Cano.
Según
aseguró Ricardo Vargas, de las 300 plazas abiertas para el Congreso,
que "no sólo está dirigido a teólogos y religiosos,
sino a todos los cristianos de a pie que quieran asistir", se han
cubierto ya el 20% desde que se abrió el plazo de inscripción
el pasado lunes.
El
Padre Hoyos
Durante
la presentación del acto de beatificación se hizo además
un breve recorrido por la vida de Bernardo de Hoyos (1711-1735), un
jesuita que "aunque sólo vivió 24 años los
vivió a tope", según aseguró el Padre Postigo,
ya que dedicó su vida a "difundir la espiritualidad del
Corazón de Jesús".
El
Padre Hoyos nació en la localidad vallisoletana de Torrelobatón,
realizó sus estudios en Medina
del Campo y en Villagarcía de Campos para posteriormente
trasladarse a Valladolid a
estudiar Teología.
El
14 de mayo de 1733 recibió la gran promesa del Corazón
de Jesús, y fue entonces cuando predicó por toda España
a través de cartas y de misioneros espirituales, hasta publicar
su libro 'El tesoro escondido' en torno a este tema.
En
1735 falleció de tifus a los 24 años, y ya en 1895 comenzó
el proceso de beatificación, que tuvo que ser detenido en diversas
ocasiones por las "condiciones políticas" hasta que
el 22 de abril de 1936 se produjo la curación instantánea
de Mercedes Cabezas gracias a la intercesión del Padre Hoyos,
que en 2009 fue reconocido como milagro por el Papa Benedicto XVI.
19-02-10
- Valladolid recibirá el 18 de abril a 20.000 fieles para la
beatificación de Bernardo de Hoyos
Será el primer acto multitudinario del nuevo prelado de Valladolid,
al que asistirán 50 obispos y casi mil sacerdotes.
Fuente: EL
NORTE | VALLADOLID
|
Víctor
Castaño, director del Congreso de Teología
del Corazón de Jesús; Aurelio García,
coordinador del proceso de beatificación; el administrador
de la Archidiócesis Félix López Zarzuelo;
Ricardo Vargas, director del Centro de Espiritualidad, y
Vicente Vara, rector del santuario de Valladolid. :: N.
G,-EFE
|
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BERNARDO
DE HOYOS
Joven jesuita. Bernardo de Hoyos (Torrelobatón 1711-1735)
fue un jesuita que sólo vivió 24 años,
pero dedicados a «difundir la espiritualidad del Corazón
de Jesús». Estudió en Medina
del Campo y en Villagarcía de Campos, para cursar
después Teología en Valladolid.
Predicación. El 14 de mayo de 1733 recibió
la gran promesa del Corazón de Jesús y fue
entonces cuando predicó por toda España por
carta y misiones. Falleció de tifus en 1735.
Beatificación. El proceso se inició
en 1895, pero tuvo que ser detenido en diversas ocasiones
por las «condiciones políticas» hasta
que el 22 de abril de 1936 se produjo la curación
instantánea de Mercedes Cabezas, una joven salmantina
de 23 años que padecía un tumor y curó
instantáneamente, después de rezar y pedir
la intercesión del padre Bernardo de Hoyos para su
curación. En el 2009 fue reconocido como milagro
por el Papa Benedicto XVI.
|
|
Será
el primer acto multitudinario del nuevo arzobispo. El 18 de abril. En
el Paseo Central del Campo Grande. Ante 20.000 fieles. Acompañado
por 50 obispos y cardenales. Junto a casi mil sacerdotes. Valladolid
se prepara ya para celebrar la ceremonia de beatificación del
jesuita Bernardo de Hoyos con una Eucaristía en la que el nuevo
arzobispo solicitará al legado papal, monseñor Angelo
Amato, la beatificación del Padre Hoyos. Posteriormente, se leerá
una carta del Papa Benedicto XVI redactada para esta celebración,
según explicaron ayer los responsables del comité organizador
de este evento. Una vez leída la misiva, se realizará
una procesión, aunque en esta ocasión sin reliquias, como
es habitual en estos procedimientos, dado que los restos del futuro
beato se perdieron, por lo que sólo se portarán algunos
presentes como una carta original que envió el Padre Hoyos al
misionero Pedro Calatayud, informa Europa Press.
Desde
el Centro Diocesano de Espiritualidad recordaron que para la celebración
de este acto se había barajado la Catedral como sede, pero explicaron
que allí no caben más de 3.000 personas y que de este
modo se podría abrir a todos aquellos que quieran participar.
Pantallas
gigantes
Por
ello, dado el emplazamiento al aire libre, se ha tenido que diseñar
un presbiterio para la ocasión -abierto y con una escalinata-
con el objetivo de «definir un espacio en el que los asistentes
no se pierdan nada de lo que pasa». Además, se instalarán
pantallas gigantes en diversos puntos cercanos al lugar de la celebración
y se descubrirá un tapiz realizado por una novicia de Castilla
y León para este acontecimiento. Aunque éste será
el acto central de la beatificación de este jesuita (será
retransmitido por televisión), durante la semana anterior tendrán
lugar en Valladolid hasta
30 actos (supondrán un coste total para la diócesis de
45.000 euros), entre los que cabe destacar la celebración de
un congreso internacional de teología, entre el 11 y el 17 de
abril, que será inaugurado por el cardenal arzobispo emérito
de Sevilla, Carlos Amigo, con la ponencia 'El Corazón de Jesús
y la Divina Misericordia'.
Para
el viernes 16 de abril está programada la presentación
del espectáculo audiovisual del retablo del Altar Mayor de la
Basílica de la Gran Promesa y el sábado 17 de abril, a
las 23.00 horas, arrancará una vigilia de oración con
jóvenes presidida por el obispo de Coria-Cáceres, Francisco
Cerro Chaves.
22-03-10
- UN JOVEN VALLISOLETANO A LA GLORIA DE LOS ALTARES
- ERNESTO POSTIGO | BIÓGRAFO DEL PADRE HOYOS
El
18 de abril todos los vallisoletanos tenemos una cita. A las diez y
media de la mañana, en una solemne liturgia, el joven de 24 años
Bernardo de Hoyos subirá a la gloria de los altares. El delegado
del Santo Padre para este acontecimiento, monseñor Angelo Amato,
lo declarará beato.
Es
la primera beatificación que tiene lugar en los cuatrocientos
años de historia de nuestra diócesis. La vida de Bernardo
de Hoyos está estrechamente unida con la devoción al Sagrado
Corazón. Cuando viajas a Río de Janeiro y te encuentras
con el Cristo del Corcovado, cuando clavas la vista en la imagen que
corona la torre de nuestra catedral, cuando divisas el Cristo del Otero
al atravesar Palencia... o, simplemente, cuando al llamar a una casa,
te encuentras en la puerta una placa del Corazón de Jesús,
todo eso tiene su origen en el joven Bernardo de Hoyos.
Desde
el antiguo Colegio de San Ambrosio, hoy santuario nacional de la Gran
Promesa, este joven desencadenó un movimiento de amor al Corazón
de Cristo que iría creciendo con los siglos.
¿Quién
fue Bernardo de Hoyos? Un joven jesuita nacido en Torrelobatón
en 1711. Hizo sus estudios en tres colegios de la Compañía
de Jesús: Medina del Campo,
Villagarcía y Valladolid.
Fue en nuestra ciudad donde se le manifiesta el Señor y lo elige
para ser el 'apóstol de su Corazón' en España.
Era el 3 de mayo de 1733 cuando Bernardo recibió esta 'misión'.
Desde
entonces no vivirá para otra cosa. Si Lenin decía: «Yo
vivo las veinticuatro horas del día para la revolución»,
Bernardo de Hoyos las viviría para Jesucristo. Su vida no tuvo
otro sentido sino dar a conocer a los españoles la bondad del
Corazón de Dios.
Bernardo
de Hoyos vivió hace tres siglos. Su entorno cultural, social
y político fue muy diferente del nuestro. Sin embargo, su vida
puede ser un modelo para la juventud actual. Yo diría que el
resplandor de Bernardo no está en lo externo de su vida, sino
en lo interior de ella.
Este
joven de 24 años es modelo para una 'nueva' juventud. Bernardo
tuvo un ideal en su vida y ese ideal la llenó de sentido. La
vida se hace bella cuando hay una gran tarea que realizar en ella. «Los
años arrugan la piel, la falta de ideales arruga el alma»
-decía el General Mac Arthur. Bernardo tuvo un ideal: dar a conocer
el Amor apasionado de Cristo. Por él luchó hasta la extenuación.
Para
una juventud desencantada, Bernardo representa la necesidad de un ideal
por el que vivir y por el que luchar. Resultan demasiado amargas las
palabras de aquel joven francés que acabó suicidándose
y en cuyos pantalones vaqueros se encontró esta frase: «Vivre...pour
quoi?» (Vivir, para qué...?)
La
rica personalidad de Bernardo de Hoyos puede ser un espejo y un estímulo
para muchos de nuestros jóvenes. Su creatividad fue impresionante.
Colocado frente a una tarea nada fácil, estudia la situación
y elige los medios para llevarla a cabo. Publicará libros, grabados,
novenas... Contactará con personas que asuman con él la
gran tarea a realizar. Bernardo fue un pionero de su tiempo: trabajará
en equipo. Sabe alentar, orientar y dirigir a sus compañeros,
siendo el más joven del grupo.
Otra
faceta interesante de Bernardo de Hoyos es que nunca improvisa. Tiene
muy clara la meta a conseguir y escoge los medios más eficaces
para lograrla. Planifica con Dios y realiza con los hombres.
Bernardo
es el hombre que vive intensamente el presente. Se da a fondo a lo que
tiene que hacer en cada momento, como si no existiera nada más.
Para él cada hora consta de sesenta minutos y los exprime hasta
el fondo.
Estudia
las dificultades y las afronta con lucidez y coraje. Jamás tira
la toalla. Quizás lo más característico de Bernardo
fue su tenacidad. Sin haber leído el 'Libro Rojo' de Mao (que
vendría dos siglos más tarde), Bernardo cumplió
al pie de la letra una de sus más célebres frases: «Luchar.
Volver a luchar si se pierde. Seguir luchando aunque sólo seas
previsible la derrota. Luchar una y otra vez hasta alcanzar la victoria.»
Este
es el joven que el próximo 18 de abril subirá a los altares.
Un joven, «orgullo de nuestra tierra» y cuyas actitudes
y valores pueden ser un «revulsivo» para una juventud amorfa
y desencantada, y al mismo tiempo, un «estímulo»
para una juventud que busca dar sentido a su vida y quemarla por algo
que merezca la pena. Esa es su grandeza y su actualidad.
22-03-10
- La senda de la santidad del padre Hoyos
Carmen Cabezas, la hermana de la joven enferma a la que curó
el padre Hoyos, relata cómo sucedieron los hechos por los que
será beatificado el próximo 18 de abril
|
Carmen Cabezas, detrás
de un retrato de su hermana, sanada milagrosamente. ::
M. BARROSO
|
|
No
se le ha borrado la imagen ni una sola vez desde aquel 22 de abril de
1936. Carmen Cabezas, de 84 años, lo tiene grabado a fuego en
su mente. Sus padres, sus otros cinco hermanos y ella misma rodeaban
la cama esperando a que su hermana Mercedes descansara en paz. Llevaba
meses enferma, presa de un tumor en el vientre de al menos cinco kilos
que engullía su vida lentamente. Pero aquella tarde su hilo de
voz se fue apagando, su piel palidecía por momentos y su mirada
yacía perdida en la habitación de la vivienda familiar
de San Cristóbal de la Cuesta (Salamanca). «Mi hermana
se moría», confiesa. El párroco del pueblo le dio
el sacramento de la extremaunción y los murmullos de las oraciones
de la novena que la familia venía realizando al padre Hoyos sonaban
ahora más desgarradores que nunca.
BIOGRAFÍA
DE BERNARDO DE HOYOS
Nace en Torrelobatón
en 1711.
Estudia con
los jesuitas en los colegios de Medina del Campo y Villagarcía.
En 1726 ingresa en la Compañía de Jesús.
En 1731 cursa
Teología en el colegio San Ambrosio de Valladolid (hoy
el santuario nacional de la Gran Promesa).
El 4 de mayo
de 1733 le confía el Señor la misión de su
vida: extender por toda España el culto y devoción
a su Corazón.En enero de 1735 es ordenado sacerdote.
En junio de
1735 celebra en persona la primera novena pública del Sagrado
Corazón.
Muere prematuramente
de tifus el 29 de noviembre de 1735. Tenía 24 años.
BIOGRAFÍA
DE MERCEDES CABEZAS
Nace en San
Cristóbal de la Cuesta el 19 de diciembre de 1919. Sus
padres son agricultores. Tiene 6 hermanos.
En 1929 es
sometida a una operación difícil como consecuencia
de la grave enfermedad que padecía. No obtiene resultados.
El 22 de abril
de 1936 queda total e instantáneamente curada de sus dolencias
por intercesión del padre Hoyos.
En 1937 se
dedica a las obras de piedad y al apostolado.
En 1940 está
decidida a consagrarse a la vida religiosa.
En 1949 comienza la fundación de las Madres Operarias.
Fallece el
30 de septiembre de 1993 en Santander. |
Eran
los terceros ejercicios devotos que los Cabeza Terrero dirigían
a Bernardo de Hoyos, un jesuita de Torrelobatón fallecido en
1735 a quien rogaban desesperadamente la salvación de su hija.
Y he aquí el milagro. Cuando todos pensaban que la muerte había
hecho ya presa, y su padre, incluso, mandó cerrar un ojo que
había dejado abierto, Mercedes Cabeza, de 24 años de edad,
se incorporó en la cama y acertó a pronunciar: «Estoy
curada, Dios existe». «Y así se obró la curación
milagrosa, porque no había ninguna solución médica
a su enfermedad», lanza Carmen con una tranquilidad pasmosa en
su voz.
Han
pasado 74 años, esta octogenaria era entonces tan solo una niña
de 10 años, pero no se cansa de rememorar una y otra vez el pasaje.
Lo cuenta desde la residencia de las Operarias Misioneras de Salamanca
-congregación fundada por su hermana-, desde la perspectiva cristina
en la que fue educada, pero desde la objetividad de quien presenció
una curación «que ningún médico pudo justificar
en la ciencia». «Todos sabíamos que había
sido un milagro, porque incluso la barriga, que la tenía como
una embarazada por el tumor, desapareció de repente y no expulsó
nada por ninguna vía natural, pero evidentemente la Iglesia tiene
la última palabra». Y la ha tenido. En enero del 2009 el
Papa Benedicto XVI reconoció el milagro, atribuido desde un primer
momento al padre Hoyos. Años de investigaciones, testimonios
y certificados médicos.
Al
fin, este jesuita que se convirtió en el primer apóstol
del Corazón de Jesús en España, será proclamado
el próximo 18 de abril como nuevo beato de la Iglesia católica
en el Paseo Central del Campo Grande. Será un acto multitudinario
(se esperan unas 20.000 personas) que para Carmen Cabezas, única
superviviente junto a uno de sus hermanos de aquel pasaje, supondrá
«una satisfacción muy grande». «Nosotros rezamos
la novena porque un jesuita amigo de mi hermana le dijo que lo hiciéramos,
que el padre Hoyos la iba a curar. Rezamos la primera y no mejoró,
con la segunda novena incluso empeoró, pero al comenzar la tercera
fue cuando ocurrió todo gracias a la perseverancia de la oración»,
añade esta octogenaria.
'La
Monjita'
La
vivienda de los Cabeza Terrero se transformó en cuestión
de minutos en un santuario de peregrinación de vecinos del pueblo
y de municipios cercanos. Acudieron en masa para comprobar lo ocurrido.
Mercedes, la dulce joven apodada 'la Monjita', la niña que sustituyó
las muñecas por los juegos de altares, recibía a los curiosos
sentada en la cama, con el rostro «alegre y risueño»,
hablando sin parar con una inusual rapidez y con una conversación
sin rumbo.
«Así
estuvo tres horas. Me acuerdo que habló de la fe, de la guerra
que iba a haber ese año, de la Iglesia y, sobre todo, recuerdo
que hablaba con alguien a quien decía: 'No andes tan deprisa,
que soy pequeña y no te puedo seguir'. Nos imaginamos que debía
de hablar con Jesucristo», prosigue Carmen.
La
maquinaria eclesiástica se puso entonces en funcionamiento para
demostrar que el padre Bernardo de Hoyos había curado el tumor
a esta joven de San Cristóbal de la Cuesta. El doctor Cacho,
el médico del pueblo que atendió a Mercedes de su enfermedad,
declaró que en su presencia «se levantó de la cama
y empezó a hablar en un estado casi místico, lleno de
energía» y que «con gran sorpresa el tumor había
desaparecido y la enferma decía que sentía una sensación
de bienestar que nunca antes había tenido». Así
ha quedado reflejado en la 'Positio' de beatificación y canonización,
que recoge en más de 150 páginas las declaraciones de
testigos, pruebas médicas y demás documentos que han corroborado
lo acontecido aquel 22 de abril de 1936. La propia Mercedes escribió
en 1989 una carta al rector del santuario nacional de la Gran Promesa
en la que aseguraba lo siguiente: «Todavía vivo después
de 53 años y puedo decirle que del antiguo tumor no tengo síntomas».
Falleció
en 1993, a los 82 años, «porque se le acabó la vida
de anciana, tuvo fallos en el corazón y en el organismo»,
especifica su hermana. El doctor Basilio Gutiérrez manifestó
en su certificado de defunción que la muerte no tuvo relación
«con una enfermedad que padeció en su juventud».
El
padre Hoyos había obrado su milagro. Quedaba aprobado por la
Iglesia, aunque hay al menos «cinco o seis más» atribuidos
a este jesuita vallisoletano. «Pero había que centrarse
en uno, y evidentemente éste es claro, porque en 1936 a esta
mujer le cerraron los ojos pensando que había fallecido y en
1989 gozaba de un buen estado de salud».
Lo
asegura Aurelio García, delegado de Liturgia y miembro de la
comisión para la beatificación, fiel conocedor de la vida
y obra de este sacerdote.
La
beatificación del próximo 18 de abril será la primera
que se celebre en Valladolid «y una de las primeras en España»,
puntualiza Aurelio García. Bernardo de Hoyos será beatificado
en un rito en el que estará presente el legado pontificio, monseñor
Angelo Amato, prefecto de la Congregación para la Causa de los
Santos.
Ahora
bien, será un acto atípico en cuanto a que no existirán
reliquias de este jesuita fallecido en 1735. No han aparecido. «Sabemos
que le enterraron en la actual iglesia de San Miguel, pero cuatro años
después expulsan a la Compañía de Jesús
y sus conventos quedan desiertos, se vacían las tumbas porque
hay una corriente antijesuita y dos sacristanes cogieron las reliquias,
pero no sabemos qué hicieron con ellas», añade el
delegado de Liturgia.
02-04-10
- Bernardo Hoyos, una espiritual vida cinematográfica en DVD
Torrelobatón acoge el domingo el estreno de un filme sobre el
apóstol del Corazón de Jesús, que será beatificado
el día 18
- LORENA SANCHO | VALLADOLID.
Desde
su nacimiento en Torrelobatón hasta su prematura muerte en Valladolid,
prestando especial atención a la Gran Promesa que recibió
del Señor y a la difusión del Corazón de Jesús.
Los 24 años de vida y espiritualidad de Bernardo de Hoyos, el
jesuita que el próximo 18 de abril será beatificado en
Valladolid, han quedado reflejados en un documental que acaba de lanzar
al mercado en DVD la productora católica de radio y televisión
NSE Producciones. Se trata de un audiovisual que, bajo el título
'Confidente del Corazón de Jesús. Padre Bernardo de Hoyos',
se estrenará el próximo domingo, 4 de abril, en el centro
cultural de Torrelobatón, municipio natal de este sacerdote que
subirá a los altares tras recibir la atribución de un
milagro ocurrido en 1936 en San Cristóbal de la Cuesta (Salamanca),
donde Mercedes Cabeza, una joven que padecía un tumor, fue curada
inexplicablemente tras el rezo de tres novenas al Padre Hoyos.
El
documental recoge así un resumen de la vida de este jesuita,
enriquecido con los testimonios de expertos en su vida y espiritualidad,
como el vicepostulador de la causa de beatificación, Ernesto
Postigo; el del monseñor Francisco Cerro Chaves, antiguo director
del Centro Diocesano de Espiritualidad del Corazón de Jesús
y actualmente obispo de Coria-Cáceres, y el de Carmen Cabeza,
la hermana de la joven sanada con el milagro. «El mensaje es muy
actual, nos habla de un joven que descubre un amor más grande,
el amor de Dios. Y en el amor descubre la necesidad de hacer el bien
a sus hermanos. Invita a la reflexión, a meditar dónde
se encuentra la verdadera felicidad del hombre», explica la hermana
Alejandra Longo, de NSE Producciones, productora que busca difundir
«valores, la cultura y las tradiciones» y que en el caso
del Padre Hoyos vio una oportunidad «para rescatar la figura de
un joven español que a simple vista transcurrió muy tranquila
y silenciosa, pero que movió toda España».
El
documental ha sido grabado en los principales lugares que recorrió
el nuevo beato, desde su nacimiento en Torrelobatón hasta su
muerte en Valladolid, pasando por Medina del Campo o Villagarcía,
donde cursó sus estudios. Lugares que, según explicó
la hermana Alejandra Longo, se han «volcado» con la grabación,
brindando todo tipo de facilidades, «mostrando el alma hospitalaria
y acogedora del pueblo castellano». De ahí que hayan optado
por que su estreno sea el domingo en la localidad natal de Bernardo
de Hoyos, aunque los días anteriores a su beatificación
será proyectado en otras parroquias, centros de cultura y colegios.
El DVD se puede adquirir en la web www.testimonio.net al precio de 8
euros. «Es una vida apasionante que ningún vallisoletano
se debe perder. Le devolverá a sus raíces. Es una cita
con la historia. Una historia con sabor a Castilla y León»,
concluye Alejandra Longo.
Colegio
San José
Los
valores que en poco tiempo difundió este joven jesuita se han
querido transmitir en el Colegio San José, de la Compañía
de Jesús, que ha destinado una hora de clase a explicar a los
alumnos la devoción al Sagrado Corazón. Para ello, dos
novicios han impartido charlas sobre la persona del Padre Hoyos, en
las que también han proyectado imágenes con el sistema
Power Point. El responsable de Pastoral del centro, Ignacio Sexma, explica
que el colegio ha abierto un plazo de inscripción para padres,
alumnos y profesores que quieran acudir juntos «como colegio»
a la primera beatificación que acogerá Valladolid, que
tendrá lugar el día 18 en el Paseo Central del Campo Grande,
y en la que se espera que acudan 20.000 personas.
15-04-10
- Una ruta recrea los lugares que marcaron la vida del Padre Hoyos
*
El recorrido pasa por Torrelobatón, Medina del Campo, Villargarcía
de Campos y Valladolid.
* La beatificación de Hoyos se celebrará el domingo, 18
de abril
Carolina
Becoechea / Rtvcyl.es·
No salió
de Valladolid, pero su mensaje y su devoción al Corazón
de Jesús dieron la vuelta a mundo. Tres siglos después
de su muerte, la Asociación Cultural Bernardo Hoyos recrea en
una ruta los lugares que marcaron la vida de este jesuita vallisoletano.
Un recorrido al pasado por Torrelobatón, Medina del Campo, Villargarcía
de Campos y Valladolid capital.
Dicen de
él quienes han estudiado su figura, que Bernardo de Hoyos fue
una persona perseverante, comprometida y audaz. En un país que
hasta entonces miraba con miedo a Dios, este joven novicio descubrió
el "amor de Cristo" y dedicó toda su vida a su divulgación.
Sus padres
le pusieron obstáculos cuando, con tan sólo 10 años,
anunció su intención de ser jesuita. También se
los puso la Compañía de Jesús cuando quiso ingresar
como novicio por ser, como detalla el rector de la Basílica 'Santuario
de la Gran Promesa', Vicente Vara, una persona "un poco débil",
aunque sólo físicamente.
Al final
lo aceptaron. Y, tras estudiar en los colegios de Medina del Campo y
Villagarcía de Campos, sus pasos se dirigieron a Valladolid.
Este fue su último destino, donde estudió Teología
y recibió la Promesa. Hoyos la defendería hasta su muerte,
en 1735, poco después de ser ordenado sacerdote con tan sólo
24 años.
18-04-10
- Un joven jesuita, enamorado de Dios
*
Miles de personas asistirán a la beatificación del Padre
Hoyos en Valladolid. Javier Burrieza | Valladolid
|
El
Padre Bernardo Francisco de Hoyos, en plena adoración
al Corazón de Jesús.
|
|
La
diócesis de Valladolid está a punto de vivir uno de los
acontecimientos más solemnes de su historia, en los últimos
cuatrocientos catorce años de existencia. Todo ocurrirá
este domingo, después de que haya tomado posesión el nuevo
arzobispo Ricardo Blázquez: será la beatificación
del jesuita del siglo XVIII, Bernardo Francisco de Hoyos, apóstol
de la devoción del Sagrado Corazón de Jesús. Su
casa natal, en 1711, se encuentra en la localidad de Torrelobatón.
Tras las primeras letras, estudió la gramática latina
?a segunda enseñanza de entonces?en los colegios dirigidos por
los jesuitas de Medina del Campo y Villagarcía, este último
también noviciado. Precisamente, en este espacio comenzó
a "probarse" para ser miembro de la Compañía
de Jesús desde el verano de 1726, prolongándose el periodo
por espacio de dos años.
Desde
el principio sus devociones se unieron a la fama de importantes experiencias
místicas, algunas de ellas comunicadas a Juan de Loyola, su director
espiritual ?l cual iba a ser también su biógrafo? Su segundo
periodo de formación, la filosofía y teología en
siete años, discurrió entre Medina y el colegio de San
Ambrosio de Valladolid ?ctual Centro Diocesano de Espiritualidad? Será,
allí, como estudiante, cuando en abril de 1733, recibió
una carta del también jesuita, Agustín de Cardaveraz.
Éste
necesitaba que Hoyos le facilitase, para un sermón que tenía
que predicar en Bilbao, las páginas que había escrito
el jesuita francés, Joseph Gallifet sobre la institución
de las fiestas del Corpus y del Corazón de Jesús y que
se encontraba en la biblioteca del colegio. Aquel encargo le condujo
a Hoyos, a conocer esta obra y temática, creyendo desde entonces
que él debería contribuir, todo lo que pudiese, a la difusión
de la devoción del Corazón de Jesús en España,
tan importante ya en Francia, tras las revelaciones que había
recibido la monja salesa Margarita María de Alacoque, hija espiritual
de los jesuitas, especialmente de Claudio de La Colombière.
La
más famosa de las experiencias espirituales comunicadas por Hoyos
será la del 14 de mayo de 1733, en la cual se produjo la célebre
"Gran Promesa". Poco podía hacer un estudiante de teología
en el campo de la predicación, por lo que Hoyos se sirvió,
en aquellos momentos, de misioneros populares para predicar; de su maestro
Juan de Loyola para escribir y publicar el libro Tesoro Escondido en
el Sacratísimo Corazón de Jesús; de la fundación
de las congregaciones; del modo de llegar a través del confesor
real hasta las personas de los Reyes de España, los primeros
borbones procedentes de aquella Francia que había visto expandir
esta devoción anteriormente; la difusión a través
de estampas y manuales que llegasen a los principales conventos, con
la presencia de una iconografía e imágenes características;
y la intercesión de los obispos españoles para conseguir
del Papa un oficio y una misa propios para esta fiesta.
La
vida del que fue considerado "apóstol del Sagrado Corazón
de Jesús" fue una existencia breve. Había recibido
las distintas órdenes que le convertían en sacerdote el
2 de enero de 1735 de manos del obispo de Valladolid. Concluidos los
estudios de teología, Bernardo de Hoyos fue enviado al colegio
de San Ignacio de esta ciudad, donde iba a realizar la tercera probación,
antes de emitir los votos solemnes dentro de la Compañía.
Había concluido su mes de Ejercicios Espirituales cuando comenzó
a sufrir una grave enfermedad, con altísima temperatura, temiéndose
que se tratase de las difundidas fiebres tifoideas.
El
jesuita, ya sacerdote, murió a los 24 años, en pleno olor
de santidad, como se percibía en aquel barroco católico
ligeramente ilustrado, siendo enterrado en la iglesia del citado colegio
de San Ignacio, templo en el que su cuerpo todavía no ha sido
encontrado.
Su
vida fue breve pero 'plagada' de pequeños detalles como por el
ejemplo la cura milagro de Mercedes Cabezas, acto que le ha ayudado
a ser beatificado.
18-04-10 - Apóstol
de la devoción al Sagrado Corazón
La experiencia que vivió en 1733 el joven jesuita de Torrelobatón
marcaría a fuego divino el porvenir religioso de la capital del
Pisuerga
- ENRIQUE BERZAL DE LA ROSA | VALLADOLID.
«Vosotros
sentisteis gravitar sobre vuestras almas la tradicional historia de
esta Ciudad, de esta diócesis, que en su primer escudo tiene
como primer blasón el Corazón Divino; vosotros percibisteis
claramente el no extinguido eco de las palabras de Cristo Jesús
a su siervo y compatriota vuestro, Venerable Bernardo de Hoyos, anunciándole
el reinado de su predilección en España».
Así
se dirigía a sus fieles, en julio de 1923, en sentida y célebre
alocución pastoral, el irrepetible arzobispo de Valladolid Remigio
Gandásegui, con ocasión de los festejos que acompañaron
a la inauguración de la estatua del Sagrado Corazón como
remate de la torre de la Catedral.
Uno
de tantos fastos corazonistas dirigidos a preconizar la magnífica
campaña que, al hilo del segundo centenario de la revelación
ocurrida en 1733 al padre Bernardo de Hoyos, inspiraría la creación
del Santuario Nacional de la Gran Promesa en el mismo lugar donde aquélla
ocurrió.
Porque
lo que aquel año experimentó el joven jesuita de Torrelobatón
marcaría a fuego divino el porvenir religioso de la capital del
Pisuerga. El citado Gandásegui, como tantos otros obispos, como
tantos otros fieles, como tantos y tantos clérigos, lo interpretó
a modo y manera del catolicismo de la época: amenazado por el
laicismo galopante, los fastos derivados del recuerdo de la 'Gran Promesa'
al padre Hoyos significaban mucho más que un mero festejo religioso.
No
había duda: en medio de aquel panorama de galopante secularización,
Valladolid, según la ideología predominante entre la jerarquía
eclesiástica, estaba llamada a jugar un papel destacado en la
instauración del reinado del Sagrado Corazón en España.
Y todo a raíz de lo ocurrido en mayo de 1733 en el colegio de
San Ambrosio.
Hoy
mismo, la ciudad del Pisuerga se convertirá en el epicentro de
la Iglesia católica, confluencia esplendorosa de la devoción
corazonista en el mundo. La beatificación del padre Bernardo
Francisco de Hoyos, principal apóstol del Sagrado Corazón
de Jesús en nuestro país, supondrá la culminación
de uno de los episodios religiosos más célebres de la
cristiandad.
Nacido
en la localidad vallisoletana de Torrelobatón el 20 de agosto
de 1711, era hijo del matrimonio formado por Manuel de Hoyos, secretario
del Ayuntamiento, y la medinense Francisca de Seña.
La
honda religiosidad de su entorno explica no sólo las razones
de su nombre compuesto (Bernardo, por haber nacido el día después
de la fiesta de san Bernardo de Claraval, y Francisco Javier, por la
talla de madera que presidía la parroquia), sino también
el destino de sus primeros estudios: los colegios jesuitas de Medina
del Campo y Villagarcía de Campos.
El
manuscrito 'Vida del V. y angelical joven P. Bernardo Francisco de Hoyos
de la Compañía de Jesús', redactado por su director
espiritual, padre Juan de Loyola, da cuenta del carácter de aquel
joven estudiante vallisoletano llamado a hacer historia:
«Era
muy puntual a las confesiones y comuniones, que los estudiantes de nuestras
aulas de Gramática practican todos los meses, y recibía
con suma docilidad los buenos consejos de sus maestros, cuando exhortaban
a sus discípulos a la devoción a María Santísima
Señora Nuestra, a la frecuencia de los Sacramentos, a evitar
toda culpa aunque fuese venial, y a los demás ejercicios virtuosos
que inspiran los maestros a sus discípulos al tiempo mismo que
les enseñan las letras».
Admitido
con 14 años en el noviciado que la Compañía de
Jesús tenía en aquella última localidad, tras cumplir
los 17 emitió los llamados votos simples perpetuos. El apóstol
español del Sagrado Corazón de Jesús cursó
Filosofía en el colegio de los Santos Pedro y Pablo de Medina
del Campo antes de comenzar, en 1731, Teología en el Colegio
vallisoletano de San Ambrosio.
Curiosamente,
en aquellos momentos contrastaba el vigor de la devoción corazonista
en países como Polonia y Francia con el desconocimiento generalizado
que se vivía en España.
El
auge francés se derivaba de las visiones experimentadas a finales
del siglo XVII por María Margarita de Alacoque, monja del convento
de las Visitadoras de Paray-le-Monial, a quien el mismo Cristo se le
había aparecido con el corazón abierto en forma de llamas.
Pero
volvamos a aquel joven que se quemaba las cejas estudiando Teología
en el Colegio vallisoletano de San Ambrosio. Ni por asomo presagiaba
lo que a punto estaba de ocurrirle cuando, a principios de mayo de 1733,
recibió una carta de su amigo Agustín Cadaveraz, sacerdote
y profesor de Gramática en Bilbao. En ella le solicitaba la copia
de diversos fragmentos del libro 'De cultu Sacratissimi Cordis Iesu',
del padre José Gallifet, con objeto de preparar un sermón
para la octava del Corpus.
Fue
en ese momento, poco después de tomar el libro de la biblioteca
y sentarse en su habitación para copiar los párrafos aludidos,
cuando experimentó sensaciones nunca antes conocidas. «Sentí
en mi espíritu un extraordinario movimiento fuerte, suave y nada
arrebatado ni impetuoso, con el cual me fui luego al punto delante del
Señor sacramentado a ofrecerme a su Corazón para cooperar
cuanto pudiese a lo menos con oraciones a la extensión de su
culto», plasmó en su diario.
A
la mañana siguiente, 4 de mayo de 1733, sucedió el hecho
que cambiaría su vida: «Adorando [
] al Señor
en la hostia consagrada le dijo clara y distintamente que quería,
por su medio, extender el culto de su Corazón sacrosanto para
comunicar a muchos sus dones», leemos en la citada 'Vida' de Juan
de Loyola.
Mas
la revelación definitiva, la que ha dado la vuelta al mundo y
se ha hecho consustancial al Colegio de San Ambrosio, hoy Santuario
Nacional, aconteció diez días después, 14 de mayo
de 1733. Acababa de comulgar cuando, en pleno presbiterio, «dióseme
a entender que no se me daban a gustar las riquezas de este Corazón
para mí sólo, sino para que por mí las gustasen
otros. Pedí a toda la Santísima Trinidad la consecución
de nuestros deseos, y pidiendo esta fiesta en especial para España,
en que ni aun memoria parece hay de ella, me dijo Jesús: 'Reinaré
en España, y con más veneración que en otras muchas
partes'».
Entregado
de lleno al apostolado del Sagrado Corazón en España,
en compañía de su director espiritual y del citado Cadaveraz
pergeñó el plan, desde la difusión a través
de publicaciones, estampas, misiones populares y novenas, hasta lograr
la implicación en esta misma empresa de la Compañía
de Jesús, de la jerarquía católica española
y de la misma familia real. Se unieron en la tarea los padres Pedro
de Peñalosa, Pedro de Calatayud, Francisco Javier Idiáquez
y Juan Lorenzo Jiménez. Los frutos llegaron temprano. Además
de ganarse para la causa a figuras de peso de la Compañía,
el vallisoletano incentivó la redacción, por parte de
su director espiritual, de la obra 'Tesoro escondido en el Sacratísimo
Corazón de Jesús', dirigida a difundir el culto y publicada,
con acreditado impacto, en octubre de 1734.
Con
inaudita celeridad, Bernardo y los suyos pusieron las bases de la devoción
corazonista en España. Repartieron estampitas, celebraron la
primera novena pública en el Colegio de San Ambrosio, predicaron
en las misiones populares, incentivaron la fundación de las primeras
cofradías del Corazón de Jesús, por mediación
del arzobispo de Burgos lograron implicar al resto de prelados para
que solicitaran al Papa Benedicto XIII la instauración de la
fiesta del Sagrado Corazón, e hicieron otro tanto con el rey
Felipe V a través de su confesor, el jesuita escocés padre
Clerk. De ahí que en pocos años, el culto se extendiera
notablemente. «De aquí volaron las centellas de este fuego
sagrado por toda España, y en menos de tres años que aún
no se cuentan desde el día en que se descubrió este tesoro
escondido, no hay provincia, reino ni ciudad apenas de nuestra ínclita
nación que no haya recibido con piadoso aplauso y sagrado empeño
la devoción al Corazón de Jesús», señalaba
Juan de Loyola en alusión a las visiones de Bernardo de Hoyos
y su inmediata repercusión.
Ordenado
sacerdote el 2 de enero de 1735, el de Torrelobatón celebró
su primera misa en el Colegio de San Ignacio, hoy parroquia de San Miguel,
en la festividad de Reyes de ese mismo año.
Abandonó
el Colegio de San Ambrosio en octubre para iniciar la llamada 'Tercera
Probación' en otro colegio que la Compañía tenía
en Valladolid. Pero no pudo terminarla: el tifus desbarató su
salud y terminó con su vida. Era 29 de octubre de 1735. Tenía
tan solo 24 años. Cuentan que sus últimas palabras fueron:
«¡Oh, qué bueno es habitar en el sagrado Corazón
de Jesús!».
Impulsado
su proceso de beatificación en 1895 y retomado en 1930, la investigación
histórica resultó aprobada en 1961. 35 años más
tarde, Juan Pablo II leía el decreto que declaraba heroicas las
virtudes del ya venerable Bernardo de Hoyos.
El
milagro atribuido al de Torrelobatón, consistente en la curación,
el 22 de abril de 1936, en la localidad salmantina de San Cristóbal
de la Cuesta, de la joven Mercedes Cabezas, desahuciada por los médicos
a causa de un tumor, fue reconocido en el 2008 por la Congregación
para las Causas de los Santos.
El 16 de enero del 2009, Benedicto XVI firmó el decreto que reconoce
el citado milagro y admite la beatificación que tendrá
lugar hoy.
18-04-10
- La cuna que meció al beato
Torrelobatón, el pueblo natal de Bernardo de Hoyos, custodia
la pila donde fue bautizado y la casa donde nació, posible museo
sobre su vida.
- LORENA SANCHO | VALLADOLID.
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José
María Gil abre la vivienda en la que nació
el padre Hoyos. :: L. S.
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Lo
atestigua una placa que el Ayuntamiento colocó sobre la fachada
de piedra en su nombramiento como hijo predilecto de la localidad: 'Aquí
nació el 21 de agosto de 1711 el P. Francisco Bernardo de Hoyos'.
También el libro de bautismos da fe de que el 5 de septiembre
de ese mismo año recibió el sacramento en la pila bautismal
de la localidad. Y por si fuera poco, el atrio de la iglesia luce una
inscripción que sus últimos familiares le dedicaron en
el segundo centenario de su nacimiento, en 1911. En las estribaciones
de los Montes Torozos, Torrelobatón, el pueblo que vio nacer
al beato, es un constante recuerdo hacia su vecino más ilustre.
Máxime en el año de su beatificación, en el que
su principal reclamo turístico, el castillo, está abocado
a permanecer a la sombra de este acontecimiento histórico. «Estamos
empezando a notar que viene gente preguntando por el Padre Hoyos, sobre
todo porque les suena lo de la casa». Habla José María
Gil, párroco de la localidad y vecino de ésta desde 1980,
que accede con gran disposición a mostrar los motivos que este
municipio de medio millar de habitantes conserva sobre el apóstol
del Corazón de Jesús.
De
la casa parroquial a la iglesia de Santa María hay un paso. El
templo recibe a los fieles con dos arcos de volteo de medio punto que
van desde la cabecera hasta los pies de la iglesia. Aquí, en
los pies, un improvisado expositor de venta recoge los artículos
de comercialización relacionados con la beatificación.
«Se venden sobre todo en la oficina de turismo, pero aquí
se exponen para que la gente los conozca», aclara el sacerdote,
que dirige sus pasos directamente hacia la pila bautismal, estos días
presidida por un cartel anunciador de los actos del 18 de abril. «Aquí
fue bautizado», dice el párroco. Ocurrió el 5 de
septiembre de 1711 y así lo recoge la página del libro
de bautismo que cuelga de una pared, en la que especifica además
que Bernardo de Hoyos era hijo del secretario del Ayuntamiento, Manuel
de Hoyos, y de Francisca de Seña, natural de Medina del Campo.
Justo
en el lado opuesto, un retablo expone el Corazón de Jesús,
pero no aparece solo, está junto con el de la Virgen María.
Lo alumbra la luz natural que atraviesa directamente una vidriera de
mediados del siglo XX que recoge el momento de la revelación
del Señor a Bernardo de Hoyos. «Aquí en Torrelobatón
siempre ha habido devoción al Corazón de Jesús.»
Lo dice con conocimiento de causa. Los nueve días anteriores
al último domingo de junio se celebra la tradicional novena en
honor al Sagrado Corazón. «Y sí que viene gente,
sí», apostilla. El cancionero recoge entonces el himno
del padre Hoyos, que en una de sus estrofas dice así: «Jesús
le dice: 'Soy de Bernardo', Bernardo dice: 'Soy de Jesús'.
Más
solo quiero que me regales con las espinas y con la cruz, pues por la
herida me estás diciendo que de ese modo me amaste tú».
La
casa natal
Las
huellas del padre Hoyos en su localidad natal perpetúan con un
sabor añejo en la casa que le vio nacer. En la fachada se puede
leer la placa que acredita su llegada al mundo en este lugar. José
María abre el portón de doble hoja e invita a pasar a
un zaguán arreglado para las visitas. «Esto es lo que normalmente
solemos enseñar, porque el resto de cuartos están muy
mal.» Dos conachos y un aplique de barro lo ornamentan en una
estampa con sabor a pasado. «Desde este agujero salía una
cadena con la que se abría el portón desde el dormitorio»,
explica José María, que se apresura a abrir las ventanas
de otros cuartos para mostrar las estancias en las que se crió
Bernardo de Hoyos hasta que, con diez años, comenzara sus estudios
en Medina del Campo. Destaca una especie de fregadero de piedra junto
a una ventana. Fuera, junto a la pared, se levanta una losa de algo
más de un metro de altura «que evitaba la aparición
de humedad».
En
el interior, los tabiques de las habitaciones están agujereados
por las catas que hace unos años se realizaron para conocer el
estado de conservación de los pilares. El tejado, con tramos
prácticamente hundidos, se salvó entonces con una pequeña
inversión, aunque no fue suficiente para consolidar una vivienda
de grandes dimensiones y una gran superficie de terreno que no pasa
desapercibida para el visitante. «El que viene por arte, le gusta
la iglesia, pero al que le atraen otras cosas más sentimentales,
la casa tiene una cierta entidad», manifiesta José María.
El
Arzobispado, junto con la Compañía de Jesús, tiene
ahora intención de ponerse manos a la obra en la restauración
y consolidación de la vivienda. Aurelio García, miembro
de la comisión para la beatificación del padre Hoyos,
asegura que la idea es promover una exposición permanente de
la vida de este jesuita que murió con sólo 24 años
y cuyos restos no han sido encontrados. «Yo he oído decir
que en la Capilla de San José, la que hay junto a la entrada
de la iglesia, podría estar enterrado algún familiar»,
dice el párroco, aunque la investigadora Teresa Melón
confirma este enterramiento.
18-04-10
- Bernardo Francisco de Hoyos
- AURELIO GARCÍA MACÍAS
| DELEGADO DE LITURGIA EN VALLADOLID
Si
hace meses hubiera aparecido este nombre en alguno de nuestros periódicos
locales, muchos vallisoletanos no habrían sabido identificar
la persona a la que nos referimos en el título. Es evidente que
Bernardo Francisco de Hoyos ha pasado varios siglos desconocido por
sus propios paisanos. Sin embargo, la celebración de su beatificación
el domingo 18 de abril del 2010 en la ciudad de Valladolid ayudará
a recuperar la memoria de uno de los vallisoletanos más insignes
de nuestra historia.
Nació
Bernardo en Torrelobatón el 20 de agosto de 1720. Allí
vive su infancia educado en una familia cristiana y en contacto con
la vida social del pueblo. A los diez años le llevan a casa de
unos tíos en Medina del Campo para estudiar como externo en el
Colegio de los Santos Pedro y Pablo de la Compañía de
Jesús.
Tal
era su deseo de aprender que, al escuchar que en Madrid hay uno de los
mejores colegios de la época -el famoso Colegio Imperial, regentado
por los jesuitas-, se escapa en un burro hasta la capital de la Corte
y al encontrarlo allí un tío suyo lo devuelve a Torrelobatón.
Sin embargo, sus padres advierten la personalidad de su hijo y deciden
esmerarse en su educación. Es entonces cuando lo ingresan en
el Colegio que tenían los jesuitas en Villagarcía de Campos.
Poco
a poco, el ejemplo de los novicios de Villagarcía va calando
en Bernardo hasta que decide seguir también él el camino
marcado por san Ignacio de Loyola.
Pero
ha superar dos grandes obstáculos. En primer lugar, necesita
la autorización de sus padres, que se niegan durante unos meses
por considerarlo muy joven para tomar tal decisión. Finalmente
acceden a su propósito. En segundo lugar, cuando él pensaba
que los obstáculos estaban despejados recibe la negativa de los
superiores de la Compañía de Jesús. ¿Por
qué? Le consideraban débil de salud para afrontar los
rigores del noviciado. Es verdad que Bernardo tenía una contextura
física endeble, sin embargo demostró la fortaleza de su
espíritu y su tenacidad ante las contrariedades durante toda
su vida. Gracias a la amistad con un anciano jesuita que vivía
en la casa, logró convencer a sus superiores y entró en
el noviciado en 1726 sin haber cumplido todavía los 15 años.
Los años de noviciado en Villagarcía son un tiempo determinante
para profundizar en la vida espiritual y en el conocimiento de sí
mismo; hasta que en 1728 comienza el trienio de estudios filosóficos
en el Colegio jesuítico de Medina del Campo.
Son
años de estudio y pruebas interiores. El informe secreto que
envían sus superiores a Roma le define como 'ingenium sane perspicax',
que traducía el cardenal Marcelo González Martín
como 'inteligencia sanamente perspicaz'. No en vano, sus profesores
le eligieron a él para defender las tesis públicas al
final de curso. Sin embargo, frente a la brillantez en sus estudios
sufre la mortificación interior de la vanidad humana, la vaciedad
de las cosas del mundo, incluso el aparente desprecio de sus superiores.
Terminados los años de filosofía en Medina del Campo,
inicia el cuatrienio de estudios teológicos en el Colegio de
San Ambrosio de Valladolid. Aparentemente tiene una vida normal, es
un seminarista como todos, cumplidor del orden diario&hellip
Sin
embargo, una circunstancia aparentemente casual cambiará su vida.
En abril de 1733 recibe una carta de su amigo el padre Agustín
de Cardaveraz pidiéndole que leyera un libro de la biblioteca
y que tomara unas notas para su predicación en la novena del
Corpus Christi en Bilbao. Así lo hace, y al leer el libro descubre
«un tesoro escondido» para él: la devoción
al Corazón de Jesús, ya conocida en Francia, Italia, Alemania
y Polonia. En un ambiente de espiritualidad jansenista que predicaba
el temor a Dios, el creer por miedo al castigo de Dios&hellip descubre
el amor de Dios, manifestado en el símbolo del 'corazón'
de Cristo, que sufre misericordiosamente por salvar a los hombres. Entregado
a estas reflexiones, el día de la Ascensión de 1733, después
de comulgar, estando en la capilla del Colegio, él mismo explica
que recibe una revelación, una misión, una promesa. Cristo
le ha mostrado el misterio de su Corazón misericordioso para
que difunda esta devoción en España; más aún,
aunque es la nación que conoce más tardíamente
esta devoción, sin embargo será donde más arraigue
y se extienda.
Ésta
es la interpretación que hacen sus biógrafos de la Gran
Promesa: «Reinaré en España con más veneración&hellip».
Desde
entonces dedica todo su tiempo y energías a la propagación
de esta devoción al amor de Jesucristo, manifestado en su Corazón
traspasado. Con otros cuatro jesuitas organizan un plan para extender
este «tesoro escondido y desconocido»: escriben a los conventos
de religiosas, a los obispos de España y a la familia real, envían
estampas del Sagrado Corazón de Jesús por todos los rincones
de la península, convencen a los jesuitas que van de misiones
populares para que prediquen al pueblo de Dios sobre esta devoción
y funden cofradías del Sagrado Corazón de Jesús,
escriben el libro 'Tesoro escondido'. Bernardo dedica todo el año
1734 a cumplir la misión recibida.
El
2 de enero de 1735 es ordenado presbítero en el actual palacio
de Fabio Nelli, entonces sede el obispo vallisoletano. Durante esos
meses prepara la primera novena pública del Corazón de
Jesús, que tendrá lugar en el mes de junio en Valladolid,
con una gran afluencia de fieles. Al final del verano surge una epidemia
de tifus en Valladolid. Bernardo comienza el Año de la Tercera
probación, vive en el Colegio de San Ignacio y debe hacer el
mes de ejercicios espirituales ignacianos. Pero, al final de la primera
semana se siente mal, tiene fiebre muy alta. Le aconsejan acostarse
enseguida; sin embargo él quiere celebrar misa primero y posteriormente
se acuesta. Catorce días después muere víctima
del tifus a los 24 años. Es enterrado en la capilla del Colegio
de San Ignacio (actual Parroquia de San Miguel) y su fama de santidad
era bien conocida por los vallisoletanos contemporáneos.
Los
avatares de la historia retrasaron esta merecida beatificación:
la expulsión de los jesuitas de España, las dos guerras
mundiales y la guerra civil española&hellip hasta que finalmente
el Papa Benedicto XVI, tras el examen minucioso de su vida, los rigurosos
informes del milagro, la consulta a los cardenales&hellip decretó
su beatificación en enero del año 2009 y su celebración
en la ciudad de Valladolid el 18 de abril del 2010.
19-04-10
- Y la silla, de casa
Fieles, jesuitas y seguidores del Sagrado Corazón de toda España
se sumaron a la celebración -
V. M. VELA / L. M. DE PABLOS
| VALLADOLID.
Juana
Juan, vecina de Nava del Rey, lo tenía todo bien preparado. Organizadito.
Hasta el último detalle. Incluso se había acercado a Medina
del Campo para comprarse una silla plegable. Y al final, que si la prisas,
que si el autobús que se va, que si esto o que si lo otro, al
final Juana se da cuenta de que «¡anda! que me dejado la
silla en casa». Y ante grandes males, soluciones perfectas. Juana
se acercó hasta el piso de una conocida en la calle Miguel Íscar,
le contó lo que le había pasado y salió de allí
con una silla grande, enorme, de madera y paja. Mucho más pesada
que la de sus compañeras, «pero en la que estoy divinamente».
Cómoda como ella sola.
La
de Juana fue sólo una de las cientos de sillas que plantaron
ayer los fieles en la Acera de Recoletos. Asientos de cartón
y desmontables, de plástico y de playa, bancos corridos y taburetes.
Todos válidos para seguir -sentaditos y cómodos- la ceremonia
de beatificación del padre Hoyos. Lástima que no todos
pensaran en ello (no se les ocurrió, por ejemplo, a las cinco
hermanas de las Siervas del Evangelio, de La Victoria) y muchos tuvieron
que conformarse con seguir la ceremonia de pie o de puntillas para poder
ver mejor el altar o alguna de las pantallas gigantes instaladas por
la organización. Y buenos eran también para ganar comodidad
unos cajones de cartón que llevaban trece de las hermanas de
la Cruz de Arca Real (dos no pudieron acudir). Ya los usaron en el 2003
en una canonización y tienen pensado volver a utilizarlo en la
beatificación de una hermana suya, la madre María de la
Purísima, en la Maestranza de Sevilla el próximo 18 de
septiembre.
Y
no sólo sillas, sino también paraguas (que afortunadamente
no se tuvieron que desplegar) o bolsas térmicas con la comida.
«Tortillita y filetes» se trajeron los madrileños
del grupo de oración del Corazón de Jesús, para
pasar mejor la mañana. No fueron los únicos grupos procedentes
de otras provincias. Llegaron también parroquianos de la iglesia
de San Cristóvo de Morentán en Arbo (Pontevedra), de la
diócesis de Toledo, de Oviedo o Cantabria. Pero sobre todo vallisoletanos,
de la capital y de la provincia. Con una representación especial
de los vecinos de Torrelobatón, localidad natal del nuevo beato.
Fletaron tres autobuses para acompañar la subida a los altares
de su vecino ilustre y los grupos de danzas de la localidad participaron
además en los últimos minutos de la celebración.
22-04-10
- Cuatro parroquias celebrarán misas de acción de gracias
por la beatificación de Hoyos -
LORENA SANCHO | VALLADOLID.
Las
parroquias de Santa María, en Torrelobatón; Santiago,
en Medina del Campo; San Miguel
y la Basílica de la Gran Promesa, en Valladolid,
celebrarán durante las próximas semanas una misa de acción
de gracias por la beatificación del padre Bernardo de Hoyos,
que tuvo lugar el pasado domingo en una multitudinaria ceremonia que
estuvo presidida por el Prefecto para la Congregación de las
Causas de los Santos, Ángelo Amato.
Según
informaron desde la comisión para la beatificación del
Padre Hoyos, la primera eucaristía de este tipo, que se celebrará
en los lugares representativos de la vida del beatificado, tendrá
lugar el próximo sábado en la parroquia de Santiago,
de Medina del Campo, donde el
nuevo beato estudió Filosofía. Al día siguiente
le tocará el turno a la de San Miguel, en Valladolid,
donde el primer apóstol del Corazón de Jesús fue
enterrado tras su muerte a los 24 años de edad, aunque sus restos
no han aparecido.
Torrelobatón,
el pueblo que le vio nacer, hará lo propio el 1 de mayo, sábado,
a las 18.00 horas, con una celebración en la que está
prevista la participación de representantes del arzobispado y
de la Compañía de Jesús, así como miembros
de la comisión para la beatificación. «Vamos a procurar
tener representación en cada una de estas misas», precisó
el director del Centro de Espiritualidad de Valladolid y componente
de la citada comisión, Ricardo Vargas.
Finalmente,
la Basílica de la Gran Promesa, donde tuvieron lugar las revelaciones
del Corazón de Jesús, celebrará la misa de acción
de gracias el 7 de mayo.
Además, una semana después, el 14 de mayo, con motivo
del aniversario de la Gran Promesa, la Basílica acogerá
«algún acto especial» aunque aún no está
definido, según añadió Vargas.
Durante
el presente mes de abril, el retablo de la Gran Promesa acoge además
la proyección de un audiovisual sobre la vida del Padre Hoyos
y su vinculación con el Santuario Nacional.
20-08-10 - Casa natal del Padre Hoyos
Peregrinación al lugar que alumbró un beat
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Casa natal del Padre Hoyos |
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La beatificación del Padre Hoyos atrae hasta Torrelobatón a un mayor número de visitantes que se interesan por su casa natal. 'Aquí nació Bernardo Francisco de Hoyos el 21/08/1711, nombrado hijo predilecto de este pueblo el 21/08/2009 y beatificado el 18/04/2010'. Ésta es la inscripción con la que cualquier visitante que se acerque a Torrelobatón se encuentra poco antes de alcanzar el casco urbano. Aparece recogida en un cartel de grandes dimensiones que el Ayuntamiento, encabezado por su alcaldesa, Natividad Casares, colocó poco después de que este jesuita fuera beatificado en una ceremonia multitudinaria el pasado mes de abril, la primera que acogió Valladolid y con la que se reconocía su intercesión en la curación «milagrosa» de una joven en San Cristóbal de la Cuesta (Salamanca).
Desde este acontecimiento religioso, son numerosas las excursiones de peregrinación que han contabilizado en la oficina de turismo municipal (al menos 15) a las que hay que sumar las visitas de familias o personas que acuden de forma individual. «Se ha notado bastante, hay gente que viene preguntando por la casa del Padre Hoyos», comenta la alcaldesa.
¿Qué es lo que buscan en el municipio natal del apóstol del Corazón de Jesús? Principalmente su casa, el lugar donde nació en 1711. Aunque el edificio se encuentra en un estado precario, conserva algunos detalles originales, como un fregadero de piedra que en la parte exterior dispone de una losa de algo más de un metro de altura que evitaba las humedades en esta parte de la casa. Si bien, la visita se suele limitar al zaguán o recibidor del que salen las distintas puertas que comunican con el resto de estancias, pues es el lugar mejor conservado de la vivienda.
Las huellas del Padre Hoyos en Torrelobatón continúan en la iglesia de Santa María. Aquí se encuentra la pila donde fue bautizado el 5 de septiembre de 1711. De la pared del habitáculo que alberga la pila cuelga una copia del libro de bautismo que ofrece además otros datos, como que su padre era el secretario del Ayuntamiento y que su madre era natural de Medina del Campo. Es más, según los estudios efectuados por la investigadora Teresa Melón, algunos de los familiares del Padre Hoyos están enterrados en la Capilla de San José, junto a la entrada de la iglesia. Las reliquias del beato, en cambio, no han aparecido.
Mañana se cumplirán 299 años del nacimiento de este joven jesuita que difundió la devoción al Corazón de Jesús. La Asociación que lleva su nombre ha impulsado una ruta que partirá del Santuario de la Gran Promesa, en Valladolid, para visitar después el Castillo de Torrelobatón, la vivienda natal y celebrar una posterior misa en la iglesia. La comida la celebrarán en Villagarcía, lugar donde el joven Bernardo Hoyos cursó sus estudios.
Al margen de su vinculación con el beato y los múltiples símbolos relacionados con el Corazón de Jesús, la arquitectura de la iglesia de Santa María es digna de una visita específica. La nave principal está separada de las laterales por dos arcos de descarga o volteo de 36 metros de altura, que suele llamar la atención del visitante por su forma inversa. Destaca además el retablo mayor, que consta de banco, dos cuerpos, tres calles, dos entrecalles y remate, atribuido, entre otros autores, a Inocencio Berruguete. Es la única iglesia que se mantiene en pie de las tres que atesoró Torrelobatón, pues las de San Pedro y Santiago se encuentran en ruinas.
04-09-11 - El arzobispo bendice la imagen del Padre Hoyos de Torrelobatón
La obra ha sido adquirida recientemente gracias a la colaboración de todos los vecinos.
LAURA NEGRO | VALLADOLID/TORRELOBATÓN.
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El arzobispo bendice la iamgen del Padre Hoyos. /Rosa Sandoval
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La Asociación Cultural Bernardo F. de Hoyos, en colaboración con la parroquia de Torrelobatón, organizó para la jornada de ayer 3 de septiembre una excursión para celebrar el 300 aniversario del nacimiento del Padre Hoyos, por los municipios vallisoletanos en los que transcurrió la vida del beato: Medina del Campo, Tordesillas, Villagarcía de Campos, que culminó en Torrelobatón.
En esta localidad el Arzobispo de Valladolid D. Ricardo Blázquez ofició junto con 8 sacerdotes, una solemne misa en honor al jesuita Bernardo F. de Hoyos, quien fue beatificado en abril de 2010, y en cuya homilía destacó lo más importante de la vida de este ilustre torreño.
El Arzobispo bendijo la imagen recién estrenada del Padre Hoyos, que la parroquia ha adquirido recientemente gracias a la colaboración de todos los vecinos y alabó también la vidriera recién colocada en el baptisterio de la iglesia de Santa María, donde fue bautizado el 5 de septiembre de 1711.
La imagen salió en procesión ayer por primera vez, acompañada de la talla dedicada al Corazón de Jesús, hasta la casa natal del jesuita Bernardo de Hoyos, para la cual se está realizando un proyecto con la intención de que sea acondicionada como área museística.
02-12-11 - Torrelobatón homenajea al Padre Hoyos y rinde culto a la nueva imagen
LAURA NEGRO | TORRELOBATÓN.
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Imagen del beato. :: L. NEGRO
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El pueblo de Torrelobatón rindió culto el pasado martes a su beato e hijo predilecto de la villa, Bernardo F. de Hoyos, con una eucaristía en la iglesia parroquial de Santa María con motivo de su festividad, y que culminó con el canto final del himno del Padre Hoyos, cuyo autor es Manuel Lizárraga.
El pasado año, tras la beatificación del jesuita, el Vaticano instauró esta fiesta el 29 de noviembre, coincidiendo con la fecha de su muerte. La eucaristía fue oficiada por el párroco de la localidad, José María Gil, y estuvo presidida por la imagen del Padre Hoyos, que el pueblo acaba de adquirir, y que fue bendecida por el arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, el pasado mes de septiembre. Los fieles acudieron también a una novena celebrada en los días anteriores en honor del beato, nacido en Torrelobatón en 1711 y al que los vecinos tienen gran devoción. Por la tarde, el Ayuntamiento reunió a los vecinos para visionar un vídeo sobre la beatificación tras el cual, se invitó a los asistentes a un chocolate.
El padre Hoyos entró a los 11 años en el colegio jesuita de Villagarcía de Campos, ingresó en el noviciado a punto de cumplir los 15 años y estudió Filosofía en Medina del Campo y Teología en Valladolid, donde fue ordenado sacerdote. Desde los 19 años se dedicó a extender por España el culto al Corazón de Jesucristo. Falleció a los 24 años a causa del tifus.
23-08-13 - Torrelobatón celebra el 302 aniversario del nacimiento y bautismo del Padre Hoyos
La peregrinación de devotos comenzó en la Iglesia del Santuario de Valladolid
LAURA NEGRO | VALLADOLID
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Celebraciones en Torrelobatón. / Laura Negro
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Un año más, Torrelobatón se vistió de fiesta ante el 302 aniversario del nacimiento y bautismo de su hijo predilecto, Francisco F. de Hoyos, beatificado en abril de 2010.
La solemne celebración, organizada por la Asociación Cultural Bernardo F. de Hoyos, dió comienzo ayer con una peregrinación de devotos que tuvo como lugar de partida la Iglesia del Santuario de Valladolid, y transcurrió por Medina del Campo y Villagarcía de Campos, dos de las localidades más importantes en la vida de este Jesuita.
En Medina del Campo los participantes visitaron la parroquia de Santiago, el museo de las ferias, el Palacio Real Testamentario de Isabel la Católica y el Castillo de la Mota. Desde allí acudieron a una comida de hermandad en Villagarcía de Campos.
Por la tarde, ya en Torrelobatón, tras visitar el Centro de Interpretación de la historia comunera, se celebró una misa en honor. La ceremonia estuvo presidida por el padre Ernesto Postigo, vicepostulador de la causa de beatificación del Padre Hoyos y José María Gil, párroco de Torrelobatón. Acto seguido se dió paso a una procesión, en la que sacaron a hombros la imagen del Padre Hoyos, bendecida en 2011, por el arzobispo de Valladolid, D. Ricardo Blázquez, y que fue costeada por la parroquia de la localidad y por la mayor parte de los vecinos.
La procesión dirigió sus pasos hasta la casa natal del Padre Hoyos, donde los grupos de danzas locales “El Carro” y “Nuevas Raíces”, representaron los lazos más típicos del folclore torreño, en honor al ilustre vecino y beato de Torrelobatón.
10-03-2020 - Los municipios de la Ruta del Padre Hoyos se unen para promocionar su patrimonio y recursos turísticos y religiosos
Los municipios vallisoletanos que forman parte de la Ruta del Padre Hoyos --Alaejos, Medina del Campo, Villagarcía de Campos, Torrelobatón y Valladolid-- se han unido para potenciar esta iniciativa y promocionar a través de ella su patrimonio y sus recursos turísticos y religiosos.
VALLADOLID, 10 (EUROPA PRESS)
Los municipios vallisoletanos que forman parte de la Ruta del Padre Hoyos --Alaejos, Medina del Campo, Villagarcía de Campos, Torrelobatón y Valladolid-- se han unido para potenciar esta iniciativa y promocionar a través de ella su patrimonio y sus recursos turísticos y religiosos.
Representantes de estos municipios y de la Asociación Padre Hoyos han dado a conocer este martes en el Palacio de Pimentel, sede de la Diputación de Valladolid, las novedades de esta ruta que a partir de ahora ofrecerá en exclusiva la provincia de Valladolid.
La diputada provincial de Empleo, Desarrollo Económico, Turismo y Participación, Nuria Duque, ha resaltado el "valor" que desde 2008 este peregrinaje aporta a los municipios que forman parte de la ruta.
Por su parte, el presidente de la Asociación Padre Hoyos, José María Gil, ha señalado el incremento de visitantes que se ha logrado en los últimos años, sobre todo procedentes de fuera de la provincia de Valladolid, para participar en una ruta que permite conocer "cómo se vivía en el siglo XVIII", época del beato.
La ruta comienza en su localidad de origen, Torrelobatón, donde se puede visitar su Casa Natal o la parroquia de Santa María, donde fue bautizado. La alcaldesa de este municipio, Natividad Casares, ha defendido el "nexo" que supone el Padre Hoyos para que estos municipios puedan difundir sus recursos turísticos, culturales y religiosos.
El recorrido continúa en Medina del Campo, a través de la parroquia de Santiago y del convento de las Madres Carmelitas. El Padre Hoyos vivió una década en la Villa de las Ferias, donde estudió en el colegio de San Pedro y San Pablo, centro educativo en el que años antes estuviera San Juan de la Cruz. Desde Medina se presentó en Madrid a lomos de un burro y en tan solo dos días, para sorpresa y admiración de todos, porque quería estudiar en el Colegio Imperial. DE MEDINA A ALAEJOS
El siguiente municipio al que conduce la ruta es Alaejos, con un recinto urbano declarado Bien de Interés Cultural en el que los peregrinos podrán visitar las parroquias de Santa María y San Pedro. Bernardo y sus compañeros estuvieron en la localidad para curarse de la peste que asoló Medina en otoño de 1730, como ha recordado Gil, quien ha recordado aquel episodio para compararlo con la situación que se vive actualmente con el coronavirus.
La penúltima estación es en Villagarcía de Campos (con la Colegiata de San Luis, la parroquia de San Pedro y capilla del noviciado), municipio donde el joven Bernardo estudió y compartió con otros estudiantes la posada antes de decidirse a entrar en el noviciado para ser jesuita.
El concejal de Cultura de este municipio, Jesús de la Iglesia, ha subrayado la importancia del turismo religioso para unos municipios como el suyo afectados por la despoblación.
La ruta concluye en Valladolid y recorre los pasos de Bernardo en el Colegio de San Ambrosio (actual Centro de Espiritualidad, Santuario y Capilla de la Congregación), fachada de la residencia universitaria Colegio de la Santa Cruz, Palacio de Fabio Nelli, Convento de San Joaquín y Santa Ana, Convento de Madres Carmelitas de Santa Teresa y parroquia de San Miguel y San Julián.
A Valladolid llegó en septiembre de 1731 y en el antiguo colegio de San Ambrosio descubrió la devoción al Corazón de Jesús. Se ordenó sacerdote en el Palacio de Fabio Nelli y dijo su primera misa en San Miguel, donde vivió sus últimos meses, murió y fue enterrado.
29-11-2021 - Beato Bernardo Hoyos.
Profundiza en la Devoción al Sagrado Corazón de Jesús y la difunde, gracias a un amigo sacerdote que ha de predicar sobre el Amor Eucarístico el Día del Corpus.
Las almas buenas viven en continuo trato con el Señor como lo hizo Santa Teresa de Jesús, o también Santa Clara, por poner algunos ejemplos, esperando siempre su Venida hasta que Él vuelva. Hoy celebramos al Beato Bernardo de Hoyos, quien intimó con el Señor cumpliendo aquello que decía la Santa abulense sobre la Oración “que consistía en hablar largos ratos con Quien sabemos nos ama”. Natural de Torrelobatón en Valladolid, nace en el año 1711.
Su nombre completo es Bernardo Francisco. El motivo de llamarse así es dada la Devoción que tenían en su familia, de un lado a San Bernardo de Claraval, reformador del Císter; y, por otro lado, a San Francisco de Asís, fundador de los franciscanos. Llegado el momento tuvo que incorporarse a estudiar tal y como estaba prescrito entonces. Estudiante en los colegios de jesuitas de Medina del Campo y Villagarcía de Campos, tal fue su madurez que con tan solo 17 años emitió los votos perpetuos ingresando en la Compañía de Jesús.
Todo se produjo tras un examen minucioso donde se veía la llamada de Dios en ese adolescnte que se mostraba dispuesto a seguir el carisma de San Ignacio de Loyola. Ya en la capital vallisoletana estudia en el Colegio de San Ambrosio - actual Santuario Nacional de la Gran Promesa - donde profundiza en la Devoción al Sagrado Corazón de Jesús y la difunde, gracias a un amigo sacerdote que ha de predicar sobre el Amor Eucarístico el Día del Corpus.
Así descubre especialmente al Señor Sacramentado y su Divino Corazón. Todo esto hace que los superiores vean en él una persona que pueda acceder al sacerdocio a temprana edad. Ordenado, por ello prematuramente, sacerdote desde la normativa de entonces, enferma de tifus poco tiempo después. El Beato Bernardo de Hoyos muere en 1735.
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