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| Vd. se encuentra en: - Tierras de Medina | |
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TIERRAS DE MEDINA VILLALBA DE ADAJA |
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31-05-08 - Un remanso de paz Medio centenar de personas habitan en Villalba de Adaja, localidad anexionada a Matapozuelos. - ALBERTO VEGA
A 38 kilómetros al sur de la capital, a orillas del río que le da nombre y en el límite del partido de Medina del Campo, se enclava la pequeña población de Villalba de Adaja. En otros tiempos tuvo identidad de pueblo, pero ahora se encuentra anexionado a la villa de Matapozuelos, de la que le separan 2.500 metros.
Entre las noticias referidas a esta población cebe mencionar la relativa a la construcción de un puente sobre el río Adaja. El maestro cantero y arquitecto cántabro Juan de Nates, a quien se le atribuyen las trazas del puente, dio poder en 1591 a Pedro de los Corrales y Diego de Riaño, maestros de cantería, para que en su nombre «hagan postura sobre la obra del puente del río Cirlaja que se hace junto a la villa de Villalba de Adaja». En el Catastro del Marqués de la Ensenada figura como villa en 1751. En la calle Real se conserva una vivienda que aún luce en su fachada dos escudos nobiliarios.
Los más de trescientos habitantes que Villalba tenía a comienzos de los años ochenta se han reducido drásticamente y hoy apenas medio centenar de personas, en su mayoría de edad avanzada, residen en esta localidad.
Casi todas sus calles confluyen en la plaza donde se ubica el consultorio médico que solamente abre los miércoles de cada semana. El lugar, sin duda, es un remanso de paz donde se puede escuchar el silencio, solamente interrumpido a veces por el accidental y leve ladrido de un perro o el armonioso canto de algún alegre gorrión. Y junto al consultorio médico, una vivienda que debería tener el rótulo de 'Oficina de turismo'. Su dueña es Amparo Ortiz, una mujer de 80 años, a la que acuden todos los visitantes que desean ver la iglesia o reclaman alguna información.
«La casa de los escudos perteneció al conde de Adanero, que era dueño de casi toda la tierra y pinares de Villalba», explica. Hoy esos pinares están sin explotar y la mayoría de los vecinos que aún trabajan lo hacen fuera de Villalba.
Fiesta del Corpus
Muchas de sus viviendas permanecen cerradas y sólo durante el verano algunas son ocupadas por los villalberos que viven fuera y que en esta época duplican la población. Además de algunas fiestas de carácter religioso como el Corpus, el 15 y el 16 de agosto celebran las festividades de la Asunción y San Roque. Precisamente, su iglesia, el edificio más relevante arquitectónicamente hablando, está dedicada a la Asunción. El acceso al interior se efectúa por una sencilla portada de medio punto en el lado de la epístola. A los pies se levanta la torre, de dos cuerpos y construida también en ladrillo.
Su retablo mayor, una obra barroca de la segunda mitad del siglo XVIII, exhibe en el ático un Calvario del tercer cuarto del siglo XVI en el que destacan por su calidad las imágenes de la Virgen y San Juan, atribuidas al taller de Juan de Juni.
