La ministra de Educación,
Cultura y Deporte, Pilar del Castillo, presidió ayer
la reunión de la Comisión Estatal para el V
Centenario de la muerte de Isabel la Católica, en
la que se aprobó un programa de actos. Al finalizar la
reunión, Pilar del Castillo indicó que prefería
no pronunciarse sobre la apertura del proceso de beatificación
y canonización de Isabel La Católica, aunque reconoció
que para España fue una gran reina. La ministra señaló
que su influencia fue más allá de nuestras fronteras,
por lo que se pedirá la colaboración de los países
sudamericanos.
El
arzobispo de Granada, monseñor Javier Martínez,
expresó su deseo de que Isabel la Católica sea
canonizada, aunque serán los organismos creados por la
Iglesia los que dictaminen sobre este caso. Recordó que
el responsable de este proceso, dentro de la Conferencia Episcopal,
es el arzobispo de Valladolid.
El
director del Instituto del Patrimonio Histórico, Alvaro
Martínez Novillo, declaró que para el centenario
de la muerte de Isabel la Católica se ha elaborado un
proyecto, en el que se preve la restauración del Palacio
de los Quintanilla en Medina del Campo, domicilio del contador
en la época de esta reina y que es el edificio más
destacado en esta localidad vallisoletana.
Coincidiendo
con el V Centenario de la muerte de
Isabel la Católica, se va a construir un centro cultural
en el antiguo patio del Palacio
de los Quintanilla. El nuevo centro tiene un presupuesto
de cuatro millones de euros. Está prevista también
la restauración de una serie de monumentos isabelinos,
como los mausoleos ligados directamente los Reyes. Están
terminando los mausoleos de la Capilla Real de Granada (los
Reyes, Juana la Loca y Felipe el Hermoso); el sepulcro del príncipe
Don Juan en la iglesia de Santo Tomás de Avila y se va
a conservar el salón del trono.
El
director del Instituto del Patrimonio Histórico anunció
que se había recibido autorización del abad de
la Cartuja de Miraflores, en Burgos, para restaurar el mausoleo
de los padres de Isabel la Católica y de su hermano el
rey pretendiente Don Alfonso, y el retablo de la Cartuja, que
es la obra cumbre del arte isabelino.