La XVIII Semana de Cine de Medina del Campo rinde homenaje al realizador Roberto Santiago

El realizador Roberto Santiago recibirá hoy un homenaje en la XVIII Semana de Cine de Medina del Campo (Valladolid) dentro de la sección 'Directores del siglo XXI', que cada año reconoce a un joven realizador español. Santiago (Madrid, 1968) acumula un extraordinario currículum en cine, teatro y literatura. Inició su carrera en televisión a los 19 años, como guionista en programas de humor y musicales. Pronto comenzó también a rodar anuncios publicitarios. Su primera incursión en el cine fue el rodaje del corto 'Ruleta' (1999), que fue premiado en el festival de Medina. Dos años más tarde dirigió su primer largometraje, 'Hombres felices', con Sergi López y Aitana Sánchez Gijón. También ha sido guionista de 'El juego de la verdad', de Álvaro Fernández Armero. Como complemento al tributo a Santiago, la Semana de Cine proyectará hoy su última película, 'El penalti más largo del mundo', protagonizada por el popular actor Fernando Tejero.

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Roberto Santiago: «En Medina apetece hablar de películas, no de cifras»
El director de 'El penalti más largo del mundo', recibe un homenaje en la Semana de Cine

El director de la película 'El penalti más largo del mundo', Roberto Santiago, recibió ayer en el Auditorio Municipal de Medina del Campo el homenaje de la Semana de Cine dentro de la sección 'Directores del siglo XXI', que cada año reconoce a un joven realizador nacional y que ha estado dedicado en ediciones precedentes a Ángeles González-Sinde, Eduard Cortes o Juan Carlos Fresnadillo. «Me ha hecho mucha ilusión porque es un premio joven, que lleva poco tiempo otorgándose, pero tiene el valor de que quien ya lo ha recibido son personas a las que admiro y es una satisfacción pasar a formar parte de esa lista», afirmó Roberto Santiago.

El cineasta ha dedicado varios años a su último trabajo, ya que antes de estrenar su primer largometraje 'Hombres felices' (diciembre del 2000), empezó a escribir el guión de 'El penalti más largo del mundo'. Un filme para el que costó conseguir financiación ya que los ejecutivos de televisión al principio «decían que el cine español y el fútbol eran una combinación muy mala para el público». Pero a raíz del estreno de 'Días de fútbol', de David Serrano, las televisiones cambiaron de opinión acerca del fútbol en el cine y participaron.

PROGRAMA PARA HOY

16. 30 h. Auditorio: Segunda sesión del concurso de cortos en vídeo. 17.00 h. Cine Coliseo: 'Niño Vudú' y 'El álbum blanco' (cortometrajes). 'Buena Vida-Delivery' (largometraje). 20.00 h. Auditorio: 'Siempre quise trabajar en una fábrica' y 'No se lo digas a mamá' (cortos). 'El secreto de Vera Drake'. 20.00 h. Coliseo: 'Minotauromaquia' y 'Pablo en el laberinto'. 'El milagro de Candeal'. 23.00 h. Auditorio: 'El punto ciego' y 'Cada tiempo tiene su cielo' (cortos). 'Jóvenes'. 23.00 h. Cine Coliseo: Tercera sesión de Cortos Sonoros.

Santiago destacó que 'El Penalti' «no es una película de fútbol, sino con fútbol. El fútbol es una excusa para contar la historia del retrato social de un barrio, el madrileño de Carabanchel, de clase humilde y en el que he vivido y conozco». «Y los actores, añadió, han hecho que los personajes sean muy humanos».

La primera incursión de Roberto Santiago en el cine fue el rodaje del corto 'Ruleta', en 1999, que estuvo presente y fue premiada en el certamen medinense y también participó en la sección oficial del Festival de Cannes. «Mi relación con Medina viene de lejos, ese primer premio te anima mucho a seguir trabajando y peleando. Además cuando vengo a Medina es una satisfacción por que me encuentro con la gente del festival y de lo que les apetece hablar es de películas en un mundo en el que se suele hablar siempre de cifras, datos o dinero», apostilló.

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EL FARO DE AQUALUNG
Y la nave va
VICENTE ÁLVAREZ/Periodista

Pucela huele a cine. A ese perfume que nos redime del fracaso, a ese parapeto de luces y sombras que nos permite sortear amarguras, a ese trocito de cielo, en fin, que, desde siempre, ha sido Biblia de soñadores, verdades 24 veces por segundo y un espejo pintado fantasioso que te reconcilia con la vida. En estos días recuperamos a un viejo almirante del regio galeón de la Seminci y volvemos a asistir al milagro de Medina del Campo. Emiliano Allende, tras 18 años, ha conseguido convertir a Medina en un templo afiebrado de buen cine, en un trampolín ideal para los nuevos directores, en santo y seña del mundo del cortometraje en España. Cuarenta autores caminan ya tras la estela del Roel de Oro y, sin duda, un buen puñado de ellos escribirán con su cámara al hombro (como un bisturí implacable, como un ojo en el corazón de un poeta) páginas memorables durante los próximos años. El ejemplo a seguir tiene nombre y apellidos: Luis G. Berlanga, el mítico director de 'El verdugo', que ha recibido el Roel de Honor en una Medina entregada por completo. Dicen los más viejos del lugar que jamás se ha escuchado una ovación similar. El propio homenajeado lo reconoce. También que el futuro del cine español está en los jóvenes, una manada de lobos hambrientos de cine. Y se mostró indignado con la gente a la que se le llena la boca hablando de crisis mientras critica a los que intentan abrirse paso. También se mostró sorprendido de que se viva un momento crítico y a la vez directores españoles ganen oscars y muchos actores trabajen en Hollywood. Fernán Gómez, en su momento, fue mucho más lejos. Mientras recibía el Oso de Oro en la Berlinale se mostró dolido por el infamante trato que parte de la prensa y del público otorga al cine español repitiendo incansablemente aquello de «el cine español está dominado por la mediocridad, la recurrencia, la vulgaridad» o que «los guiones son simples y reiterativos y los actores sobreactuantes patológicos». Como si el cine que se hace en el resto del mundo, y especialmente en USA, fuese para echar cohetes.... Fellini decía que el negocio del cine era grotesco, una mezcla de partido de fútbol y de burdel. En fin, entre todos hay que salir de este callejón. Aquí, en Valladolid, tiene mucho que decir la Seminci. Y, ahora, su nuevo director, el hispano-argentino Juan Carlos Frugone, a quien uno recuerda especialmente por su delicioso libro sobre el gran Rafael Azcona. Frugone parece tenerlo todo: es escritor, crítico, guionista de cine y televisión; ha formado parte de todo tipo de jurados; ha estado estrechamente vinculado a festivales como los de Huelva, Venecia, Chicago, Taormina o Mar del Plata; los que le conocen hablan de él como alguien serio, riguroso y respetuoso; y, por encima de todo, conoce a la perfección la estructura interna de la Seminci al haber sido director adjunto desde el año 1984 a 1992. Además, puede ser muy positivo el distanciamiento que ha tenido del festival que dejó hace trece años. Promete trabajo e ilusión, apertura y continuismo. Para los que pedían, de manera un poco provinciana, a alguien de Valladolid, viene cargado de aires porteños pero con sueños labrados a orillas del Pisuerga: una mezcla impecable e ilusionante. Ha declarado que vivirá con un pie en Pucela, otro en Madrid (para mantener contactos y hacer relaciones públicas) y un tercero, que le presten, para viajar a festivales. Fernando Lara dejó el listón muy alto pero Juan Carlos Frugone tiene en sus manos engrandecer aún más un festival que, como el halcón maltés, está hecho con la materia de los sueños. Decía Groucho Marx que en esta industria detrás de un buen guionista había siempre una gran mujer, y que detrás de ella estaba su esposa. No sé quien tendrá en sus manos el guión de la Seminci de los próximos años y mucho menos quién estará detrás. Lo que sí que sé es quién estará delante: toda una ciudad ansiosa por que le regalen trozos de vida en octubre y por que le hagan degustar un pedazo del pastel más delicioso. Por ello, Frugone será a partir de ahora tanto el capitán del barco como el cocinero elegido por los dioses del celuloide. Lo demás será leyenda: el cine como un barco fantasioso desgarrando el mar con perfumes y poesías. Medina y la Seminci. Y la nave va.

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