(f.
6r) den todo fauor e ayuda, cada e quando fueren requeridos,segund
e como en tal caso lo deuen e son obligados fazer.
E
RUEGO e mando a la dicha prinçesa, mi hija, e al dicho
prínçipe, su marido, que como católicos
prínçipes tengan mucho cuidado de las cosas
de la honrra de Dios e de su sancta fe, selando(sic) e procurando
la guarda e defensión e enxalçamiento della,
pues por ella somos obligados a poner las personas e vidas
e lo que touiéremos, cada que fuere menester, e que
sean muy obedientes a los mandamientos de la santa madre iglesia
e protectores e defensores della, como son obligados, e que
no çesen de la conquista de África e de pugnar
por la fe contra los ynfieles, e que sienpre fauorezcan mucho
las cosas de la Sancta Ynquisición contra la herética
prauidad, e que guarden e manden e fagan guardar a las iglesias
e monasterios e prelados e maestres e Órdenes e hidalgos,
e a todas las çibdades e villas e lugares de los dichos
mis reynos, todos sus preuillegios e franquezas e merçedes
e libertades e fueros e buenos vsos e buenas costunbres que
tienen de los reyes passados e de nos, segund que mejor e
más cumplidamente les fueron guardados en los tienpos
pasados fasta aquí.
E
ASÍ MISMO ruego e mando muy afectuosamente a la dicha
prinçesa, mi hija, por que merezca alcançar
la bendiçión de Dios e la del rey su padre e
la mía, e al dicho prínçipe, su marido,
que sienpre sean muy obedientes e subjetos al rey mi señor,
e que no le salgan de obediencia e mandado, e lo siruan e
traten e acaten con toda reuerençia e obediençia,
dándole e faziéndole dar todo el honor que buenos
e obedientes hijos deuen dar a su buen padre, e sigan sus
mandamientos e consejos, como dellos se espera que lo harán,
de manera que para todo lo que a su señoría
toca, parezca que yo no hago falta e que soi biua; porque
allende de ser deuido a su señoría este honor
e acatamiento, por ser padre, que segund el mandamiento de
Dios deue ser honrrado e acatado, demás de lo que se
deue a su señoría por las dichas causas, por
el bien e prouecho dellos e de los dichos reynos, deuen obedesçer
e seguir sus mandamientos e consejos, porque segund la mucha
experiençia su señoría tiene, ellos e
los dichos reynos serán en ello mucho aprouechados,
e tanbién porque es mucha razón que su señoría
sea seruido e acatado e honrrado más que otro padre,
así por ser tan exçelente rey e prínçipe
e dotado e ynsignido de tales e tantas virtudes, como por
lo mucho que ha fecho e trabajado con su real persona en cobrar
estos dichos mis reynos, que tan enagenados estavan al tienpo
que yo en ellos subçedí, e en obuiar los grande
males e daños e guerras que con tantas turbaçiones
e mouimientos en ellos auía, e no con menos afrenta
de su real persona en ganar el reyno de Granada, e echar dél
los enemigos de nuestra sancta fe cathólica, que tantos
tiempos auía que lo tenían vsurpado e ocupado,
e en reduzir estos reynos a buen regimiento e gouemaçión
e justiçia, segund que oy por la gracia de Dios estan.
OTROSÍ,
ruego e encargo a los dichos prínçipe e prinçesa,
mis hijos, que así cómmo el rey mi señor
e yo sienpre estouimos en tanto amor e vnión e concordia,
así ellos tengan aquel amor e vnión e conformidad
como yo dellos espero. E que miren mucho por la conseruaçión
del patrimonio de la Corona real de los dichos mis reynos,
e no den nin enagenen nin consientan dar ni enagenar cosa
alguna dello, e tengan mucho cuidado de la buena gouernaçion
e paz e sosiego dellos, e sean muy begninos (sic) e muy humanos
a sus súbditos e naturales, e los traten e