ESCENARIO
DE VERANO - CASTILLO DE LA MOTA - MEDINA DEL CAMPO
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escénicas]
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de danza 22-07-03]
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- 16-07-03]
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[Balance
positivo]
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Escenarios de Verano apuesta por ser un festival
internacional
Medina del Campo y Peñaranda de Duero acogen la oferta de la segunda
edición
El primer estreno es una coproducción con el Festival de Perelada,
que dirigirá Alex Rigola.
Ellos
llevan cincuenta años y nosotros estamos en el arranque,
pero nuestro proyecto
pretende convertir esta iniciativa en un festival internacional
en la misma línea que los festivales de Perelada
(Girona) y Granada». Así se expresa el director
de la división de Artes Escénicas de la Fundación
Siglo, José Gabriel López Antuñano,
que acaba de dar a conocer el programa de la segunda edición
del Festival Escenarios de Verano, una iniciativa que este
año vive una etapa de transición, entre una
dubitativa primera edición y el perfil más
claro de lo que se pretende en el futuro.
La
programación de espectáculos relevantes de
música, danza y teatro en espacios de interés
histórico es la receta
con la que se trabaja en estaprogramación que desde
esta edición y en el futuro llevará el marchamo
de internacional. «Esta vez lo hemos conseguido sólo
en dos espectáculos, uno de danza y otro de música
(la gala de solistas del Ballet de la Scala de Milán
y el grupo Swingle Singers, que vendrá desde el Festival
de Edimburgo). Queríamos haber programado también
uno de teatro de texto, pero teníamos problemas con
los rótulos, por lo que lo hemos dejado para la próxima
edición», añade Antuñano.
Una
de las decisiones de la nueva etapa es la de reducir los
escenarios -que en la primera edición fueron cuatro-
a dos. El Castillo
de la Mota
de Medina del Campo y el Palacio de Avellaneda de Peñaranda
de Duero (Burgos) serán los 'marcos incomparables'
para los espectáculos. Se pretende así centrar
la identidad del Festival que apostará para el programa
de más nivel por el Castillo
de la Mota,
y dejará Peñaranda para espectáculos
más cercanos a la comedia.
Coproducciones
Pero
lo más destacado de la programación quizá
sea el comienzo de una línea de coproducción
con otros festivales españoles de mayor tradición.
Este año se ha comenzado por el Festival de Perelada
que coproduce con Escenarios de Verano, un montaje actual
del Cancionero de Palacio. La música renacentista
del cancionero de los Reyes Católicos será
llevada al escenario en medio de un montaje actual que lleva
la firma del nada aficionado a la arqueología teatral
Alex Rigola. El director catalán ya había
recibido este encargo cuando el pasado mes de marzo fue
nombrado director del Teatre Lliure de Cataluña,
pero mantuvo su compromiso.
De
Rigola se verá también el montaje que realizó
de Julio César para el Teatre Lliure, en la versión
en castellano que fue estrenada en el pasado Festival de
Almagro.
No
es ésta la única colaboración que presta
el Festival de Perelada. La infraestructura escénica
necesaria para hacer posible la representación en
estos espacios ha estado supervisada por Francisco Fontanals
que durante veinte años ha estado al frente de la
dirección técnica del Festiva Catalán.
Fontanals ha diseñado los escenarios y ha supervisado
su realización
El
necesario equipamiento de los espacios ha supuesto una inversión
de 200.000 euros (unos 33 millones de pesetas) que cuesta
tanto la infraestructura que quedará para futuras
ediciones, como el alquiler temporal de otros elementos.
Este presupuesto se suma a los 280.000 euros (46 millones
de pesetas) con que se ha contado para la programación.
Una
grada para 600 espectadores en Medina y otra para 400 en
Peñaranda constituyen los aforos de un Festival que
aspira a atraer a público de dentro y fuera de la
Comunidad.
22-07-03
- CULTURA
CRÍTICA DE DANZA
La extraña lorquiana
Este
Festival internacional cuenta con una estupenda instalación,
exacta a la de
Peralada. 'Mariana
Pineda' es un ambicioso proyecto que une nombres importantes en el arte
español y que, tal como pudimos ver en Medina del Campo, consigue
un espectáculo fluido, armónico, magníficamente
dirigido en la ocupación de espacios, una escenografía
con rejas con espejo de fondo que permite desdoblar las acciones y una
rica luminotécnia que consigue efectos muy bellos. Nada que objetar
en este punto, tampoco a nivel interpretativo. Once bailarines y once
músicos contribuyen a que todo vaya sobre ruedas, incluido el
espectacular final de los saludos.
Hay
varios peros. En primer lugar la carga dramática. La tragedia
de Marianita, que bordó la bandera prohibida, por cierto, ausente
del espectáculo, se plasma en una alternancia de los pasos a
dos, las escenas de conjunto que muestran la opresión tanto de
las monjas en el beaterio de Santa María Egipciaca, como en las
fuerzas del orden.
Mariana
baila con sus enamorados y con su perseguidor en un solo final, quizás
lo mejor. Muestra el sacrificio de la muchacha agarrada a la verja,
para reaparecer después brevemente como un signo de libertad.
El
problema es que todo es un tanto confuso y quien no conozca la historia
difícilmente podrá aprender sus significados. La
música es un tanto monótona con escasos momentos líricos,
un solo de violoncelo destaca, y excesiva percusión como costumbre.
La coreografía tiene momentos interesantes, pero también
abusa del taconeo en detrimento de una mayor proyección del cuerpo
y de los brazos.
Los
solistas masculinos se lucen, sobre todo en los regalos finales, y ella,
omnipresente, muestra su gran clase, tal vez más fría
que emotiva.
El
paso a dos con su doble es un momento muy poético y tal vez indica
alguna de las vetas por las que podría haber discurrido este
espectáculo que inauguró con solvencia el festival Noches
de Verano en Medina.
Director:
Lluis Pascual.
Intérpretes:
Sara Baras, José Serrano, Luis Ortega, Miguel Cañas.
Coreografía:
Sara Baras.
Música:
Manolo Sanlúcar.
Lugar:
Medina del Campo.
Programa:
Escenarios de verano.
16-07-03
- OPINIÓN
ARTÍCULOS
Tiempo de festivales
Este
año no podrán leer ustedes mi crónica del Festival
de Avignon, una forma de ponerse al día de las tendencias escénicas
del mundo. Como sabrán por los medios de comunicación
se han cancelado en Francia algunos de los eventos culturales más
importantes del verano. La huelga de los 'intermitentes', así
se llaman los trabajadores del espectáculo en esta época
en la que se celebran más de cuatrocientos festivales en el
vecino país, lo ha impedido.
Ha
sido pésimamente llevada por el gobierno, absolutamente inoportuno
a la hora de fijar las nuevas condiciones, con un diálogo prácticamente
inexistente.
La
cuestión es de suma gravedad porque siempre es la cultura la
que sufre estos embates de los tiempos de globalización económica,
sin darse cuenta, ahora ya lo están viendo en sus propias carnes,
de que su influencia económica resulta mucho más importante
de lo que se creía. Aparte de la trascendencia francesa, este
desastre puede generar una reacción en cadena que ojalá
no se produzca. Habrá que esperar la solución de este
conflicto sociopolítico y cultural aunque el año perdido
será difícilmente recuperable, sobre todo para los artistas
que han gastado tiempo y dinero para preparar con suma ilusión
sus espectáculos para la gran fiesta avignonesa.
En
Castilla y León la situación parece mejorar. Por lo
menos el Festival de Verano anunciado en Medina del Campo y Peñaranda
de Duero tiene perspectivas interesantes. Parece ser que se quiere
institucionalizar desde un modelo, en el primer caso, que toma su
imagen del Festival de Peralada en Cataluña, mixto de música
y teatro en todas sus gamas.
Claro
está que son lugares diferentes con un polo de atracción
de público también distinto, por lo que habrá
de estudiar muy bien las peculiaridades de atracción del mismo.
En
esta primera edición anotamos espectáculos que se celebrarán
en Valladolid, por ejemplo, y otros que sólo se verán
en Medina o en Peñaranda de Duero, como el 'Julio Cesar' montado
por Rígola, 'El Cancionero de Palacio', el ballet de la Scala
de Milán, Antonio Canales, Antonio Márquez, 'Orfeo en
los Infiernos', etc. Como iniciativa nos parece positiva, siempre
que se enlace con la vida cotidiana en el ámbito escénico
en Castilla y León.
El
gravísimo problema del Centro de Artes Escénicas de
Salamanca, hoy casi hibernado por razones estructurales, condiciona
la vida futura del teatro en nuestra comunidad y por ello hay que
poner soluciones a la mayor velocidad posible.
Estos
festivales de verano, repito que interesantes en sí mismos
(habrá que conocer presupuestos y demás datos antes
y después de su celebración), tienen que completarse
con un festival internacional para el curso. En Salamanca, la consolidación
de la ópera barroca es un buen tanto y por ello nos atrevemos
de nuevo a pedir que vuelva la Muestra Internacional de Teatro de
Valladolid, que podría extenderse a otras provincias, sí
se quiere que la capital de Castilla y León recupere la importancia
que tenía en este aspecto.
Los
sustitutivos han sido un fracaso, y no puede considerarse que el Festival
de Teatro de Calle, con cosas muy positivas, pueda suplir un panorama
de las artes escénicas como el que durante varios años
ha dado prestigio a la ciudad.
El
momento es bueno y los grupos teatrales que tienen su sede en Valladolid
pueden beneficiarse de esta ampliación de fronteras, al mismo
tiempo que se estudian sus posibilidades -ya lo apuntamos en ocasión
del homenaje al Teatro Corsario- para integrarse de una forma más
coherente en el ámbito cultural de la comunidad.
Tiempo
de festivales pues, cuya ausencia en el caso de Francia supone un
duro atentado contra la cultura y que en nuestra comunidad aparece
como una referencia para el futuro que deberá ser estudiada
en profundidad para integrarla en el tejido social.
El
Congreso de Teatro de León puso algunos puntos en la agenda
institucional. Es hora ya de abordarlos en profundidad por parte de
los afectados para dibujar un panorama teatral con visión de
futuro, más allá de acontecimientos mediáticos
y muchas veces efímeros.
En
esta nueva legislatura la Junta de Castilla y León, las nuevas
diputaciones y ayuntamientos tienen mucho que decir. Los técnicos
y gestores son fundamentales, como la gente de teatro y el propio
público al que hay que escuchar.
Desde
nuestra perspectiva prometemos hacer lo posible para conseguir una
vida teatral rica y contrastada. De momento ponemos sobre la mesa
dos ideas: la recuperación de un Festival Internacional de
Teatro en todas sus formas y la integración de los grupos en
el proyecto global de las artes escénicas en Castilla y León.
FERNANDO
HERRERO/Escritor y crítico
23-08-030
- La Fundación Siglo hace un balance positivo de las actuaciones
programadas. "Cancionero
de Palacio"
marca la línea a seguir para otros años.
Una
vez acabado el Festival Internacional Escenarios de Verano, la Fundación
Siglo, una de las organizadoras, junto a la Junta de Castilla y León,
ha realizado un balance positivo de los espectadores y la programación.
Y es que cerca de 4830 personas asistieron como público para
disfrutar de las actuaciones programadas para este año.
Balance de actuaciones
Sara
Baras, llenó el aforo del Castillo
de la Mota y colgó el cartel
de "no hay entradas" con su espectáculo "Mariana
Pineda" el domingo 20 de
julio.
"Fue
un éxito, tan solo quedaron un tres por ciento de entradas
sin vender", aseguró José Gabriel López,
director de artes escénicas de la Fundación Siglo.
Por
otro lado, en la actuación de la Orquesta
sinfónica de Castilla y León,
que tuvo lugar el viernes 25 de julio, quedó también
con alrededor de un tres por ciento la entrada sin vender.
"A
la obra "Julio
Cesar",
programada para el día 2 de agosto, asistió menos gente,
alrededor de 570 personas. A este espectáculo acudió
un público más especializado del tema clásico.
Gustó mucho, fue muy bueno", comentó López.
Siguiendo
con las actuaciones, el "Cancionero
de Palacio",
a pesar de haber tenido que suspender su actuación del lunes
4 de agosto por causa de la lluvia, contó el día después
con lleno total.
El
domingo 10 de agosto actuaron los "Solistas
de la Scala de Milán",
que llenaron el aforo del Castillo
de la Mota. El la obra "Tinajas"
del viernes 15 de agosto quedó el cinco por ciento de entradas
sin vender. Para concluir con el balance está "Swingle
Singers" colgaron el cartel
de no hay entradas para su espectáculo A Capella Concert:
Bach to Beatle.
"Hay
un teme importante en cuanto a número de espectáculos,
el año pasado el escenario del Castillo
de la Mota
era muy pequeño, además del aforo era solo de 400 personas.
Sin embargo este año hemos contado con 320 sillas más
y el escenario tenía unas dimensiones más grandes con
la intención de dar realce a las actuaciones y que el público
se sintiera más cómodo", aseveró José
Gabriel López.
Otros
datos de venta de entradas de forma global dan un 31% de ventas en
Medina del Campo, el 27% en Valladolid, 33% en la venta de entradas
en Peñaranda y un 9% de público de otros lugares, aunque
preferentemente de Madrid.
"Es
el segundo año que se realiza este Festival, el primer año
fue una experiencia piloto en cuatro lugares, pero solo Medina del
Campo y Peñaranda fueron las ciudades donde la idea cuajó.
Ésta es dar continuidad e ir potenciando los espectáculos
y la programación", comentó el director.
Según
López "Cancionero
de Palacio"
fue una apuesta y un riesgo. "Ha tenido muy buena acogida de
público. Además marca la línea en la que queremos
incidir en los años que sigan", concluyó.
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