CARTELERA DE ESPECTÁCULOS

 


ESCENARIO DE VERANO - CASTILLO DE LA MOTA - MEDINA DEL CAMPO


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PROGRAMACIÓN - 2003

  • Viernes, 15 de agosto.


ARTES ESCÉNICAS


Escenarios de Verano apuesta por ser un festival internacional
Medina del Campo y Peñaranda de Duero acogen la oferta de la segunda edición
El primer estreno es una coproducción con el Festival de Perelada, que dirigirá Alex Rigola.

Ellos llevan cincuenta años y nosotros estamos en el arranque, pero nuestro proyecto pretende convertir esta iniciativa en un festival internacional en la misma línea que los festivales de Perelada (Girona) y Granada». Así se expresa el director de la división de Artes Escénicas de la Fundación Siglo, José Gabriel López Antuñano, que acaba de dar a conocer el programa de la segunda edición del Festival Escenarios de Verano, una iniciativa que este año vive una etapa de transición, entre una dubitativa primera edición y el perfil más claro de lo que se pretende en el futuro.

La programación de espectáculos relevantes de música, danza y teatro en espacios de interés histórico es la receta con la que se trabaja en estaprogramación que desde esta edición y en el futuro llevará el marchamo de internacional. «Esta vez lo hemos conseguido sólo en dos espectáculos, uno de danza y otro de música (la gala de solistas del Ballet de la Scala de Milán y el grupo Swingle Singers, que vendrá desde el Festival de Edimburgo). Queríamos haber programado también uno de teatro de texto, pero teníamos problemas con los rótulos, por lo que lo hemos dejado para la próxima edición», añade Antuñano.

Una de las decisiones de la nueva etapa es la de reducir los escenarios -que en la primera edición fueron cuatro- a dos. El Castillo de la Mota de Medina del Campo y el Palacio de Avellaneda de Peñaranda de Duero (Burgos) serán los 'marcos incomparables' para los espectáculos. Se pretende así centrar la identidad del Festival que apostará para el programa de más nivel por el Castillo de la Mota, y dejará Peñaranda para espectáculos más cercanos a la comedia.

Coproducciones

Pero lo más destacado de la programación quizá sea el comienzo de una línea de coproducción con otros festivales españoles de mayor tradición. Este año se ha comenzado por el Festival de Perelada que coproduce con Escenarios de Verano, un montaje actual del Cancionero de Palacio. La música renacentista del cancionero de los Reyes Católicos será llevada al escenario en medio de un montaje actual que lleva la firma del nada aficionado a la arqueología teatral Alex Rigola. El director catalán ya había recibido este encargo cuando el pasado mes de marzo fue nombrado director del Teatre Lliure de Cataluña, pero mantuvo su compromiso.

De Rigola se verá también el montaje que realizó de Julio César para el Teatre Lliure, en la versión en castellano que fue estrenada en el pasado Festival de Almagro.

No es ésta la única colaboración que presta el Festival de Perelada. La infraestructura escénica necesaria para hacer posible la representación en estos espacios ha estado supervisada por Francisco Fontanals que durante veinte años ha estado al frente de la dirección técnica del Festiva Catalán. Fontanals ha diseñado los escenarios y ha supervisado su realización

El necesario equipamiento de los espacios ha supuesto una inversión de 200.000 euros (unos 33 millones de pesetas) que cuesta tanto la infraestructura que quedará para futuras ediciones, como el alquiler temporal de otros elementos. Este presupuesto se suma a los 280.000 euros (46 millones de pesetas) con que se ha contado para la programación.

Una grada para 600 espectadores en Medina y otra para 400 en Peñaranda constituyen los aforos de un Festival que aspira a atraer a público de dentro y fuera de la Comunidad.


22-07-03 - CULTURA
CRÍTICA DE DANZA
La extraña lorquiana

FERNANDO HERRERO

Este Festival internacional cuenta con una estupenda instalación, exacta a la de Peralada. Sara Baras, en la representación 'María Pineda' de Medina del Campo. 'Mariana Pineda' es un ambicioso proyecto que une nombres importantes en el arte español y que, tal como pudimos ver en Medina del Campo, consigue un espectáculo fluido, armónico, magníficamente dirigido en la ocupación de espacios, una escenografía con rejas con espejo de fondo que permite desdoblar las acciones y una rica luminotécnia que consigue efectos muy bellos. Nada que objetar en este punto, tampoco a nivel interpretativo. Once bailarines y once músicos contribuyen a que todo vaya sobre ruedas, incluido el espectacular final de los saludos.

Hay varios peros. En primer lugar la carga dramática. La tragedia de Marianita, que bordó la bandera prohibida, por cierto, ausente del espectáculo, se plasma en una alternancia de los pasos a dos, las escenas de conjunto que muestran la opresión tanto de las monjas en el beaterio de Santa María Egipciaca, como en las fuerzas del orden.

Mariana baila con sus enamorados y con su perseguidor en un solo final, quizás lo mejor. Muestra el sacrificio de la muchacha agarrada a la verja, para reaparecer después brevemente como un signo de libertad.

El problema es que todo es un tanto confuso y quien no conozca la historia difícilmente podrá aprender sus significados. La música es un tanto monótona con escasos momentos líricos, un solo de violoncelo destaca, y excesiva percusión como costumbre. La coreografía tiene momentos interesantes, pero también abusa del taconeo en detrimento de una mayor proyección del cuerpo y de los brazos.

Los solistas masculinos se lucen, sobre todo en los regalos finales, y ella, omnipresente, muestra su gran clase, tal vez más fría que emotiva.

El paso a dos con su doble es un momento muy poético y tal vez indica alguna de las vetas por las que podría haber discurrido este espectáculo que inauguró con solvencia el festival Noches de Verano en Medina.

Director: Lluis Pascual.
Intérpretes: Sara Baras, José Serrano, Luis Ortega, Miguel Cañas.
Coreografía: Sara Baras.
Música: Manolo Sanlúcar.
Lugar: Medina del Campo.

Programa: Escenarios de verano.


 

16-07-03 - OPINIÓN
ARTÍCULOS
Tiempo de festivales

Este año no podrán leer ustedes mi crónica del Festival de Avignon, una forma de ponerse al día de las tendencias escénicas del mundo. Como sabrán por los medios de comunicación se han cancelado en Francia algunos de los eventos culturales más importantes del verano. La huelga de los 'intermitentes', así se llaman los trabajadores del espectáculo en esta época en la que se celebran más de cuatrocientos festivales en el vecino país, lo ha impedido.

Ha sido pésimamente llevada por el gobierno, absolutamente inoportuno a la hora de fijar las nuevas condiciones, con un diálogo prácticamente inexistente.

La cuestión es de suma gravedad porque siempre es la cultura la que sufre estos embates de los tiempos de globalización económica, sin darse cuenta, ahora ya lo están viendo en sus propias carnes, de que su influencia económica resulta mucho más importante de lo que se creía. Aparte de la trascendencia francesa, este desastre puede generar una reacción en cadena que ojalá no se produzca. Habrá que esperar la solución de este conflicto sociopolítico y cultural aunque el año perdido será difícilmente recuperable, sobre todo para los artistas que han gastado tiempo y dinero para preparar con suma ilusión sus espectáculos para la gran fiesta avignonesa.

En Castilla y León la situación parece mejorar. Por lo menos el Festival de Verano anunciado en Medina del Campo y Peñaranda de Duero tiene perspectivas interesantes. Parece ser que se quiere institucionalizar desde un modelo, en el primer caso, que toma su imagen del Festival de Peralada en Cataluña, mixto de música y teatro en todas sus gamas.

Claro está que son lugares diferentes con un polo de atracción de público también distinto, por lo que habrá de estudiar muy bien las peculiaridades de atracción del mismo.

En esta primera edición anotamos espectáculos que se celebrarán en Valladolid, por ejemplo, y otros que sólo se verán en Medina o en Peñaranda de Duero, como el 'Julio Cesar' montado por Rígola, 'El Cancionero de Palacio', el ballet de la Scala de Milán, Antonio Canales, Antonio Márquez, 'Orfeo en los Infiernos', etc. Como iniciativa nos parece positiva, siempre que se enlace con la vida cotidiana en el ámbito escénico en Castilla y León.

El gravísimo problema del Centro de Artes Escénicas de Salamanca, hoy casi hibernado por razones estructurales, condiciona la vida futura del teatro en nuestra comunidad y por ello hay que poner soluciones a la mayor velocidad posible.

Estos festivales de verano, repito que interesantes en sí mismos (habrá que conocer presupuestos y demás datos antes y después de su celebración), tienen que completarse con un festival internacional para el curso. En Salamanca, la consolidación de la ópera barroca es un buen tanto y por ello nos atrevemos de nuevo a pedir que vuelva la Muestra Internacional de Teatro de Valladolid, que podría extenderse a otras provincias, sí se quiere que la capital de Castilla y León recupere la importancia que tenía en este aspecto.

Los sustitutivos han sido un fracaso, y no puede considerarse que el Festival de Teatro de Calle, con cosas muy positivas, pueda suplir un panorama de las artes escénicas como el que durante varios años ha dado prestigio a la ciudad.

El momento es bueno y los grupos teatrales que tienen su sede en Valladolid pueden beneficiarse de esta ampliación de fronteras, al mismo tiempo que se estudian sus posibilidades -ya lo apuntamos en ocasión del homenaje al Teatro Corsario- para integrarse de una forma más coherente en el ámbito cultural de la comunidad.

Tiempo de festivales pues, cuya ausencia en el caso de Francia supone un duro atentado contra la cultura y que en nuestra comunidad aparece como una referencia para el futuro que deberá ser estudiada en profundidad para integrarla en el tejido social.

El Congreso de Teatro de León puso algunos puntos en la agenda institucional. Es hora ya de abordarlos en profundidad por parte de los afectados para dibujar un panorama teatral con visión de futuro, más allá de acontecimientos mediáticos y muchas veces efímeros.

En esta nueva legislatura la Junta de Castilla y León, las nuevas diputaciones y ayuntamientos tienen mucho que decir. Los técnicos y gestores son fundamentales, como la gente de teatro y el propio público al que hay que escuchar.

Desde nuestra perspectiva prometemos hacer lo posible para conseguir una vida teatral rica y contrastada. De momento ponemos sobre la mesa dos ideas: la recuperación de un Festival Internacional de Teatro en todas sus formas y la integración de los grupos en el proyecto global de las artes escénicas en Castilla y León.

FERNANDO HERRERO/Escritor y crítico


23-08-030 - La Fundación Siglo hace un balance positivo de las actuaciones programadas. "Cancionero de Palacio" marca la línea a seguir para otros años.

Una vez acabado el Festival Internacional Escenarios de Verano, la Fundación Siglo, una de las organizadoras, junto a la Junta de Castilla y León, ha realizado un balance positivo de los espectadores y la programación. Y es que cerca de 4830 personas asistieron como público para disfrutar de las actuaciones programadas para este año.

Balance de actuaciones

Sara Baras, llenó el aforo del Castillo de la Mota y colgó el cartel de "no hay entradas" con su espectáculo "Mariana Pineda" el domingo 20 de julio.

"Fue un éxito, tan solo quedaron un tres por ciento de entradas sin vender", aseguró José Gabriel López, director de artes escénicas de la Fundación Siglo.

Por otro lado, en la actuación de la Orquesta sinfónica de Castilla y León, que tuvo lugar el viernes 25 de julio, quedó también con alrededor de un tres por ciento la entrada sin vender.

"A la obra "Julio Cesar", programada para el día 2 de agosto, asistió menos gente, alrededor de 570 personas. A este espectáculo acudió un público más especializado del tema clásico. Gustó mucho, fue muy bueno", comentó López.

Siguiendo con las actuaciones, el "Cancionero de Palacio", a pesar de haber tenido que suspender su actuación del lunes 4 de agosto por causa de la lluvia, contó el día después con lleno total.

El domingo 10 de agosto actuaron los "Solistas de la Scala de Milán", que llenaron el aforo del Castillo de la Mota. El la obra "Tinajas" del viernes 15 de agosto quedó el cinco por ciento de entradas sin vender. Para concluir con el balance está "Swingle Singers" colgaron el cartel de no hay entradas para su espectáculo A Capella Concert: Bach to Beatle.

"Hay un teme importante en cuanto a número de espectáculos, el año pasado el escenario del Castillo de la Mota era muy pequeño, además del aforo era solo de 400 personas. Sin embargo este año hemos contado con 320 sillas más y el escenario tenía unas dimensiones más grandes con la intención de dar realce a las actuaciones y que el público se sintiera más cómodo", aseveró José Gabriel López.

Otros datos de venta de entradas de forma global dan un 31% de ventas en Medina del Campo, el 27% en Valladolid, 33% en la venta de entradas en Peñaranda y un 9% de público de otros lugares, aunque preferentemente de Madrid.

"Es el segundo año que se realiza este Festival, el primer año fue una experiencia piloto en cuatro lugares, pero solo Medina del Campo y Peñaranda fueron las ciudades donde la idea cuajó. Ésta es dar continuidad e ir potenciando los espectáculos y la programación", comentó el director.

Según López "Cancionero de Palacio" fue una apuesta y un riesgo. "Ha tenido muy buena acogida de público. Además marca la línea en la que queremos incidir en los años que sigan", concluyó.