Gran
afluencia de visitantes en la exposición Caballería
y Devoción en la Castilla de Isabel la Católica.
Poco
más de 6000 personas han visitado desde su inauguración
el pasado viernes 2 de abril la exposición sobre
la figura de Isabel la Católica en la Colegiata
de San Antolín de Medina del Campo con motivo
de la conmemoración del V
centenario de la muerte de Isabel la Católica,
según los datos que han facilitado los responsables
de la muestra medinense.
El
día de mayor afluencia de visitantes fue el domingo,
cuando pasaron por el templo de la Plaza
Mayor de la Hispanidad cerca de 2500 personas, coincidiendo
que ese día el laborable en Medina y el comercio
está abierto, momento aprovechado por la comarca
para acercarse hasta la villa de las ferias a hacer sus
compras. Además hay que tener en cuenta que la exposición
lleva cuatro días abierta, y que el lunes estuvo
cerrada la Colegiata
por descanso semanal.
Según
las responsables de la oficina
de turismo de Medina del Campo la exposición
está teniendo muy buena acogida por los visitantes
recibimos llamadas diarias todos los días
preguntando por la exposición, y creemos que en Semana
Santa vamos a desbordar todas las previsiones
asegura Carmen Jiménez.
Como
dato del buen comienzo que ha tenido la exposición
sobre la caballería
y la devoción en los tiempos de la soberana castellana,
la muestra inaugurada en Valladolid el pasado mes de febrero
recibió un total de 6000 visitas durante su primer
mes de apertura.
Según
el comisario de las muestras, Fernando Checa, en una entrevista
concedida a El día de Valladolid, si la exposición
de Medina del Campo tiene una buena acogida durante el primer
mes cabe la posibilidad de ampliar las fechas, y que actualmente
están cerradas hasta el 30 de junio. Si
tuviera la exposición éxito desde el principio
nos daría mucha fuerza moral a los organizadores
y a la Junta para presionar a los prestadores para que lo
dejen más tiempo. Depende todo del impulso de los
primeros días. Desde luego a mi me gustaría
que estuviera mucho más tiempo porque sería
un signo de éxito porque ha sido un esfuerzo muy
grande.
La muestra se abre en la capilla
de las Angustias con una sala en la que se presenta
el aspecto más estético y estilizado de la
caballería, como fue el mundo de los torneos y las
justas, con una selección de armas de torneo pertenecientes
a Felipe el Hermoso, esposo de Juana I, hija de Isabel,
y a su padre el emperador Maximiliano I.
Unas
armaduras que vienen de uno de los museos de armas más
importante de Europa, el de Viena. Junto
a ellas el gran tapiz de la serie La guerra de Troya procedente
de Zamora, y que ya fue expuesto en el Metropolitan Museum
de Nueva York y la imagen de San Miguel, el arcángel
guerrero, del Museo del Prado, completan esta brillante
imagen militar situada en la capilla
de las Angustias.
El
mundo de lo funerario no sólo inspiró algunas
de las más célebres poesías de la literatura
hispánica como son las coplas de Jorge Manrique,
sino un arte de calidad sin igual que se prodigó
en capillas, estatuas tumulares y paños mortuorios.
Como
ha sucedido en todas las épocas, la muerte era una
presencia constante en la vida cotidiana, y más aún
a finales de la edad media.
La
piedad fue uno de los motores esenciales de la plástica
de la época y maestros de la calidad de Fernando
Gallego, Alejo de Vahía, Gil de Siloe y Pedro Berruguete
dieron lo mejor de su arte en la decoración de retablos,
pinturas y esculturas religiosas, ejemplos que se pueden
ver en las naves centrales y capilla
mayor de la Colegiata. Las iglesias se adornaban de
espectaculares tapices y las ceremonias sagradas se realzaban
con ajuares litúrgicos de riqueza sin igual.