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Inscripción
en la Plaza Mayor de Medina del Campo (hoy en el Museo de
las Ferias) que recuerda la contribución de las ferias
de la villa al desarrollo de la economía capitalista
europea. Enlace
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En otras palabras, las
ferias de Medina
del Campo fueron perdieron su carácter de ferias de
mercaderías para transformarse en ferias de "pagos"
y de "cambios", donde lo que se negociaba fundamentalmente,
a juzgar por las sumas que en virtud de tales operaciones se cruzaban,
eran deudas y alcances pendientes al tiempo que se especulaba con el
dinero y toda clase de efectos mercantiles y bancarios. A consolidar
esta transformación contribuyó de forma definitiva el
levantamiento, a fines de 1551, de la prohibición de exportar
metales preciosos, circunstancia que hasta ese preciso momento había
obligado a los asentistas extranjeros de la corona, según ha
puesto de relieve Felipe Ruiz Martín, a adquirir bienes en Castilla
-materias primas básicamente- con destino a la exportación
para poder reembolsarse, tras ser vendidos en dichos mercados externos,
de las cantidades previamente anticipadas al monarca español
en Italia, Alemania o Países Bajos; como sin duda influyó
también la ruptura del eje comercial Burgos-Bilbao-Amberes
a raíz de la sublevación de los Países Bajos y
de la interrupción de la navegación directa con España
que, aunque nunca fue total, no sólo supuso el comienzo del fin
de la "cabeza de Castilla",
sino que afectó gravemente a otras localidades conectadas a ese
sistema, y entre ellas a la propia
Medina,
provocando un desplazamiento de la contratación de tráfico
mercantil exterior hacia el sur y directamente hacia los puertos, tanto
del Cantábrico y del Atlántico como del Mediterráneo.
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La economía
europea en el siglo XVI
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En todo caso, la supremacía
de los efectos escriturados y del papel moneda negociable sobre las
mercancías y el dinero contante y sonante era algo que se venía
venir desde el momento -allí por los años veinte del
siglo XVI- en que la Hacienda real escogió las ferias de
Medina del Campo
(y en menor medida las de Rioseco y Villalón) como lugar
donde negociar con los hombres de negocios los anticipos que precisaba,
efectuar sus propios pagos y compensar a los asentistas de la corona
(extranjeros fundamentalmente), quienes, una vez así
resarcidos, aprovechaban la ocasión para liquidar allí
mismo las obligaciones que pudieran tener con otros hombres de negocios.
Pero como la mayoría de esas obligaciones estaban en el exterior,
es decir, en aquellas ferias y plazas donde previamente habían
logrado acopiar las cantidades que luego ellos adelantaban al monarca
español, lo que hacían, al menos mientras estuvo vigente
la interdicción de la saca de moneda y como una segunda vía
para repartir los capitales con los que eran reembolsados en Castilla,
era, según lo visto también por Ruiz Martín, comprar
en el mercado de Medina
cuantas letras de cambio hubiese sobre tales plazas entregando por ellas
"libranzas" (garantías de pagos, generalmente
asignaciones sobre rentas reales o sobre los tesoros de Indias)
recibidas de la corona o, simplemente, requerir su descuento de los
bancos de las ferias.
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Heredadas de la época
musulmana, las alhóndigas eran centros mercantiles
que servían de pósito o almacén de
productos y daban alojamiento a los comerciantes. Alhóndiga
de Baeza (Jaén) SigloXVI
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Este cambio de un tipo
de papel por otro, aparte de traer capitales, de inmovilizados y de
restar posibilidades a la inversión productiva, repercutía
negativamente sobre el comercio exterior. Ocurría muchas veces
que el importe de las exportaciones castellanas no se repatriaban; de
mano en mano se convertía, como ha señalado Ruiz Martín
y Henri Lapeyere, en "libranzas" sobre uno de los
bancos de la feria de Medina. en adelante, todo -o casi todo-
dependía de la prontitud conque tales valores pudiesen convertirse
en dinero de contado, esto es, de la diligencia con que la corona fuese
capaz de hacer frente a sus obligaciones y de que lo hiciese además
en los plazos convenidos. Y al decir todo no se alude exclusivamente
a la posibilidad de financiar importaciones, asegurado mediante los
retornos de reproducción ampliada del capital mercantil autóctono,
siso las disponibilidades para concluir otras operaciones, ya comerciales,
ya financieras, tanto en el interior como en el exterior; operaciones,
por lo demás, estrechamente ligadas entre sí por el sistema
de pagos aplazados y dependientes en último término de
la situación financiera de la hacienda real, de su mayor o menor
liquidez, a la postre cada vez más supeditada a la llegada puntual,
y acorde con las expectativas creadas, de los tesoros americanos.
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Portada primer tratado
de contabilidad comercial y monetaria que se ocupaba del
tráfico con el Nuevo Mundo, compuesto en 1556 por
Juan Díez Freile
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Lo dicho vale también,
al menos en cuanto a su pieza fundamental -la necesidad de la que
inyección de dinero representada por los pagos de la monarquía
se produjera en su debido tiempo- para después de 1551 o
1566, cuando el levantamiento de la prohibición de exportar metales
preciosos, si bien facilitó a los asentistas extranjeros (ahora
casi todos ellos genoveses) la repatriación de sus capitales,
motivó el apartamiento de éstos a la actividad mercantil
propiamente dicha y creó dentro del país (amén
de las consecuencias negativas derivadas de ese drenaje continuo de
oro y plata, manifestadas en la elevación del precio del dinero
y en las dificultades para promover actividades comerciales) nuevas
sumisiones y dependencias. El caso que una tupida red de especulación
financiera articulada alrededor de los préstamos de la corona
se superpuso, mediatizándola cada vez más, a la nutrida
inicialmente por los negocios bancarios surgidos al amparo del tráfico
comercial propiamente dicho. De este modo, el porvenir de las ferias
quedó irremediablemente ligado al de la Hacienda pública,
y más en concreto a los avatares por los que en lo sucesivo atravesasen
las finanzas regias.
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Inscripción en la
Plaza Mayor de Medina del Campo (hoy en el Museo de las Ferias)
que recuerda la contribución de las ferias de la villa
al desarrollo de la economía capitalista europea
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