El principal Milagro.
Con frecuencia nos llegan favores obtenidos por intercesión de la Reina; si ella sirvió a su pueblo en vida, ¿como no intercederá ante Dios por nosotros? Lo sabemos y acudimos a su valimiento, sin embargo por esta vez no vamos a publicar ningún favor, lo haremos en el próximo número, porque queremos contarles algo que para nosotros constituye un mayor prodigio...
¿Se imagina que después de cinco siglos de la muerte de Isabel siga vivi el recuerdo de su vida entregada al servicio de su pueblo, de su vida santa? Pues así es y no sólo aquí sino en incontables puntos del planeta.
Es más, después de tanto tiempo, hubo un hombre, D. Pablo Díez Fernández, leonés afincado en México, embarcado en multitud de empresas, no solo financieras, sino sociales en ayuda caritativa al prójimo y que veía ésta de la canonización de la Reina Católica como "lo que llevo más dentro del alma".
Con su ayuda la Diócesis de Valladolid pudo iniciar la investigación histórica, base del Proceso Diocesano. D-Pablo falleció la víspera de iniciarse el Proceso en Roma el 18 de noviembre de 1972.
Su sobrino, D. Antonino Fernández Rodríguez, continúa patrocinando diversas iniciativas con la misma finalidad: la canonización de Isabel I de Castilla.
El 1 de Julio, acabamos de recibir su visita, llena de interés por la marcha del Proceso.
Verdaderamente, n la vida hay hilos que los mueve el Espíritu Santo.